- ¿Hola? Traigo un encargo del hotel Renaissance Okinawa, el equipaje del señor… Nate River…
(Tras llamar al edificio nadie contestaba, un taxi paró en la puerta y del mismo salió una chica rubia, cuyo rostro era conocido para nuestros amigos…)
- ¿Misa? ¿Qué haces tú aquí…?
- ¡Light! (La rubia corrió para abrazarle por el cuello) ¿hmmm? Vivo aquí… (Dijo con un ligero rubor en la cara…) Pensaba que lo sabías…
- Yo, la verdad no sabía donde vivías…(Dijo con tono divertido el castaño)
- Perdone señorita… (los interrumpió el pelirrojo un poco avergonzado) ¿Sabe usted si el dueño de la casa encargó que trajeran un equipaje del hotel Renaissance Okinawa?
- “OH, que guapo es este chico… Hmmm… ya se que haré…” (Misa se ruborizó de nuevo, una idea cruzó su mente tan veloz como un relámpago y sin pensárselo dos veces se dispuso a ponerla en marcha) ¿Maletas? Haber, déjame verlas… “La excusa perfecta para acercarme…” (La rubia se encaminó hacia el pelirrojo para examinar las maletas, mientras el se daba la vuelta para agarrarlas, ya que estaban tras el, la rubia ya casi estaba a su lado y venía corriendo a lo estilo Heidi cuando sin previo aviso tropezó melodramáticamente para darle tiempo al pelirrojo a reaccionar e ir a socorrerla.
Cuando el pelirrojo la agarró de la cintura ambos cayeron al suelo, la rubia sobre el pelirrojo, haciendo a Matt soltar un gruñido de dolor al golpearse la espalda contra las baldosas del camino, no le dio tiempo a que nadie oyera su gruñido, ya que misa lo había callado besándole los labios)
- “Lo logré… Mi plan a salido a la perfección”
------ Mello ------
(Mi padre dejó de prestarme atención y ya que mi primo me ponía de mal humor solo con mirarlo decidí aprovechar el descuido de mi padre para marcharme del lugar.
Fui a la parte delantera de la tienda, pero cuando llegué vi que algunas personas estaban frente al mostrador con cara de llevar allí un buen rato sin ser atendidos)
- “La tonta de mi hermana se había largado dejando la tienda sin vigilancia, y sin que nadie atendiera a los clientes” Pija malcriada (Dije por lo bajo para que nadie pudiera oírlo) Enseguida les atiendo, disculpen las molestias… (Aunque no lo parezca también puedo ser simpático cuando quiero, además de que no tenia ganas de que me echaran la mulla por espantar a los clientes, me encamine al vestuario de empleados y me enfundé mi uniforme negro, ya que mi padre dejaba elegir el color de uniforme que quisiéramos, lo único igual en todos era el diseño.
(Me alejé de los vestuarios con el uniforme sobre mi ropa de cuero y me dirigí hacia el mostrador. Tras 20 minutos de anotar encargos volví al vestuario para quitarme el uniforme.
Al salir vi tras la ventana una limusina negra junto a un taxi, que justo nada mas salir yo al mostrador se alejó por el asfalto, me decidí y me encaminé a la puerta para ver que había detrás de tanto misterio y escándalo, ya que se oían unas risas estridentes tras la puerta, giré el pomo de la puerta y me apresuré al exterior)
- “Lo logré… Mi plan a salido a la perfección”
(El pelirrojo se quedó paralizado en el suelo, sin poder reaccionar, había entrado en estado de shock. Era la primera vez que tenía contacto físico tan cercano con alguien, y menos aun con una chica, ya que siempre estaba con sus videojuegos y no era muy popular.
El azabache empezó a reír a carcajadas mientras miraba la escenita que la rubia estaba montando)
- Parece ser que misa ya no te molestará durante un tiempo, ahora tiene una nueva presa Jajajajjajajajaja (No podía parar de reír, y eso era extraño en el…)
- Supongo… (Dijo el castaño con aire un tanto divertido por la escena de ver a Ryuzaki en ese estado.
Misa notó como el cuerpo de Matt se tensaba bajo el suyo mientras esta lo besaba, no se podía mover, y ella lo aprovechaba
- Vamos misa, deja al chaval que le va a dar algo, si no le a dado ya… (Musito entre risas el castaño mientras que la puerta de la casa se abría dejando al descubierto a un chico alto y rubio que los miraba con desdén)
- ¿Se puede saber que…? (El rubio se quedó viendo la escena con cara de pasmarote) ¿Que narices pasa aquí? ¿Misa, eres tú…?
(Ryuzaki se acercó a la muchacha levantándola de encima del pelirrojo sin esfuerzo alguno) La señorita tropezó sobre mi amigo… nada más… (El azabache seguía con su parsimonia riéndose sin parar cosa que a Misa ya le empezaba a molestar)
- ¡Hermanito! (La rubia se zafó de su agarre y corrió hacia su hermano pequeño agarrándose a su brazo)
- ¿Quién es esta gente Misa?
