::::::::Pov Taemin::::::::
Se supone que hoy sería el mejor día de mi vida, y ahora estoy aquí en la azotea de un gran edificio.
Aún siento las lágrimas caer por mis mejillas. Que irónico ¿cierto?… el día de mi boda, el día mas feliz de mi vida, estoy aquí a punto de suicidarme.
Las imágenes vienen a mi cabeza una y otra vez. Me levanto y extiendo mis brazo, siento el aire en mi rostro, se lleva mis lágrimas y con ellas, mi dolor. Solo un paso más y todo esto habrá terminado, no habrá marcha atrás. Estoy a punto de saltar, pero algo me lo impide. Un pequeño sentimiento invade mi cuerpo. Siento miedo. Está recorriendo cada fibra de mi ser. Retrocedo un poco.
-Minho… –Inconscientemente digo tu nombre. Tú siempre me protegías cuando tenía miedo, tus brazos me brindaban ese consuelo que tanto necesitaba. Pero ahora no estás conmigo, de seguro aún sigues durmiendo… junto a él.
¿Por qué Minho? ¿Porque él? ¿Por qué tenias que engañarme con mi mejor amigo?
Te odio, te odio tanto...
A mi mente vuelven las imágenes. Tú y él.
Mi corazón se estremece, vuelvo a sentir ese horrible dolor que sentí cuando te vi junto a él… en nuestra cama. Esa donde hicimos el amor tantas veces. Aquella donde me entregué completamente ante ti. Esa donde nos juramos amor eterno… Y ahora, ya no vale nada.
No quiero volver a verte jamás.
Te odio… te odio… te odio… Te… A…mo… -de mis ojos ya no salen lágrimas. Creo que ya estoy seco.
Este es mi final.
-Adiós Minho… adiós para siempre.
Avanzo hasta el borde de aquella azotea. Por mi mejilla rueda una última lagrima. Extiendo mis brazos y me lanzo al vacio.
:::::::POV Minho:::::::
Me desperté con un mal presentimiento, pero no le di importancia. Nada podía arruinar este día. Hoy es el día más importante de mi vida. Hoy me casaré con el amor de mi vida.
¡Ah, Taemin! No sabes cuanto te amo.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por unos fuertes golpes en mi puerta.
-Yo abro, Minho. –Gritó Key desde la cocina. No lo sentí levantarse…
Recuerdo que anoche Key vino a mi departamento, para darme algunos consejos sobre como tratar a mi hermoso Taemin en la noche más importante de nuestras vidas y más que nada en nuestro próximo futuro juntos. Entre tanta charla la noche nos pilló y como era realmente tarde, le ofrecí a Key quedarse. No parecía muy feliz con la idea de tener que compartir cama conmigo, pero era eso o uno de los dos terminaría con una lesión en la espalda por dormir en el sofá. Terminó por acceder a regañadientes, pero al menos entró en razón.
Recuerdo que antes no nos llevábamos muy bien que digamos, pero todo eso cambió cuando conocí a Taemin. Gracias a él nos hicimos realmente unidos y siendo sinceros, muy buenos amigos. Aunque a veces era demasiado sobreprotector con mi novio.
Me levanté con ánimos. La felicidad de este día no podría ser arruinada por nada, llevaba mucho tiempo esperando el día que pudiera unirme a Taemin espiritualmente. Sabía que era él con quien quería pasar el resto de mi vida, porque él es el único que llena mi vida y…
¿Qué es ese ruido? ¿Es Key llorando?
Un escalofrío recorrió mi espalda y ese mal presentimiento volvió a mí con más fuerza que cuando desperté. Me dirigí al salón con cierto temor, aunque no entendía bien el porqué, pero algo me decía que fuera lo que fuera que encontrara… no me gustaría. Al llegar al salón vi a Key arrodillado en el piso, llorando… frente a unos oficiales de policía.
-¿Qué diablos sucede aquí? –Mi pregunta salió ruda, pero sabía que todos notaron el temblor en mi voz al formularla.
-¿Señor Choi? –Se dirigió a mí el que parecía el más joven de los dos oficiales.
-¿Qué quieren? –Dije secamente. Los oficiales se veían incómodos y no me gustaba la forma en que me miraban… como si me tuvieran pena.
-Lamento informarle que el señor Lee Taemin se encuentra internado de gravedad en el hospital de la ciudad. Fue encontrado inconsciente esta mañana, aparentemente él… intentó suicidarse…
-¿Qué? –Tenía que ser una broma… Una horrible broma- ¿Qué están diciendo? Él está en su casa. –Les dije… más bien les grité, claramente furioso.
