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Festejo Improvisado por Serenamoon

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Notas del fanfic:

Muy feliz visperas de San Valentin a todos... para los enamorados y los no (a ese grupo pertenezco yo) Les comento que estoy por tomarme mis muy merecidas vacaciones de verano... yupi!!! No tienen una idea de lo mucho que necesito desestresarme y descansar unos dias, tuve un 2013 de lo mas movidito y lo que va del 2014 igual asi que tengo que recargar energias o no llego a mitad de año sin un colapso nervioso.

La semana que viene voy a estar fuera de viaje y no voy a poder actualizar, pero antes de irme quise dejarles un relago a todos mis queridos lectores. El cual espero disfruten y sirva para que me perdonen el retraso con los otros fics.

Los personajes no son mios, mas quisiera yo, son de su grandisimo creador. 

Notas del capitulo:

REGALO DEL DIA DE LOS ENAMORADOS... CON TODO MI AMOR PARA MIS ADORADOS LECTORES!!!

Lemon suavecito y algo tierno... una antesala para la noche de bodas.

Festejo Improvisado

 

14 de Febrero, para mucho un día ordinario, para otros un mal día y para los enamorados el mas dulce, romántico y porque no pasional del año. Si el muy afamado día de los enamorados había llegado.

Un hermoso doncel rubio se encontraba desde temprano en su casa preparando el perfecto regalo para su novio. Había pedido permiso para faltar a clases y como absolutamente nadie podía negarle algo lo obtuvo sin problemas. Su adorada madrecita lo había ayudado a preparar los bombones de chocolate amargo para su teme, porque el no comía cosas dulces. Su oto san le había comprado una cajita en forma de corazón para colocarlos y él estaba dándole los últimos detalles decorativos.

- Naru chan, creo que ya esta listo – decía su madre, una hermosa mujer pelirroja que veía divertida como su retoño pegaba figuritas sobre lo que una vez fue rojo.

- No mami quiero que sea especial dattebayo – no miro a su progenitora, estaba entusiasmado buscando un lugar donde pegar la nueva figurita. Zorritos, narutos, tazones de ramen, tomates, corazones de colores, el signo Uchiha, el Namikaze, el nombre de su teme, el suyo propio y demás cosillas “adornaban” el corazón de cartón.

- Recuérdame no dejarte decorar tu casa – dijo la mujer. Y es que su hijito podía ser el ser mas dulce, inocente, tierno, bueno, amable, caritativo, buen hijo, buen amigo, etc., etc. Pero no tenia idea de como decorar algo con buen gusto. Y tampoco era muy prolijo tampoco, podría decirse que las manualidades no eran lo suyo, pero lo hacia con tanto amor y devoción que su yerno tenia que ser una bastardo insensible (mas de lo que era) para no atesorar “tamaña obra de arte”.

- Listo – dijo el rubito emocionado admirando su maravilloso trabajo. La mujer no dijo nada, si a él le gustaba estaba bien, y mas le valía al odioso del Uchiha apreciar todo el trabajo de su pequeño si no ella misma le daría una lección – ahora colocamos los chocolates – acomodo las golosinas – y ya es hora oka chan, tenemos que ir a la universidad.

- Si mi bebe pero seria mejor que te cambiaras, no querrás que Sasu chan te vea en pijamas ¿verdad? – el rubio recién recordó que no se había vestido así que sonriendo a su madre subió a cambiarse. Por suerte ya tenia escogida la ropa que llevaría así que estuvo listo pronto. Tomo el resto de su regalo y bajo rápidamente a encontrarse con su madre en el coche – andando precioso, vamos a buscar al bastardito de tu novio.

- Mamá – se quejo por el insulto – yo sé que lo quieres.

- Claro que lo quiero, si no lo quisiera jamás habría aceptado que se acercara a ti, pero eso no le quita que lo odie un poquito por robarme a mi bebe – dijo con melancolía, recordando que en menos de un mes su pequeño ya seria un doncel casado.

- Siempre seré tu bebe oka san – el rubito la reconforto con las mejillas sonrojadas. Sasuke le había dicho que cuando se casaran debería romper un poco los lazos con sus padres. Pobre iluso. Naruto era hijo único y tanto Kushina como Minato estaban demasiado apegados a él. Tanto que el rubio mayor había comprado la casa de los futuros esposos en la misma cuadra que la de él, pero en la acera del frente. Así tendría a su rubito a metros de distancia. Sasuke estaba al tanto de esta situación y pretendía revertirla, él quería a Naruto para el solo, pero como su suegro le había comentado era un pobre iluso, porque el jamás de los jamases se alejaría de su niño adorado.

Volviendo a la parejita, luego de la proposición de Sasuke, este organizo una cena con ambas familias para darles la buena nueva. No le sorprendió para nada que su madre abrazara hasta casi sofocar a su prometido, lo que lo dejo mudo fue que su inexpresivo padre hiciera lo mismo y que dijera que estaba tan feliz que podría morirse en paz. Y la joya de la noche fue cuando el gran Uchiha Fugaku, le dijo a él, que por fin había hecha algo bien en su vida. Porque haber sido el primero en todas sus clases desde el jardín de infantes no había servido. Tampoco ganar competencias de artes marciales, de las cuales era cinturón negro y mas. Tenía medallas doradas en atletismo, natación y tiro al blanco. Hablaba ocho idiomas perfectamente y muchas cosas mas. Y según su padre lo único que había hecho bien en la vida había sido comprometerse con su adoración rubia. De verdad no entendía a su padre, pero le había molestado bastante que abrazara tan efusivamente a su rubio. Ya no solo tenia que soportar a Itachi si no también a su padre, sus tíos, primos y el colmo de todo fue cuando su abuelo le pidió al rubio que se sentara en su regazo para apapucharlo. Si era definitivo, odiaba a toda su familia.

