Maldición, ¿qué había hecho?
Realmente esta era la forma en que toda deidad le demostraba cuanto le odiaba, seguramente estaban celosos de que el fuera mucho más cool que ellos pero ¡No es tiempo de pensar en esas cosas! Es decir, está el maldito de John en la misma cama que yo…¡Desnudo! ¡Tiene marcas en su espalda! ¡Y maldición su trasero se veía tan bueno estando levantado!
A ver quizás estaba mal interpretando todo, con cuidado de hacer ruido me levante tomando mi ropa interior que estaba tirada en el piso y mi camiseta de la noche anterior. Por un momento observe la habitación y para mi mala suerte, estaba en la habitación de John. Rayos debo salir de aquí, comencé a caminar hacia la puerta dispuesto a irme de manera silenciosa pero por las prisas pise algo que estaba tirado en el piso cayéndome causando un leve estruendo en la habitación. Como pude me levante escuchando un quejido a mi espalda.
-¿Dave?- Una suave voz me llamo, voltee lentamente encontrándome con unos ojos azules adormilados, John se llevo la mano a la cabeza con algo de dolor- ¿Qué…qué paso y –intento moverse para sentarse en la cama pero al momento de mover sus piernas solto un grito de dolor-¡auh! ¿Por qué me duele el cuerpo?- me pregunto extrañado.
-Uhm…John deberías notar en que situación estamos- Pasaron unos segundos en los que John miraba con ojos de sorpresa su cuerpo, la ropa en el piso y me miraba a mi.
-Esto...no puede ser- Le mire un instante, con sus manos apretaba fuertemente las sabanas que le cubrían, mordia su labio inferior intentando retener las lagrimas que se asomaban por ese par de portales azules. Maldición lo he arruinado todo.
-Ven John, déjame ayudarte- Me acerque a él lentamente pasándole su ropa interior y un pantalón holgado que encontré en una silla. Él algo adolorido se paro pero primero me ordeno voltearme, escuchaba el sonido de las prendas, pequeñas maldiciones y quejidos de dolor. Una vez ya cambiado le ayude a ir a la cocina.
-Uhm gracias por ayudarme Dave- me agradeció aunque su voz estaba apagada y no podía culparlo. Comencé a preparar un poco de café para que se le pasara la cruda mientras el café estaba listo fui por unas pastillas que le ayudarían con su dolor de cabeza.
-Toma- se las di con un vaso de agua mientras el solo asintió sacando una y tomándosela. Tras eso serví algo de café para ambos y algunas galletas para acompañarlo, pero ese improvisado desayuno lo pasamos en un silencio incómodo. No podía dejar de sentirme culpable, le había sido infiel a mi amada esposa acostándome con otro hombre, y aun peor ese otro hombre era mi mejor amigo. ¿Cómo podía dañar tanto a las personas que quería? Pero una pequeña hipótesis no dejaba de dar vueltas en mi mente…
-¿Qué vamos a hacer?- Interrumpió John el hilo de mis pensamientos viéndole a los ojos- Yo…no podré volver a ver a Jade a los ojos…ni a ti-
-John te entiendo pero Jade no puede enterarse de esto y quizás lo mejor será que no nos veamos un tiempo- Con dificultad pude pronunciar esas palabras, debía alejar a John de mi. Ya me había estado confundiendo demasiado con esa cara de niño bueno y ese cuerpo de virgen, ¿y si simplemente era una forma de seducirme como en las novelas lo hacen las secretarias con sus jefes?
-¿A qué te refieres con eso?- Me miro con una expresión dolida, en otra circunstancia le hubiese abrazado y mimado pero hoy no. Realmente no estaba seguro de lo que paso en la noche, además tras ver como sedujo al estúpido guardia quien no le aseguraba que estaba intentando lo mismo con él.
