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La melodía del amor por YuriGirl

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Notas del fanfic:

Bueno, este es el segundo fanfic que hago, por lo que devería estar menos nerviosa, pero no, estoy igual de nerviosa que la primera vez, y además estoy segura de que hay un montón de fanfic sueltos por ahí de amor entre profesores y alumnos, ya lo sé, pero este es mío, y lo voy a escribir yo, y encima, está basado en echos reales, concretamente en el echo de que una amiga mía, esta por la profesora de música, y en fin, no se que más añadir, tan solo espero que les guste y disfruten

Notas del capitulo:

Ok, aquí dejo el primer capítulo, tan solo espero que les guste y que hayan leído las notas del fanfic, ya que son muy importantes para mi supervivencia,

naaaaahhhh, con respirar y comer creo que ya vale, bueno que me voy de tema, no les distráigo más, continuen con su lectura amigos :3

P.V. estudiante:

 

Antes de empezar me describiré algo a mi misma, bueno a ver, yo soy bastante bajita, 1’53, tengo 14 años, mi pelo es negro y ondulado, pero no como si fueran olas, es una especie de pelo indeciso, un día es liso, otro rizado, otro tiene algo parecido a un rizo pero alargado, en fin, es un pelo casi tan raro como yo, tengo los ojos marrones claros, casi parecen amarillos, soy bastante pálida y no tengo ningún tipo de habilidad especial, excepto ser seria, en mi cara no existen las sonrisas, o tengo cara de T_T, o me estoy riendo a carcajadas, aunque bueno también se me pueden escapar pequeñas sonrisas para mi enamorada, a la que estáis a punto de conocer...

 

Era el primer día del curso, estaba nerviosa, al igual que mis compañeros, por conocer a nuestro nuevo tutor, pero el año anterior me fui con una duda, tenía mucho miedo, no por si nos tocaba un tutor malo, que también, sino por ella, mi corazón aceleraba al pensar, que quizás fuera la primera a la que viera después de tanto tiempo, y mis dudas volaran lejos, recordaba su rostro algo pálido, junto con un bonito pelo rubio hasta los hombros y unos ojos verdes como las hojas de los árboles bañadas en rocío, ESOS ojos que me hipnotizaban, tan brillantes y vivos, y que ahora me atravesaban mientras su portadora entraba por la puerta.

Fue hasta su mesa, todos callaron, dejó sus cosas sobre esta y se giró para mirarnos, esos ojos que tanto temía y a la vez amaba volver a encontrar, chocaron contra los míos, impasibles como de costumbre, por un momento me dio la sensación de que se alegraba de verme, pero pronto pasó a mirar al frente, a algún lugar perdido entre las mesas de mis compañeros donde parecía estar la cosa más interesante del mundo.

-Hola chicos, encantada de volver a veros, me llamo Beatriz, aunque ya sabéis que me podéis llamar Bea, este año yo seré vuestra nueva tutora. – dijo amigablemente pasando su mirada por todos mis compañeros menos por mi, no se por qué.

- ¡Hola Bea! – respondieron todos al unísono, mis labios permanecieron cerrados, estaba demasiado ocupada observando su cuerpo envuelto en una capa de laboratorio (que no tiene sentido porque ella da música, pero ok...), mi rostro era frío como un témpano de hielo, pero cualquiera que me tocara en esos momentos sabría que estoy en llamas, me sentía muy acalorada bajo la ropa, que se hacía pesada como el hierro, al oír cada una de las palabras que salían de esos apetecibles labios , se podría decir que podía escuchar su voz, tan dulce y suave, que acariciaba mis oídos como si sus palabras estuvieran hechas de terciopelo, pero eso sí, no me estaba enterando de mucho, y ella no tardó en darse cuenta, cuando de repente se giró hacia mí, clavándome amablemente esos ojos de fuego verde que me hicieron enloquecer.

- ¿Morena me estás escuchando? – me preguntó, yo desperté de mi sueño.

- ¿eh? – respondí despistada, provocando una sonora carcajada por parte de mis compañeros, ella sonrió, y sentí como el calor se acumulaba en mis mejillas, avergonzada y alegre, esa sonrisa era mía, mía y de nadie más.

Después de eso, Bea volvió a repetir el horario y yo lo apunté, sintiendo su mirada en mí de alguna manera, me sonrojé levemente ante su pregunta anterior, “morena” había dicho, el año pasado me llamaba así también, no se si era porque significaba que le gustaba mi pelo, o porque le daba pereza aprenderse mi nombre, si era esto, yo era la única de la cual no se sabía el nombre, hasta cuando me preguntaba oral me llamaba así, me daba a entender que yo era diferente a los demás, pero ¿para bien, o para mal?