Lo bueno de todo había sido que sus suegros habían aceptado, después de amenazarlo de muerte y otras cosas peores, que se casara con el rubio el 21 de marzo y el mas feliz no podía estar. Porque ese día Naruto seria absolutamente suyo. La ley lo diría así, la religión también, así a ningún baboso le quedaran dudas que ese rubio adorable tenia dueño y el broche de oro seria la tan ansiada noche de bodas. El 21de marzo, Namikaze Naruto seria de su total propiedad y de todas las formas posibles. Dada esa situación, su padre le sugirió (por no decir obligo) a terminar la preparatoria y comenzar la universidad. La verdad hacia años que podría haberlo hecho, pero él no podía dejar a su rubio solo con tanto depravado suelto. Así que se había tragado casi toda la preparatoria para estar a su lado, aburriéndose de muerte con las clases, porque él era muy inteligente para ellas, pero Naruto valía la pena. Rindió libre las materias que le faltaban y a comienzo de año ya estaba cursando la carrera de negocios y la de leyes en la más prestigiosa universidad de la ciudad, ni loco se iba al extranjero, se moriría lejos del rubio.  Y allí se encontraba ese día. Sus clases habían terminado y a pesar de ser menor que la mayoría de sus compañeros era el mejor, pero ya estaba acostumbrado a serlo. Estaba asqueado de tantas mujeres y donceles que le habían intentado dar regalos. Ni siquiera por educación los había aceptado, ¿Qué haría con cientos de cajas de chocolates? Lo mas probable era que el dobe de su futuro esposo se intoxicaría por comérselos a todos y luego su suegra lo culparía a él, y su madre, y su padre, en fin toda la familia lo culparía por enfermar al kitsune. Y él podía soportar los regaños, pero se le partía el corazón cuando su niñito se quejaba de que le dolía algo y él no le llevaría chocolates sabiendo que el doncel era adicto a ellos y no podía parar de comerlos. Suspiro cuando el salón quedo vacío, él no era muy sociable, pero cualquiera se hartaría de ser acosado día si y día también por los estudiantes (y algún que otro profesor) Y no entendía el porqué, siempre había sido atractivo eso no lo negaba, pero su odiosa actitud y la cara de mala leche que se cargaba habían servido para alejar a sus “fans” en el escuela, pero parecía que los universitarios eran inmunes. Ni siquiera el anuncio público de su compromiso había servido. Estaban locas y locos y él no tenia paciencia para soportarlos.

- Sasuke kun – esa molesta voz, gruño al escucharla. No la soportaba – que bueno que te encuentro – quiso sonar sensual, pero para el sonó horrible – quiero darte mi regalo.

- No lo quiero – la corto – No me interesa en lo mas mínimo tu estúpido regalo – la mujer lo miro sin sorprenderse demasiado, ya eran varios los intentos de acercamiento y conocía las respuestas, además de que no tenia mucha dignidad.

- Pero Sasu, puede gustarte – lo acorralo contra el escritorio del sensei cuando el intentaba huir hacia la puerta – no es algo material – le rozo el pecho causándole un estremecimiento, pero de puro asco – quiero darte placer – y dicho esto se arrodillo frente a su entrepierna e intento abrirle el pantalón. Sasuke conto hasta cinco mientras le sujetaba las manos. Debía recordar que era una mujer.

- Escucha Karin, porque esta será la ultima vez que te advierta – la puso de pie bruscamente – no me gustas, nunca vas a gustarme y prefiero cortarme el pene antes de dejar que lo toques ¿he sido lo suficientemente claro?

- Pero Sasuke yo sé que tienes necesidades que tu prometido no satisface, déjame ayudarte – quiso acariciarle la entrepierna con su mano libre, pero el Uchiha la empujo y se alejó.

- Jamás podrías satisfacer nada en mi, me das asco ¿lo entiendes? ¡Asco! – grito lo ultimo y salió cerrando de un portazo. Como tenia que contenerse para no golpear a ese tipo de mujeres ¿era muy difícil comprender que él amaba a su prometido y que jamás le seria infiel? Y menos con una mujer tan desagradable como Karin. De solo imaginarlo le dieron escalofríos. Comenzó a caminar rumbo a la salida, mirando la hora en su reloj, su rubito le había dicho que pasaría por el. Dio un par de pasos y algo le llamo la atención, en el bote de basura, sobre la tapa estaban una bolsa con un peluche de zorrito sobresaliéndole y una caja con forma de corazón dobemente decorada, no necesitaba ser un genio para saber de quien era y tampoco para comprender lo que había pasado – mierda – maldijo, tomo las cosas y corrió a la salida. Antes de llegar a su coche se encontró con su amigo Juugo - ¿has visto a Naru? – le pregunto desesperado.

- Paso corriendo hace un rato – dijo el otro - ¿todo bien? Creo que iba llorando pero no pude preguntarle.