-Vamos John no te hagas el inocente, vi como sedujiste al estúpido tipo de la puerta del antro. ¿Quién me asegura que no has estado intentando hacer lo mismo conmigo?- Fruncí el ceño mientras hablaba con voz firme, John me miraba con la boca abierta.
-¿Qué estupidez estas diciendo? ¿Me crees capaz de hacer una cosa así? –Me miro con decepción.
-Bueno quizás si, tantos años separados pudieron haberte cambiado. Además que siempre te he gustado ¿no es asi? Mayor razón para seducirme para intentar terminar con mi matrimonio.
-¡Por Dios Dave deja de ver ese montón de novelas que ya te han afectado la única neurona que te quedaba! Sabes que quiero a Jade como si fuera mi propia hermana y solo quiero verla feliz- Mi taza de café temblaba con algo de furia al verle haciéndose el bueno
-¡Puras mentiras! Si mal no recuerdo tú me hiciste entrar en esa estúpida competencia de bebidas y sabes que tengo debilidad por ti. Viste tu oportunidad para llevarme a la cama y la aprovechaste-
-¡Suficiente!-Se levantó de la silla, su rostro estaba rojo de ira y sus ceño fruncido mientras lagrimas caían por sus mejillas- ¡No puedo creer que me estés haciendo esto! Hubiera aceptado que hubiéramos hecho como que no paso pero culparme de todo esto es demasiado Dave. Además ambos sabemos que no soy resistente al alcohol y tu tampoco aguantas mucho que digamos. ¡Es cierto que yo te amaba! ¡Amaba en tiempo pasado porque ahora mismo te odio! Solo piensas en ti, así ha sido siempre pero yo ya no puedo con esto. Por si no lo sabes acabo de perder mi maldita virginidad con un egocéntrico casado quien piensa que todos se lo quieren llevar a la cama y piensa que la vida es como una novela dramática. Mis caderas me duelen como no tienes idea y siento que en cualquier momento vomitare todo lo que he comido en el último año así que vete y nunca vuelvas más Dave Strider-
-¡No te hagas la victima John! Sé cómo me miras y como te sonrojas cuando te toco, aun me deseas y no aguantaste ver cómo era feliz con Jade- Me defendí, no iba a dejar que se quedara con la última palabra ni dijera esa sarta de mentiras.
-¡Maldigo el día en que te conocí Strider!-
-¡¿Qué chingados pasa aquí?!- De la puerta de la que supongo que era una habitación salió Karen usando ropa de pijama y para mi gran shock tras ella salio Jake…y luego Dirk.
-¿Dirk que haces aquí?- Mi hermano solo se sonrojo mientras desviaba la mirada hacia otro lado evitando mi pregunta.
-¿John estas bien?- Interrumpió English acercándose al pelinegro quien solo asintió viéndome con furia.
-John escuchamos gritos, ¿qué paso?- Pregunto Karen acercándose a él acariciando levemente su cabello. No iba a dejar que John contara sus mentiras.
-Pasa que al parecer tuvimos sexo entre ambos y no quiere aceptar que es su culpa- explique de forma breve, por un instante la habitación se quedó sumida en un silencio largo y raro mientras Karen nos miraba.
No sentía odio por John, solo un poco de asco por haber caído tan bajo como para usar una estrategia como esa. Yo ya no sé si deba confiar en él, es demasiado para mí pero si quizás. Mis pensamientos fueron interrumpidos al sentir un fuerte golpe en mi mejilla, se sentía aún más doloroso que cuando Kanaya me golpeaba y eso que ella tenía mucha fuerza. Me sobe la mejilla viendo a Karen aun con la mano levantada y viéndome con una mezcla de preocupación y furia al mismo tiempo.
-…¿Qué f-
-¡John nunca haría algo así! Y tú lo sabes, ahora sal de aquí- me empujó hacia la puerta sin dejarme hablar o algo así. Cerró la puerta en mi cara lastimando un poco mi preciada nariz. ¿Qué rayos le pasaba a esa loca? Sabía que John era como un hermano para ella pero aun así parecía excederse.
