El rubio por un lado se sentía feliz, al fin conoció a su susodicho salvador pero lo que más le alegraba es que no era solo un conocido, habían sido amigos desde pequeños. Un sentimiento de felicidad lo consumía por dentro al punto en que las lágrimas brotaban de su rostro, pero el sonido de un golpe lo sorprendió. Sasuke había golpeado a su hermano, no podía saber cómo, o que sentía el Uchiha, pero por su mirada estaba enojado, al contrario que él.
— ¡Sasuke! —grito el rubio al ver como apretaba los puño. Sin pensarlo se levantó y lo abrazo por la espalda. No le importaba si lo golpeaba, su intención era detenerlo. No se sentía mal por haberlo olvidado, porque sabía que de esa forma al menos el moreno tuvo una vida tranquila y sin remordimiento hasta el día de hoy.
El moreno estaba enojado, quería moler a golpes a su hermano. Ya recordaba con más claridad aquellos días de sufrimiento y dolor. Pero eso le importaba una mierda. Lo que le afecto fue ese sentimiento que mantuvo encerrado en su memoria, el sentimiento que sentía por el escandaloso rubio. Cuando sintió como el menor lo abrazo se detuvo, necesitaba pensar la cosas, necesitaba calmar su ira, no quería que Naruto lo viera en ese estado, así que lo tomo de la mano y se alejó con el de su hermano.
—Lo siento Sasuke… —dijo Itachi al ver como se alejaban recibiendo una mirada feroz por parte de su hermano menor.
El rubio no se rehusó, solo se quedó en silencio dejándose guiar por el moreno. Cuando al fin Sasuke se detuvo, no lo miro por unos segundos, luego de eso lo abrazo con fuerza, evitando que viera su rostro. No hablaron por unos minutos, el abrazo era más que suficiente en ese momento, o eso pensó el rubio hasta que sintió como Sasuke lo tomaba del mentón y lo miraba fijamente a los ojos. Y cuando menos lo espero lo beso con dulzura y abrazo con fuerza. Naruto eta sorprendido y avergonzado pero no lo alejo, se sentía seguro a su lado así que correspondió aquel beso como si fuera el primero.
—Te protegeré Naruto… —expreso Sasuke al salir del beso mientras lo abrazaba como si lo fuera a perder.
—Siempre lo has hecho Sasuke… —contesto Naruto agarrándose también al mayor.
Cuando al fin los dos se sentían más tranquilos, se soltaron y sentaron en el césped, había mucho de que hablar, muchas cosa que recordar. El moreno se sentía mal, porque después de tanto tiempo, dejo que el menor sufriera solo lo que él quería vivir y superar con su amigo. A cambio él se había centrado en el alcohol en los cigarrillos y en las drogas, que poco a poco iba alejando del menor para que tuviera una mejor vida.
—Sasuke… ¿Cómo ha sido tu vida desde ese entonces? —pregunto el rubio tomando la mano del moreno.
—fue tranquila… más de lo que podría haber deseado. —Contesto mirando al rubio, al sentir como sujetaba su mano— pero… me habría gustado vivirla contigo. Me habría gustado calmar el dolor de tu corazón.
—Yo estoy feliz, Sasuke… no te preocupes por lo que viví… —sonrió Naruto— me alegra que hayas tenido una vida sin recordar ese sufrimiento. Me alegra saber que al menos estabas bien…aunque ahora es una lástima que no sea así.
El moreno sonrió un poco por aquel comentario, pero aún seguía enojado con u hermano. Aunque Naruto se alegraba de eso, el no, no podía. Su ira crecía por dentro, porque en verdad quería haber compartido aquel dolor con el… y todo gracias a su hermano, Naruto había sufrido solo.
Cuando las cosas se calmaron, los dos menores volvieron a donde se encontraba Itachi. Ya el pasado no se podía remediar, pero el presente decidiría sus futuros y era algo que ambos tenían claro, protegerán al otro a cota de sus vidas, ninguno lo decía, no era necesario decir que se gustaban. Sus actos y las miradas hablaban solas. Aunque a Naruto le costaba más admitirlo, no se quedaría atrás por lo que sentía.
