Esa noche todo cambió para mí.
Perdí a la persona que había marcado mí vida, alma, corazón y junto con él, mi esencia desapareció también. Ahora solo queda un cuerpo gris, vacío por dentro…pero lamentablemente con vida.
Han pasado 7 meses desde aquel día.
No puedo olvidar a la persona que me acompañó por casi dos años en una hermosa relación y la más larga que probablemente he tenido en mi vida entera. Y yo simplemente lo arruiné todo con mi egoísmo.
Debí borrar la noche que no puedo olvidar, pero me es imposible. Herí a la persona que amaba, lo humillé, pero él siguió ahí, junto a mí hasta que su pequeño y frágil corazón dejo de latir.
Ahora estoy solo, sentado en la misma cama en donde lo vi morir, mirando al mismo techo el cual miró por última vez, recordando todo lo que sucedió aquel día. Pero esta vez no pasará lo mismo, yo Akira, mantendré el recuerdo de Takanori vivo, por siempre.
Pero ¿Por qué no llegué antes?
Ese día yo…
[ Había salido tarde del trabajo, una vez más.
En los pasados 3 meses mi relación amorosa se había ido al demonio. Los problemas que comencé a tener en el trabajo habían cambiado mi forma de ser, ya no era aquella persona que solía actuar tiernamente con Takanori, y por lo mismo me volví distante.
Me distancié de él por temor de herirlo con mi carácter, pero lo arruiné por completo al decirle que no lo amaba.
¿Qué diablos había pensado en ese momento para decirle que mentía sobre el amor que sentía por él?
Pero pese a ello, no iba a seguir calentándome la cabeza y recriminándome mi actuar, lo hecho, hecho está. El de seguro seguiría con su vida y yo con la mía.
Continúo con mi rutina diaria y me abalanzo sobre el sofá frente al televisor, lo encendí. Sería otra noche de nostalgia.
Sí, esto es lo que hacía todas las noches. Intentar olvidar a Takanori, distrayéndome con programación barata y que no me importaba en absoluto.
Pero no podía prestarle atención a ese estúpido rectángulo con luces…yo lo quería a él.
“-Aki-chan, y-yo no quiero que esto acabe…- pude divisar la tristeza en su rostro.
Por favor Taka, no me hagas esto, no te quiero dejar pero será lo mejor para ambos, no quiero que sufras por mis malos tratos, ya no lo puedo controlar. Perdóname por mentirte ahora.
-No soy la persona que solía ser, y no puedo seguir mintiendo al decir que te amo, porque no lo siento- dije aquella vez como si nada-
-Yo te amo…- fue su única respuesta-“
Esa fue la última vez que hablé con él, lo recuerdo tan nítidamente, cada detalle y cada expresión de mi novio. Felicitaciones, lo había destruido cuando intentaba rescatarlo del sufrimiento que yo le generaba.]
Recuerdo que dejé todo de lado y me dispuse a llamarlo, pero él me ganó justo cuando me lo proponía para pedir perdón por todo lo que había hecho. Decirle que aún lo amaba con todo mi corazón y que ese sentimiento jamás se apagaría, jamás.
El teléfono estaba sonando y yo no me atrevía a contestarle. Si tan solo lo hubiera hecho…ahora las cosas serían muy diferentes y no estaría lamentando una muerte.
Mi vergüenza me invadió, mis manos temblaban y estaba helado de miedo. No sabía en ese momento lo que Ruki me iba a decir.
Quizás me llamaba para decir que tenía novio.
Quizás para decir todo lo que me odiaba, me lo merecía.
Pero no fue así, y pude escuchar su quebrada voz al otro lado del aparato.
Supe en ese instante que algo malo sucedía, pero él solo dijo un “Te amo…”. Y yo quise levantar el teléfono y decirle que yo también.
Pero no lo hice.
Mandé a la mierda mi estúpido orgullo de haberlo dejado solo, tomé mis llaves, dejé la TV encendida y salí lo más rápido que pude en dirección a su hogar.
Sentía una aguda punzada en lo más profundo de mi latiente corazón, algo malo pasaba…
[En las calles no había un solo mortal. Debían ser cerca de las 11 de la noche, era obvio.
A lo lejos divisé el edificio en donde vivía el rubio que había robado mí corazón. Y comienzo a correr, quiero abrazarlo lo más pronto posible.
El ascensor no llega y no puedo perder tiempo.
Amor aquí voy…espérame.
Llegué a su piso casi sin respiración, había corrido por las escaleras hasta el piso 6.
Prefiero no llamar a la puerta, sé que no atenderás a mi llamado. Por eso aún conservo tus llaves y entré sin previo aviso a tu hogar.
¿Dónde estás?
Veo todo oscuro, sombrío.
No escucho tu voz, ni tu respiración, ¿Acaso saliste de casa?