- Es una larga historia… (Le dedicó una sonrisa a Mello que evidentemente no fue correspondida)
- Yo soy (Lo pensó varias veces posando su dedo en los labios antes de hablar) Ryuzaki…
- Yo soy Light Yagami, un placer (Se acercó extendiéndole la mano, cosa que extrañamente fue estrechada por el aludido)
- ¿Y el perro que está tirado en el suelo? (El insulto le sacó de su estado petrificado y dio la vuelta a la cabeza mirando a los cuatro que se encontraban frente a la puerta y parando la vista en el muchacho de pelo rubio)
- Soy Matt…
- Matt… (Repitió Mello para si mismo como para no querer olvidarlo)
- ¿Y tu eres…? (El pelirrojo se estaba arriesgando mucho, con la sonrisa que le echó, ya que podía ser fácil malinterpretarla)
- Mello…
(Se quedaron un rato mirando cada uno a los ojos del otro sin cambiar el rostro, hasta que Matt se levantó acordándose de lo sucedido y sonrojando sus mejillas, que ahora hacían competencia a su pelo rojizo.
El pelirrojo se encaminó a la puerta llevando consigo el equipaje de su cliente, pero cuando ya casi llegaba a donde estaban todos tropezó con una baldosa levantada de su sitio…)
- ¡Matt! (Mello no se dio cuenta, de que al salir corriendo tiró a su hermana al Suelo, haciendo esta un ruido sordo al caer contra el suelo de la entrada .El muchacho había ido a socorrer al pelirrojo sin pensarlo ni una vez, sus pies hicieron acto de voluntad propia, igual que el resto de su cuerpo)
- ¿Estás bien?
- S-Sí, creo que sí… (Estaban los dos en el suelo, sin contar a la rubia a la que mello dejó caer antes, estaban a pocos centímetros el uno del otro, Mello se golpeó al caer bruscamente, y Matt puso la mano en la parte que se había golpeado) ¿Te duele…? (Se sonrojó al notar el cuerpo de el rubio bajo el suyo, algo ahí abajo se estaba rozando con la misma parte del otro…)
// (Nota: no me presionen con el lemon y todo eso que soy principiante y me da un poquillo de vergüenza jajaja)//
- ¡Ahuch…! (Era evidente que si le dolía) Ten cuidado Cachorro…
- ¿Hmm?”¿Acaba de llamarme cachorro?”
- Solo he dicho que tengas cuidado… (Musitó en un tono que solo Matt podría haber oído)
- Lo siento Mello…
(El rubio se estremeció al oír su nombre saliendo de la boca de Matt como en un susurro)
- Yo…No pasa nada…No ha sido culpa tuya, mi padre debió haber arreglado ya esa maldita baldosa… (Los dos se echaron a reír)
- Oye, Matt…
- ¿Si?
- ¿y los demás?
- ¿Como?
(Los tres sujetos que estaban con ellos habían desaparecido dejando cerrada la puerta del taller y abandonando a los tortolitos en el exterior)
(Cuando se dieron cuenta de la postura en la que estaban, ambos en el suelo, a escasos centímetros uno del otro y Matt con la mano en la espalda de Mello se apartaron a la velocidad de la luz, a la vez que sus rostros se ponían más rojos que el cabello de Matt.
Se miraron y asintieron como si entendieran lo que el otro quería decir solo con mirarlo a los ojos, así que ambos hicieron un esfuerzo y se levantaron)
- ¡Las maletas!
- ¡Bah! Esos idiotas de seguro se las han entrado a dentro… (Ambos estallaron en carcajadas) No te vallas a caer de nuevo ¿si? (Le pasa el brazo alrededor del cuello como si fuera su mejor amigo de toda la vida, y de echo así lo sentía el, aunque lo acababa de conocer…)
- Eso espero… (El pelirrojo agachó la cabeza aun mas rojo de lo que ya estaba)
(Se encaminaron a dentro, cruzaron la puerta y Mello lo guió hasta la parte de los empleados en el taller)
- ¿Seguro que podemos entrar aquí? (Se notaba un claro tono de preocupación en su voz, a lo el rubio solo pudo contestar echándose a reír)
- Esto es de mi padre, además yo soy empleado, créeme no hay problema, y para llegar a la casa hay que pasar por aquí (Lo guió por unas escaleras que subían al piso superior y abrió la puerta con la llave, dejando pasar primero a su acompañante y guiándolo de nuevo a la cocina, donde se encontraron con los amigos tomando un refresco y aperitivos, mientras que Misa miraba por la ventana el lugar donde habíamos estado tirados en el piso)
- Que bueno que ya llegaron (Bromeó el castaño)
- ¿Y las maletas? (Fue lo primero que preguntó el pelirrojo nada más pasar por la puerta)
- Tranquilo Cachorro, mira, están ahí apoyadas…
- ¿Cachorro? (Esta vez no pudo resistir la tentación de preguntárselo)