Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hannibal por Naomiyaoi38

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Pos éste es un pequeño one-shot que hice :P, basado en los hechos ocurridos antes del libro “Dragón Rojo” y lo  que me hubiera gustado a mí que pasara XD.  Generalmente suelo tomarme más libertades con las personalidades de los personajes , pero ésta vez trate dentro de lo posible de mantener la esencia del gran Thomas Harris, ya que sentía que si no lo hacía estaba cometiendo una “blasfemia” e.e.  Pos ya no digo más y ojalá a alguien le guste tanto, como me gusto a mí escribirlo :3

Notas del capitulo:

Los personajes de Hannibal  no me pertenecen sino que son propiedad del gran Thomas Harris, yo sólo soy alguien que no resistió imaginar y "manipular" los hechos todo con tal de ver yaoi HannibalXWill XD

"Mierda. Solamente tienes que ignorarlo e irte de aquí. Además, lo más probable es que aún no te haya visto... Sí, eso es..."

 

El detective Will Graham se hallaba ligeramente de espaldas, cercano a una columna; semioculto entre la afluencia de personas que iban y venían, en medio de aquella exposición de arte con fines benéficos.

 

Sus ojos azules se fijaban de reojo y aunque intentase disimularlo, con cierto nerviosismo incómodo también, a un individuo de pie a algunos metros de él, quien contemplaba con interés las obras en exhibición. A pesar de la distancia que les separaba y el tráfico de personas que se desenvolvían en el lugar, Will podía ver claramente a aquel hombre...; el doctor Hannibal Lecter...

 

El doctor Lecter era un respetado y reconocido doctor; especializado en el campo de la psiquiatría, con el cual le había tocado hablar un poco últimamente debido a motivos de trabajo, referentes a la investigación sobre el caso que actualmente se llevaba en curso.

 

No lograba definir qué era exactamente lo que poseía éste hombre para hacerlo sentir ésa extraña y nerviosa incomodidad. Quizás era algo en aquellas profundas pupilas rojizas que parecían absorberlo. Aunque también podría tener algo que ver con el hecho de que la profesión que el doctor ejercía fuese la de psiquiatra.

 

A decir verdad, no se solía sentir del todo cómodo en sus relaciones con éste tipo de profesionales. Con el único con el cual había desarrollado relativa comodidad trabajando era con el doctor Alan Bloom; quien hasta el momento no había demostrado tener interés profesional en él. En cualquier caso, todavía no podía comprender qué era lo que le sucedía con aquel hombre.

 

Observó al doctor Lecter llevarse sus gafas a los labios; golpeteándose suavemente por unos segundos los dientes con ellas mientras contemplaba un cuadro. Durante unos segundos éste alzó su cabeza, y sus fosas nasales se dilataron como si estuviese husmeando en el aire.

Aquello último le pareció un tanto extraño a Will, pero decidió no prestarle importancia, desviando su vista hacia otro lado, concentrándose en mejor, buscar la salida más cercana.

 

- Buenas noches, detective Graham.

 

Simplemente el tono de aquella voz bien conocida a sus espaldas bastó para que el vello de la nuca se le erizara un poco. Entrecerró los ojos ligeramente, pasándose una mano entre sus hebras oscuras; antes de voltearse hacia el dueño de ésa voz, quedando frente a frente con éste.

 

- Buenas noches, doctor Lecter...

 

El hombre ante sí simplemente se limitó a esbozar una sonrisa, mostrando la blanca hilera de dientecitos.

 

- No sabía que usted fuera un amante del arte - comentó inquiriendo con su intensa mirada sobre el detective.

 

Will pensaba que el doctor seguramente debía estar fijándose especialmente en el traje un tanto arrugado que él llevaba puesto en ésos instantes, el cual se había visto obligado a usar para asistir al evento; así como cada vez que debía intentar vestirse para su trabajo. Realmente no solía prestarle mucha atención a ése tipo de cosas. A diferencia del doctor Lecter que parecía disfrutar de la elegancia, y quien siempre poseía un aire refinado.

