CORAZÓN ÚNICO.
—Tú me amas ¿verdad?—
—Desde luego... no hay ninguna otra palabra que describa tan perfectamente esto que ciento por ti—
—Y si nos amamos ¿Por qué no lo podemos expresar?—
—eso es... —
—quiero decir. Yo soy una persona valiente, ¿porque no puedo declararte mi amor tan fácilmente como cuando hablamos de cosas que nos gustan?—
—Tal vez, aun no es el tiempo indicado—
— ¿el tiempo indicado? ¿Qué es el tiempo sino la relatividad misma? ¡Yo te amo!—
— ¡te amo también!—
— ¿y porque algo tan insignificante como el tiempo a de detener estos sentimientos?—
—no los detiene. Ni los omite. O perturba. Solo no nos deja expresarlo—
—has que se detenga entonces—
—Dime. ¿Cómo según tú debería hacerlo?—
—yo... no lo sé... solo hazlo... no lo soporto más—
— ¡si supiera como hacerlo sabes que ya estaría hecho!—
—tú eres hábil. Eres fuerte. Y me amas ¿no es así?—
—claro que te amo, como puedes dudar eso—
— ¡hazlo, pues!—
—no me pidas hace cosas imposibles. Te amo y me he propuesto no decepcionarte, pero lo siento, la perfección no es lo mío—
— ¿te rendirás sin más? ¿Me abandonaras acaso?... sé que no eres la personificación de lo perfecto, sé que eres una persona como yo—
— ¡entonces no me pidas cosas imposibles!—
—no te pido que detengas el tiempo para que podamos declarar nuestro amor.... solo pido que detengas tu tiempo para que así yo pueda detener el mío—
—Detener mí tiempo... como podría hacer algo tan...—
—no hablo de eso, por ningún motivo quiero ver que te lastimes—
—Sabes bien que haría eso por ti—
—Pero no era eso de lo que yo hablaba—
— ¿Cuál es tu plan entonces?—
—soñemos—
— ¿que no es esto acaso un sueño?—
—no, algo como esto. Tan real como este tiempo. No puede ser un sueño. —
— ¿y si lo es? ¿Y si lo es y al despertar olvidamos todo?—
— ¡yo no podré olvidar nunca que te amo!... pero si en verdad es un sueño, despertemos entonces y digamos la verdad. Detengamos el tiempo—
— ¿y si en nuestro sueño no lo podemos interrumpir, porque crees que allá afuera si conseguiremos hacerlo?—
—porque seremos más reales. Porque tal vez es esta la realidad y el otro lado sea el sueño. Intentemos detener el tiempo aquí, si en verdad este es el mundo al que pertenecemos entonces bien podríamos lograrlo—
—si no, al final olvidaremos las palabras nuestras y todo se ira al abandono. —
—si me amas tanto ¿Cómo podrías olvidar mis palabras?—
—porque así son los sueños. Nos unen y nos separan al mismo tiempo. Son amables torturas. Cariñosos golpes que nos muestran el amor y luego nos lo arrancan de un tajo. Ahora sabemos que a pesar de lo cerca que podamos estar no podremos confesar nuestros sentimientos—
—Pero si yo te amo y sé que me amas—
—hemos estado tanto tiempo cerca que mi cobardía se ha incrementado—
—pero si no eres cobarde... en cambio yo—
—tú eres la perfección que se ha adueñado de mi corazón con solo un vistazo. —
—No lo soy, de serlo en verdad te habría dicho ya cuanto te amo—
—es por eso que no retiraré mis palabras, asegurando tu perfección. Si te declarases mi cobardía no podría con eso. —
—Pero ¡tú me amas!—
— ¡con cada neurona!—
— ¿Por qué insinúas entonces que huirías?—
—Por mi cobardía—
— ¡y tu amor por mí! ¿Acaso eso no es nada?—
—Sabes bien que es mi todo—
—Afróntalo entonces—
—no. Sabes que no puedo—
— ¿es que tu cobardía es más grande que tu amor?—
—no hay nada más grande que mi amor por ti ¡bien lo sabes!—
—Demuéstramelo entonces—
— ¿es que no lo entiendes?—
—no lo entenderé nunca si no me explicas una palabra. Sé que me amas, y sin embargo no puedes decírmelo, sé que te amo y no quieres que te lo diga porque huirías ¿dime entonces que debo hacer?—
—por mis dudas, porque aunque tus ojos me griten amor, una parte de mi sabe que me traicionarás—
— ¿y porque tienes la seguridad de que yo haría eso? Cómo podría abandonar a la persona que más amo. Sería como si renunciara a vivir... —
—lo sé... y sin embargo. No podría aceptarlo, aún hay algo que me induce a pensar en tu traición—
— ¿acaso te he abandonado antes? ¿Acaso he desertado en alguno de nuestros planes? ¿He dado alguna señal de que no te quiera?—
—No—
—no me mientas, sé que hay algo. No puede no haber nada—
— ¡es que no hay nada! Todo es tan perfecto... que temo porque alguna vez se desmorone todo a mi alrededor—
—eso no pasara. —
— ¿y quién me lo asegura?—
—yo—
— ¿y después qué? ¿Viviremos felices por siempre?—
—Por siempre... no creo que vivamos tanto—
—es también por eso que tengo miedo. ¿Y si mueres antes que yo? ¿Y si yo muero antes que tú?—
—... no hay forma alguna de que eso suceda—
— ¿Cómo puedes asegurarlo así, sin más?—
—Si tú mueres yo moriré contigo, porque no hay forma alguna que pueda seguir mi vida sin ti—
—pero, tú debes vivir, alguien como tú, no debe apartarse de la vida solo por alguien como yo—
— ¿Acaso tú concebirías una vida sin mí?—
—jamás—
—Eso que estas sintiendo ahora, es lo que siento yo cada vez que me miras, cada vez que tu mano roza con la mía. Cada vez que siento tus ojos sobre mi espalda—
—lo lamento tanto. No quiero seguir lastimándote—
—Dime entonces que me amas—
—Te amo—
—dímelo. Sigue diciendo que me amas. Dilo aunque estemos consientes, dilo cuando no lo estemos... dime cuánto me amas... —
—te amo. Te amo. —
—te... amo. —