- Mierda, mierda, mil veces mierda – estaba furioso – guárdame esto ¿si? – le entrego las cosas y salió corriendo, suponía que el doncel no habría llegado muy lejos.

Naruto corrió llorando sin rumbo definido, no entendía muy bien lo que había visto y escuchado, pero esa mujer había dicho que iba a satisfacer necesidades que el no satisfacía. Se sentía morir, ¿Por qué Sasu no le había dicho que estaba insatisfecho con el? Llego a un bonito parque y busco una banca solitaria para sentarse a llorar. Él se creía un buen novio y pensaba esforzarse en ser un buen esposo para el azabache, pero al parecer no era suficiente. Su llanto llamaba la atención de los que paseaban por el parque y más de uno estuvo tentado de ir a consolarlo, pero nadie se atrevía. Un doncel pelirrojo pasaba por allí. Había sacado a pasear a su “mascota” y vio a su amigo del alma llorando acurrucado en un banco. A paso rápido se acercó a él, tirando la correa de su “chucho” e ignorando las miradas de todos los demás.

- Naru – lo llamo suavemente mientras se sentaba a su lado. El rubito elevo sus ojitos llorosos y cuando reconoció a su amigo se lanzo a sus brazos para seguir llorando.

- Gaara – dijo sollozando – me duelo el corazoncito – el pelirrojo se sonrojo por tanta ternura. Suspiro profundo antes de estrecharlo en sus brazos.

- Ya bebe, ya pasara, dime porque te duele – pidió con dulzura y escucho un bufido a su lado - ¿quieres que te haga caminar a cuatro patas? – el tono había cambiado y le rubio miro sorprendido a la “mascota” del pelirrojo.

- ¿Sai? – pregunto dudoso.

- Hai Naru chan – saludo tímidamente el azabache.

- Tienes un collar de perros dattebayo – resalto lo obvio - ¿Por qué?

- Es el regalo de Gaa chan – confeso nervioso.

- Sai ¿alguna vez viste un chucho hablando? – Siseo el doncel de ojos aguamarina, el azabache negó en silencio y perdió su vista en el piso – no le des importancia, esta ensayando un papel – el rubito asintió – yo solo lo ayudo para que gane la audición.

- Oh Gaara eres un novio tan bueno dattebayo – dijo emocionado y luego se entristeció nuevamente – no como yo, que soy un pésimo novio – y volvió a llorar. Gaara lo apapucho mas y le hizo señas a Sai de que se sentara en el piso a su lado. Un instinto asesino iba creciendo en el pelirrojo. Solo había una persona capaz de hacer llorar al kitsune y cuando lo tuviera en frente le haría entender que no debía hacerlo de nuevo. Y como la suerte siempre estaba de su lado lo vio, corriendo desesperado buscando a alguien. Se separo de su amiguito y le beso la frente.

- Ahora vengo pequeño, cuídame al chucho ¿si? – Le coloco la correa en la mano – no dejes que se escape o tendré que castigarlo duramente  - miro amenazante a su mascota – cuida a Naru chan – le ordeno fríamente y camino lejos de los dos. El rubio y el moreno estaban en silencio, ninguno sabía que decir.

- ¿Entonces no puedes hablar? – pregunto tímidamente el doncel. Sai miro en todas las direcciones.

- Siempre y cuando no se entere Gaara si – le sonrió - ¿me dirás que te pasa?

- Es que – hizo un puchero – hoy fui a buscar al teme a la universidad – se limpio una lagrimita – y cuando llegue a su salón él estaba con un chica pelirroja – dijo lo ultimo con rabia – y ella le dijo que le daría placer y que le satisfaría las necesidades que yo no – miro a Sai al borde del llanto – entonces se arrodillo frente a él y me fui dattebayo.

- Oh – dijo Sai – escucha Kitsune esa mujer es una loca acosadora que persigue a Sasuke hasta el cansancio, no pienses cosas que no son, el jamás te engañaría.

- Lo se – dijo sollozando – pero yo no quiero que sus necesidades estén insatisfechas. Sai ¿tu crees que soy un tonto por querer esperar hasta mi noche de bodas para perder la virginidad?

- No eres tonto – le dijo enternecido – es tu decisión y si Sasuke te ama tiene que respetarla – el rubio asintió – y sé que lo hará.

- Si me lo dijo – respondió orgulloso.

- El asunto es pequeño que como bien dijo esa arpía, tu novio tiene, al igual que todos los hombres, necesidades.

- ¿Sexo? – pregunto sonrojado.

- Si, sexo, pero no es necesario que pierdas la virginidad para satisfacer a tu hombre ¿sabes lo que Karin estaba por hacer? – El rubito negó confundido – no iba a pedirle matrimonio – bromeo pero al escuchar el suspiro de alivio de su amigo supo que él lo había pensado - ¿sabes lo que es el sexo oral? – Naruto no respondió - ¿felación? ¿Mamada? – nada – bien, no entiendo como siendo hermano de Deidara no sabes esas cosas, debería haberte dado una clase.

- ¿Mi Aniki sabe esas cosas? – pregunto curioso.

- Si, y las practica bastante con tu cuñado – le sonrió – el punto es que puedes darle placer a tu novio y seguir siendo tan virgen como hasta ahora ¿quieres saber como?

- Si quiero – dijo firme y decidido.

