Sasuke no dijo nada, solo se dedicó a mirar a Memna que no dejaba de mirarlo con deseo. En ese momento sintió como se sentía Naruto cuando él lo miraba de la misma forma. El cabello de Naruto empezaba a oscurecerse al igual que sus ojos azules.
—Memna… —susurro Sasuke al ver como su acompañante desabrochaba su pantalón y bajaba hasta su entrepierna para ofrecerle placer.
Sasuke estaba confundido, pero decidió dejarse llevar por el placer que le ofrecía Memna, después de todo no traicionaría a Naruto. Solo pensaba en la excusa de que compartían el mismo cuerpo. Sujeto el cabello de su amante que empezaba a oscurecerse.
— ¡Sasuke!
Memna se levantó sujetando su cabeza y cerrando sus ojos con fuerza.
Me niego a dejar que toques a mi Sasuke de esa manera. —pensaba Naruto en el interior de su cuerpo, intentando evitar que Memna lo controlara— déjalo en paz ¡déjame salir!
—¡Estas equivocado! —Grito Memna dejando a Sasuke confundido— quiero esta noche solo para mí.
Naruto se negaba a dejar que Memna hiciera con su cuerpo lo que quisiera y aún más al saber que deseaba tener el cuerpo de su amado Sasuke. Lucho con todas sus fuerza para recuperar su cuerpo, pero su energía se agotaba poco a apoco junto a la de Memna y sin prestar atención a las palabras de Sasuke que le preguntaba >>¿estás bien? ¿Te duele algo? ¿Naruto… Memna?<< cuando pensó que recuperaría el control de su cuerpo, su vista se nublo.
Sasuke preocupado sujeto el cuerpo de su amado y acomodándolo en la cama se relajó, todo esto era complicado para él. >>su pasado, su presente, su desconocido futuro y la ausencia de su hermano<< arropando a Naruto se levantó y salió de la habitación para dormir en la cama de su hermano, quería dejar descansar al menor.
<<<<<<<<<<<<<<<<FIN DE SASUKE, MEMNA Y NARUTO<<<<<<<<<<<
—Sera mejor que te quedes esta noche Itachi. —Sugirió Pain— ya es demasiado tarde.
—lo are. —Contesto Itachi entrando al apartamento que había alquilado con Pain durante una noche— mañana debo volver para entrenar a Naruto y Sasuke.
—lose. Yo iré a dormir, mañana tengo que hacer muchas cosas. —expreso Pain encerrándose en la habitación.
Itachi camino hacia la otra puerta para luego acostarse en la cama y pensar en la propuesta de Pain. >> entregar a su hermano y Naruto<< Solo debía entrenarlos lo suficiente para luego entregarlos como carnadas, exacto, eso serian. Carnadas. Pero sabía perfectamente que Orochimaru también tendría un plan. Si entregaba a los menores podría encontrar el escondite de Orochimaru, a su novio y compañeros, pero corría el riesgo de perderlos a todos.
—está bien, lo are. —susurro para si Itachi.
Entregaría a Naruto y a Sasuke después de entrenarlos adecuadamente.
Cuando llego la mañana Itachi se levantó y sin desayunar y sin mayor importancia arreglarse, salió del departamento en busca de su camioneta para volver al país de las olas.
Solo le había informado a Pain que se iría y que volvería en un mes, esperaba que fuera tiempo suficiente para entrenarlos y con suerte encontrar a los demás en buen estado.
Al llegar, se dirigió al apartamento, sabía que su hermano no se quedaría a esperarlo toda la noche en la montaña, pero sin duda habrían de haber demorado tiempo en bajar.
Al entrar se dio cuenta que estaba en lo correcto, y sin antes despertarlos calentó algo de leche y coloco serial en dos de los platos que había encontrado, para luego revolver la leche con el cereal y colocarlos en la mesa, tomar cuatro rebanadas de pan, de de jamón y dos de queso, creando dos sándwich que dejo junto al plato y por ultimo camino hacia la habitación de su hermano en donde se encontró con Naruto durmiendo cómodamente. Fue algo irritante el despertarlo, pero finalmente lo logro.