Algo llamó mi completa atención, ¡Te encontré! Ahora me siento feliz nuevamente, sé que estás aquí y juro pedirte perdón por todo lo que hice.
-¡Amor soy yo! Perdóname por ser un estúpido- dije, esperando a que salieras de tu habitación, nuestra habitación antes de que yo me fuera del lugar- ¿Amor?...
No fue necesario encender la luz.]
En este momento que recuerdo todo, no puedo contener las estúpidas lágrimas que brotan de mis ojos, no puedo.
Tengo la imagen de Ruki en mi mente todos los días. Las sábanas de rojo y él tendido ahí...con sus delicadas muñecas cortadas.
Te pido perdón Takanori por no haber llegado a tiempo, por no haberte salvado como siempre lo prometí. Yo no te protegí, soy una mierda. No estaba cuando más me necesitabas, cuando pedías ayuda…
Corrí hacia ti, grité desesperado, no sabía que hacer pero tú sonreías.
Tu vida se estaba marchitando como una rosa, pero aun así tú me sonreías. Le sonreías a este monstruo que te había arrebatado la vida con sus mentiras, yo solo quería lo mejor para ti, y terminé dejandote en desgracia.
Amor estabas tan feliz de verme y yo tan triste de perderte. ¿Tanto me amabas para estar feliz de ver a la persona que te había llevado al abismo en el que estabas?
Te tomé con delicadeza entre mis brazos, tu cuerpo estaba helado, ya no te tenía conmigo…te estaba perdiendo poco a poco. Tu luz se iba apagando con los segundos que parecían eternos.
Te besé, pero tus labios ya no tenían la misma calidez que yo recordaba, mis lágrimas cayeron en tu rostro. Espero que hayas podido sentir el calor de mis labios, pero ahora yo extraño el tuyo.
[-¡Takanori por favor no! –sollozaba como un niño,incontrolablemente mientras abrazaba con fuerza el frío cuerpo de mi novio, pensaba que su cuerpo se volvería ceniza- No me dejes ahora, ¡NO!.
Ya no respirabas.
Te había perdido frente a mí, y no pude hacer nada.
Un desgarrador grito sale de mis labios. Seguido de un llanto que no dio tregua.]
Miré tus ojos y estaban cerrados.
Amor, te veías tan lindo durmiendo, así como cuando dormíamos tardes enteras abrazados cuando hacía frío; solo que esta vez, sé que no despertarías nunca más para llenarme de besos y caricias que tanto amaba.
Recuerdo que besé tus labios nuevamente y seguido, deposité dos besos en cada una de tus mejillas. No te quería soltar de mis brazos, no quería que me dejaras solo.
No dejaba de llorar en aquel momento, me había desangrado por dentro al perderte, había perdido todo lo que alguna vez se hizo llamar “vida”. Después de todo, tú eras la única persona que mantenía despierta la llama que me daba vida, ahora solo soy "algo", no me puedo llamar personas porque ellos tienen vida y luz. Yo ya no tengo nada de eso desde que te perdí.
Acaricié tus rubios y aún suaves cabellos. En mi mirada solo se apreciaba amor hacia ti, amor que nunca desapareció y lamento que tú hayas pensado lo contrario.
Acaricié tu rostro tiernamente con mí mano, recorrí cada facción de tu tersa piel, eras tan hermoso mí vida. Aún recuerdo la calidez de tu piel cuando nos conocimos, cuando la sangre corría por tus venas...
Fui bajando por tu cuello y luego tus brazos, cada centímetro de tu piel me pertenecía.
Mis dedos se mancharon con sangre y yo solo reaccioné a besar tus heridas, un último beso; quería curarte, quería devolverte la vida y entregarte la protección que no tuviste en aquel momento.
Habías fallecido. Te habías apagado y dejaste al silencio junto con la soledad, fuesen mis únicos acompañantes en lo que me queda de camino.
Tu dolor se traspasa a mí ahora. Puedo sentir todo lo que habías pasado y si tan solo yo hubiese llegado antes…
Te amo.
Seguramente...no podré verte nunca más. Es cierto, eso nunca cambiará...solo en mis sueños vas a estar.
Te amo.
Espérame en dónde sea que estés, mí más preciado amor.
...te podré alcanzar.
Caminaremos juntos nuevamente aunque el futuro no está predestinado, esa es mi promesa.
Volveremos a estar juntos y seremos felices en un lugar lejos de aquí, nadie nos podrá separar porque seremos infinitos. Seremos uno.
Te amo, esa es mi promesa.
Amarte hasta después de que mi corazón se detenga, sí, mi amor por ti es mucho más fuerte que eso. Solo espérame que algún día estaré contigo nuevamente porque aun no es mi turno de ir.
No sé cuanto más me tiene preparado esta vida, pero voy a salir adelante solo por ti.
Mi amor por ti, Taka, supera todas las barreras, incluso…
….la muerte.