Me moví en mi puesto incomodo, tenía mucho frio.
Sentí que alguien me abrazo por la espalda y me pegue a quien me estuviera brindando calor, probablemente naruto.
Recuerdo cuando dormía así con él, todo estaba bien y no había ninguna complicación en nuestras vidas. Extraño esos momentos.
“naruto” se apegó aún más y bajo sus brazos desde mi pecho hasta mi vientre. Que bien se siente. No recuerdo que tuviera unas manos tan gruesas y firmes.
El sueño volvió a invadirme y me voltee abrazando por el cuello a mi hermano atrayéndolo a mi pecho. Sus manos, que antes estaban en mi vientre, ahora estaban casi al final de mi espalda.
Finalmente caí dormido.
-itachi…- escuche muy suave, luego pude escuchar risas, muchas risas. Los brazos que estaban en mis caderas se retiraron salvajemente y el cuerpo que sostenía bajo mi pecho desapareció. Empecé abrir los ojos aun escuchando las risotadas.
-¿por qué tanto escándalo, Naru…?- no termine la pregunta al ver a los dos morenos de ayer tirados en el suelo retorciéndose de la risa. Voltee mi mirada a la izquierda y vi a itachi mirándome extrañamente sorprendido ¿por qué esa car…?
…
-HAAAAAAAAAAAAAAAAAA- grite escandalizado, me levante de un salto y empecé a lanzarle todo lo que estuviera a mi alcance- ¡¡¡maldito depravado, sucio, repugnante, pervertido!!!- empecé a tocarme como tratando de borrar su tacto de mi piel.
-¿me echas la culpa?- pregunto alzando una ceja esquivando fácilmente todo lo que le lanzaba.
-Cómo si hubiera querido abrazarte- refunfuñe asesinándolo con la mirada.
-por si no lo has notado, soy increíblemente sexi y cualquier mujer quisiera haber estado en tu posición- alagó acercándose a mí más de lo que yo quisiera.
-¡ja! Sigue si quieres, soñar no cuesta nada- dije para luego sacarle infantilmente mi lengua. Agarre mis sandalias y luego fulmine con la mirada a los dos morenos que estaban tratando de retener la risa.
Que hombre tan engreído, ayer ni siquiera hubiera pensado eso de él, se veía tan serio y refinado que cualquiera diría que era hijo de algún señor feudal o algo por el estilo.
-¿A dónde crees que vas?- dijo itachi apareciendo en frente mío- te recuerdo que aún no tienes ningún tipo de libertad- me recordó mientras colocaba una sensual sonrisa burlona…
No sé por qué pensé eso.
-no planeaba escapar si eso piensas- me agarre mis rubios y los junte en una improvisada cola de caballo- solo quería respirar un poco, me sofocas- murmure lo último sin poder evitar sonrojarme.
-te escuche- demonios…
-qué bueno, no pienso volveré a dirigirte la palabra- dije coloreándome más.
-como quieras, mi misión no es hacerte un interrogatorio y mucho menos hablar contigo, más bien deberías ir con sasuki, ella va a unas aguas termales- él volteo y empezó a caminar nuevamente hacia su carpa, empecé a seguirle intrigado por su propuesta.
-¿aguas termales?-
-sí, no muy lejos hay de aquí hay unas aguas termales y por suerte no se tiene que pagar nada ya que son naturales- me explicó recogiendo su mochila y guardando cosas de todo tipo dentro de esta- o quizá prefieras bañarte con nosotros- me miro por el rabillo del ojo provocativamente. Yo solo volteé la mirada y me sonroje bruscamente.
-no, gracias ¿Dónde está tu…?- iba a decir amiga pero no sabía muy bien que eran, incluso pensé la posibilidad de que fueran novios, pero ella no actuó celosa cuando nos encontraron… juntos.
-es mi hermana; y Creí que no me hablarías- dijo sonriendo engreídamente sin mirarme- debe estar recogiendo las cosas de su carpa junto a shisui- le agradecí con una zalema silenciosa y me fui a la carpa de sasuki.