—¿Qué pasa? —pregunto Naruto medio dormido al levantarse de la cama con algo de disgusto.
—la comida está en la mesa, tienes tres minutos para bañarte, vestirte y comer. Iré a buscar a Sasuke.
Sin antes de que Naruto pudiera reprochar Itachi lo había dejado solo en la habitación.
¿Tres minutos? ¿Cómo iba hacer todo eso en tres minutos? Acaso Itachi se volvió loco. Ni cinco minutos le había dado.
El azabache mayor camino hacia su habitación en donde encontró a su hermano durmiendo.
—Sasuke, levántate.
El moreno chasqueo los dientes y sentándose en la cama lo miro con unas bolsas grisáceas colgando de sus ojos.
—¿acaso no dormiste? —pregunto Itachi?
—no pude dormir.
—¿Por qué?
Por la mente del menor paso el recuerdo de la noche anterior, la mirada de Memna, la sensación que le hizo sentir, sus palabras y su extraño comportamiento cuando había creído que se dejaría llevar.
—¿para qué me despertaste? —preguntó Sasuke evadiendo la pregunta.
—para que fueras a desayunar, nos vamos en 20 minutos a la montaña, para entrenar. —Explico Itachi saliendo de la habitación no sin antes decir—: tienes tres minutos.
Sin prestare mucha atención Sasuke camino hacia el baño mirando como el rubio salía de el con una toalla enrollada en su cintura.
—Naruto…
El menor lo miro con algo de enojo para luego caminar hacia la habitación y cerrar la puerta con fuerza.
—¿Y ahora qué le pasa?—se pegunto Sasuke entrado al baño para darse una rápida ducha.
Intentaba negarlo pero sabía que era su culpa, anoche había escuchado la voz de Naruto y la de Memna que se reusaban a perder el control de su cuerpo. Sabía perfectamente que lo que estaba a punto de hacer era una equivocación, que traicionaría los pensamientos de Naruto. ¿Pero que podía hacer? Después de todo amaba a los dos, quizás de una forma masoquista… pero había cuidado de los dos durante un tiempo de su infancia, había luchado con Memna hace unos años atrás, los había perdido a los dos y los había recuperado a los dos. No sabía quién habría sufrido más, si Memna o Naruto.
—¡maldición! —grito Sasuke saliendo del baño ya vestido y enojado consigo mismo, aun no aclaraba por competo sus pensamientos, sabía lo que sentía, pero no como actuar. Aún era una montaña llena de dudas.
El azabache menor camino hasta la mesa donde lo esperaba su hermano sentado en el sofá mirando por la venta ay a Naruto desayunando ignorando su presencia. Se sentó frente a Naruto para desayunar lo que su hermano había preparado. Al parecer sería un largo día, pero más que nada debía rehacer las paces con Naruto. ¿Cómo podía ser posible que después de entenderse el uno al otro, de entregar su cuerpo al igual que Naruto a él, terminaran discutiendo por algo similar?
<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<OROCHIMARU>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
—Kabuto tráeme a Deidara. —ordeno Orochimaru.
—enseguida. —Contesto Kabuto saliendo del laboratorio y volviendo con el rubio mayor— tal y como lo pidió Orochimaru.
—suéltame bastardo. ¿Qué es lo que piensan hacer?
—esperaba esa pregunta. —Hablo el ojos de serpiente— ayudaste a Pain a escapar, ahora sufrirás las consecuencias de tus actos. —expreso Orochimaru amarrándolo a la camilla con las correas— solo dolerá un poco. ¿Un poco? Creo que miento. —Rio— dolerá como si estuvieras a punto de morir, pero para tu mala suerte no morirás.
Deidara lo miro con enojo.