-Lo sentimos señor Choi. Solo cumplimos con nuestro deber de informarle. –Dicho aquello, los dos hombres se retiraron. De pronto mis ojos comenzaron a arder. Podía sentir las lágrimas que querían salir… Se suponía que hoy sería el día perfecto, el día más feliz de nuestras vidas. Se suponía que hoy Taemin y yo juraríamos amarnos para siempre… ¿Por qué querría suicidarse? Es imposible.
-Es mentira… -dije- Es una maldita mentira… -Repetí, intentando convencerme a mí mismo, pero los sollozos de Key no lograban ese efecto.
¿Taemin? ¿Mi Taemin había intentado suicidarse?
En ese instante caí de rodillas al suelo junto a Key quien aún lloraba amargamente. No pasaron ni dos minutos antes de que me repusiera lo suficiente para obligar a Key a levantarse. Lo tomé de los hombros y lo sacudí un poco para que se calmara.
-Vamos, Key. Debemos ir al hospital… -Intenté sonar firme, pero mi voz era apenas audible y me sorprendió que Key entendiera lo que dije, ya que a mi parecer… solo había lanzado un gemido lastimero.
Ambos terminamos de vestirnos, más bien yo, que solo tenía el pantalón de mi pijama, Key ya estaba casi listo y me esperaba con una expresión desesperada en el rostro. Cogimos el primer taxi que pasó y partimos rumbo al hospital. El camino fue silencioso… era un silencio incómodo. Sé que Key quería decirme algo para hacerme sentir mejor, y yo lo necesitaba… pero entendía que las palabras no quisieran salir.
Cuando llegamos, ambos corrimos hacia la sala de cuidados intensivos. Una enfermera que justo salía de ese sitio nos detuvo. Intenté pasar pero ella no me dejó.
-Lo siento, pero solo familiares pueden ingresar.
-¡Soy el prometido de Lee Taemin! –Dije en un hilo de voz. La enfermera meditó por unos segundos, como intentando recordar a quién me refería, y cuando pareció recordar que paciente era me dirigió una mirada de lástima y se hizo a un lado, murmurando un suave “Lo siento” que solo me hizo sentir aún peor.
Al entrar vi a mi Tae con una venda en su cabeza, varios raspones y moratones, y un tubo saliendo de su boca junto a varios cables que recorrían su cuerpo para distintas funciones. No lo soporté más y comencé a llorar de nuevo. Mi mente no lograba entender el por qué.
Mi amor… ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso no me amabas?... ¿No iba este a ser el mejor día de nuestras vidas?... ¿Es que me odias? ¿Por qué? Maldita sea… ¡¿Por qué, Taemin?!
Tomé su mano, con la inútil esperanza de que al hacerlo mi pequeño despertara y me diera respuestas. Quise creer que podría sentir mi amor y que eso sería suficiente para darle la fuerza de abrir sus ojos… Pero eso no paso… No ese día, ni en mucho tiempo después…
Pasaron los días, los meses, los años. Aún no despiertas. El doctor dice que solo cuando se decidas a despertar lo harás, pero que con el tiempo las esperanzas se pierden. He entendido su indirecta. Él quiere que te desconecte, pero no me siento capaz. No estoy listo a perderte, me niego a dejarte ir… Aún me sigo pregunta por qué lo hiciste, pero por más que busco no encuentro ninguna respuesta coherente.
-Te amo, Taemin… -He repetido esas palabras al menos unas cien veces cada día desde que estás en el hospital. Pero siento que mis palabras no llegan hacia ti. Siento que no quieres que mi amor te alcance… ¿Por qué?... Los años han pasado y yo sigo aquí esperando a que despiertes algún día. Han pasado un poco más de seis años desde que decidiste dormir- Muchas cosas han pasado en este tiempo… Key y Jonghyun tuvieron una hermosa bebé, la han llamado TaeYeon en tu honor. Onew y Luna se fueron a Italia para su luna de miel. Sí… se casaron en secreto. Pero aún así, todos esperan que despiertes, todos quieren ver tu sonrisa de nuevo… Y yo… yo soy el que más está esperando ese día. Lo único que necesito, es que abras los ojos, por favor… Taemin, te amo… por favor, despierta…
-M…Minho… ¿Minho hyung?... –Escuché un leve susurro…