Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cazando Luciernagas por Yahime

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Creo que esta algo corto, pero espero que lo disfruten :)

 

Los recuerdos siguen latentes como un soneto sin terminar, puedo verte aunque no estés, espero por ti, aunque ni se si tu aún me recuerdes.

La noche caía frente al rio, el sonido de las hojas de los arboles mecidas por una suave brisa parecían entonar una canción, yo me perdía entre el ir y venir del agua del rio, me gustaba ese lugar, me tranquilizaba y hacía pensar. Jugaba con mi cabello mientras arreglaba con tranquilidad mi vestido, me sentía como sumergida en una burbuja llena de paz y tranquilidad.

No se cómo paso, un ruido me hizo despertar de mi ensueño y te vi, apareciste como una mariposa, hermosa, dulce y traviesa. Tu cabello dorado estaba algo enmarañado pero no menos encantador, posaste tu violeta mirada en mí, dibujando una sonrisa en tu rostro.

-¿Me acompañas a cazar luciérnagas? –

Con una dulzura inconmensurable, rápida como un relámpago y audaz como la infancia misma tomaste mi mano. Jamás en mis cortos nueve años alguien había hecho eso, abriste mi pequeño mundo y lo llenaste de una luz cálida y hermosa, aún más hermosas que las luciérnagas que se pasean sobre el rio. Te seguí, tú corrías sin dejar de reír, mostrándome todo aquello a lo cual yo estaba cerrada, lo que no quería conocer. Ibas y venias con tu red, tratando de cazar alguno de esos pequeños insectos, yo solo te observaba incrédula, no entendía como una niña podía ser tan linda e inocente.

-¿Cómo te llamas? – preguntaste una vez que estando exhausta te sentaste en el pasto. El atardecer caía y yo aún no cabía en mi sorpresa.

-Chi..Chikane – respondí aun dudosa ¿Por qué tanta simpatía?

- oh! Qué lindo nombre Chikane Chan – Sonreíste con tal dulzura que no pude evitar sonrojarme levemente, eras como el sol, cálida, radiante y pura.

-Chikane.. Chan? – Me extrañe levemente, no entendía su exceso de confianza.

-etto.. no puedo decirte así? – preguntaste cambiando un poco ese semblante tan bello, y cambiándolo por uno avergonzado.

-emm..  Claro! Claro que puedes- Verte así me desespero, solo quería verte sonreír.

-jaja eres extraña Chikane chan! – Reíste con naturalidad, devolviendo esa luz a tus ojos, esa luz que me dio la vida. – oh! Ya es tarde –Dijiste mirando al cielo- debo irme – dijiste como entristecida.

-No, no te vayas aun – Dije con miedo, tome tu mano y sentí como una pequeña corriente eléctrica me recorría ¿Qué era esto?

-Lo siento Chikane chan, mañana podemos volver a jugar – Sonreíste.

-Pero.. Dime cómo te llamas…-  te pregunte ansiosa.

-Hi-me-ko – dijiste acentuando cada silaba más que divertida, seguramente mí cara te causaba gracia-

-Himeko.. –Repetí encantada, sin duda no había mejor nombre para aquella princesa solar- Te esperare aquí mañana! –Sonreí como nunca antes le había sonreído a persona alguna, me miraste extrañada, volviste a sonreír al ver que me habías apenado, te acercaste y besaste mi mejilla.

-Es una promesa Chikane Chan! – Me miraste y comenzaste tu marcha. Algo nuevo se había encendido en mí, te esperaría y recordaría para siempre, mi pequeño sol, mi dulce y tierna Himeko.

12 años han pasado, ya no soy una niña, pero siempre regreso a este lugar, te espero aunque dudo que algún día regreses, ¿Dónde estás Himeko? ¿Has olvidado ya tu promesa? Mi mirada se pierde en el agua del rio, recuerdo ese día como si fuese ayer, me parece escuchar esa cálida risa tras mío, pero de seguro no es más que una ilusión, un juego que mi propia mente ha creado para traerte de vuelta.

Siento una mano sobre mi hombro y me sobresalto, giro mi vista enfadada dispuesta a insultar  a quien se hubiere atrevido a interrumpir tan puro momento, me quede estática, no lo podía creer, ¡Esos ojos violetas estaban nuevamente frente a mí!

-Hi… Himeko.. –Susurre temerosa, esos ojos me miraban fijo con una sonrisa fina.

-¿Me demore no? – Reíste campante-

-Solo un poco – Sonreí enternecida.

-Gracias por esperarme – Susurraste a mi oído

-Siempre lo hare – Respondí con firmeza.

Tu voz se empezó a alejar, como lo hace una sutil melodía llegando a su fin, tu mano ya no se sentía igual. El pánico comenzó a inundarme…

-Himeko, Himeko no te vayas – Decía desesperada, en un vano intento de retenerte un tiempo más, aunque solo fuesen unos segundos más.

-Chikane, Chikane .. Despierta Chikane – A regañadientes tuve que despertar, encontrándome de frente con tus bellos ojos violeta, los ojos de mi esposa. –Chikane me tenias preocupada ¿tuviste una pesadilla?

Anonadada te mire y tímidamente acaricie tu mejilla. “Un sueño, no fue más que un sueño”. Me repetía.

-Himeko, ¿nunca te irás verdad? –pregunte aun con algo de miedo.

-Jamás lo haría –Sonreíste cálida,mientras acarisiabas con cariño mi cabello. - Tranquila amor. - Besaste mi cabeza con cariño, tal como una madre hace con su hijo.

No sé en qué momento comencé a soñar estas cosas, no sé porque mis sueños me llevan a hacer ese tipo de viajes, quizás es Dios quien intenta reafirmar en cada sueño que siempre te esperare, espero que nada malo pase, pero aun si asi fuera siempre estare junto a ti mi amada princesa solar. 

Notas finales:

Espero que les gustara :)

Dejen reviews si quieren continuacion D: a ver si logran inspirarme xD! 

 

gracias chicos :) nos vemos! :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).