Intento soltarse de las correas que lo sujetaban con fuerza hacia la camilla, pero solo un esfuerzo en vano. Sabía que algo estaba punto de pasar y en lo único en lo que podía pensar era en Itachi, en su novio… en ese momento en el que le deseaba suerte y le decía adiós. Sintió una agua traspasar su piel y un calor quemar su interior. Su visión se había vuelto borrosa, y antes de caer en un horrible sueño maldijo a Orochimaru y a su ayudante.
—¿seguro que funcionara, Orochimaru?
—claro que funcionara. Es uno de mis inventos. ¿Por qué dudas ahora de mí?
—no, no dudo de usted, señor Orochimaru. Traeré los ingredientes para la pócima.
Orochimaru lo miro con recelo, pero sin tomarle importancia, sujeto una aguja y un hilo grueso con el que se dedicó a cocer las bocas en la mano de Deidara, la pócima estaría en diez minutos, pero Deidara despertara dentro de una semana, habían dos opciones, que perdiera la memoria y se volviera una marioneta o que muriera en el proceso, pero era algo que no iba a dejar que pasara. Lo iba hacer suyo, sería su arma secreta para poder atrapar a Itachi y con él a los menores.
Kabuto no demoro en volver y Orochimaru no se demoró en crear la pócima, la que luego inyecto en la cabeza de Deidara, una dosis cada tres horas. Sería algo difícil de sobrevivir. Pero aria lo que fuera porque sirviera y para cuando despertara Deidara sería una simple máquina, sus sentimientos serian completamente lo contrario a lo que en verdad sentía. Si amaba al inútil de Itachi ahora lo odiara a hasta el punto de querer matarlo.
Veamos que aras ahora Itachi. —pensó Orochimaru.
<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<FIN OROCHIMARU>>>>>>>>>>>>>>>>>
¿Qué le pasa a estos dos? ayer se golpeaban como si tuvieran una guerra de almohadas y ahora se golpeaban como si se quisieran matar sen con la mirada. Algo había pasado durante su ausencia.
Naruto desprendía un aura roja y Sasuke un aura oscura, no podría deducir de donde venía exactamente, de qué tipo de emoción o de qué tipo de trasformación. Ya habían pasado tres horas y no habían logrado llegar más lejos que eso.
Sasuke había rasgado la mejilla de Naruto la cual rápidamente se difumino, ese rasguño, esa pequeña herida que vio por un mil y segundo desapareció tan rápido que creyó había sido una ilusión, pero después de varios golpes pudo afirmar que no lo era. Naruto tenía un poder curativo asombroso. En cambio los golpes que generaba en el cuerpo de Sasuke permanecían intactos. No dudo en que quien sufría mas en ese momento era su pequeño hermano menor. Sin duda Naruto era un arma asombrosa, pero más que un arma era una persona.
En ese mismo instante Itachi llevo su puño al pecho, presionándolo con fuerza. Tenía un mal presentimiento, algo le dolía, pero no sabía que. No quería pensar en lo peor así que detuvo a los menores y les pidió que descansaran. Naruto se recostó en la hierba al igual que Sasuke, contemplaron el cielo por un momento hasta que Sasuke decidió cortar el silencio.
—admito que si pensé en acostarme con Memna.
—cállate. No quiero escucharte. —Contesto Naruto sin mirarlo— no quiero escucharte hablar.
—sé que no debí dejarme llevar, pero Naruto…
—te dije que no quiero escucharte hablar.
Sasuke se sentó sujetando la mano del menor.
—sé que no quieres escucharme hablar. Lo entendí. Pero si no me escuchas no sabrás lo que siento.
—No son necesarias las palabras, tus actos hablan. —Contesto Naruto soltándose del agarre— me mentiste… solo querías mi cuerpo. —Vocifero— además solo te importa lo que sientes ¿en algún momento pensante en lo que yo sentía? Sasuke…
—¡No seas estúpido y escúchame, Naruto! Sabes que lo que dices es mentira. —Grito Sasuke sujetándolo de nuevo— claro, que pienso en lo que sientes.