Solté un suspiro saliendo de ahí pensativo, debía aclarar mi mente y estaba demasiado cansado como para ponerme a intentar recordar algo.
-.-.-
Ambos chicos se besaban con intensidad abriéndose paso para ir a la habitación del menor. Ninguno recordaba cómo habían terminado en esa situación pero no es como si les importara demasiado ya que estaban muy ocupados explorando la cavidad bucal del otro. Dave besaba a John de forma salvaje, en el ascensor habían comenzado con dulces besos con el ojiazul intentando seguirle el ritmo pero parecía que la llama se había avivado en el moreno correspondiendo con fiereza al rubio. Finalmente pusieron entrar a la habitación cerrando la puerta al instante pero sin separarse en ningún momento, sus cuerpos les exigían el calor y las caricias del otro y ellos no iban a dejarse con las ganas de tocar esa piel tan deseada.
John empujo al rubio a su cama, este le miro un poco sorprendido ya que pensaba que el chico sería más tímido a pesar de la pasión que se incrementaba en cada momento. Tras empujarle se subió en la cama sentándose en el vientre de Dave observándole con atención, acerco su rostro besándole la boca y dando algunas lamidas en sus labios. Dave aprovecho tomando el labio inferior del menor en sus dientes mordiéndolo ligeramente mientras una de sus manos sujetaba al chico por la cintura y otra se dedicaba a subir lentamente por su abdomen desabrochando el chaleco negro.
-Dos podemos jugar ese juego Strider- Con una voz increíblemente sensual y aterciopelada por el alcohol John bajaba besando el cuello del Strider dando algunos mordiscos y besos que hacían que el rubio se agitara por la sensación. Mientras hacia eso comenzaba a quitarle la camiseta negra e intentando deshacer la corbata roja con desesperación. Después de unos intentos se rindió dejándola en el cuello de su amante quien también exasperado logro deshacerse de la molesta prenda para lanzarla a un lado de la cama.
-Algo está mal aquí- Dave miraba a John, con las mejillas sonrojadas, la camiseta entre abierta dejando ver una porción de su pecho. Solo necesitaba eso para que su pantalón imitara las carpas, el alcohol aumentaba el calor que sentía y la necesidad de tocar y ser tocado. Tomo al menor de las caderas cambiando de posición dando una vuelta para ahora quedar el encima de John quien le miraba divertido.-Ahora ya está bien- Sonrio devolviendo los besos en el cuello, estaba seguro que le dejaría marca pero realmente valía la pena.
Mientras John se dejaba hacer, nunca había tenido tanta intimidad y se sentía maravilloso a pesar que apenas comenzaban. Había logrado desvestir de la parte superior a su adorado rubio y ahora se permitía acariciar ese abdomen fuerte y algo marcado, su piel blanca con un tatuaje justo donde comienzan los pantalones. Dave se había hecho ese tatuaje durante su primer año de universidad, ambos habían ido a una fiesta loca que termino en un local de tatuado de mala muerte y un Strider gritando como nenaza cuando aún no le hacían nada.
John acaricia el tatuaje de luna morada, a John siempre le había parecido hermoso y quería hacerse uno en algún momento. Sonrio sintiendo su cuerpo estremecerse ante el rubio, lamia su lóbulo mientras sus manos rompían su camiseta por la urgencia.
-Hey era nueva- se quejo falsamente jadeando y besando el hombro contrario que estaba adornado con pecas. Amaba esa lluvia de pecas que iba de hombro a hombro.
-Te comprare una nueva- No le dio importancia Dave ganando una leve risilla de su presa. Siguió con lo suyo observando con deseo y casi devoción el pecho contrario, tan pequeño, suave y seductor.
