Dave
Tras la pelea en el departamento de los educadores regrese a casa caminando, necesitaba calmarme y pensar en qué le diría a Jade. ¿Y si nos habíamos besado en el bar y ella nos vio? Dios todo era tan difícil para mí en estos momentos ya que oficialmente había echado a John de mi vida. Cuanta ironía, hace apenas algunos meses me desvivía por estar con él y ahora solamente quería alejarme lo más posible. Reía amargamente mientras entraba a mi casa respirando hondo para poder enfrentarme a Jade.
Saque las llaves del bolsillo de mi pantalón y abri la puerta con ellas, al entrar me inundo el olor a café y huevos revueltos. Cerre la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido dirigiéndome a la cocina, ahí me encontré con mi adorable esposa usando su mandil y sirviendo café en las tazas mientras que en comedor charlando estaban Kanaya y Rose.
-¡Dave regresaste!- Grito Jade abalándose sobre mí, la abrace sonriendo pero haciendo una leve mueca de dolor. Su grito había ocasionado el regreso de mi dolor de cabeza, a veces admiraba que la pequeña Harley no le afectaran tanto las borracheras como a los demás.
-¿Cómo esta John?- Pregunto Rose viéndome, vaya no pensé que fuera a tener que tocar ese tema- Espero que lo hayas dejado bien en casa ¿eh Dave?
-Uhm podrían decirme que paso ayer después del concurso de alcohol-
-Claro, John se desmayó y decidimos irnos a casa. Nosotras vinimos con Jade porque también se había excedido tomando y tú te llevaste a John ya que Karen no se quería ir- Explico Kanaya mientras Jade servía café para todos, tomo su taza y le dio un sorbo calmado.
-¿Paso algo con John?-Pregunto Rose algo preocupada.
-No solo…no recordaba porque estaba en su departamento y ehm, iré a tomar un baño- Con esa excusa pude huir de las tres chicas, bueno por lo menos no nos enrollamos John y yo en el bar, suspire con alivio.
Pero aun así, esta se va a convertir en una laaaaarga temporada.
Karkat
Nepeta y yo nos habíamos llevado a Jane al departamento que compartíamos con Equius ya que estaba más que seguro que la loca de Karen y el virgen de John llegarían a casa más que borrachos y John se moriría de vergüenza si Jane lo veía así.
Estábamos de camino al departamento de John, ya eran más que las doce así que de seguro ya estaban despiertos. Jane tomaba una de mis manos y su otra manita estaba con la de Nepeta, sonreí levemente al ver como la menor reía al escuchar los maullidos y ronroneos que hacia la pelirroja. La noche anterior ambas se habían quedado dormidas juntas en el sillón jugando videojuegos, tuve que cargar a ambas hacia la cama y usar toda mi fuerza de voluntad para no besar a la enfermera.
Sí, estoy siendo honesto conmigo mismo y acepto que me gusta la pequeña de ojos verdes y es un calvario para mí cuando hace guardias muy tarde y se le nota cansada al día siguiente pero aun así hace turnos extra por cubrir a algún compañero suyo. Es demasiado buena que temo que se aprovechen de ella.
Joder ya estoy sonando como Egbert cuando salíamos a tomar y me decía las penas de su corazón y cuanto le dolía ver a su pequeña hermanita con el hombre al que amaba. Debo decir que en su tiempo me sentí como una mierda ya que no sabía de los sentimientos del chico azul por el egocéntrico del Strider, y por eso lo estoy protegiendo ahora. Para que no sea más lastimado por el rapero.
-¡Karkitty!- La voz de Nepeta me saco de mis pensamientos, voltee encontrándome con ambas chicas haciendo un adorable puchero- No nos estas escuchando- Frunció el ceño levemente aunque no estaba enojada, ya la conocía.
-Lo siento- Me disculpe- Pero si sigues frunciendo el ceño tendrás la cara de mi jodido hermano-
-¡Tío KK, tío KK!- Demando Jane mi atención, agradecía eso ya que de seguro la chica gato me hubiese regañado por decir malas palabras frente a la niña- ¿Cuándo te vas a casar con la tía Nep?- Pregunto inocentemente ocasionándome un gran sonrojo
-Mi…mira Jane, para casarse la gente debe conocerse, llevarse bien y amarse mucho- le explique intentando cubrir el sonrojo en mi mejillas.