- Bien entonces voy a explicarte como hacer sexo oral – Naru lo miraba atento - ¿si sabes donde tiene el pene Sasuke verdad? – el notorio sonrojo del menor le dio la respuesta.

- Nos duchamos juntos cuando estaba en el equipo de futbol – confeso apenado – es grande – murmuro. Sai lanzo una carcajada, el sabia lo bien dotado que estaba su bastardo primo.

- Como ya sabes eso lo demás será fácil, veras rubito hermoso, cuando un varón se excita el pene se le endurece, obteniendo lo que se conoce como erección – el doncel asintió – bien, la forma de bajar una erección es eyaculando que es cuando el semen sale expulsado del pene ¿si sabes lo que es el semen? – Naru asintió – bien, también se puede bajar con el frio o pensando en cosas feas, pero si las erecciones son contantes y no se eyacula como corresponde, se vuelve doloroso, muy doloroso – el rubito asentía gravando todo en su cabecita – en esos casos la opción mas viable es la masturbación ¿sabes que es eso? – Negación de la rubia cabecita – bien es cuando uno mismo se da placer, lo normal es usar las manos, con un movimiento como este – hizo la seña pertinente – sobre el mencionado pene erecto hasta que eyacule ¿entendiste?

- Aja – dijo imitando los movimientos de Sai con su manito - ¿solo eso?

- No es solo mover la mano y ya – dijo el azabache divertido – hay que buscar la presión justa para que el placer sea mayor y también puedes usar la otra mano para jugar con los testículos – el rubio se sonrojo – acariciarlos un poco, no muy fuerte porque es un zona muy sensible ¿estamos claros? – Asentimiento – con un poco de practica lo harás bien estoy seguro y si haces eso estoy seguro que tu Sasu chan estará mas feliz.

- ¿Tengo que masturbarme para que Sasu sea feliz? – la escena que apareció en la mente de Sai lo hizo estremecerse, era mejor sacarse esas ideas si quería seguir vivo.

- Nop, lo que tienes que hacer es masturbarlo a él, te aseguro que el desgraciado debe estar muy dolorido, desde que se hicieron novios que no moja – se burlo.

- ¿Mojar? – pregunto.

- Que no tiene sexo, antes de que se te declarara él tenia muchos amantes ¿recuerdas? – El rubito negó con un puchero en los labios - ¿no sabias que el bastardo se follaba a todo lo que se movía? – Otra negación y los ojitos llorosos – pero si él me dijo que sabias.

- El jamás me conto que follaba con alguien – dijo ofendido y celoso, muy celoso.

- No te lo diría así, pero seguramente te contaba que se vería con algún amiguito o amiguita para jugar un poco – el rubio lo pensó.

- Eso si, casi siempre después de que veíamos una película me decía que se iba a jugar con un amigo, yo le pedía que me lleve porque también quería jugar con ellos pero el me dejaba solo y se iba corriendo – comento mirando al cielo - ¿se iba a hacer eso?

- Follar, si – admitió Sai – pero cuando comenzaron con su encantadora relación, los folla amigos se acabaron para el y tuvo que comenzar un régimen de duchas heladas y trabajos manuales – hizo el movimiento de hacia un rato – pero ahora hace frio para el agua fría y digamos que ya no le satisfacen sus manos como antes, así que tal ves tu podrías ayudarlo con eso ¿Qué piensas?

- No quiero que a Sasu le duela – admitió - ¿tu crees que quiera?

- Claro que quiere, se muere de ganas – respondió seguro – y ahora sigamos ¿si? Nos falta el sexo oral – suspiro, eso seria mas difícil, sobre todo el evitar imaginar a su alumno poniendo en practica sus consejos – como bien indica el nombre, el sexo oral consiste en dar placer a tu pareja con la boca – eso sorprendió al doncel – tienes que usar tu boca para trabajar sobre el miembro de tu prometido.

- ¿Mi boca? – pregunto dudoso.

- Si, a menos que quieras que Karin use la suya.

- No, la mía, la mía – se apresuró a decir. Sai sonrió satisfecho.

- En ese caso tienes que imaginar que el pene es una paleta dulce, o un delicioso helado – el doncel obedeció y se le hizo agua la boca – claro que en vez de dulce es salada, pero te va a gustar, lo se – el rubio asintió – en ese caso tienes que lamer, besar, chupar y succionar y lo mas importante no usar los dientes, porque en un principiante puede ser fatal ¿entendido?

- Creo – dijo no muy convencido - ¿Qué hago primero?

- Lo que te apetezca, y con el tiempo sabrás que le gusta al bastardo y lo harás como él lo prefiera, porque se trata de eso, de satisfacerlo – concluyo – si haces eso Sasuke estará feliz y satisfecho y cuando llegue tu noche de bodas no te empotrara contra la puerta de su habitación – suspiro – créeme que si no lo ayudas a descargar el que sufrirá será tu hermoso traserito. Tienes que calmar un poco a la bestia.

- ¿Por qué nadie me dijo nada de esto dattebayo? – pregunto indignado.

- Veamos, tu hermano fue amenazado de muerte luego de lo que te hizo en Navidad, si tus padres se enteran que él te habla de sexo dejaría de respirar – suspirar – Gaara cree que tienes cinco años así que jamás lo hará. Y los demás le tenemos demasiado miedo a Sasuke como para poner la palabra sexo y tu nombre en la misma oración.

