Lento, suave, cálido pero sobre todo, lo sentí dulce. Me encantan los dulces.
Sentí que todo daba vueltas en el preciso momento en el que el beso se fue relentizando, tanto que incluso parecía que antes de ese no me hubiera deborado la boca con salvajismo.
Mi corazón parecía querer salirse del pecho, me sonroje intensamente, soy estúpido, sentirse avergonzado por un beso dulce y no por uno apasionado es realmente estúpido. Soy estúpido.
-Eres mío, Lee Jinki, solo mío - susurro en mi oreja con un tono por demas dulce, totalmente contrario al tono que utilizó hace unos minutos. En ambos tonos sigue siendo el ser mas sexy que he visto.
Es toy seguro de que si no fuera por que me tenía sujeto de la cintura, ya habría caído al suelo, mis piernas se asemejaban mas a la gelatina que a otra cosa. Me sentía derretir.
¿Era un sueño? ¿Una broma pesada de Kibum? ¿Un sueño? ¿Una alucinación? ¿Ya mencioné un sueño? Suelo soñar este tipo de cosas muy a menudo. ¿O, talvez simplemente es el karma? que me odia, que ha estado todo el dia en mi contra y al parecer decidió jugar su mejor carta ahora con la broma mas pesada del mundo.
De un día para otro, mi gran amor platónico, también conocido como mi mejor amigo y compañero de grupo me reclama como suyo sin esperar restricciones ni objeciones. Un pensamiento bastante narcisista, egocéntirco, sexy, condenadamente dulce... lo se... soy extraño.
Quien iba a pensar que el día mas horrible de mi existencia terminaría siendo el más agradable e inolvidable.
Un sin sentido, es lo que parecia todo esto, pero, quiero que lo diga enserio, quiero ser suyo y que él sea mío. Antes de seguir con mis pensamientos mi boca me traicionó.
-Idiota- susurre- pareces muy seguro de ello, no me queda más que seguirte el juego - mi deseo de ser suyo (en todo el sentido de la palabra) era tan grande que ni siquuera tartamude al decir algo tan vergonzoso, ni yo me reconocí. Me volví a sonrojar.
Sonrió coqueto y me beso de nuevo, correspondí de inmediato, aun sonrojado, solo atiné a poner mis manos al rededor de su cuello y él presionó mas mi cintura, apegandome mas e él, el espacio que nos separaba era nulo.
Podría parecer tonto redimirse así ante alguien que te reclama como suyo, tal cual objeto, pero, el sentimiento de que tambien podre decir que es mío supera todo, no importa en absoluto ser reclamado como suyo si el es mío también.
Al separarnos me miro con cariño, yo aun estaba sonrojado, sonrió y cogió mi mano para arrastrarme hacia la sala de prácticas, posiblemente debemos hablar, no importa, el beso es mas que suficiente, tenía de ese dulzor para rato.
En vista de los acontecimientos agrdezco muchísimo haber caído sobre Minho en el ensayo, sino fuera por ello no habría chocado mis labios con el alto, no habría sido arrastrado por Jonghyun al baño, no me habría reclamado como suyo irracionalmeente y sobre todo no me habria besado de la forma mas apasionadamente dulce.
Mi torpeza era, en ese moemento, mi mejor cualidad y la que mas adoraba, sino fuera por ella y el pésimo día que llevo no habría provocado mas a Jonghyun al responderle altaneramente ante su demanda, al parecer mis palabras fueron el detonante, pues con brusquedad, su mano apoyada a un lado de mi cabeza y la voz ronca me dijo "eres mío Jinki, aunque tú no quieras, nadie toca lo mío, ni siquiera por accidente" para luego besarme bruscamente y acabar en el beso más dulce de la historia de los besos.
Reí escandalosamente al reordar todo lo sucedido hace unos minutos. Tan dulce, tan extrañamente dulce. Jjong volteó a verme, extrañado por mi risa, detuve mi andar frenandolo a él también, me acerque a su rostro bese sus labios ligeramente y susurrando un Te amo continué caminando, esta vez por delante.
Sonreí como idiota, uno enamorado.
Al llegar al salon de prácticas mis amigos volteaon a vernos, se sorprendieron un poco al ver nuestras mano aun entrelazadas, pero no me importo en absoluto, simplemtene les sonreí como siempre y soltando la mano de mi Jjong me puse en posicion para seguir practicando.
Gire una última vez para ver a Jjong que estaba algo sonrojado y con una sonrisa igual de idiota que la mía, se veía adorable. Quize besarlo de nuevo.
Para nada me molesta que me reclame como suyo de un momento a otro y menos si me besa de esa manera tan dulce. Tan extrañamente dulce.
Me gustan los dulces, el sobre todo, que para mi, es la personificación de lo dulce.