Omedetto tanjobi:
Drable d18 para festejar el cumpleaños de Dino amore:
Él no sabía exactamente que darle, siempre tenía ese problema a la hora de elegir un presente para su…Bueno, su ahora esposo. Tan solo nos 5 días antes había dado a luz a sus gemelos, mismos a los cuales aún mantenían en el anonimato, no lograban elegir como llamarlos de su enorme listado.
Preparo un pastel, siguiendo las indicaciones de Iris la chef particular de Cavallone, seguramente a Dino le encantaría, y tendría que conformarse con ese pastel, porque a él no lo podía tocar, la doctora aun daba luz verde para que tuviese de nuevo relaciones sexuales, y esa mañana Dino le había dio que de regalo le quería a él. Así que no estaba seguro de cómo interpretar eso.
Con un poco de pena estuvo pidiendo sugerencias para el regalo, finalmente se decidió por la idea de Yamamoto, hacer un collage con fotografías de toda su historia con Dino, por su puesto la cartulina no era tan extensa como para usar tantas fotos por lo que cuidadosamente selecciono las que le parecieron más significativas. Se sintió un poco herbívoro haciendo eso, algo fuera de sí mismo pero bien lo valía el potro, no en balde era su marido y estaba enamorado de él.
Atendió a los recién nacidos y los adormeció, seguidamente eligió sus prendas para recibir a Dino, sabía que él había tenido que asistir a juntas y reuniones con la mafia, pequeñas celebraciones falsas solo por protocolo, pero le había prometido estar con él en la noche y ser solo suyo.
Por supuesto Kyoya estaba invitado a esas recepciones pero siendo como era asistir no era opción, prefería celebrar a su marido a solas, y a su manera.
Tal vez no pudiera darle sexo aún, pero alegrarle la vista era otro asunto. Tomo un largo baño de burbujas y se perfumo, se colocó un sencillo Yukata dejándolo abierto, y masajeo parte de su cuerpo con aceite aromático. Estaba listo para seducir, si bien no podía albergar a Dino en su interior no significaba que no pudiese jugar un poco con él y hacerlo llegar al éxtasis.
Preparo un té de amaretto y espero leyendo una novela.
No tardó mucho en llegar el rubio, que conducidito por deliciosos aromas se dirigió hasta su habitación.
—Kyoya…! Estas hermoso!
—Bienvenido amor
El rubio se acercó para besarlo.
—Hueles increíble.
—Pero el pastel huelo mejor.
—No, nada es más dulce que tu aroma.
—Cursi herbívoro, ve a ver a tus hijos pero no los despiertes, serviré el pastel.
Obediente el rubio entro a la estancia y vio a su bebes dormidos en su cuna, los miro embobado y les hablo con ternura. Su hija mayor si era justo llamarle así, aunque técnicamente fuese la menor, ya que provenía del futuro, estaba en casa de sus padrinos y era su adoración, completamente idéntica a él, y estos dos pequeños tan similares a su amado Kyoya habían robado su corazón volviéndose sus tesoros.
Al salir del cuarto, observo la mesa servida con delicioso pastel y un exquisito te, Kyoya le miraba coqueto, y camina con sensualidad dejando ver su desnuda piel por aquel revelador yukata.
—Espero que sea de tu agrado.
—Seguro que si amore.
—Si le haces el feo a mi pastel te juro que te muerdo hasta la muerte, me vale que sea tu cumpleaños.
Dino sonrió y probó el pastel maravillándose de su sabor.
—Es exquisito.
—más te vale decir eso.
Le dijo kyoya tonfas en mano, Dino solo sonrió y devoro todo el pastel de su plato.
—Bien, ahora tendrás otro dulce.
Le dijo Kyoya quitándose el yukata quedando totalmente desnudo a sus ojos.
—Hace tiempo que no me veías así, bueno no con mi original figura.
Le dijo con una sensual sonrisa acercando sea un feliz y sonrojado rubio.
—Amore…
Dino le abrazo y comenzó a besarle apasionadamente, sus manos recorrían toda esa sedosa piel con cuidado.
—po… ¿podemos?
—Me temo que no, lo siento.
—Oh solo has calentado el boiler.
—La médica aun no me permite tener sexo, bueno no puedes penetrarme aun, con suerte para el día de valentino si podrás poseerme, pero por ahora confórmate solo con esto.
Dijo acariciando la entrepierna de Dino.
—Podemos hacer una piña sabes…
— ¿una piña?
—Un 69.
Dijo malicioso kyoya haciendo reír a Dino que se sonrojo más, pero acepto el regalo y se desnudó también.
Minutos después se escuchaban gemidos ahogados y jadeos enamorados, mientras ambos se saboreaban para brindarse placer.
Al terminar su acto se dirigieron al baño, donde kyoya ya había preparado todo para tener un romántico encuentro en la bañera entre besos abrazos caricias y esencias frutales y florales.
Al salir volvieron al cuarto de los bebes para cerciorarse que dormían y se fueron al suyo donde kyoya entrego el collage al rubio.
—M e he pasado todo el día haciéndolo, bueno cuando estaba atendiendo a los niños, espero que te guste.
En la cartulina figuraban fotos de ellos, ambos combatiendo en su entrenamiento diario, luego besándose, escenas tiernas de los dos, la foto de la boda, una de él embarazado y a los lados fotos de sus hijos.
—Es precioso Kyoya Gracias.
A Dino se le nublaron los ojos al verlo.
—Mañana volveré ser carnívoro, solo por hoy te diré lo mucho que te amo e hice cosas cursis para mostrártelo. Omedetto tanjobi Haneuma, Sukidayo otto.
fin