— ¿Qué pasa Uchiha? No me digas que estas celoso… —dijo el rubio con un tono carmín en sus ojos.
¿Celoso? Esa palabra retumbaba en la cabeza del azabache. ¿Por qué se enojaba por lo que le pasaba o hacia el rubio? —Pensaba Sasuke— no sabía que era pero tampoco le interesaba saberlo.
—Olvida a ese chico y sigamos… —decía Sakura apegándose más al Kitsune.
—Suéltame Sakura. —Pidió Naruto apartándola para luego bajar de la mesa y tomar la ropa que le había prestado el moreno— viniste hasta aquí para hablar ¿o me equivoco?
—Te equivocas. —contesto el moreno mirando como el rubio le extendía las manos con su ropa en ellas— ¿Qué quieres?
—Que la tomes ¿Qué más? No la necesito,
— ¿y cómo piensas volver a tu casa?
—Te dije que no volvería, tampoco iré a la tuya. Creí haberlo dejado claro… Si no viniste hablar, para que viniste? ¡Ah! Déjame adivinar… estas celoso por cómo me tocaban ¿verdad? No lo admites pero te preocupa lo que me pase —dijo Naruto abrazado al moreno del cuello a la vez que se acercaba a sus labios mientras lo miraba fijamente con ese mismo tono carmesí que se volvía más intenso en los ojos del rubio.
—claro que no idiota. —Dijo Sasuke apartando al rubio que logro rosar sus labios— sabía que ese era Memna, o parte de él.
—bueno si no viniste a verme ¿entonces a que viniste? Frecuento este bar todas las noches y es la primera vez que te veo aquí.
—primero que todo, es mejor que te vistas.
El rubio suspiro para luego colocarse la ropa que le había prestado el moreno. Sabía lo que él quería, pero también sabía que este no lo admitiría. Quería que callera en sus garras y se tendiera a sus pies, que lo obedeciera por el simple hecho de desear su cuerpo.
— ¿Feliz? —pregunto Memna.
—Sí. —contesto Sasuke tomándolo de la mano obligándolo a salir con el del bar.
— ¿pero qué haces Uchiha? Yo aún no me quiero ir. ¿Por qué no te diviertes un poco y dejas de ser tan amargado como siempre teme. —dijo el rubio deteniéndose haciendo que el moreno también dejara de caminar.
El moreno se detuvo de golpe a la vez que el menor lo hacía. Parecía una roca no podía moverlo ni aunque ejerciera fuerza, lo que lo dejo bastante sorprendido.
— ¿Piensas quedarte así, teme? —Pregunto el menor sacándolo de sus pensamientos— aún se encontraban en el bar y todos lo miraban, la música aún seguía sonando y el humo del cigarrillo se esparcía por todo el lugar.
—está bien… —dijo inocentemente—sabía que era una pésima idea quedarse en ese lugar, pero sí. Le preocupaba el maldito rubio frente a él.
El rubio sonrió de la misma forma que había hecho con su madre, lo que cautivo al moreno, parecía que lo hipnotizara con mostrarle los dientes de esa forma tan sincera. Esta vez era Naruto quien sujetaba la mano de Sasuke llevándolo a donde se encontraban sus amigos, los presento a todos y cada uno de ellos, empezando por Sakura que era una chica de cabello rosa, piel blanca y ojos verdes. El segundo fue lee, quien llevaba un corte tipo hongo y unas pobladas cejas. El tercero y cuarto fueron Gaara y Sai, sus compañeros de clase. Ya se habían conocido antes así que no hubo necesidad de presentarlos, solo se miraron colocando el ambiente algo tenso. El quinto fue Neji, un chico de cabello negro y largo con los ojos blancos como perlas.
Después de presentarlos Naruto llevo a Sasuke a la pista de baile en donde lo “obligo” a bailar. Sus ojos seguían con el mimo tono carmesí lo que llenaba de pregunta al moreno. Que después de unos tragos bailo con el Kitsune sin ningún problema. No estaba borracho, pero no se encontraba en sus cinco sentidos. Todo por seguirle la corriente al rubio.
Sasuke tomo de la cintura al rubio pegándolo a su cuerpo mientras bailaban. Naruto o lo que creía Sasuke: Memna, besaba el cuello del mayor mientras este restregaba su cuerpo contra el Kitsune.
En ese momento no importaba nada, solo pasarla bien. Entre tragos, besos y caricias ambos se excitaban mutuamente con la intención de que el otro diera un paso adelante, pero ninguno quería ser el primero.
Naruto o Memna en el cuerpo de Naruto quería que Sasuke le suplicara, quería que se arrodillara a sus pies rogando que dejara tomar ese cuerpo tan mal cuidado por las cicatrices q lo caracterizaban. Cada vez que Sasuke veía esa cicatriz recordaba las cosas que Memna le había contando y por su cabeza pasaban miles de torturas hasta las que no creía que podían llegar a realizar.
El moreno tomo el mentón al menor para unir sus labios en un deseado beso. El maldito de Memna lo había calentado, había logrado excitarlo, su cuerpo deseaba tocarlo, pero sabía que no debía pasarse de un beso. Quizás Naruto tenía razón y un beso era el primer paso para llegar al sexo.
Se acariciaban con locura y deseo mientras entre los dos profundizaban ese beso, sus lenguas jugaban retando al otro a seguir jugando. Sus manos inquietas tocaban el cuerpo del otro sin ser restringidas, sin límite de tiempo, sin importar en donde estaban. O eso creyeron hasta que el celular del rubio sonó.
