Nada mejor que empezar con un buen día… ¡Al carajo! Qué buen día y qué nada. Para empezar el despertador no sonó a la hora especulada, sino una hora más tarde. Para continuar se acaba el agua caliente mientras me duchaba y me congelé. Luego, un maldito tráfico, por suerte uso bicicleta, pero no evito que fuera una molestia en ciertas calles. Para mejorarlo, voy atrasado a la hora de entrada de la escuela. Y como broche de oro, hoy es San Valentín, el Día de los Enamorados, el Día del amor… me vale como lo quieran decir, para mí es sólo otro día, uno de los más fastidiosos del año. ¿Por qué? Simple: Acoso, por parte de las lunáticas fangirls que me adoran.
Es decir, soy perfecto, apuesto y sexy. ¿Qué? Sólo digo la verdad. La única cosa que de lo que me podría quejar, es que sí, tengo una actitud de los mil demonios. Sin embargo, aún me pregunto cómo siguen detrás de mí si las trato lo más cruel posible –dentro de lo que se puede tratar una mujer, claro. Cosas legales- Es imposible tratar con ellas. Por eso prefiero ignorarlas.
No hay quién se salve de mi indiferencia, todos por igual, aunque hay ciertos casos que logran soportarla, entre ellos: Sakura, Ino y Karin, quienes me profesan amor eterno; Juugo que por alguna extraña razón siempre me quiere proteger; Suigutsu, un idiota que aún no sé porque es mi amigo; Shikamaru ya que es muy problemático el molestarse; Chouji es de esas personas amables; Kiba, no, él no me soporta; Hinata quién no juzga a nadie; Shino… bueno Shino es Shino; Sai, tonta copia barata y su sonrisa falsa; Neji y Gaara que son igual de serios que yo; Ten Ten es normal; Lee que es demasiado entusiasta para captar una ironía; y Naruto, alias el Dobe, es el único que me soporta, no me soporta y me saca de mis casillas. Aunque pensándolo bien, no le hablo a la mayoría, supongo que por eso me soportan y también por el dobe.
¿Qué quién soy? Oh, olvide presentarme. Soy Uchiha Sasuke, 17 años y como decía, odio San Valentín, sólo es otro día en el que todas las tontas parejas del mundo recuerdan que se aman.
Aunque debo agradecer dos cosas: la primera, al despertador que destrocé en mi cuarto, gracias a él llegué tarde y no tuve que soportar a esas lunáticas a la entrada de la escuela con sus regalos y cartas; y segunda, que la primera hora fuera con Kakashi, él jamás llegará temprano a algo.
~°~°~°~°~
-¿Qué pasó teme? ¿El señor soy perfecto se quedó dormido? –sonrisa zurrona.
-Cállate dobe.
-¡Sasuke-kun! ¡Buenos días! –canturrearon al unísono Sakura e Ino.
-Hn. –sí, muy expresivo.
-¡Sasuke-kun~! –Se apresuró Karin- ¡Feliz San Valentín! Por favor, acepta esto –extendiéndole un presente.
-Maldita Karin, ¡yo iba a ser la primera!
-Ino-cerda, ¡Yo debía ser la primera! ¡Sasuke-kun es mío! –y así comenzaron una guerra de palabras discutiendo de quién era Sasuke, mientras que éste aún no seguía parado frente a la puerta ya que no le permitían pasar.
-¿Cuándo van a aceptar que Sasuke no tiene interés en ustedes?
-¡Cállate Suigutsu! –gritaron las tres muchachas.
-Qué problemático.
-Ya se los he dicho y se los vuelvo a decir: No me interesan sus regalos. Dénselos a alguien más –dijo calmadamente pasando por fin a su lugar.
-¡A mí, a mí, Sakura-chan! –aprovechó la oportunidad Lee.
-Ino, si no te vas a comer eso, dámelo a mí –dijo babeando Chouji ante el chocolate.