 

- Solamente estoy aquí por trabajo. Pero ya he terminado, así que ya me iba... - y en realidad aquello era cierto.

 

Jack le había que asistiese allí para hablar con algunos individuos de potencial interés para la investigación, con los cuales por cierto había terminado. Sólo que no contaba con la presencia de aquel hombre en ése lugar también. Ahora simplemente quería alejarse de éste, quien causaba ésas reacciones en él.

 

- ¿Irse? Pero entonces creo que sería un cruel desperdicio que se fuera sin ver así sea un poco de éstas obras. Ya que está aquí debería aprovechar la oportunidad, ¿no cree? - ladeó ligeramente la cabeza, torciendo su boca en una fina línea de diversión.

 

Will no pudo evitar sorprenderse un poco cuando el doctor Lecter le colocó la mano izquierda sobre su brazo, y un extraño e intenso estremecimiento le recorrió ante aquel contacto; posando sus ojos en aquella mano de hermosas proporciones, con un dedo medio perfectamente duplicado, la cual afianzaba suavemente el agarre en su brazo.

 

Para cuando se dio cuenta el hombre le había hecho seguirle por toda la galería, ya habiéndolo liberado de su agarre; explicándole con su expresión más amable de qué se trataba cada una de las obras que veían. Además de uno que otro comentario por parte del doctor sobre qué clase de persona podría ser el autor de semejantes crímenes.

 

Siendo sincero a Will jamás le había interesado el arte como tal; ni siquiera en ésas circunstancias. Pero el ver al doctor Lecter hablándole con tal deliciosa intensa sobre cada una de ellas, hacía que despertara en él algo que no creía posible...: cierto interés. Y no por lo que allí se exhibía en sí, sino por aquel hombre.  Ése hombre, que hace tan sólo unos instantes le provocaba aquel nerviosismo incómodo; que le hacía sentir el impulso de querer abandonar lo más rápido posible el lugar, pero que ahora y aunque no podía explicarse exactamente el porqué, le hacía desear quedarse allí un poco más. Y especialmente porque, aunque su sensación inicial por el doctor Lecter no hubiera desaparecido del todo; ésta se había comenzado a entremezclar con una nueva sensación que no sabría bien cómo catalogar.

 

- Entonces, detective Graham... - en algún momento, mientras el doctor le hablaba sobre ciertas obras y también dejaba escapar una que otra opinión con respecto al caso; se habían alejado de la multitud. Ahora se encontraban solos, caminando por una estancia de relativo tamaño, la cual al exponer algunos cuadros referentes a la Edad Media, y esencialmente a ciertos tipos de torturas de aquella época, podía decirse que no era el área más visitada de la noche. Sin embargo, el doctor parecía encontrar sumamente interesante todo aquello - ¿Qué opina usted del responsable de semejantes crímenes? ¿Cree usted de que se trate de algún individuo con alguna clase de perturbación mental?

 

Will le miró de reojo, fingiendo prestar atención a uno de aquellos cuadros, que debía admitir que por lo bien representado de la agonía de aquella víctima; no lo lograba encontrar muy agradable que digamos. Realmente no deseaba compartir muchas opiniones que fueran en verdad importantes, con respecto a la investigación con aquel hombre. Intentaba que a pesar de todos sus intercambios de ideas no fueran sumamente comprometedores. Después de todo, éste no formaba parte activa del caso como tal, simplemente era alguien que afortunada, o quizá desafortunadamente, había tenido contacto con una de las recientes víctimas.

 

- Yo no creo prudente emitir ése tipo de conclusiones... aún. Pero después de todo, creo que usted como especialista ya tiene sus propias opiniones con respecto a esto, ¿o me equivoco? – por  alguna razón el doctor Lecter parecía de cierta forma complacido con ésa respuesta - Aunque es obvio de que no se trata de una persona completamente normal... - lo último lo dijo más como un pensamiento para sí mismo, que sin darse cuenta lo comentó en voz alta.