—Al fin vuelven… —comento Itachi al ver los desde lejos
— ¡tú calla…
—Itachi… estamos listos para lo que sigue. —interrumpió Naruto a Sasuke.
El moreno mayor se levantó del suelo y se limpió nuevamente el rostro en donde Sasuke lo había golpeado, aun le dolía el golpe que le había dado.
—muy bien. Primero que todo deberán aprender a controlar su poder. —Hablo Itachi— para eso, una buena forma es agotar toda su energía es intentar depender el poder que les fue dado… Naruto, al parecer tu cuerpo tiene más de una fase, así que tu trabajo es intentar descubrir que más hay dentro de ti. Y Sasuke, tú debes implementar todo tu poder, debe transformarte como aquella vez, el día en que salvaste a Naruto. ¿Entienden lo que quiero decir? Deben volver a transformarse como en aquella ocasión.
— ¿Cómo sabes que nos transformamos esa vez?
—Porque no solo prive sus recuerdos… también pude verlos— bueno, espero y hayan entendido lo que quiero que hagan.
Ambos asintieron para ver como luego se levantaba y alejaba Itachi.
— ¿A dónde vas? —pregunto Sasuke.
—Tengo más asuntos que ustedes dos. Además necesito ver que paso con Deidara. —Dijo con un tono de preocupación que intento disimular— vendré por ustedes a las 6:00pm hagan lo mejor que puedan
Ambos miraron como Itachi desaparecía por el prado en busca de su princesa, pero era cierto. ¿Qué habrá pasado con los demás? Solo podían esperar en que estuvieran bien, ahora tenían otra razón para matar a Orochimaru. No dejaría que él les quitara lo que para ellos era preciado. Principalmente para el rubio.
— ¿Esta listo Sasuke?
— ¿Listo para qué?
—Para entrenar… ¿para qué más? —dijo Naruto colocándose en posición de ataque.
—No te voy a golpear, Naruto.
—Vamos Sasuke… no me digas que tienes miedo. —dijo con burla el rubio.
—Claro que no, no seas idiota Dobe… solo no quiero lastimarte.
— ¿Quién dijo que tenías la fuerza para lastimarme?
—Pue claro que yo. —Contesto con una sonrisa que para él era muy familiar— es obvio que yo ganare.
—Teme… —susurro Naruto abalanzándose hacia su compañero para golpearlo, pero el moreno fue más rápido y lo tomo de la muñeca y sin hacerle daño la coloco tras su espalda.
— ¿Qué decías Dobe? —rio levemente— ¿Qué te parece si hacemos una apuesta…
— ¿Qué tipo de apuesta?
—No sé qué es lo que tú quieres, pero se bien lo que yo quiero. Si gano la pelea que tantas ansias. Tendrás que besarme. Pero un beso largo.
— ¿! QUE ¡? ¿Por qué tengo que besarte, teme?
—Porque es lo que yo quiero. —Contesto delineando los labios del menor— ¿y tú que quieres a cambio, Naruto? Claro… si es que ganas.
— ¡Claro que ganare, teme! Solo…déjame pensar que quiero…
Después de que se pusieran de acuerdo, Sasuke soltó a Naruto que volvió a abalanzarse en vano hacia él. Debían gastar su energía ¿verdad? Eso es lo que había dicho Itachi. Así que decidieron pelear casi toda la tarde. Intentaban no dar golpes fuertes, pero debes en cuando se les escapaba uno que otro. Entre golpes, patadas, quejidos y un poco de sangre, los dos decidieron descansar acostados sobe el verde césped, contemplando las nubes, lo que a Naruto le recordaba Shikamaru, uno de sus amigos.
—Espero que me des mi beso, Naruto. Yo gane.
— ¡Hiciste trampa! Pedí tiempo y me derribaste cuando estaba indefenso.
— ¿Acaso crees que Orochimaru te dejaría descansar? —Vocifero Sasuke un poco enojado— está bien… intentemos terminar la apuesta en alguna otra forma.
