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No way! No way! por Konan Shimizu Uchiha

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Notas del fanfic:

Tiene relación directa a este fic I LUV U

El título viene de Hydrag :'D

Fue un título bajo presión... No me culpen </3

Espero les guste~

Notas del capitulo:

Y sé que me intentarán asesinar luego de leerlo por completo :'D

Pero... Estaba corta de tiempo...

La universidad, el cumpleaños de Kona, el estrés de Yamiko...

Todo esto llevó a un fic de San Valentín escrito con mucha prisa :'3

Otro día más en la vida del castaño. Otro día de trabajo sin descansos. Ayer habían ensayado bastante, y sólo eso acabó con su energía.

- Definitivamente estás envejeciendo –le comentó al reflejo que le daba el espejo.

 

Revisó su iPad, buscando la aplicación de Twitter.

“Buenos días” escribió y envió. Se dio cuenta de la fecha: 14 de Febrero.

 

De seguro lo llenarían con cartas llenas de esperanza y admiración, chocolates comprados o hechos en casa, y regalos costosos que en algún momento usaría.

 

Un pequeño aviso apareció en la pantalla: “¡Buenos días! Será un gran día”. @GR_JUN le había contestado eso. No pudo evitar sonreír y dirigir su mirada a la mesita de noche. Mientras caminaba por las concurridas calles de Tokyo, no pudo evitar ser parte del consumismo que arrastraba a las chicas en la víspera de San Valentín. Compró una caja de bombones de chocolates rellenos de fresa, deseando que fueran del agrado del pelirrosa que amaba.

Suspiró pesadamente y dejó el iPad sobre la cama. Debía arreglarse para el largo día que tendría.

 

〜a34;〜a34;〜

 

- Ju-… -no terminó de decir el nombre del guitarrista pelirrosa. El castaño había llegado al edificio de la empresa, y se dirigió directamente a la sala que siempre ocupaban. En ningún momento contó con ver ese tipo de escena.

Jun estaba contra la pared, mientras que Toya devoraba sus labios.

Sintió que algo dentro de él se estaba rompiendo, y no quería seguir observando eso.

Cerró la puerta de la sala, guardó los chocolates en su bolso y caminó sin dirección alguna. Tenían meses saliendo y ahora… ¿Jun lo traicionaba? De una forma u otra, no podía creer lo que pasaba. No quería creerlo.

- Eres tan estúpido… -susurró mientras cubría su cara con sus manos-. Tan… tan estúp…  -hizo silencio porque había chocado con alguien.

- ¿Jui? –preguntó esa persona, su perfume con esencia de rosas era inconfundible.

- Asagi… -el castaño descubrió su cara y sonrió débilmente. El pelinegro arrugó el ceño, dándole a entender al contrario que no era nada convincente.

- …Creo que deberíamos hablar un poco… Sólo serán unos minutos –lo tomó por el brazo y sin esperar respuesta alguna, arrastró al cantante menor hasta su oficina.

 

Dos grandiosas sillas de cuero negro estaban dispuestas dentro de la oficina. Una mesa de centro de exquisita madera las acompañaba. En sí, toda la oficina daba un aire lujoso y un tanto extravagante, tal como lo era el dueño de cabello largo.

El escritorio de madera oscura resaltaba entre las paredes vino, que para ser un color fuerte, no dejaba de ser una oficina bastante luminosa.

- Oh… Tienes esto –comentó Jui señalando hacia el estante de la música desde donde estaba sentado. El mayor guardaba una copia original de cada CD que valía la pena escuchar. Esoteric Romance de su banda anterior estaba entre esa lista, como también estaba Shortcake de GOTCHAROCKA. Asagi se limitó a asentir y sonreír.

- Jui, eres como mi hermano… Y lo sabes.

- Sí… -el castaño bajó la mirada.

-  Y porque eres mi hermano, me preocupo por ti, ¿lo entiendes? –se sentó frente a Jui. La mirada directa lo había intimidado por completo. Las orbes oscuras del mayor lo hacían sentir pequeño… muy pequeño.

- Sí, lo entiendo...

- Entonces… ¿Qué es lo que pasó con Jun? –esta vez, la pregunta lo dejó sorprendido.

- ¿Qué?... –atinó a preguntar en respuesta.

- Eso, ¿qué pasó con Jun?

- ¿Lo sabes?... Es decir… ¿Lo sabías…? ¿Desde cuándo? –Jui no se lo podía creer.