- ¿Le tienen miedo a mi teme? – Pregunto confundido – pero si es la persona más amorosa y tierna del mundo dattebayo – a Sai le cayó una gotita. Si Sasuke era tierno, él era virgen.

- Si tierno – ironizo el azabache, pero el kitsune no lo capto.

- Si, tan tierno como un peluchito – dijo feliz con los ojitos brillando de emoción. Sai supo que era en vano discutir con el. Estaba demasiado enamorado como para darse cuenta. No dijo nada mas porque noto que su pelirrojo llegaba con ellos. Por la sonrisa que traía en el rostro supo que había hecho algo no muy bueno pero que lo hizo feliz.

- Naru – dijo emocionado – el idiota de tu novio se choco con una pared – dijo fingiendo pesar. Sai negó en silencio. Sus puños y patadas no eran ninguna pared – Juugo lo llevo a su casa, creo que deberías ir a verlo – sugirió el pelirrojo. El rubio se puso de pie sumamente preocupado.

- ¿Esta bien? ¿Se rompió algo? Oh por Kami mi teme lindo – expreso dramáticamente.

- Calma esta bien, medio tonto por el golpe, pero nada grave – lo tranquilizo su amigo – Suigetsu vendrá por ti en el coche de Sasuke, debe estar por llegar – y justo en ese instante el deportivo del Uchiha derrapo frente al parque, a unos metros de ellos – ahí esta, ve – insto al pequeño que sin perder tiempo corrió al coche.

- Que suerte tienes que Naru es tan ingenuo – murmuro Sai. Gaara sonrió ampliamente, pero no de manera cálida, si no más bien endemoniada.

- Si mucha suerte y el bastardo de tu primo tiene suerte de que adore a mi rubito y de ser tu familiar, si no hace tiempo habría desaparecido de la faz de la tierra – sentencio para luego ponerse de pie – bien andando, me dio hambre.

- Si amo – respondió Sai sonriente mientras se dejaba jalar por la correa - ¿después me darás mi regalo?

- Tal vez, no se si te lo mereces – respondió serio sin mirar a su novio-mascota y se marcharon del parque.

 

Suigetsu había llevado al doncel de su amigo a su casa a toda velocidad, claro que sin hacer nada temerario que pusiera en peligro a Naruto, por nada del mundo quería volver a sufrir la ira del Uchiha menor. Al llegar a la mansión Juugo esperaba a su novio en la entrada, listo para marcharse.

- Muchas gracias Sui chan, Juugo san – saludo a los amigos de su novio con una reverencia – que tengan un feliz San Valentín dattebayo – y se metió corriendo a la casa sin esperar respuesta.

- Está desesperado por ver a Sasuke – le comento el doncel a su novio – no entiendo como hizo ese idiota para chocarse con una pared.

- Amor no se choco con una pared, Gaara le dio un paliza por hacer llorar al kitsune – eso tenia mas sentido para el – pero no podíamos decirle eso al pequeño Naru chan.

- Verdad, no puedo creer que me perdí una paliza a Sasuke – se quejo Suigetsu – dime que lo filmaste.

- No bebe, yo no hago esas cosas – el doncel bufo y el varón lo beso en los labios - ¿listo para tu sorpresa de San Valentín?

- Oh si, he estado todo el santo día pensando en que podría ser y no se me ocurrió nada, estoy desesperado – confeso alterado.

- Era la idea – respondió divertido Juugo mientras subían al coche y se marchaban a celebrar su día.

Naruto subió rápidamente las escaleras de la mansión Uchiha y cuando llego a la habitación de su novio vio que la puerta estaba abierta.

- Permiso – dijo mientras ingresaba. Toda su familia política estaba allí y Sasuke estaba en la cama. El doncel estaba por preguntarle como estaba pero se vio apresado en un abrazo de oso que le restringió los movimientos.

- Naru chan – Fugaku lo había agarrado antes que los demás – que alegría verte,  hace mucho que no me visitabas – el rubio estaba sonrojado y algo apenado, aun no se acostumbraba a que su inexpresivo suegro se portara así con el - ¿Cómo has estado? ¿Quieres comer o tomar algo? Hice que te prepararan una torta de chocolate solo para ti ¿vamos?

- Cariño – Mikoto hablo con un tono frio y amenazador – deja en paz a mi niño – y alejo a su esposo para ser ella la que apapuchara al rubito – mi niñito hermoso, mírate nada mas, cada día que pasa estas mas bello y radiante – le besaba las mejillas y le acariciaba el cabello – eres un solcito Naru chan – Naruto competía con un tomate y Sasuke sentía que ardía de la rabia. El dobe había ido a verlo a él y su entrometida y cargosa familia no lo dejaban en paz.

- Muchas gracias Mikoto san – dijo por lo bajo.

- Oh no, dime mamá – lo reprendió cariñosamente la mujer – ahora soy tu otra madre ¿recuerdas que te lo dije?

- Hai oka san dattebayo – respondió con una tierna sonrisa que hizo suspirar a los presentes.

- Eres tan lindo – Itachi no aguanto mas y abrazo al pequeño elevándolo del suelo y sacudiéndolo un poco – tan tierno, no entiendo que haces con mi ototo, si quieres dejarlo yo te ayudo, puedo desaparecerlo si gustas.