-Yo podría comerme tus venenosos chocolates, Karin ¡Auch! –chocolatazo en la cara por parte de Karin, mientras que las otras dos chicas caían derrotadas.
-Y ese milagro que no te ofreciste a Sakura, dobe –preguntó Sasuke sin levantar la vista del libro que comenzaba a leer.
-Nah… no quiero ser la segunda opción. –respondió Naruto.
-¿Señales de haber madurado? –miró a Naruto levantando una ceja burlesco- Ahora qué, ¿Kakashi aparecerá milagrosamente más temprano?
-¡Teme! –estaba a punto de reclamar cuando una presencia entró al salón de clases.
-Buenos días alumnos –hizo su aparición, para sorpresas de todos, Kakashi-sensei.
-… -silencio aterrador.
-… -mirada extrañada hacia los alumnos- ¿Tan raro es que llegue un poco más temprano de lo usual? –preguntó fastidiado del silencio y las miradas.
-Eso, más Sasuke retrasado y que Naruto no se le lanzara a Sakura, sólo puede significar el fin del mundo como lo conocemos. –se expresó Kiba.
-No puede ser… ¿Naruto ha madurado? –dijo un impactado sensei.
-¡Kakashi-sensei!
-Je, te lo dije dobe. –se brló su buen amigo.
-Cállate teme.
-Je je je, lo siento Naruto. Bueno, comencemos con la clase.
Mientras Kakashi-sensei leí en voz alta, la mayoría de los alumnos seguía la lectura, y otros sólo fingían hacerlo.
Sasuke leí tranquilamente, después de todo le gustaba leer, hasta que le llegó un proyectil-mensajero en plena cara. Miró al pupitre de al lado donde cuyo mensajero fingía estar muy concentrado en el libro de sus manos.
-“Teme concéntrate en le lectura”. -venota por parte de Sasuke. El muy imbécil sólo quería molestarlo. Le devolvió el proyectil a la cara, no sin antes responderle de vuelta.
-“Lo hago, tu eres el idiota que necesita mi atención” -Touché. Por supuesto que Naruto no se quedaría sin responder.
- “No necesito tu atención, o… ¿no será que tú la necesitas? –Maldito Usuratonkachi.
-“¿Yo? Ya quisieras.” –le respondió Sasuke.
-“Ni en las más horribles pesadillas” –constestó Naruto.
-“Entonces deja de mirarme, dobe” –Ese bastardo. Tenía un don o algo, pero siempre sabía quién lo estaba observando.
-“No te miro, sólo observo. Es increíble como tu cara se asemeja al de una mujer” -Bien, la paciencia de Sasuke llegó a su límite.
-¡¿Quieres pelear Usuratonkachi?! –gritó olvidando por completo que se encontraba en clases, mientras se levantaba y encaraba a Naruto.
-¡Cuando quieras bastardo! –respondió el aludido levantándose. Ambos se mataban con la mirada.
-Bien, Bien. Chicos, cálmense. No sé qué pasó, pero recuerden que están en un salón de clases. Quedó claro ¿Sasuke, Naruto?
-Hn.
-Si Kakashi-sensei –y ambos volvieron a sentarse.
Sasuke se encontraba para nada tranquilo en la lectura de su libro hasta que nuevamente fue interrumpido por un proyectil-mensajero.
- “Vamos teme, quita la cara de estreñido”
-“¿De quién crees que es la culpa? Y ya deja de molestar”
-“No estoy molestando. Estoy puliendo mis habilidades ninjas para pasar desapercibido”
-“Ja ja, muy gracioso. Practica con alguien más”
-“Nah… Contigo estoy bien”
Si, Sasuke no sabía si eso era un alago o una ofensa.
-“Vete al infierno”
-“Claro. Siempre y cuando me muestres el camino xD En serio, cambia la cara o tus fans se espantarán”
-“Eso sería lo mejor que podría pasarme”
-“Jejeje no, es divertido ver cómo tratas de librarte de ellas”
-“Eso es horrible. Y para empeorar la mayoría se me va a declarar hoy”
-“Ve el lado positivo. Tal vez encuentres a tu alma gemela”
-“¿No será que me usas para darte valor a ti mismo?”
