Era lunes, otro día más para cumplir mi sueño de ser un gran abogado y cumplir el deseo de mamá así que me metí a la ducha para asearme, los chorros de agua cayendo sobre mi piel hacia que me tranquilizara un par de minutos después tome mi champú preferido olor a vainilla y lo distribuí por mi cabello dándome unos ligeros masajes con las yemas de mis dedos, en verdad que me encantaba este champú pensé con los ojos cerrados, una vez terminado con mi cabello enjuague y me frote el jabón de almendras con miel por todo mi cuerpo creando espuma para así frotar con una esponja algo gastada mi cuerpo.
Tras salir de la ducha me cambie algo casual unos jeans, playera blanca lisa, una sudadera azul cielo y un par de zapatillas Converse, acomode mis útiles, cuando sonó el teléfono el cual rápidamente conteste.
-¿Diga? – murmure por el micrófono del teléfono.
-Ji, soy yo Bae deje mi trabajo en el departamento podrías tráemelo por favor – escuche como mi compañero de departamento y mi único amigo decía.
-Claro Bae ya estoy por salir, yo te lo llevo – pronuncie.
-¡Oh muchas gracias Ji en verdad! Está en la mesita de noche de mi habitación, es una carpeta color azul que dice “Principios de Derecho” – detallaba Bae.
-Ok te lo llevo a tu aula no te preocupes.
-Muchas gracias me has salvado, te debo el almuerzo – dijo mientras yo soltaba una pequeña sonrisa
-Vale, nos vemos en unos minutos – y tras esto colgamos.
Fui en busca de la carpeta de Bae a su habitación la tome y salí disparado hacia el exterior del edificio ya que si no llegaría tarde a clases, lo bueno es que hoy habría una ceremonia de bienvenida por lo que las clases en la facultad para los del primer semestre se recorrerían hasta las diez de la mañana, eran las ocho.
Camine por la avenida la verdad es que no quedaba muy lejos la universidad estoy en los apartamentos que los de la Facultad de Leyes tiene exclusivos para sus alumnos por lo cual no es raro que a esta hora los que han sido asignados a mi edificio salgan como un petardo corriendo para la Facultad, todos están ansiosos de conocer al líder de “Choi & Asociados S.C” la verdad es que desde que todos los alumnos así como los profesores y equipo administrativo supieron que el gran abogado líder del número uno en los buffet’s de Manhattan iba a impartir clases en la Universidad todo ha sido una revolución con los preparativos, muchos de los alumnos están emocionados y las chicas ni se diga creo que ellas han sido las primeras en emocionarse dicen que el abogado es un “manjar para la vista” de solo recordar me entra la risa estúpida, la cara de las futuras licenciadas eran todo un espectáculo.
Al llegar a la Facultad me di cuenta que ya todo estaba listo y que en cinco minutos comenzaría la ceremonia y que la mayoría de los alumnos se encontraban presentes por lo que me quede a escasos metros de la tarima que montaron para que se pudiera observar.
Tras pasar los cinco minutos el director nos dio la bienvenida y presento a las autoridades que esta ocasión montaba la mesa de honor. Tras un discurso dio la bienvenida al abogado por lo cual todos se soltaron en una gran ovación, halagos y aplausos no se hicieron esperar tras otro pequeño discurso la parte más importante del evento iba a ser revelada cuando sonó mi móvil el cual saque de mi bolsillo derecho de la parte delantera de mi jean.
-¿Si? – pregunte.
-Ji ¿Ya llegaste? Necesito mi carpeta por favor – escuche la voz tras el móvil de Bae.
-Si ya voy te espero en tu salón – exclamo y sin más colgué
Me escabullí entre la multitud para poder llegar al edificio, ya dentro de las instalaciones corrí por los pasillos para llegar hacia el aula de Bae; pero me desvíe para comprarme un café en la máquina expendedora, pulse un americano y tras unos dos minutos corrí por el pasillo al ver que la ceremonia ya había acabado y que las personas ya estaban entrando me puse nervioso gire hacia la derecha, pase mi salón y observe que todavía no llegaba el profesor y rogué a todos los santos que me diera tiempo ir a dejarle la carpeta a mi amigo y regresar para mi salón.
Vi que el catedrático Evans se dirigía a mi salón y al voltear me estampe con alguien haciendo que mi vaso de unicel se vertiera en aquello con lo que me estampe.