Uno de sus dedos aprisiono uno de los botoncitos rosas del chico le encantaba ver como se estremecía y soltaba leves gritillos cuando apretaba demasiado. Con una sonrisa tomo el derecho sin dejar de acariciar el contrario lamiéndolo y besándolo, John sonrojado se aferraba a los hombros del contrario intentando evitar soltar sonidos vergonzosos. Aun en un estado alcoholizado no podía dejar que el otro le viera tan vulnerable. Sin embargo Dave comenzó a dar suaves mordidas y succiones que ponían al azabache a prueba, mordía su labio inferior sintiendo como ya salía sangre de él. Con una sonrisa tomo el otro pezón para comenzar a hacer el mismo proceso que él anterior, lo besaba, chupaba y succionaba torturando a su pequeña presa azul.
John sentía su corazón agitado y como su erección iba creciendo a causa de las caricias dadas. Dave se separó un instante al darse cuenta que había ignorado demasiado a esos labios rojizos levemente manchados de sangre que le incitaban a besarlo, lamio lentamente para después besarle. Su beso tomo fuerza, en medio de él el rubio presionaba su lengua contra los labios contrarios pidiendo permiso para poder invadirle. John abrió su boca sintiendo como la caliente y húmeda lengua del Strider exploraba el interior de esta concienzudamente como si pudiera trazar un mapa de su boca. John movió sus piernas acariciando con la rodilla la erección del rubio quien tembló un poco al sentir el contacto para separarse del beso.
-Una vez despierto no podrás detenerlo- Advirtió dándole un beso fugaz en los labios al moreno.
-¿Quién dice que quiero detenerlo?- Inquirió John con una sonrisa maliciosa, correspondió al beso y su traviesa mano fue bajando por el pecho del rubio acariciándolo hasta llegar a sus pantalones que bajo de un jalón con todo y ropa interior. Comienza a acariciar el miembro del rubio por toda su extensión jugueteando un poco con él excitando más al chico.
-Muy bien tú lo pediste- Se levanta y le toma de la cintura volteándolo dejándolo de rodillas en la cama. Ya tenía la urgencia de que ambos fueran uno, estar juntos y poder entrar en él. Dave besa su hombro y espalda mientras baja los pantalones con prisa dejándolo en una ropa interior azul que marcaba mucho sus encantos.
El rubio no pudo resistirse por ese trasero tan bien formado que le dio unas nalgadas ocasionando que el menor soltara un leve gritito de sorpresa que solo lo excito aún más. Metió sus manos dentro del bóxer mientras se apoyaba en el chico y comenzaba a masturbarle con lentitud.
-Ahh no…para- Gemía John con un rostro sonrojado y sus ojos cerrados.
-Mnhm nope- Sonríe y continua mientras baja su bóxer quedando apenas arriba de sus rodillas. Dejo de masturbarle cuando sentía que faltaba poco porque el menor llegara a su punto cuando decidió dar el siguiente paso. Acaricio su trasero, no podía evitarlo ya que eran tan suaves y le daban ganas de morderlas.
-Ni te atrevas- Apenas pudo pronunciar John, desde donde estaba podía sentir el caliente cuerpo del rubio moverse y toquetearlo.
-¿A qué?-
-Morderlas- Dave ríe y le acuesta por completo dejándole boca arriba nuevamente para darle un beso mientras separa sus piernas blancas.
El rubio sonríe alejándose para quedar entre sus piernas mientras tomaba una besándola y acariciándola, los besos ascendían hasta llegar a su muslo interno escuchando los sonoros suspiros por parte de su mejor amigo. Lamio tres de sus dedos hasta dejarlos bien lubricados, en una ocasión normal el Strider hubiera usado lubricante de manzana (su favorito) pero…dada la condición de John sabía que era imposible que hubiese lubricante en ese departamento.
Volvió a subir al rostro sonrojado y acalorado del menor quien le recibió con un beso hambriento, aprovecho esto para meter el primer dedo en la entrada del otro. John sentía dolor en su parte baja, le dolía e intentaba evitar soltar algún grito de dolor. Dave por su parte le besaba y lamia buscando hacerlo sentirse más relajado para que no le doliera.