-“Puede ser. Tú sólo concéntrate en rechazar a las chicas”
¿Qué rayos? Esta era la conversación más extraña que ha tenido con el dobe. Bueno ésta y esa vez cuando Naruto le preguntó qué se sentía estar enamorado.Por supuesto que Sasuke no es un experto en ese tema, pero algo lo ayudó.
Ahora la pregunta era: ¿Cómo interpretar esto? Primero le decía que hoy podía encontrar su alma gemela y luego le dice que rechace a toda chica. Además, ¿Naruto se iba a declarar? Lo más probable es que sea a Sakura, eso explicaría el hecho de que hace tiempo la dejó de perseguir tanto. Pero, ¿y si era a otra persona? Como sea, eso no debería importarle…
-¿Algo que quieras compartir con los demás, Sasuke? –Perfecto, mientras tenía su cuestionamiento mental se quedó embobado con papel en mano.
-No, nada. –dijo guardando el papel.
-Claro, pero para la otra no te salvarás. –terminada la advertencia, sonó el timbre.
~°~°~°~°~
Durante el resto del día las clases transcurrieron normales. Sasuke había dejado de lado la “conversación” que tuvo con Naruto, después de todo en cada receso era acosado por un sinfín de chicas, quienes querían entregarle un presente, chocolate, flores (como si él fuese una chica, tontas) cartas, y una otras varias que se las habían ingeniado para apartarlo del resto y hacer su “confesión de amor”. Como es de esperarse, las rechazaba de la manera más fría para no darle falsas ilusiones.
Al terminar las clases Sasuke por fin puro descansar en paz. Esperaría a que la escuela se desocupara para marcharse. No se iba a arriesgar a salir y encontrarse con esas locas, sin mencionar que sus instintos asesinos estaban al máximo.
-Odio el estúpido día del amor.-se quejó sobre su pupitre.
-Vamos teme, no es para tanto. Ahora todo volverá a normalidad, hasta diciembre. –sonrisa burlesca.
-Lo dices tranquilo porque a ti te encantaría estar en mi lugar.
-¡Claro! ¿A quién no? Sólo un idiota, orgulloso, arrogante y bastardo no lo estaría ¡ah! Espera… ese eres tú –sonrisa zorruna.
-¡Te voy a matar! –lanzándose a Naruto. Tenía a la víctima perfecta para desquitarse.
-Está bien, era broma, era broma. –disculpándose por su vida mientras se refugiaba en la mesa del sensei para que Sasuke no lo alcanzara.
-Hn –volviendo a semblante tranquilo- A todo esto, ¿qué haces aún aquí dobe? –alzando una ceja.
-¿Qué haces tú aún aquí? –repitió la pregunta de Sasuke.
-Esperando a que esas sicópatas se marchen a sus casas. Ahora responde.
-Pues… había mencionado que hoy me declararía… -dijo mirando a otro lado y rascándose torpemente la nuca.
-¿Lo decías en serio? –Lo miró sorprendido para luego poner una sonrisa ladina- ¿Quién diría que el gran Naruto Uzumaki por fin sentaría cabeza y abandonaría a su adorada Sakura-chan? –cruzándose de brazos con mirada arrogante.
-Cállate bastardo –lo retó Naruto algo apenado.
-Pobre desafortunada. –Rió quedito- ¿Quedaste para después de clases? Pues si así me marcho. No me interesa ver cómo te rechazan.
-No quedé con nadie.
-¿Entonces? –tomó su bolso y levantó la vista. Naruto se acercaba, con una seriedad rara en él.
-Pues… -Naruto pareció dudar un instante. Abría y cerraba la boca intentando decir algo. Luego de meditarlo, tomó su mochila buscando algo- Ten.
-¿Una rosa? ¿Para qué quieres una…?
-Me gustas. –confesó secamente.