- Aniki – Sasuke no aguanto mas, estaba por levantarse pero su hermano soltó a su novio - ¿Por qué no se van a tomar él te? – dijo lo mas calmado y educado que podía. Su padre asintió y tomo de la mano al rubio para llevárselo – ustedes tres Naruto se queda conmigo – gruño al borde de la desesperación.

- No creo que a Minato le guste saber que nuestro hijito se quede a solas contigo – hablo el mayor – que todos sabemos lo pervertido que eres.

- Padre – se quejo – soy tu hijo ¿lo recuerdas?

- Lo hago, y por eso lo digo – el mayor no se notaba arrepentido – eres un lobo esperando para comerse a mi niñito, y no puedo permitirlo.

- ¡Vamos a casarnos! – Sasuke perdió la compostura y grito.

- No si puedo evitarlo – susurraron Itachi y Fugaku al mismo tiempo, pero no tan bajo como pretendían.

- Mami – Sasuke apeló a su último recurso.

- Ya mi bebe, yo me llevo a estos dos y voy a explicarles lo que va a pasar si se meten en la boda de mis niñitos – la mujer miro a los mayores azabaches – andando.

- Gracias oka san – dijeron los dos menores. Mikoto les sonrió y los tres intrusos salieron dejando a la pareja solos. Ambos suspiraron de alivio -¿estás bien? – preguntaron ambos.

- Si – dijo Naruto – me preocupe por ti ¿te duele mucho? – se acercó a paso lento a la cama donde reposaba su amado y noto el ojo morado, el labio partido y la nariz inflamada – teme te golpeaste duro contra la pared.

- Si, era una pared bastante dura – dijo apretando los dientes de la rabia, maldiciendo internamente al pelirrojo.

- Lo siento mucho – dijo Naruto sentándose en el borde de la cama para luego acariciar el la cabeza del azabache.

- No es tu culpa, yo no me fije – y era verdad cuando el primer puño de Gaara lo alcanzo él estaba buscándolo así que no lo vio venir, y los siguientes tampoco. Estaba sospechando que el mapache no era humano.

- Yo – empezó a hablar el rubito, aunque no sabia bien que decir.

- Yo jamás te engañaría – se adelanto Sasuke – lo que viste con Karin, no paso nada y nunca pasara nada, ni con ella ni con nadie mas – el rubio lo miraba con los ojos como platos – eres al único que quiero.

- Lo se – reconoció – yo nunca pensaría que me engañas, confió totalmente en ti – se sonrojo al decir lo ultimo.

- ¿Y por qué huiste entonces? – Sasuke estaba confundido, el creía que el rubio pensaba que lo había engañado.

- Es que – comenzó a jugar con sus manos y sacudir la cabeza, gestos claros de su nerviosismo – me sentí mal, porque creí que era un mal novio – susurro lo ultimo. Sasuke enarco una ceja ¿de donde sacaba semejante tontería? – ella dijo que yo no te satisfacía tus necesidades.

- Usoratonkachi – hablo Sasuke aliviado – eres el mejor novio y prometido del mundo y seguro serás el mejor esposo también – le tomo las manos – eres perfecto dobe, no creas esas cosas – el rubito lo miro a los ojos y vio la sinceridad reflejada en ellos. Le sonrió cálidamente y se arrojó a besarlo. Sasuke se aguantó un quejido de dolor, no iba a desperdiciar un besito de su novio.

- Feliz San Valentín teme – le susurro sobre los labios.

- Feliz San Valentín dobe – le sonrió y le robo otro beso – déjame darte tu regalo ¿si? – al escuchar eso el rubio se tenso, él había arrojado los regalos de Sasuke en la universidad – los tuyos me encantaron, aunque el idiota de Itachi me robo unos chocolates.

- ¿Cómo? – pregunto mientras Sasuke buscaba en su mochila el regalo del rubio.

- Los vi cuando salía a buscarte, tu decoración es inconfundible dobe ¿a quien mas se le ocurriría pegarle tazones de ramen a un corazón? – el doncel se apeno, pero sonrió feliz al saber que su regalo había llegado a destino – ahora cierra los ojos – pidió el varón y el doncel obedeció sin dejar de sonreír – extiende las manos -  obedeció y sintió como dejaban sobre ellas un objeto pequeño – ábrelos – Naruto así lo hizo y se encontró con una cajita de terciopelo color azul – como no pude darte la sortija de la familia por culpa de mi estúpido Aniki te conseguí una mejor y que es perfecta para ti , ábrela anda – Naruto estaba anonadado. Luego de que Sasuke le propusiera casarse con el, le había pedido a su madre la joya de la familia. La mujer iba a dársela, claro que no contaba con que su hijo mayor la robara y huyera a esconderla en América. Sasuke había decidido no amargarse por ello, y que su madre se encargara de castigar a su hermano. Claro que después de tanto escandalo ya no quería esa sortija, pensaba que estaba maldita o algo por el estilo así que se dedico a buscar otra, que fuera la indicada para su tesoro. El rubito abrió con sus manos temblorosas la cajita y se encontró con una hermosa alianza de platino, con un zafiro (pensaba el) y diamantes – es un diamante azul, no es un zafiro, no son muy comunes, es algo extraordinario como tu – le susurro al oído - ¿todavía sigues queriendo casarte conmigo? – le pregunto de rodillas antes de deslizar la joya en el dedo indicado.