Itachi miro a los menores para luego alejarse de los dos, sabía que necesitaban hablar y el hacia un mal tercio en ese momento.
—suéltame Sasuke…
—no hasta que me escuches.
—¿y qué es lo que me quieres decir? Que lo que paso anoche fue un accidente.
—No, no te voy a mentir, no fue un accidente. Memna y tú comparten el mismo cuerpo incluso las mismas emociones.
—solo te dejaste llevar por los actos de Memna. Sé cómo te seduce… todo lo que dice… ¿crees acaso que lo que te dijo es verdad?
Sasuke vacilo por un momento. Era cierto… no lo había pensado ¿Memna había dicho la verdad? ¿O solo era una de sus trampas?
—no lose. —contesto el mayor.
—¿Eso es todo? —Pregunto Naruto enojado— ¡eres idiota Sasuke! —grito el menor soltándose del agarre del azabache para luego golpear con fuerza su rostro. No había medido su fuerza y mucho menos su ira, solo quería desquitarse, había entregado su cuerpo y alma al bastando que tenía en frente y al parecer a él no le importaba. Solo pensaba en hacerlo… en hacerle el amor, fuera o no su cuerpo sus pensamientos eran muy distintos a los de Memna. Lo sabía. Sabía cómo pensaba Memna. Había vivido con él durante mucho tiempo.
Los ojos del rubio tomaron un color rojizo y cuando estuvo a punto de lanzarse hacia Sasuke, Itachi sujeto su mano y con la fuerza, quemándose los dedos con su aura roja.
—¿Qué creen que hacen? Los traje para que entrenen, no para que se maten. —Hablo tranquilamente el azabache mayor— no sé qué haya pasado entre ustedes dos y no es algo que me interese realmente, pero tienen un mes para controlar su poder.
—¿un mes? —Hablo Sasuke sentado en el suelo limpiando con su brazo la gota de sangre que salía de su boca— es muy poco tiempo.
—te equivocas es suficiente tiempo para que controlen su poder y demasiado tiempo para Deidara y los demás. No sabemos que les están haciendo en este momento.
Naruto se calmó, deshaciendo el aura que cubría su cuerpo. Sabía tanto como Sasuke que no era algo bueno, que Orochimaru estaría experimentando con ellos, preguntándoles en donde estaríamos.
—no creo poder controlar mi poder en un mes. —dijo Naruto.
—no les pregunte si podían o no. Tienen que controlarlo en un mes.
Naruto y Sasuke se miraron, no era momento para discutir sobre su relación, solo debían entrenar lo más que pudieran, así que le propusieron una ni buena ni mala idea a Itachi. Se quedarían a vivir en la montaña durante un mes, ellos sobrevivirían de los frutos de los árboles, dormirían en algún lugar cómodo en donde no aguantaran mucho frio y entrenarían con lo que se les pusiera en frente, no fue fácil convencerlo, pero después de suplicas lo lograron. Itachi los había dejado solos en la montaña, había decidido volver con Pain, buscarían por su cuenta el escondite de Orochimaru mientras ellos se dedicarían a entrenar.
Así fue durante barias noches, entrenaron en el agua, y en el aire con ayuda de las alas de Sasuke.
Para ambos había sido difícil, pero después de varias semanas habían tenido un gran avance, Sasuke había aprendido a controlar su transformación, pero no todo su poder y Naruto apenas llegaba a controlar las seis colas sin perder el control de su cuerpo. Las noches habían sido incomodas largas pasa Sasuke. Memna aun intentaba seducirlo de varias maneras, desde desfilar desnudo para el hasta abrazarlo y frotar su cuerpo con el mayor.
Naruto tenía razón, pero no del todo. …l no le había mentido cuando le dijo que lo amaba, porque en verdad sentía ese extraño sentimiento, pero su cuerpo reaccionaba ante los actos de Memna, deseaba tocar, besar y acariciar esa acanelada piel. Deseaba azotar ese redondo trasero y penetrarlo con fuerza, escucharlo gemir bajo sus piernas.