-…
-¿Sasuke? –Naruto se preocupó por el repentino silencio e indescifrable rostro de Sasuke.
-… Espera… ¿Qué? –esto era una broma ¿no? Sasuke estaba totalmente desconcertado y/o shokeado.
-Sasuke, estoy enamorado de ti. –Confesó Naruto con todo el valor que recogió el último mes, cuando decidió que se expresaría lo que sentía por Sasuke.
-¿Es broma verdad? –Sí, eso debía ser una broma.- No juegues con eso, por un momento creí que lo decías en… -Ojos azules. Unos profundos ojos azules lo miraban fijamente, demostrando toda la seriedad y sinceridad con la que su portador transmitía sus palabras.- serio…
-Es en enserio, Sasuke. –seguía con aquella mirada, mirada que Sasuke no podía soportas y sumando el enredo de emociones y pensamientos que tenía en la cabeza, sólo tenía una opción.
-Debo irme. –La salida estratégica
-Espera –Naruto lo detuvo del brazo, pero Sasuke no se volteó. Mantuvo la cabeza gacha con único objetivo: Salir de allí. –No te obligaré a nada pero, piénsalo, ¿sí?
-… -No hubo respuesta. Naruto soltó su brazo y Sasuke se largó de la escuela.
Naruto se quedó en el salón. Tanto tiempo armándose de valor para confesarse y terminar con este resultado: Un Sasuke que no respondió a nada y escapó como si fuera la peste más potente del mundo. No es que no se esperará esa reacción, él tenía más que claro que lo más probable es que lo Sasuke rechazara -y le diera uno que otro golpe- pero, tenía una pequeña gota de esperanza en que fuera correspondido o que lo rechazara como lo hacía con todas las chicas, olvidaría lo sucedido y seguirían siendo los mejores amigos, porque Sasuke nunca demostró molestia por los homosexuales. Pero al parecer se equivocó y ahora… lo odiaba. Esa era la única explicación a su reacción.
~°~°~°~°~
No, no, no, no, no y ¡no! ¡Esto debía ser una broma! En serio, este no era su día. Después de un horrible día, cuando por fin pensó que había terminado aparece Naruto y se le confiesa ¡Su mejor amigo se le confesó! No podía ser posible, tuvo que haber hecho algo en su vida pasada para terminar así. Estúpido karma y estúpido día del amor que provocó todo.
Vale, pero esas no eran escusas para reaccionar cómo lo hizo. Actuó como una tonta chica, tuvo que encararlo y dejar las cosas en claro en ese mismo instante. ¿Pero qué iba a aclarar si en ese momento ni siquiera podía pensar claramente? Su mente era un caos. ¡Argh! ¡Maldito Usuratonkachi! Cómo es que siempre sus cambios de estado eran por culpa de él. El maldito dobe debe tener un don o algo para lograrlo. Se supone que está acostumbrado a ese tipo de cosas. No debía afectarle, incluso si ese idiota lo decía.
“Entonces ¿por qué tanto alboroto?” Ésa, era una excelente pregunta. Tal vez porque se lo decía su mejor amigo y no una chica… ¿no?
“Claro, por eso saliste huyendo”. No huí, sólo me alejé.
“Huiste. Y no llegaste lejos, te derrumbaste en el primer escalón. Incluso esas niñas molestas son más valientes que tú” Ya lo dije, sólo necesitaba pensar, y el dobe no era la mejor compañía para hacerlo.
“¿Pensar qué?”. Sus palabras. Su confesión.
“¿Por qué necesitabas pensarlo?”. Me sentí confundido. La forma más común en que hubiera reaccionado sería: golpearlo en la cara, insultarlo, golpearlo de nuevo, me golpearía de vuelta, le gritaría, luego le diría que no soy gay, haría que eso nunca pasó y seguiríamos siendo los mejores amigo. Pero simplemente, no pude actuar como siempre. Debe creer que ahora lo odio.