-Pero si tú y Nep se conocen, se llevan bien y se aman- ¡Maldición, Egbert me las va a pagar! Está bien que sea sincero conmigo mismo pero no por eso le voy a decir a Nepeta que la amo.
-Jane…no, solo…no- Suspire cansado- Oye Nep ¿quieres…-voltee a verla a los ojos y ¡joder que día! Me miraba con esos ojos de gato bebe con deseos de que su dueño no se vaya. –Nep…¿Qué pasa?- Pregunte algo nervioso ya que la gente se nos quedaba viendo, luego me tacharían por ser de lo peor por hacer llorar a una chica tan linda.
-¡KK no me ama!- Lloriquea agachándose para abrazarse de Janey quien corresponde dándole algunas palmaditas y mirándome mal.
-¡Ah! ¡Joder Nep, claro que te amo!- ¡Oh no! ¡Maldición díganme que no lo dije!-Yo bueno…ehm ¡Debemos apresurarnos a John se enfadara!- Tome a Jane de la mano mientras salía huyendo, Nepeta tenía turno en el trabajo así que nada más nos iba a acompañar a la puerta de los departamentos pero realmente no quería saber cual seria su respuesta o como reacciono.
-Karkitty y Nep se quieren, se aman, se besan debajo de un árbol~ -Canturreaba la niña mientras caminábamos por el pasillo al departamento de los educadores.
-Jane para, que es tu culpa que Nep se vaya a alejar de mi- Suspire resignado, de seguro y me rechazaba ¿Quién podría querer a un loco, mal hablado, con problemas para expresar sus sentimientos, una furia incontrolable y un estúpido amor a las comedias románticas? Además ella se merecía algo mucho mejor como…no se, un doctor que la quiera mucho y no le cause problemas.
-Puh ¿por qué los adultos son tan tontos?- Se quejó la pequeña haciendo un puchero, la cargue en brazos para verla directamente a los ojos.
-Dime lo que sabes enana- Le exigí sin sonar duro.
-Cada cosa tiene un precio tío KK- Dios ¿de dónde había sacado eso? Cada día me sorprendía más lo precoz que es esta niña.
-¿Qué te parece si te compro tus dulces favoritos?- La pequeña sonríe alegremente y asiente.
-¡Hecho! Bueno leí en el diario de la tía Nep que le gusta cierto gatito con mal carácter- ¿Gatito con mal carácter? Puede que se refiera a mi pero…no, no debo hacerme tantas esperanzas.
-Gracias Janey, luego vamos por tus dulces- Abrí la puerta del departamento donde vivía la pequeña, hace tiempo que John me había dado una llave extra por si algo le pasaba a Jane o la casa.
Al entrar en el departamento me encontré con algo que pensé que nunca volvería a ver, fue como un deja vu. En el sillón estaban sentados John y Karen con una manta cubriéndoles las piernas y un montón de botes de helado de chocolate alrededor. John estaba con su típico cabello despeinado, sin sus lentes dejando ver sus ojos azules, vestía la parte superior de su pijama con dibujitos de Ghostbusters, tenía los ojos hinchados y sorbía las lágrimas mientras metía la cuchara en un nuevo bote de helado de chocolate.
-¿Mami?- Jane se acerco preocupada al sillón, John al verle dejo de lado el bote de lado y la cargo para sentarla en su regazo.
-Hey Jane ¿C-como te fue con KK y Nep?- Pregunto fingiendo una sonrisa mientras limpiaba sus lágrimas. La menor se le quedo viendo unos instantes para poner su mano en las mejillas del mayor.
-Mami, no hagas sonrisas falsas- Jane la abrazo dejándonos a todos sorprendidos, John asintió correspondiendo al abrazo mientras lagrimas volvían a caer.
-Jane ve a tu cuarto, necesito hablar con ellos ¿si?- La menor asintió y le dio un rápido beso en la frente a su papá para irse a su habitación. Una vez que se escucho la puerta cerrarse me acerque a ellos sentándome en un sillón para una personal al lado de John.