-buenos días, cuñado querido- me dijo con voz burlona mirándome con esos fríos ojos negros.
-agradecería que no me insultaras, yo podría conseguirme un mejor partido que ese patán- refunfuñe inflando mis coloreados mofletes.
-quizá, pero eso no quita lo gracioso que fue encontrarlos juntos en la carpa… tan pegaditos y cercanos- susurro soñadoramente. Obvio en broma, pues no había quitado su molesta sonrisa.
-olvidemos el tema por el momento. Verás, tu hermano me informo que iras a unas aguas termales y quisiera saber…-
-eres hombre- me interrumpió sin siquiera pensárselo.
-¿qué?- no entiendo a qué se refiere, soy hombre, más no varón- yo soy…-
-¿gay?- Vieja loca. Cálmate dei, respira hondo…-mmm, pues lo siento pero sigues teniendo ESO entre las piernas y me pondrías incomoda.
-no, soy…-
-¿bi?
-no…-
-trans?-
-¡QUE NO PEDASO DE PATOSA, RÍDICULA, MENSA!- grite casi haciéndola volar. Enserio que trate de aguantar.
-¿entonces?- pregunto la muy lechuga (fresca)
-soy D-O-N-C-E-L –remarque cada palabra para que se quedara en su minúsculo cerebro de gallina.
-…-
-¿Qué?- pregunte incómodo. Me estaba mirando de arriba abajo como si fuera alguna especie de rareza increíble, como las que había que encerrar en alguna jaula para presentarla frente a un circo.
-¿eres de esos tíos que tienen cara de mujer y pueden quedar preñados?- dios mío…
-sí, eso soy- ya podía sentir la vena palpitar en mi frente.
-si ese es el caso, ¡pues entonces alista toalla cariño que nos vamos juntos!- me chilló emocionada
¿En que estará pensando esta lunática?
Suspire cansado. Ojala no mate “accidentalmente” a esa mujer en un ataque de histeria. Camine tranquilo hasta un tronco a medio cortar y me senté esperar a la chica. No tenía toalla, la anterior estaba desgarrada hasta el tope y no servía ni de trapo. El azabache x, creo que se llamaba susi, se acercó con una toalla alrededor de los hombros y en ropa interior.
-no vienes con nosotros deidi- me pregunto con una sonrisa juguetona sin malos prejuicios.
-n-no, lo siento. No soy un “hombre” común y corriente- le resumí la explicación, con la cara colorada. Que paquete tan grande, si es así el de este muchacho cómo será el de okashi o como se llame.
…
Ignoren eso -///-
-sí, lo note ayer, eres de esos hombre con testículos pequeños- dijo con un dedo en la barbilla pensándolo. Me coloree hasta la punta de los dedos y lo mire con tanta furia que casi pude sentir como lo apuñalaba con todo tipo de cosas… cubierto de sangre… silencioso… aahhh que pensamiento tan reconfortante –m-mejor me voy- sugirió caminando velozmente fuera de mi alcance, si no lo hacía iba a matarlo sin siquiera dudarlo.
-buena elección…- le susurre antes de que dejara de oírme.
-dios mío, que cuerpo- susurro la chica que se acercaba medio embobada viendo la espalda de shisui. Itachi, que se encontraba a su lado, estaba en las mismas condiciones. Con esa espalda ancha y provocativa más ese trasero tan redondo, firme y delicio… ¡cállate deidara! Volví a sonrojarme y la lleve a jalonasos hasta perderlos de vista.
-¿nos vamos?- pregunte algo acalorado, no había tenido un día tan raro como el de hoy.
-claro, solo déjame hacer algo- dijo corriendo hacia su bolso. Sacó dos pantis y un sostén.
-para evitarnos incomodidades…- me informó guiñándome el ojo.
-¿enserio crees que voy a ponerme pantis?- le pregunte escandalizado.