Nos dictó las normas de clase y las de comportamiento, y después de eso se fue ha otra clase, dejándonos con el siguiente profesor, la vi desaparecer por la puerta y expiré una gran bocanada de aire, que tenía guardada desde el comienzo de la clase, miré melancólicamente la puerta, deseando que volviera a entrar en la clase para verla de nuevo, pero eso no volvió a suceder en todo el día.

El tiempo transcurrió muy rápido, pasaron los profesores, el recreo, los profesores, la comida y... Más profesores, era el primer día y ya llevábamos deberes, no me lo podía creer, a las 5:30 p.m ya todos salíamos del colegio, así que me despedí de mis amigas y me fui con mi madre en el coche de camino a casa.

Esa tarde hice los deberes rápido, porque quería avanzar con un fanfic que estaba empezando a escribir sobre piratas, aunque luego no me dio tiempo a escribir mucho, pero al menos lo intenté...

Luego cené y me fui a dormir, deseando que el martes pasara pronto para volver a verla el miércoles.

 

P.V. profesora:

 

Era el primer día de curso, debía de estar tan nerviosa como los habladores niños al otro lado de la puerta, respiré hondo y entré.

Me encanta ese momento en que te ven y abren los ojos asustados, como si me les fuera a comer o algo, todos menos ella, no recordaba que estuviera en esta clase, que despiste, sus ojos eran extraños, me miraban como si fuera la cosa que menos importara en el mundo, pero a la menor provocación brillaban de una forma especial, lo sabía, lo podía sentir, pero era una alumna, no era como si pudiese dejar que viera lo que siento por ella, así que aparte la mirada hacia los otros alumnos, todo rostros conocidos, me sorprendí sabiendo que recordaba todos sus nombres, menos el de ella, a la que había decidido denominar “morena”, era la primera vez que hacía algo así, no era de esas profesoras que les ponen motes a los alumnos.

- Hola chicos, encantada de volver a veros, me llamo Beatriz, aunque ya sabéis que me podéis llamar Bea, este año yo seré vuestra nueva tutora. – dije lo más animadamente que pude, sintiendo esos ojos tan fríos que me quemaban la piel, que parecían investigar con avidez.

- ¡Hola Bea! – respondieron al unísono todos ellos, tal como esperaba ella no abrió la boca, ella hablaba lo justo y necesario, pero yo sabía que tenía una melodiosa voz.

Comencé a dictar el horario para que lo apuntaran y mañana pudieran traer el resto de libros que les faltaran hoy, podía notar sus ojos investigándome como si fuera un animal en peligro de extinción, la verdad era que me sentía algo intimidada por esa chica, cuando en realidad debía ser al revés, porque en la clase el que tiene la autoridad soy yo, y no me pensaba ir sin recordárselo.

- ¿Morena me estás escuchando? – la pregunté cuando estaba ya terminando de dictar el horario, pude ver el despiste en sus ojos, como dos grandes cristales rubios, a través de los cuales podía ver cada uno de sus pensamientos, aunque sin embargo los sentimientos, esos estaban a un nivel al cual todavía no había llegado.

- ¿eh? – respondió con esa voz de timbre perfecto que me di cuenta que en esos momentos yo ansiaba oír, pero no podía hacer esperar a los demás alumnos.

Dicté el horario de nuevo, pensando en que tendría que esperar al miércoles para verla y eso me revolvió por dentro, por alguna razón, continué con las normas de clase y de comportamiento, y todos eran unas tortugas, la clase se pasó y me tuve que ir, noté los ojos de mi morena en mi, desde que me levanté de la silla hasta que alcancé la puerta y salí, me quede apoyada en la pared al otro lado de la sala, esperando a oír su voz delicada, entre las de sus compañeros, pero al llegar el siguiente profesor denegué la posibilidad de ello y me fui a mis siguientes clases.

Todo el resto del día fue muuuuuuuuuuuy aburrido, aburridos alumnos, aburridas conversaciones con el resto de profesores a la hora del café, más aburridos y ruidosos alumnos y más de eso, estaba deseando irme a mi casa para tumbarme en el sofá y descansar, y cuando por fin salí del colegio a las 5:30 p.m y llegué a mi dulce hogar, fue justo lo que hice, me dio tanta pereza hacerme la cena que pedí una pizza, me la comí casi entera y el resto lo metí en un taper y al frigorífico, después de eso me aseé y me fui por fin a dormir, pensando en algún tipo de posibilidad de relación que no fueran profesora-alumna,  hacia esa morena de ojos cristalinos.

Notas finales:

Espero que les haya gustado leerlo, tanto como a mi escribirlo, subiré nuevos capítulos cada viernes,

es bromis, yo soy más random que una profesora sustituyendo, así que no daré fechas, para que la gente no me haga budú o algo así

nos vemos :3


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