Atontado todavía por la estrellada me lleve las manos en la cara
-¿¡Qué demonios te pasa!? – pronuncio una voz gruesa que con solo escucharla su cuerpo se tensó y una corriente electrizante recorrió toda su columna vertebral
-L-lo s-siento – pronuncie tocándome la frente.
-¡Claro que lo sentirás! ¿¡Que no puedes tener cuidado!? ¿¡Eres inútil o que jovencita!? – exclamo con total fastidio y enojo su voz me hizo encogerme de hombros mientras veía sus manos que se dirigían a su traje todo mojado por mi estúpido café.
-E-en v-ver-dad l-lo s-siento – pronuncie dándome valor para observarlo, estaba realmente nervioso. Bien Ji haz jodido su traje y como se ve parece realmente carísimo.
-¿¡P-pero qué demonios!? – escuche que pronuncio en todo de sorpresa.
-En verdad lo siento, por favor acepte que lleve su traje a la tintorería – dije intentando clamarme y que me dejara hacer algo por el destrozo que había causado.
-Esto no va a salir ni con magia – pronuncio con esa voz autoritaria y gruesa que hizo que nuevamente me encogiera preparándome para recibir un golpe.
-Lo siento en verdad – susurre y con eso eche a correr hacia el salón de Bae.
La adrenalina me sofocaba quería escapar de ahí no sabía que me había pasado nunca había sido de aquellas personas que se dejaban gritar y mucho menos, pero sabía perfectamente que esta vez tenía que callar pues yo había tenido la culpa del accidente. Como pude y con la respiración más que agitada, llegue al salón donde Bae al verme rápidamente me fue a alcanzar.
-¿Estas bien Ji? ¿Por qué estás tan agitado? – me pregunto tomándome del hombro para que me relajara.
-Bae creo que hice una tontería – dije entre jadeos por tratar de recuperar mi compostura.
-¿Qué hiciste? ¿Te metiste en problemas otra vez? – me cuestiono preocupado pues sabía que la mayoría de las veces que decía “Creo que hice una tontería” era porque me había metido en problemas con SeungRi y su grupito por lo cual necesitaba ayuda.
-No es SeungRi ni su bola de amigos odiosos, es…es creo que… - decía tartamudeando.
-¡Ya suéltalo Ji! ¡Me estas preocupando! – grito mi amigo.
-Le tire el café a… le tire el café al abogado de “Choi & Asociados S.C” – solté mordiéndome el labio inferior por lo nervioso que me encontraba.
-¿¡¡QUE!!? – grito Bae aún más fuerte haciendo que todos los alumnos que se encontraban en el pasillo giraran a nuestra dirección.
-Calla Bae… estoy en un problemón – susurre atrayendo a Bae un poco hacia a mí.
-¿Y qué hiciste? ¿Qué te dijo? – me bombardeo con el cuestionario.
-Pues me dijo que, ¿Qué demonios me pasaba? ¿Qué si era inútil? Que lo lamentaría y algo más y bueno… yo…yo salí corriendo – le confesaba a Bae mi metidota de pata.
-Estas muerto Ji, ¿De todas las personas de la Facultad precisamente tenías que tirarle el café a Choi? – me pregunto mientras yo seguía mordiéndome el labio, tengo una manía de hacerlo cuando estoy extremadamente nervioso al igual de tartamudear y mover el pie inquietamente, si lo se soy todo un caso.
-Yo no quería ¿Crees acaso que quería tirarle el vaso de café caliente en el costoso traje de diseñador del abogado? ¡Obvio no! Pero es que venía a toda prisa para entregarte tu carpeta y a la hora de girar y voltear a ver mi salón choque con él, seguro que de esta me expulsan Bae lo más seguro es que el abogado valla a reportarme con el director – dije preocupado.
-Tranquilo creo que tengo parte de la culpa ya que si no hubiera dejado la carpeta en el apartamento no te hubieras atareado y no hubiera pasado nada con el abogado Choi que por cierto es el que te dará clases tres veces a la semana, tu salón resulto ser el ganador de que les impartiera clases – tras oír lo que decía Bae me quede como una estatua ¡Mierda y doble mierda! ¡Trágame tierra por favor! ¿Y ahora qué voy hacer? ¿Y si me tiro por las escaleras? Así tendré la excusa de faltar a clases ¡Quiero morir!