 

Percatándose de su equivocación, se sintió ligeramente avergonzado; girándose para enfrentar la mirada del doctor luego de comentar aquello, viendo como éste le mostraba una sonrisa.

 

- ¿Normal? - su lengua roja y puntiaguda apareció por unos instantes entre los dientes, para luego desaparecer inmediatamente mientras que las chispas de sus ojos castaño granate revoloteaban hacia el fondo oscuro de sus pupilas - Dígame entonces, detective Graham, ¿qué considera exactamente como normal? O mejor aún, ¿qué considera normal en usted?

 

Aquellas rojizas pupilas parecían adentrarse en lo más profundo de su ser, como si buscaran, o más aún; como si ya conocieran lo que se ocultaba en su anterior...; aquello con lo que tenía que lidiar día tras día...

 

El pulso empezó a acelerársele, y una gota de sudor surcó la línea de su sien; sintiendo como ésa mirada le absorbía.

 

El doctor Lecter pareció darse cuenta de lo que causaba en el detective, por lo que con una expresión complacida volvió a su porte habitual, fijando su vista en uno de los cuadros frente a ellos; el cual representaba con perfecto detalle una escena de condenados a la rueda*.

 

- Interesante sentido del espectáculo y diversión tenían en aquella época, ¿no le parece?

 

La voz del doctor llegó a sus oídos, haciéndole contemplar fijamente por unos segundos aquella obra. Las expresiones de las víctimas... Sangre... Le recordaba tanto a sus sueños...

 

Sus latidos se volvieron aún más acelerados y sintió que el aire comenzaba a faltarle. No sabía por qué, pero aquel hombre intensificaba sus reacciones ante lo que siempre intentaba controlar. Ahora sólo podía pensar en que necesitaba salir de allí inmediatamente.

 

Se giró con la determinación de irse rápidamente, sin dirigir ni una palabra al doctor Lecter; a ése hombre con el cual aunque no tuviera demasiado trato, parecía conocerlo muy bien; e inclusive saber de aquella parte de él, de la cual todos desconocían. Simplemente quería alejarse de allí, pero jamás esperó sentir aquel firme agarre en su brazo deteniéndole, y menos aún que el doctor le atrajera hacia sí, y sin darle tiempo de protestar, uniera sus finos labios con los suyos, dejándole totalmente estático y sorprendido.

 

No lograba reaccionar, hasta que sintió la serpentina lengua del contrario rozar sus labios; adentrándose en su boca logrando estremecerle. No entendía... No sabía que al doctor Lecter le interesaran ésos gustos. Y más importante aún, ¡se suponía que él mismo no era gay! Además de que antes ése hombre ni siquiera le agradaba. Pero entonces, ¿por qué empezaba a corresponder a aquel beso, aunque fuera de manera algo tímida?

 

Ahora su sorpresa inicial de porqué el doctor lo había besado se iba transformando en porque le estaba correspondiendo. Pero a pesar de eso no podía evitarlo; dejándose llevar entre roces de lenguas y ligeros mordiscos apasionados, de un beso que le iba dejando sin la capacidad de pensar y sin oxígeno. Para cuando el doctor Lecter alejó los labios de los suyos, a la vez que soltaba su agarre en él; ya estaba algo jadeante. Y sólo en ése instante su cerebro pareció volver a reaccionar, haciéndole que el desconcierto por los actos ajenos y sobre todo por los suyos propios se relejara en su rostro, combinado con el rubor de sus mejillas ante la vergüenza por lo que acababa de suceder.

 

No pudo soportar tener que mirarle a la cara y con el corazón latiendo aceleradamente, se alejó del doctor a paso presuroso; casi corriendo en busca de la salida. Dejando atrás a un doctor Lecter, cuyos ojos castaño granate brillaban con intensidad, reflejando destellos de luz, a la vez que una sonrisa indescifrable se iba formando en sus labios mientras veía la figura del detective Will Graham alejándose de allí…

 

Notas finales:

Gracias por leer :D

Sayonara


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).