- Si, si y mil veces si – exclamo feliz y se le tiro encima, ambos cayeron en el piso, el rubio sobre el morocho y luego de mirarse y sonreírse se besaron pasionalmente. Naruto estaba en la gloria, adoraba besarse con su teme, lo hacía sentir que volaba. Sasuke también amaba besar a su rubito pero cierto problemilla comenzaba a surgir en sus pantalones.

- Dobe – lo separo jadeando – ya está por el momento.

- Pero teme, tenemos que celebrar nuestro compromiso dattebayo – quiso besarlo de nuevo, el azabache quiso esquivarlo y en el movimiento el doncel se percato de una dureza que tenia su novio y que antes no estaba allí – estas duro – comento sin pudor y recordó las palabras de Sai - ¿te duele? – Sasuke estaba por responder pero la pequeña y delicada mano de su prometido apretando su erección solo le permitió jadear - ¿duele mucho? – el rubio se coloco al costado de su novio y siguió con el masaje.

- Si, pero después pasa, déjalo – quiso retirarlo pero el rubio los sorprendió.

- Déjame ayudarte – pidió esperanzado - ¿puedo?

- Dobe ¿sabes que tienes que hacer? – pregunto dudoso, estaba totalmente seguro que su rubio jamás se había masturbado y desconocía todo lo relacionado al sexo de la forma que fuere. Naruto no respondió, si no que le desabrocho el pantalón y libero la inminente erección de su novio.

- Que enorme – susurro para si mismo, pero Sasuke lo escucho claramente. Con el ego por las nubes decidió detener a su kitsune – dime si lo hago bien – solicito el doncel y comenzó a acariciar su miembro. Sasuke quería alejarlo, de verdad que quería pero esas inexpertas caricias que parecían estar en la labor de reconocimiento le estaban haciendo perder la cordura – me gusta – comento agarrando con más confianza y comenzando con el típico movimiento de arriba abajo. Regulando la presión y notando cuando Sasuke suspiraba más para saber la indicada. Satisfecho por su avance decidió ir más allá y con su mano libre busco los testículos de su amado y los acaricio levemente. Sasuke cerró los ojos y se dejo llevar, jadeando cada vez más fuerte. Naruto recordó que esa zona era muy delicada así que no apretó mucho y parecía que a su novio le gustaba, así que se sentía bien. Luego recordó la clase de sexo oral, ¿podría hacerlo? Sin dejar su tarea observo el trozo de carne. Los gemidos en aumento de su teme lo llenaban de valentía así que decidido acerco su rostro a la zona y saco tímidamente su lengua para luego pasarla por casi toda la superficie. Sasuke gimió tan algo que si las paredes no fueran a prueba de sonido todo el vecindario se habría enterado. No podía ser cierto, Naruto no podía estar haciéndole sexo oral, pero las lamidas y besos en su pene indicaban que si, y se sentía tan bien que no podía hacer nada mas que disfrutar. Cuando Naruto pensó que ya eran suficientes besos y lamidas paso a lo siguiente, porque si fuera un helado ya seria el momento de chuparlo para que no se derritiera mas, así que abriendo su boquita lo máximo que podía procedió a meterse lo que podía del pene de Sasuke.

- Naruto – exclamo Sasuke, al borde del orgasmo, estaba en la locura. El rubio no presto atención al llamado y siguió con lo suyo. Muy torpemente comenzó a chupar. Sasuke disfrutaba, pero necesitaba acabar así que con toda la delicadeza que pudo reunir en un momento de tanta locura sujeto los rubios cabellos y le indico el movimiento requerido. Naruto primero se sorprendió, pero luego comprendió y siguió las mudas indicaciones de su teme – joder dobe que bien lo haces – susurro el Uchiha – usa la lengua un poco – indico – acelera – suplico mientras lo ayudaba con el movimiento – ya, ya – quiso avisarle pero no pudo articular palabra cuando el orgasmo lo azoto, solo atino a tironear los cabellos para alejar al doncel. Claro que no lo hizo muy a tiempo y un poco de semen fue ingerido por el rubio y el resto le ensucio el rostro y un poco de su ropa. Sasuke se desplomo en el piso satisfecho. Cerró los ojos y espero a regularizar su respiración. Naruto trago lo que había caído en su boca y el sabor no le desagrado para nada. Paso su lengua por sus labios para quitar lo que quedaba allí y observo a su novio que tenia los ojos cerrados y una boba sonrisa en el rostro.

- Teme – lo llamo - ¿te gusto dattebayo?

- Joder dobe, me encanto – hablo sin mirarlo – no tenia idea que sabias esas cosas.

- Sai me enseño – admitió feliz. Sasuke al escuchar eso se tenso. Deseaba haber escuchado mal. Comenzó a respirar pesadamente, no quería asesinar a su primo, y menos a semanas de su boda ¿pero que más podía hacer? – Hoy lo encontré en el parque, estaba junto con Gaa chan – siguió hablando el rubio ajeno a que su novio estaba planeando un homicidio a toda velocidad – luego Gaara se fue y Sai me explico que tu tenías necesidades y que yo podía satisfacerlas sin perder mi virginidad ¿genial verdad?

- Dime exactamente como te enseño – hablo sin abrir los ojos, porque estaba seguro que estaban rojos de la furia y no quería espantar a su niñito.

- Claro, me explico que cuando los varones se excitan se les endurece el pene y que eso se llama erección, y que si no se baja duele. Me dijo que para bajarla era necesaria la eyaculación y – el Uchiha lo paro.