“¿A pesar de todo no lo odias?”. Claro que no. Es un maldito Usuratonkachi que me saca de mis casillas y una que otra vez he deseado asesinarlo de la forma más cruel posible, pero por muy idiota que sea… no puedo odiarlo. Es mi mejor amigo.
“¿Aún te convences que lo quieres sólo como amigo?”. ¿A qué te refieres? Claro que sólo somos amigos.
“Vamos Uchiha, por una vez en tu vida para de mentirte y sé sincero contigo mismo”. No te entiendo. Estoy siendo sincero.
“Si claro… A ver, para ti ¿qué es Naruto? Y di lo que realmente sientes”. Pues… Naruto es un bastardo usuratonkachi, dobe, bueno para nada, idiota, hablador, hiperactivo, chillón, molesto, estúpido, peleador e irritante que he conocido en mi vida. Pero a pesar de todo, ha sido la persona que siempre ha estado a mi lado, volviendo mis tranquilos y monótonos días en todo un caos; haciéndome reír de la forma más tonta, aunque nunca lo demuestre; inquietándome con su excesiva compañía; acompañándome cuando me he sentido solo; golpeándome cuando no quiero entrar en razón; apoyándome de la única forma que sólo él y nadie más podría hacer. Y aunque me cueste admitirlo, el imbécil es la montaña rusa en mi vida.
“Y… ¿Qué me dices de los abrazos y roces “accidentales” con él?”. … No hablaré sobre eso.
“Bien, cómo quieras. Ahora, ¿qué pasaría si Naruto decide cambiarte por alguien más, como Sakura, Hinata o alguna de tus queridas fans y se olvida de ti?”. Primero lo castro antes de que se atreva a olvidarse de mí y cambiarme por una de esas tipejas insoportables.
“¿Y si Naruto se fuera para siempre?”. ¿Para… siempre? Pues, si no lo viera más mis días volverían a ser tranquilos y ya no tendría que preocuparme por él y sus tonterías…
“¿Pero…?”. Pero… supongo que lo… ¿extrañaría? Bueno, supongo que no podría soportarlo y, y perderlo me dolería más que a cualquier otra persona, más que a mi familia.
“Entonces, analizando todo lo anterior podemos deducir que…”. …¡Mierda!
“Ya era hora que lo aceptaras Uchiha”. ¡Cállate! El que lo entienda no significa que lo acepte. Rayos, ahora recuerdo porqué nunca hablo contigo.
“Soy tu conciencia, tu verdadero tú. Sé lo que realmente sientes, por eso debo hacerte entrar en razón antes de que pierdas lo mejor que nos ha pasado en la vida. Por cierto, de nada. Suerte”
~°~°~°~°~
Estúpida conciencia. Ahora todo tenía sentido. La felicidad, irritación, enojo, ¿celos? ¡Arg, todo era por él! Incluso ahora entendía por qué se sentía nervioso y avergonzado cuando Naruto invadía en exceso su espacio personal. Esa sensación extraña cuando lo abrazaba. Las veces que había soñado –nada pervertido- con él. O las veces en las que tenía el extraño deseo de querer probar sus labios cuando dormía. Siempre había culpado de todo a las hormonas. Pero no, todo era por otro motivo.
~°~°~°~°~
Sasuke regresó sobre sus pasos, entrando a al salón de clases antes abandonado. Al correr la puerta del salón, lo primero que vio fue a un Naruto sentado en el suelo apoyado sobre la pared de la pizarra junto a un aura lúgubre.
-¿Sasuke? –se sorprendió Naruto al levantar la vista ante la repentina presencia.
-¿Qué haces aun tirado en el suelo, usuratonkachi? –preguntó con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-Yo… -levantándose- ¿qué haces tú aquí?
-¿Por quién me tomas? –Comenzando a irritarse- Estaba seguro que te echarías a morir sin siquiera moverte.
-Pues ya lo comprobaste –evitando la mirada de Sasuke- Ahora puedes irte.
-¿Qué? –su enojo aumentaba en cada segundo.
