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Fantasy por Gazettencia

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Notas del capitulo:

Gazettencia reportándose.

  • Spamfic. Fanfic "basura" o spam, suele ser corto y generalmente sin sentido. Son extravagancias y locuras del autor, ideas del momento, la mayoría de las veces con una trama sin sentido, e incluso, en algunos casos con una trama inexistente.





    Ahora, disfruten.

– ¡Sándwiches!



Alzó los puños Takanori, efusivo.

 

– ¡Vendido! –soltó una a carcajada el castaño.

 

– ¡Ey! ¿Por lo menos tienen garantía? –la dudosa voz de Akira le sacó de su trance triunfal. El menor le miró con una ceja alzada mientras cruzaba sus brazos.

 

–Acércate –ordenó el más bajo al otro. –Un año de garantía sólo para ti –susurro en su oído.

 

– ¡Oh! Ven acá, estúpido gnomo, ¡te amo! –Akira abrazó toscamente a Takanori, agradecido.

 

El trio de amigos se encontraban en una mueblería. Para ser exactos, jugaban y se trepaban como monos en aquellos muebles.

 

–Con mi magia te hechizaré, te hipnotizaré, te haré ver las estrellas y tú lo sentirás... Ella, ella quiere que entre... Él, ¡Woooooh! Solamente ella –Shima tarareaba una canción sin sentido mientras giraba frenéticamente en el colchón de muestra.

 

Akira, al ver a su amigo "un poco contento" y a Takanori riendo sin parar, decidió hacer algo.

 

– ¡Disculpe! –corrió hacia un empleado que se alejaba de ese trío de idiotas, ignorando el disturbio que éstos causaban. El aludido atendió al llamado. – ¿De casualidad tiene una dentadura postiza usada que pueda alquilar?  

 

El empleado le sonrió amablemente y señaló hacía el apartado de cocina. Una risilla traviesa se dibujó en el rostro de Akira y se encaminó alegremente y saltando a donde el otro le había indicado.

 

Por su parte, Takanori y Takashima observaban asombrados el televisor.

 

– ¡Shima! ¡Miraaaa! ¿Cómo pueden hacer fuego si están en el mar? ¿Santa Claus visita a las criaturas marinas? ¿Sireno-man y Chico Percebe en realidad pueden respirar bajo el agua? ¿Por qué ese calamar está desnudo de la cintura para abajo? ¡Haré lo mismo! –su rostro se iluminó. Para él, la mejor idea que se le hubiese ocurrido. Su amigo sólo lo miraba con cara de imbécil.

 

El menor se apresuró y se bajó los pantalones, de un salto se los sacó completamente. No podía controlar su risa, ¡era realmente divertido ser un calamar! Iba a despojarse de su ropa interior, cuando Akira, brincando como un unicornio, sostenía orgullosamente un tenedor en sus manos mientras se acercaba a él.

 

– ¡Soy Takanori Tentáculos, wuahaha! ¡Te meteré uno de mis tentáculos por el culo!

 

– ¡Tengo un arma, y no dudaré en usarla! Pum, pum, pum, ¡BOOM!

 

Akira ignoró a Taka y se lanzó sobre Kouyou, éste sorprendiéndose por el repentino bombardeo del mal teñido hacía su persona. Takanori observaba la escena encantado, pero, algo faltaba.

 

– ¡Ey! -los otros le miraron. –Llamemos a nuestras perritas –comentó lascivamente, acariciando su dedo índice contra su lengua.

 

–Uf, enano... Tú podrías ser nuestra perrita.

 

El aludido le dedicó cariñosamente su dedo corazón. Se sacó el zapato derecho y comenzó a hablar.

 

– ¡Ukeee! ¿Dónde diablos estás? ¡Oh, ¿estás con él?! ¡Claro, tráelo! –hablaba y hablaba con frenesí. Una imborrable sonrisa estúpida adornaba su rostro. – ¡Ey, espera! No olvides el helado. Si sí, mayonesa, arena, gomitas de pescado, claro. –Y entonces al terminar, lanzó el zapato a cualquier lado.

 

Volvió su mirada a Akira y Kouyou y se encontró con una escena realmente... Bah. Esos dos jugaban con un estetoscopio. ¡¿Un estetoscopio?! Seguro abrieron el cochinito-hada.

 

Cómo sea, Akira posaba el estetoscopio en cualquier rincón de Shima, el más alto estaba recostado.

El mal teñido se percató de la mirada que les dedicaba el menor y decidió hacer algo. Subió la camisa de tirantes del castaño y apoyó el estetoscopio en el pecho del otro, trepándose sobre la pelvis de Kouyou y rodeando sus piernas en la cintura contraria. Se recostó un poco sobre el cuerpo del otro y se acercó a lamer el pezón derecho de éste.

 

Takanori percibía los jadeos de Shima, uno que otro gemidito escapaba de sus labios.

 

– ¡Vaya, qué lástima que Akira no pueda escuchar tus deliciosos gemidos! ¿Eh, Shima? –El aludido se sonrojó un poco más y cerró levemente los ojos. Era cierto, Akira no podía escuchar nada, sólo el acelerado corazón del castaño y su agitada respiración. Vaya, eso era interesante...

 

Algo espeso sobre la espalda de Akira, detuvo en seco su tarea. Se despojó de los estúpidos audífonos que usaba como estetoscopio y miró hacia atrás.

 

El idiota de Takanori había vomitado arcoíris sobre él.

 

– ¡Eh, enano tentáculos! ¿No pudiste haber vomitado en otro maldito lado? –le reprimió el mal teñido al pequeño. Akira se incorporó y se separó de Shima.

 

–Calientes, ustedes hacen que me prenda. –Puntualizó inflando los mofletes, ofendido.

 

Una caricia que viajó desde su nuca hasta su trasero le hizo estremecerse. Ya comenzó la verdadera diversión, pensó un entusiasmado Takanori.

 

– ¿Por qué tardaron tanto? Estos dos –señaló con un dedo acusador a ambas personas que yacían sentados en la cama. –Estaban comenzando la diversión sin ustedes.

 

Uke y Yuu sonrieron ladinamente.

 

–Púes, ¿qué esperan, trio de perras? Andando.

 

Una alfombra se hizo presente, descendía apaciblemente. Cuando ésta estuvo abajo, los cinco se montaron sobre ella.

 

Comenzó a ascender, una despedida por parte de Takanori arrancó su viaje a casa.

 

– ¡Caramelos!

 

 

 

 

 

 

 

¡Poom! Bye bye.

Notas finales:

¿Les gustó? A partir de aquí me pongo seria.

Por cierto, esta noche haré doble actuación. Pueden pasar si quieren. C:


Los adoro♥ 




Gazettencia se retira.

Bye bye. ~


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