No era una llamada era una alarma que arcaban las 11:45 de la noche, hora de dejar el bar pues faltaban 15 minutos para que su cabello cambiara de color.
Naruto se apartó de los labios del mayor dejando un hijo de saliva que quito con cuidado al delinear los labios de Sasuke con el pulgar.
—Hora de irnos. —dijo Naruto sujetando al mayor de la mano para luego despedirse de sus amigos y salir del bar.
— ¿Ahora si quieres irte? —Se quejaba Sasuke— pues la estaba pasando bien y aún más que lograba jugar con el menor si restricción y sin que sus pensamientos se lo evitaran.
—Falta poco para que mi cabello cambie de color, debería teñirlo de negro para no tener que huir de cualquier lugar cuando mi cambio está por empezar. El problema sería ocultar las rejas y la cola. Aunque ya estoy aprendiendo a controlar el cambio cuando quiero que salgan y cuando no. Como la noche anterior.
— ¿Orejas y cola? —repitió confundido el moreno.
El rubio sonrió aun sujetando la mano del azabache mientras caminaban hacia la casa del moreno, se detuvieron en el parque en donde Memna soltó al moreno para caminar hasta el arbusto y sacar su morral. Después de eso volvió donde el mayor para sujetar nuevamente esa mano que le daba seguridad.
—si orejas y cola. Lo veras en…—dijo sacando su celular para mirar la hora— en ocho minutos…
Eso le daba mala espina al moreno. Si en verdad tenía orejas y cola su hermano definitivamente no debía verlas. Sujeto con más fuerza la mano del menor para luego correr hacia su casa antes de los pasados ochos minutos.
— ¿Qué hora es? —pregunto Sasuke deteniéndose en la puerta de su casa con la respiración agitada.
—faltan dos minutos para media noche.
—eso es más que suficiente. —contesto el mayor abriendo la puerta de su casa para entrar junto al Kitsune.
Preocupado porque su hermano lo viera entro in encontrarlo.
— ¿Itachi? … —pregunto Sasuke aliviado— claro, lo había olvidado, su hermano empezaba su trabajo nocturno.
—vamos a cambiarnos. —sugirió Memna subiendo por las escaleras.
Sasuke lo siguió hasta llegar a su habitación, faltaban solo unos segundos para que su transformación empezara.
— ¿Qué haces? —pregunto el moreno al ver que el menor empezaba a desvestirse frente a él, hasta quedar el bóxer.
—pues cambiarme ¿Qué más? Me colocare la ropa que me prestaste anoche. No me diga que te da vergüenza verme así ¿o sí? Sasuke…
—claro que no idiota. —mintió el azabache empezado a desvestirse también hasta quedar en bóxer.
Sasuke siguió con la mirada al menor que camino hasta la puerta para poner seguro y luego lanzarse hacia el moreno, cayendo en la cama sobre él.
El silencio domino el momento, el cuerpo de Naruto empezaba a cambiar. Unas orejas aparecieron sobre su cabeza y una cola peluda se asomó por su espalda, era de un color marrón o quizá rojizo. Tenía la apariencia de un zorro. Sus ojos eran completamente rojos y su cabello igual de oscuro al del Uchiha.
— ¿sorprendido? —pregunto Memna aun sobre el moreno.
No recibió respuesta y ambos estaban Semi-desnudos. El Kitsune se sentó sobre el miembro del mayor mientras besaba su cuello y acariciaba su pecho. Quería excitarlo y no era algo muy difícil de lograr, pues lo provocaba con acciones y de forma visual. ¿Es que o podía ser más erótico? Tenía a un pervertido sobre su cuerpo, el cual besaba y acariciaba mientras dejaba escapar leves gemidos.
—Sasuke…hazme tuyo, follame, hazme gritar tu nombre mientras me penetras, hazme sentir el placer que desea mi cuerpo.
Sasuke lo tomo de la cintura y con cuidado lo acostó en la cama quedado sobre él. Sus palabras eran tentadoras al igual que su cuerpo. El cual ya no mostraba ninguna cicatriz, ninguna evidencia que mostrara lo que había vivido hace 10 años atrás. Se acercó a la piel color canela que tenía frente a, el para besarla y acariciarla, dejaba chupetones por done fuera que pasaban sus labios. Acaricio el miembro del menor que gemía levemente pidiendo cada vez más.
El moreno se deshizo del bóxer que llevaba el menor dejándolo como dios lo trajo al mundo. Bajo hasta su entrepierna para proporcionarle mayor placer. Acaricio y chupo el miembro del menor que temblaba por las sensaciones que le hacía sentir el azabache. Sus gemidos eran cada vez más fuertes y profundos, se sujetaba de las sabanas con los ojos cerrados, mientras su cola zorruna permanecía quieta en una esquina de la cama erizada al igual que sus orejas.
—Sasuke… —decía el rubio abrazándolo el cuello— métela ya.
Se miraron por varios segundos mientras Memna le quitaba los bóxer al mayor quien separo sus piernas para penetrarlo.
No estaban por competo borrachos, Sasuke sabía lo que estaba a punto de hacer y fue ahí cuando su mente comenzó a atacarlo: Memna y Naruto son personas diferentes en un mismo cuerpo. ¿Seguro que Naruto quiere esto?