-Eso. Después de tu gran respuesta debo suponer que me odias. Así que no te tortures más y sólo olvídalo. –Ocultó la mirada tras su flequillo y trató de sonar normal e incluso molesto, pero su voz lo traicionó.
-¡Eres un idiota! –Sasuke gritó hastiado agarrándolo de la camisa para obligarlo a que lo mirara – ¿Pues sabes qué? Tienes razón. Me alteras como nadie lo hace, me pones nervioso, me preocupo, me alegras, haces que me sienta de mil formas distintas ¡Haces que tenga unas ganas infinitas de golpearte!
Ante al grito y algo desconcertado, Naruto cerró los ojos esperando el impacto del puño de Sasuke sobre su cara, pero en lugar de eso, sintió como Sasuke apretaba más el agarre contra su camisa y escondía el rostro en su hombro.
-Te odio.-le susuró Sasuke- Haces que mi corazón lata como loco. No sabes cuánto te odio por hacerme sentir así.
Impacatado. ¿Acaso Sasuke estaba…?
- Sasuke –lo alejó lentamente de su escondite para mirarlo a la cara, pero esta vez era él quien rehusaba la mirada – ¿Me estas… correspondiendo?
-¡No lo sé! –levantó la voz.
-¿Qué?
-Pues eso. No lo sé. –Bien, Naruto estaba confundido. Primero Sasuke le dice o más bien confiesa lo que siente, y después ¿no le corresponde?
-Sasuke –tomó su mentón para obligarlo a verlo. -¿Qué sucede? Puedes decírmelo.
-¡No lo diré! –Dijo enojado pero era difícil tomarlo en serio por el sonrojo en sus mejillas- Es vergonzoso…
-Teme –lo acoge en sus brazos en un tranquilo abrazo- Por favor, necesito saberlo. –Pronunció suavemente- ¿Te gusto?
-Yo… -se dejó abrazar y asintió.
-¿Entonces?
-Es extraño. Siempre te he visto como mi amigo y ambos somos hombres. Nunca podría aceptar algo así.
Naruto se sintió desfallecer, Sasuke claramente lo había rechazado, pero lo estaba soportando para mantener su amistad. Si eso era lo que quería, entonces no lo obligaría.
-Lo entiendo. No te obligaré a nada, seguiremos siendo amigos y…
-Dobe cállate y déjame terminar. –lo miró enojado. Le costaba expresarse y Naruto no se lo estaba haciendo fácil al no entenderlo. -Dije que nunca podría aceptar algo así, pero… -lo miró fijamente, lleno de determinación, seriedad y sinceridad para que Naruto no tuviera duda alguna, aunque le fue imposible no sonrojarse - Pero estoy enamorado de ti usuratonkachi y sólo porque eres tú lo aceptaré. –sonrió.
-Sasuke… -sorpresa total que se transformó en eufórica alegría.- ¡Teme! –reía feliz mientras tomaba en brazos a Sasuke para hacerlo girar por el aire.
-¡Bájame idiota! –abochornado.
-Lo lamento jeje –dijo dejando en el suelo.
-No tienes remedio. Hace un momento estabas que morías y…
~CHU~ Beso. Un pequeño y simple beso casto que le dio Naruto, pero lo suficiente para que Sasuke se sonrojara a mil y su corazón casi se detuviera.
-¡¿Qué crees que estás haciendo?! –gritó rojo como un tomate y empujándolo.
-Jeje lo siento. Sólo estaba tan feliz que no sabía cómo expresarlo. – dijo rascándose distraídamente la nuca.
-¡No vuelvas a hacerlo sin mi aprobación!
-¿Si te lo pido me dejarás hacer? –acercándose lentamente con una sonrisa pícara.
-… -sonrojo.
-¿Puedo besarte, Sasuke? –acariciando sus mejillas.
-… -Si, Sasuke estaba actuando como los que más detestaba, pero en ese momento no podía evitarlo. Este día había resultado ser muy raro, además del sin fin de emociones que había descubierto y estaba sintiendo lo hacía sentir algo… vulnerable. Así que este día se dejaría ser, por lo asintió ante la petición de Naruto.