— ¿En qué forma?
—Cuando tenga alguna idea de cómo. Te digo.
Aún faltaban unas horas para que Itachi viniera a recogerlos, así que después de descansar, se levantaron y recorrieron la montaña. Naruto no hacía más que quejarse en que tenía hambre, aun no estaban lo suficientemente cansados, pero ya no querían seguir mal gastando su energía de esa forma, hasta que a Sasuke se le ocurrió una fantástica idea. ¿Por qué gastar su energía en golpes, cuando podían mal gastarla en el agua? Si, habían llegado a una quebrada, así que se quitaron la ropa para solo quedar en bóxer, lo que solo avergonzó al rubio. Ya Sasuke conocía bien el cuerpo del menor. Bueno… le faltaba una pequeña y estrecha parte.
—Quien llegue primero al otro extremo, gana la apuesta. —hablo Sasuke
—Vale, está bien, Sasuke. Pero te advierto soy un buen nadador.
—Sigue hablando, zorrito. A la cuenta de tres. —Dijo Sasuke empezando con la cuenta— uno… dos…
—Tres… —termino Naruto saltando al agua, dejando a Sasuke atrás.
El moreno salto inmediatamente después del rubio. No se quedaría atrás y mucho menos perdería aquella apuesta. Era el quien siempre lo besaba. Y quería ver la vergüenza el menor al intentarlo, ya lo había hecho Memna, pero eso era cuenta aparte. Lo que no calculo, fue la caída, estaba tan en sus pensamientos que se golpeó fuertemente en la cabeza con una roca.
El rubio ni cuenta se había dado, hasta que vio el cuerpo del Uchiha flotando en el agua, al principio creyó que era una cruel broma, pero cando vio que el agua empezaba a mancharse de un color carmesí, se paralizo y sin pensarlo, nado con todas sus fuerzas hacia el menor. Cuando llego a él, lo tomo con cuidado para sacarlo del agua y llevarlo a la orilla, no dejaba de gritar su nombre una y otra vez con la esperanza en que este le respondiera. Acerco su cabeza hacia el pecho del mayor para escuchar sus latidos, que poco a poco se hacían más débiles. Ahí fue cuando miro si respiraba adecuadamente. Y no… el malito Uchiha se estaba ahogando, así que tapo la nariz de Sasuke con sus dedos y abriendo separando sus labios , le dio respiración boca a boca.
Cuando el moreno lo aparto para escupir el haga que se había tomado, calmo el loco palpitar del menor que lloraba por el susto.
— ¡maldito teme! ¿Por qué me asustas así… —se quejaba el menor secando sus lágrimas.
— ¿creíste que iba a morir de esa forma tan insignificante?
—S…si… —contesto sincero Naruto— tu herida… ¿te duele?
—No seas idiota… no moriré de otra forma que no sea protegiéndote. —Expreso Sasuke llevando su mano hacia la herida— solo fue un pequeño golpe. No te preocupes. Ahora se me ha ocurrido una mejor forma de gastar nuestra energía…
— ¿Cuál?
Sasuke sonrió, y sin remordimiento ni dudas, acostó a Naruto en el suelo para acariciar su torso y besar su cuello.
—Intenta adivinarlo…
Ya no debía el pensar si estaba bien o mal. Lo deseaba… deseaba escuchar sus gemidos al hacerlo por completo suyo. Solo había algo que lo molestaba en sub consciente. ¿Naruto era virgen? En todos estos años, no tenía ni la mayor idea de lo que había hecho ese rubio revoltoso. Así que lo averiguaría por sí mismo. Acaricio la entrepierna del menor, escuchando pequeños gemidos y jadeos por parte de su amante mientras besaba, chupaba y lamia su cuello, para después centrarse en sus tetillas. Quería disfrutarlo… quería que Naruto también lo disfrutara, así que intentaba ser lo más delicado que podía y controlar los impulsos feroces que su cuerpo pedía. Acerico cada rincón el cuerpo de Naruto, esa acanelada piel fue acariciada por las frías manos de Sasuke. Pero Naruto no se quedaba atrás. Estaba lo bastante rojo que se notaba a quilombearos. Pero su cuerpo le indicaba que también deseaba el cuerpo del moreno. Así que imito los movimientos del mayor. Acaricio su cuerpo con delicadeza y de la misma forma le quito los bóxer a su compañero.