- Lo que quiero saber dobe es que método utilizo para enseñarte ¿videos, dibujos, imágenes? – no iba a decir practica porque ahí si nada ni nadie lo controlaría.

- Pues me lo explico con palabras dattebayo – dijo el doncel – y quizás hizo algún gesto con las manos, pero fue como una clase de la escuela, claro que sin la pizarra y los bancos y el aula.

- Ya – Sasuke se sentó abriendo por fin los ojos y casi tiene otro orgasmo con la imagen de su rubio. El muy bobo no se había dado cuenta que tenia su semilla en el rostro y la ropa – dobe estás hecho un desastre – se burlo. Se puso de pie, acomodo su ropa y le tendió la mano – ven vamos a limpiarte – el rubito obedeció y lo entraron al baño de la habitación – quítate la camiseta – ordeno mientras mojaba una toalla. Coloco a su novio frente al espejo y se puso por detrás, le sacaba mas de una cabeza así que podían verse tranquilamente – eres un cochinito – bromeo. El doncel se sonrojo al notar que tenia semen en el rostro – muy cochinito – le susurro al oído estremeciendo y luego le paso limpio le rostro delicadamente. Naruto sentía que el calor de la habitación comenzaba a subir, y Sasuke sentía que se volvía a excitar. Se puso duro de nuevo y por puro instinto se apretó contra su novio. El doncel gimió al sentirlo – mierda dobe, ya me pusiste duro de nuevo.

- Lo lamento – respondió entrecortadamente, se sentía raro, pero bien, muy bien.

- No lo sientas, mejor ayúdame a solucionarlo – y lo sujeto fuerte de la cintura mientras le comenzaba a besar el cuello y restregarse contra su trasero, simulando penetraciones – pero ahora disfrutaremos los dos – y dirigió una mano a la entrepierna mas que despierta del doncel.

- Ah – gimió Naruto al sentirlo – Sasu.

- Eres tan sensible dobe – le mordió el lóbulo de la oreja ganando otro gemido – mi dobe – le desprendió rápidamente el pantalón y lo bajo junto con la ropa interior, ahora tenia acceso total al miembro del rubio el cual sujeto para comenzar a masturbar lentamente – eres hermoso Naruto – no podía dejar de mirarlo por el reflejo del espejo. Tenía al novio más espectacular del mundo. Desesperado se bajo sus propios pantalones y su ropa interior. El rubio se sobresalto – tranquilo bebe, no te penetrare – le beso dulcemente el cuello – solo disfruta y confía en mi ¿si? – el doncel asintió y cerro los ojos para entregarse totalmente al placer.  Sasuke siguió masturbándolo y acomodo su erección entre las nalgas del rubio para darse placer el mismo. Naruto gimió fuerte al sentirlo, era increíble. Los movimientos de la mano del azabache y de su cadera se intensificaron. Acompañados por el rubio que se movía a su ritmo también – Naru amor, te amo.

- Yo también – Naruto apenas podía hablar – ha Sasu ya no aguanto, algo va a salir – Sasuke al escucharlo acelero los movimientos. Sintió como su niño se tensaba para luego acabar gimiendo su nombre. El necesito un par de falsas embestidas más y embarro las nalgas y espalda de su rubio con su semilla. Naruto se relajo y perdió estabilidad, Sasuke lo sostuvo contra si, ensuciándose el mismo con sus fluidos, pero no le importaba. Giro lentamente al rubio y lo beso con mucho amor y ternura.

- Mi cielo, eres el mejor – le confeso.

- Tu también teme lindo – respondió el rubio apoyando la cabeza en su pecho – te amo mucho dattebayo.

- Igual yo mi amor, igual yo – suspiro – te he dejado peor que antes, necesitas un baño rubito – Se saco y le saco la ropa que tenían amontonada en sus tobillos y lo llevo cargando a la ducha – yo también estoy cochino – el doncel rió.

- Quiero dormir – dijo con puchero.

- Primero el baño – regulo el agua y sin soltar a su dobe lo lavo a conciencia y muy bien. Él también se limpio y luego se coloco un bata y envolvió a su futuro esposo en una enorme toalla para luego llevarlo a la habitación. Lo seco y lo cambio, por suerte su madre le había comprado ropa al doncel. Cada vez que salía le traía algo diciendo que no había podido evitarlo. Itachi y el usarían la misma ropa si no fuera por sus novios que les renovaban el guardarropa, pero Naruto tenia el armario de su casa repleto de ropa y la mitad del suyo igual. Su madre los había cambiado por el rubio. No la culpaba la verdad, él también cambiaria a Itachi por Naruto sin pensarlo ni medio segundo. Cuando termino Naruto apenas podía mantener los ojos abiertos así que lo arropo y lo dejo dormir. Cuando despertara lo llevaría a cenar a un hermoso lugar. Y si no despertaba irían al día siguiente, de todas maneras mejor celebración del día de los enamorados no podrían haber tenido, por el momento claro. Y pensar que hace un año el odiaba ese ridículo día, pensando que estaba inventado para los idiotas que compraban idioteces y para amargarle la vida a los solteros. El amor cambia a la gente y el amor correspondido la hace nacer de nuevo; él era la prueba viviente de ello.

Notas finales:

Antes que pregunten:

Gaara y Sai practican el sado, y ya sabemos quien es el amo :)

 


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