Naruto no iba a desaprovechar la extraña oportunidad de debilidad que le demostraba Sasuke, y ante la positiva, no dudó en acortar la distancia entre ambos y unir sus labios en cálido beso, demostrándole todo el cariño y amor que había escondido por miedo al rechazo, pero ahora no dudaría. Le transmitiría todo su amor, para que Sasuke no fuera invadido por las mismas dudas que él pasó.
Terminado el beso se separaron lentamente, manteniendo el contacto visual. Azul y negro se encontraron, una mirada profunda, expresando el sentimiento mutuo. Un amor que parecía estar destinado sólo para ellos.
Si Sasuke dudaba con aquella relación con ese beso todo temor de esfumó. Pudo comprobar –y con mucho gusto- que lo que Naruto sentía era lo mismo que él. Y ahora, lleno de seguridad fue él quien inició un nuevo beso. Uno mucho más salvaje, uno que ya no sólo demostraba amor, sino también deseo.
Sasuke no sabía si los lasbios de Naruto eran del maravilloso paraíso o del pecaminoso infierno, lo único de lo que estaba seguro es que no le sería difícil hacerse adicto e ellos. Por otra parte, Naruto por fin podía probar sin detenerse los suaves y deliciosos labios de Sasuke, debía admitirlo, el teme era el pecado en vida.
Sin perder oportunidad alguna, Naruto lamía y mordía suavemente los labios de Sasuke, tentándolo a ir a más lejos. En un pequeño gemido del contrario halló su oportunidad, introduciendo su lengua a la boca contraria, paseándose sin pudor mientras que la lengua contraria intentaba seguir el paso. Un beso lleno de lujuria.
Sasuke jamás se había sentido tan excitado con sólo un beso. Cuando hubo terminado por falta de oxígeno, se miraban fijamente, ruborizados y llenos de placer. Naruto no pudo soportarlo y comenzó a besar su cuello mientras le daba suave caricias en su espalda. Sasuke se deja llevar, nunca se había sentido tan bien en su vida. Pequeños gemidos salín de forma inconsciente de sus labios y abrazaba el cuello de Naruto dejándose mimar.
Placer, lujuria, excitación. Era un sueño en vida. Pero todo sueño debe acabar ¿no?
-¡Usuratonkachi! –gritó dándole un soberano golpe en la cabeza.
-¡Itai! Eso dolió teme –sobándose la zona afectada.
-¡Tú fuiste el idiota que me mordió primero!
-Es tu culpa de tu cuello de ser tan apetecible.
-¡Serás!
-Je je je –Naruto lo abrazó antes de que Sasuke pudiera golpearlo nuevamente.
-¡Suéltame dobe!
-No. ¿Y sabes por qué?
-¡Que me sueltes! –removiéndose.
-Porque te amo, teme. Y no te dejaré ir. –besándole la mejilla.
-Tonto. –mirando a otro lado sonrojado.
-Tonto de amor por ti. –sonríe.
-Mejor que nos marchemos a nuestras casas.-caminando a la salida.
Naruto embobado se le acerca y toma su mano para caminar juntos. Sasuke observó las manos en silencio. Cuando llegaron a la entrada de la escuela se detuvieron, ya que a partir de ahí tomaban caminos contrarios. Antes de que Naruto dijera algo –que por seguro se ofrecía acompañarlo a casa-, Sasuke levantó la mano que tenían tomada, entrelazó los dedos con los de Naruto afianzando el agarre, y a continuación, posó sus labios, dejando un pequeño beso.
-Feliz día del amor, dobe. –sonrió ladino y se marchó dejando a un Naruto impactado y sonrojado.
Sasuke se marchó satisfecho. No tenía nada de malo demostrar lo que sentía aunque sea una sola vez al año. Y qué mejor fecha que el tonto día del amor con el idiota del que se enamoró.