—Sasuke… pueden vernos…
— ¿No te parece más excitante si es peligroso? —dijo Sasuke con una sonrisa Uchiha.
El rubio no tuvo tiempo de contestar, pues sus labios se habían unido a los de Sasuke. Entre caricias y besos, Sasuke ya no soportaba aquella delicadeza con la que lo acariciaba. No era lo suyo. Quería besarlo ferozmente, con pasión y demostrarle entre esos besos que lo deseaba como un loco y antes de proponérselo, ya lo hacía. Devoraba los labios del menor. No quería que Naruto sintiera dolor, así que se apartó del beso y en lugar de su lengua llevo tres de sus dedos para que los dilatara mientras él se distraía con la erección del menor. Naruto lamio lo dedos como lo había pedido el Uchiha mayor y antes de que se diera cuenta Sasuke ya los había sacado y había incrustado uno en ellos, que provoco un pequeño dolor y cosquilleo en todo su cuerpo, cuando sintió el segundo dedo que invadió su interior se arqueo y jadeo.
— ¿Te duele? —preguntó Sasuke sintiendo la estreches de Naruto.
—Un poco… A-aah…
El moreno sonrió moviendo sus dedos de forma circular mientras ahogaba los gemidos del menor en un beso, se le hacía excitante sentirlos en su boca. Y sin avisar saco los dedos del interior de Naruto para meter su miembro en su lugar. Naruto gimió con fuerza en el beso ye encorvándose dejo salir lágrimas de sus ojos.
— ¿Dolió mucho?
—Solo cállate, teme… —dijo Naruto abrazándolo del cuello con lágrimas en sus ojos— no te preocupes… estoy bien.
Sasuke lo miro y apoyando sus manos a sus costados empezó a embestirlo suave y tranquilamente. Quería que primero se acostumbrara a su miembro, y él quería acostúmbrate a esa caliente y estrecha cavidad. El vaivén se hacía cada vez más fuerte y contante, los gemidos más fuertes y cortantes, el salvajismo con que el Uchiha lo tomaba lo llevaba de placer, y después de eyacular unas cuantas veces decidieron descansar ¿era suficiente? No… no lo era para dos cuerpos que se habían deseado hacía varios años, pero no de la mima forma en la que lo acababan de demostrar.
— ¿Y mi beso? —pidió Sasuke
—Cállate, teme… fui yo quien gano en el agua.
—Claro que no Dobe. Hiciste trampa, saliste antes de tiempo.
—Pero… estaba bien, será para la próxima… —refunfuño Naruto con una pequeña sonrisa. Después de todo se sentía bien— cuando llegamos a casa, mirare la hería de tu cabeza
—solo es un golpe sin importancia. —indico Sasuke como si no fuera nada.
—aun así lo are.
Sus cuerpos estaban demasiado sudorosos así que decidieron darse un baño con el agua de la cascada y lego vestir sen para volver hacia donde Itachi los había dejado. No faltaba mucho para las 6:00 pm a pesar de todo lo que habían hecho no habían logrado nada, en verdad podía decirse que estaban cansados ¿no fue suficiente? Al parecer no… no habían logrado lo que Itachi les pidió, pero eso en ese momento no les preocupaba. Se sentían bien al haber unido sus cuerpos aquella tarde. Y Sasuke tenía razón, era más emocionante… más excitante si sentían el peligro de que alguien los viera. Pero eso solo era una excusa… estaban en la más alta montaña del país de la ola.
Ya se hacían las 8:15 de la noche y el maldito de Itachi no aparecía. El nunca rompía una de sus promesas ¿algo le habrá pasado? Naruto y Sasuke se morían de hambre y frio en la montaña. Así que se levantaron y caminaron montaña abajo. Algo debía de haberle pasado a Itachi para que no volviera por ellos a la hora que indico.