-pues es lo más obvio, serás doncel y todo pero no creo que seamos los únicos en esas aguas, hay un pequeño pueblo cerca de ahí- me contesto lanzándomelos a la cara.
-ahhgggg- suspire.
Cuando llegamos, cada uno se cambió por aparte y luego nos metimos al agua. Había dos mujeres desnudas que charlaban no muy lejos de nosotros y a veces me miraban con cara de “ósea que pedo, ubícate”
-¡sí, soy hombre ¿y qué?!- las viejas esas salieron corriendo del agua espantadas de que les pudiera hace algo.
-cálmate deidi, vas arrugarte y tan lindo que estas- me dijo sasuki recostada en una piedra mientras tenía dos pepinos en los ojos ¿de dónde saco eso?- no preguntes…- canturreó
-bien…- me recosté imitándola y trate de relajarme, ella saco dos tajadas de pepino y me los coloco enzima de los ojos sin siquiera moverse.
Ahhhhh, que relajante.
Después del exquisito baño, sasuki y yo regresamos al campamento. No resulto ser tan molesta como creí, por el contrario, creo que hasta se había ganado un poco de mi confianza.
-ayúdame a recoger mi carpa, por favor- me dijo en cuanto llegamos. Yo asentí y la seguí hasta su carpa, ella empezó a desarmarla mientras yo lo metía todo dentro de un maletín, luego empezamos a platicar de cosas y cosas en lo que terminamos.
-y luego… el muy atrevido me beso ¡en los labios!- HAAAAA pero que atrevido.
-¿¡en serio!?- dije tapándome la boca, sorprendido. Mordí mi manzana. Ella me estaba contando la historia de su ex, al parecer nunca se llevaron bien y él era un patán que termino casi con la cara desfigurada al engañarla.
-sí- me dijo moviendo su cabeza de un lado a otro. Pensándolo bien, parecíamos un par de viejas chismosas que terminan solas y con mil gatos en la casa acompañándolas en su fría soledad- llegaron- suspiro triste al verlos acercarse, ahora solo traían la toalla alrededor de la cintura y la ropa interior en las manos.
Dios… ¬///¬
-buenas, buenas- saludo shisui. Se acercó tanto que tenía prácticamente su “amiguito” en mi cara. Me corrí unos cuantos metros de ese lugar y lo salude con una sonrisa sarcástica. Este se sentó donde estaba y saludo a sasuki, a lo que ella solo movió la cabeza tapando su cara con su mechones.
Mire atrás al escuchar unos ruidos.
Itachi seguía desnudo y estaba sacando de su bolso otras prendas. Él percibió mi mirada y la levanto encontrándose con mis ojos… que estaban puestos en su cuerpo. Empezó a mover sus pectorales sensualmente y a alzarme las cejas con su estúpida sonrisa.
Como lo odio…
Regrese la mirada y me encogí en mi puesto. La verdad no tenía muchas ganas de verlo. Mire a sasuki y shisui, ahora ella no se escondía sino que hablaba muy animadamente con el moreno, de vez en cuando alguno de los dos me miraba como esperando que me les uniera, pero yo solo les sonreía y callaba.
-es momento de irnos, tuvimos nuestro día de descanso y ya completamos la misión- no puedo creer que ese muchacho que ayer creí respetuoso, serio y amigable, ahora sea el patán más grande que he conocido en mi vida.
Todos se levantaron ante su orden y terminaron de recoger todo. Una vez ya el lugar estuvo vacío, reunieron todos los bolsos más grandes y sasuki se puso frente a estos, cogió un pergamino, y metió todo dentro de este con algún jutsu.
-¿Dónde vamos ahora?- pregunte unos minutos después de haber empezado a caminar. La morena y shisui miraron la espalda de itachi.
-vamos a konoha- me informo la morena cuando el moreno “jefe” asintió. Suspiré. Ojala mi hermano este allá o no habrá servido de nada todo lo que pase hoy.
CONTINUARA