Les quedaba un día para que Itachi vinera a recogerlos y llevar su plan acabo, no temía por él, temía por Naruto y a pesar del tiempo en que estuvieron juntos, su relación no se había calmado, Naruto aún seguía enfadado pero sabía tanto como el que la situación no podía seguir así, no sabían que podía pasar al día siguiente, así que con esperanza Sasuke se levantó temprano, camino por el bosque recolectando frutos de los árboles y por ultimo un girasol. Después de su largo recorrido por el boque volvió hacia donde había dejado a Naruto durmiendo.
No solía ser romántico y tampoco sabía si lo que hacía podría considerarse romántico, pero necesitaba llegar a la paces con Naruto.
Coloco de forma ordena y decorativa las frutas sobre un tronco y tras su espalda sujeto el girasol. Sabía que despertar a Naruto era cosa difícil, pero fue lo más persistente y calmado que puedo, pero demonios. ¡Sí que era cosa difícil! Así que perdiendo su compostura tomo una jarra llena de agua que había conseguido y la arrojo sobre el cuerpo durmiente del rubio.
—¿¡Qué haces teme!? —grito Naruto sacudiéndose el agua. Su ropa se había pegado completamente a su cuerpo dejando ver sus formados pectorales y sus erectos pezones.
—¡intento llegar a las paces contigo, pero ni siquiera soy capaz de poder despertarte sin desesperarme! —Hablo Sasuke enojado consigo mismo— me levanto para buscar algo para comer para los dos y te traigo una horrible flor que me recuera a ti. Pero tú ni te levantas. —expreso Sasuke lanzándole el girasol.
Naruto rio dejando desconcertado al mayor. Le había parecido chistoso ver a Sasuke de ese modo, para ser sincero nunca lo había visto desesperado por algo, siempre haba sido muy calmado, así que verlo de ese modo era muy gracioso. Se sentía feliz por aquel acto tan dulce, pero no era necesario que dijera que la flor era horrible, pero saco una sonrisa de sus labios al escuchar que le recordaba a él.
—oye teme…. ¿te parezco feo? Dijiste que te recordaba al girasol.
—sabes a lo que refiero Naruto. —Dijo Sasuke más calmado— eres hermoso para mí.
Naruto sonrió aunque le dijeran lindo u hermoso no era exactamente un alago siendo un hombre. Pero decidió no discutir sobre eso, solo se levantó y abrazo del cuello al azabache y besándolo decidió dejar por olvidado su estúpida discusión.
Lo había estado pensando durante muchas noches, la culpa no era solo de Sasuke, también de Memna, había hecho muchas cosas para que Sasuke domara su cuerpo, pero en el fondo se alegraba de que Sasuke no se hubiera rendido ante la tentación.
—Había extrañado tus besos… —expreso Sasuke mirándolo fijamente a los ojos.
—yo también… Sasuke…
No hubo necesidad de pedir permiso o de hablar, las miradas demostraban exactamente lo que pensaban los dos, lo que deseaban, ambos sabían que podía ser su último día juntos, así que sin desperdiciar tiempo ambos deshicieron la ropa del otro y entregaron nuevamente su cuerpo al otro. Los ojos de Naruto se habían vuelto rojos, Sasuke temió al pensar que podía tratarse de Memna pero las palabras de Naruto lo tranquilizaron >>tranquilo Sasuke<< le susurro el menor abrazándolo y besando el cuello del mayor.
Había pasado todo un mes desde que hablaban con calma, quizás solo con sexo habían logrado entender sen el uno al otro, habían logrado las paces, pero no… No era solo tener el cuerpo del otro, era el miedo de perder su amor, de perder la vida…
Olvidando todos esos pensamientos decidieron disfrutar la compañía que se hacían, decidieron fundir sus cuerpos y almas, dejar su esencia y marca de pertenencia en el otro.