-Tranquilo- Le susurro siguiendo con los mimos, John se sentía agradecido por eso y pronto sintió como un nuevo dedo entraba en él. Jadeo levemente abrazándose del Strider correspondiendo a los nuevos y salvajes besos.
Ambos seguían con sus besos y caricias lascivas cuando por fin estaban los tres dedos en el interior del azabache y moviéndose para prepararlo para lo peor (o lo mejor según la perspectiva), el rubio los saco para comenzar a meter su miembro. Metio solo la punta cuando paro esperando a que el chico se acostumbrara, John algo incómodo había solado algunos gemiditos de dolor ya que no se comparaban tres dedos finos con ese pedazo de carne.
Dave le mimaba acariciándolo y besándolo para que olvidara el dolor. Era su primera vez y a pesar que sabía que no recordaría nada estaba feliz por hacerlo con la persona que amaba. A los minutos John se movió en señal de que ya podía meterlo por completo, el de ojos rojos asintió metiéndolo por completo. Un fuerte dolor se hizo presente en John quien sentía como quería comenzar a llorar pero no podía hacerlo, Dave vio las rebeldes lágrimas y beso los parpados del chico con cariño.
-Relájate- John asintió haciendo lo mejor que podía y al tiempo le dio señal de que siguiera. Dave se apoyó en el menor besándole mientras comenzaba a dar embestidas suaves. Se sentía tan bien en el interior del azabache, tan estrecho y caliente. –Ahhh John- gimió besando su mentón subiendo a su boca siendo correspondido de manera gustosa por el otro.
La temperatura en la habitación hacia subido, solo se podía escuchar en la habitación los gemidos de ambos chicos. Dave quien había aumentado el ritmo metiendo y sacando pero asegurándose de dar en ese punto que hace unos momentos había descubierto. Que hacia gritar, gemir y que John le aruñara la espalda por el placer y el deseo de que siguiera tocándole.
-Ahhh ahí Dave- Gemía descontroladamente el de ojos azules mientras el nombrado cumplía lo que le ordenaba gimiendo también. Era una exquisita sensación para ambos. Las sabanas revueltas, las ventanas cerradas, solo el sonido de gemidos y como la cama se movía al compás de las penetraciones.- Ya no…puedo mnhg Dave- A duras penas podía hablar cuando de repente sintió como si una chispa atravesara todo su cuerpo viniéndose entre ambos vientres mientras que el rubio seguía penetrándole hasta que unas estocadas después gimiendo el nombre del chico se viene dentro de él derramando ese líquido espeso y caliente por la entrada del menor.
Con mucho cuidado el Strider salió de él besándole con cariño y acostándose a su lado. John jadeaba aun e intentaba calmar su respiración agitada y ¿por qué no? También su corazón. Una mano le acerco más al de ojos rojos quedando en un cómodo abrazo.
-Dave te amo- Logro soltarlo acurrucandose en el pecho de este quedándose dormido por el cansancio y el alcohol.
-…Yo también te amo- confeso a la nada también entregándose a brazos de Morfeo.
.-.-.-
En el sillón del departamento del caos se encontraba John abrazado a Karen aun adolorido por toda la acción que no recordaba de la noche anterior, pero le dolía aún más el comportamiento del Strider.
Karen lo había echado y después también había sacado a Jake y Dirk de ahí (claro que prometiendo llamarlos). No podía creer que el rubio fuera tan idiota como para culparle y creer que él le había seducido. Pero de cierta forma esta era como una alerta de la realidad del rubio.
De que debía dejarlo atrás o terminarían peor. Él ya había hecho su vida y ahora era su turno de hacerlo, había estado enamorado de él desde la adolescencia y ahora debía ser nada más que un amor del pasado, un amor que debía dejar atrás y olvidarlo por completo porque ya no aguantaba. Su corazón ya no aguantaría más.
-Estoy cansado de él-