-John dime que paso- Le mire con preocupación, llevábamos muchos años siendo amigos y conocía cual era el dolor del azabache mejor que nadie.
-Dave- Susurro volviendo a comer helado de chocolate. Dave Dave Dave. Ese idiota siempre había sido la razón de las penas de John, desde olvidarse del pequeño de ojos azules cuando iban a salir hasta causarle mal de amores.
-¡¿Te hizo algo malo ese mal nacido?!- La rabia se apoderaba de mí, me acerque a él dándole un pequeño abrazo que fue aceptado por John que trataba de limpiar sus lágrimas para poder explicarme, tras un rato donde el silencio reino y John no podía calmarse Karen decidió interrumpir.
-Dave le acusó de ser una zorra cuando la verdadera zorra de esta historia es la hipócrita de Dave- Explico la chica de forma sería- Maldición, espero verle para decirle “Dave adivina, me cogí a tu hermano por atrás y le gusto así que le di duro contra el muro toda la noche” esa sería la mejor venganza de todas.
Tras un momento de shock de John y mío, es que no teníamos que saber las intimidades de la chica y mucho menos si conocemos a lo implicados maldita sea. Pero volviendo al tema que realmente interesa ya que mi mente intentara bloquear a toda costa la aberración que acaba de ser dicha por la chica.
-Ok, ahora explícamelo en español- Suspire y de un momento a otro John se tapó con toda la cobija robándose el bote de helado de las manos de Karen.
-Tsk no te digo nada porque te quiero- Dijo Karen al ver como su helado desaparecía- Lo que paso es que ayer Dave trajo a John al departamento y al parecer ambos tuvieron su…noche de pasión- alza ambas cejas varias veces dándome a entender que ellos…ehm como decían en la universidad a la que asistimos todos juntos “Llenaron cubetas”- Y Dave está creyendo que John lo sedujo y que era su plan desde el principio-
-Ese estúpido- No falto que dijeran nada más para saber lo que tenía que hacer, salí del departamento ignorando los gritos de John de que no hiciera nada estúpido. No haría algo estúpido, haría algo justo.
Estaba cansado y asqueado de esa situación, cuando todo parecía ir bien ese Strider como siempre lo manda todo a la mierda. No tengo resentimientos hacia el pero sabe muy bien que John es especial para todos, que nadie quiere volverlo a perder o lastimarle. Eran sobreprotectores pero no les importaba, sabían que el de ojos azules podía defenderse solo pero el tema de Dave siempre había sido algo delicado.
No iba a golpearle solo tenía que darle una cucharada de realidad, conocía a Dave y sabía que ese comportamiento era impropio de el así que tenía que abrirle los ojos. Ese era su deber como protector de John, cuando se fue a Inglaterra el padre del mas pequeño le encargo mucho que cuidara de él y más en la situación de mal de amores en la que se encontraba.
Después de unos minutos por fin llegue a la residencia Strider-Harley, suspire para calmarme porque si me habría el gilipollas de Dave estaba seguro que le daría un golpe en el rostro de Barbie aunque hubiese prometido no golpearle. Toque el timbre en espera de que me abrieran.
¡Ding dong dang din WAF!
Que timbre de mierda ese, Dios estoy seguro que Harley fue la que escogió ese sonido ya que si hubiese sido por Dave sería un estúpido rap que ahuyentaría a las visitas de la casa. Se escuchó un “Ya voy” desde el interior de la casa para que no perdiera los estribos pero ya era muy tarde.
-¡Maldición Harley mueve esas piernas flojas que tienes y ábreme la jodida puerta antes de que la tire!- Amenacé y a los segundos la puerta se abrió por la agitada chica de ojos jade quien me miraba mal, como siempre.
-Karkat ¿Qué haces aquí? – me pregunto confusa.
-Joder Jade, los buenos modales dictan que me dejes entrar- Entre a la casa mientras me regañaba mentalmente, ya estaba comenzando a sonar como el pasivo de Kakri.
-Ya entraste ¿qué pasa?- Pregunto y en ese momento apareció saliendo de la cocina la razón de las lagrimas de Egbert con un estúpido jugo de miados..digo de manzana en la mano mirándome con su cara de póker face.
-…Tengo que hablar con Dave, a solas-
Maldición, esto sería algo difícil.