-Estoy muerto – pronuncie después de mi conflicto mental.
-Ji… si pasa algo contigo me responsabilizo diré que tuve la culpa – mi amigo Bae tan bueno como siempre.
-Tranquilo Bae y mejor apúrate que el profesor Scott ahí viene –
-Suerte Ji – me dijo y tras decir eso entro a su salón.
¿Por qué de todos tenía que ser precisamente el “ojos bonitos”? ¡Mierda! ¿Qué he dicho?Malditos nervios lo que me hacen decir y moviendo la cabeza tratando de disipar mis ideas locas avance por los pasillos tratando de no llegar para no encontrarme con el abogado.
Todo fue inútil como me hubiera gustado tener Alzheimer en este momento y olvidarme de la ruta para llegar al salón pero no mi magnifico cerebro recordó, pues bien Ji llego la hora de tu muerte… ¿Por qué tenía que morir así? Al mal tiempo darle prisa ¿No? Entre en el salón y como si fuera el alumno de nuevo ingreso todos los ojos de mis compañeros se posaron en mi ¡La puta madre! Ya se enteraron y lo más seguro es que saben que me decapitaran hoy mismo ¡Oh Santa Inquisición por favor apiádate de mí y que todo sea rápido!
Camine entre los pasillos hasta llegar a mi butaca mientras cuchicheos tras mis espaldas se oían así como risitas de mis compañeras. Tras llegar y sentarme escuche que alguien dijo “Solo alguien tan idiota como él tenía que tirarle el café encima a Choi SeungHyun” ¡Me quiero morir!
-¿Ji? – escuche que me hablaban.
-¿Eh? – medio pronuncie girándome hacia la izquierda.
-¿Estas bien? – al darme cuenta era Dae.
-Pues si espero que me decapiten rápido – pronuncie mientras otra vez mi pie jugaba en el suelo por los malditos nervios.
-Tranquilo ya verás que no, no les hagas caso – dijo dándome una de sus sonrisas conciliadoras la cual hizo efecto haciendo que mis labios torcieran una leve sonrisa.
Los minutos parecían horas cheque la hora en mi móvil y apenas habían trascurrido cinco minutos desde que ingrese a la aula ¡Por favor reloj avanza rápido no te detengas para que así no tenga clases hoy con el abogado! Mi plegaria era estúpida ¿Acaso estaba rogando a San Reloj?
Los minutos me torturaba ¡Joder voy a enloquecer! Mientras pegaba mi cara en la paleta de la butaca, lo que hizo que cerrara los ojos. Pero un silencio automático hizo que me reincorporaba solo para ver como Choi atravesaba el umbral de la puerta del aula, unos cuantos ojos por no decir la mayoría se dirigieron a mi dirección mientras yo embelesado miraba al frente siguiendo la ruta del abogado hasta el escritorio, quien ahora llevaba otra ropa algo más casual.
-Buenos días, perdón por el retraso pero tuve un pequeño incidente – escuche con clara voz gruesa lo que decía sin poder quitarle los ojos de encima, estaba totalmente absorto – Como ya saben mi nombre es Choi SeungHyun y desde hoy les daré clases, cabe mencionar que no es mi especialidad pero espero que puedan aprender algo conmigo. ¿Alguien me podría decir en que página del libro “Conceptos Jurídicos Fundamentales” van? – nos cuestionó pero yo sin duda no podía contestar.
-Vamos en la página veintidós, unidad dos y con el subtema “Disciplinas del Derecho Público” - exclamo Melissa.
-Bien quiero que lo lean saquen sus conclusiones y con ello vamos a hacer una exposición – pronuncio a lo que rápidamente saque mi libro dirigiéndome rápidamente a la página antes mencionada.
-Por cierto antes de que comiencen quiero sus credenciales estudiantiles sobre mi escritorio con ellas pasare asistencia y así no los molestare mientras se preparan y otra cosa tienen quince minutos para preparar su exposición no todos pasaran al frente así que sortearemos. A trabajar – rápidamente mis compañeros comenzaron a buscar sus credenciales al igual que yo…rebusque y rebusque y nada ¡Mátenme! Hoy sí que estoy más que salado. Cuando quería tirarme por la ventana del salón escuche.
-Kwon Ji Yong puedes acercarte a mi escritorio – adiós Ji este es el final