- Es muy evidente... Pero no estás respondiendo a mi pregunta. ¿Qué pasó? –insistió por tercera vez.

- Hoy llegué y lo vi… besándose con Toya… -admitió por lo bajo. Obviamente, recordó la escena que no tenía ni diez minutos de ocurrida.

- Ya veo… Si me permites opinar, habla con Jun. No todo es lo que parece –Asagi sonrió, dejándole una laguna mental al castaño-. Considero que se te hará tarde para el concierto de hoy, ¿no? –señaló el reloj de aguja que estaba en una de las paredes-. Espero que des lo mejor de ti en el concierto de hoy –ahora su sonrisa era bastante amable, y prácticamente botaba a Jui de su oficina.

- Gracias, lo haré… Y… Gracias por el consejo… Intentaré hablar con él… -Jui salió como niño regañado, pero con una sonrisa. Quizás Asagi tenía razón, no todo es lo que parece.

 

〜a34;〜a34;〜

 

“Vamos Jui… Tienes que hablar…” se regañó automáticamente. Ya eran las diez de la noche. El concierto especial había terminado hace mucho pero él seguía sin dirigirle la palabra al pelirrosa.

“No quiero hacerlo…” ahora su propia mente se quejaba, mas no le quedaba de otra.

- ¡Jui! Me has estado ignorando todo el día… ¿Qué pasa? –ya tenía al guitarrista frente a él, no podía huir.

- Nada… No pasa nada –mintió.

- Creo que… Tú y yo daremos una vuelta, ahora mismo –Jun no pedía opinión, era una orden. Sabía que algo pasaba y no se daría por vencido hasta saber la verdad.

-  No, no iré –al escuchar la queja del mayor, Jun lo tomó por el brazo con un poco de fuerza y lo arrastró consigo hasta el auto.

El pelirrosa pasó rápidamente al asiento de piloto y comenzó a conducir apenas pudo. Ninguno de los dos hablaba, ni siquiera se veían.

La atmósfera no dejaba de ser pesada y un tanto complicada.

A pesar de toda la nieve, Jui vio que la dirección del menor era el estudio.

Esperó, esperó y apenas llegaron al edificio donde trabajaban casi que todos los días, se bajó corriendo. No le importaba el frío, no le importaba la nieve. Sólo quería huir de allí.

- ¡JUI! –gritó el menor pero ni a eso le hizo caso. Continuó manejándose lo mejor posible entre tanta agua congelada y luego de unos minutos, lo logró.

Entró al edificio como si nada hubiese pasado, claramente escapando del pelirrosa.

Ya todo estaba oscuro, bastante abandonado. Ni risas, ni personas tocando instrumentos. Continuó caminando hasta uno de los baños. Tenía la esperanza de que el otro no lo buscase allí.

Pero se equivocó tanto… Ese fue el primer lugar donde Jun fue.

No habían pasado tres minutos cuando el guitarrista ya estaba junto a Jui.

- Predecible… -susurró apenas entró-. ¿Dejarás de escapar?

- No quiero… No quiero verte, no quiero hablar. ¡No quiero que estés aquí!  -eso que se rompió en el castaño en la mañana era lo que hablaba.

- Pero… …ah… Ya sé qué es lo que pasó… -Jun había intentado acercarse, pero Jui retrocedió.

- ¡No! ¡Ni sabes qué demonios pasó! –su voz temblaba pero incluso así lograba elevar su tono para que saliera en grito.

- Per-

- ¡Déjame en paz! No deseo… pasar por esto de nuevo… -y ahora sollozaba-. Por favor, déjame… Vete… -suplicó mientras hacía su mejor esfuerzo por retener las lágrimas.

 

El pelirrosa no sabía qué hacer. Si lo dejaba ahí, con la mala concepción de lo que seguramente vio, no podría estar junto a él de nuevo… Pero… Si se acercaba, Jui… Jui no… Suspiró pesadamente y poco a poco, retrocedió sus pasos. Prefirió dejar el tema así, sólo por hoy.

- Lo siento… -dijo antes de irse.

 

Jui terminó de romperse. En sentido figurado.

Se dejó caer en el piso y lloró.

Pasó un cuarto de hora hasta que decidió irse a casa. Tenía un pequeño problema. Sus cosas no las tenía consigo… Hasta las llaves de su departamento estaban en ese bolso.

Levantó su cuerpo, se vio al espejo… no pudo evitar recordar la situación de esta mañana. De nuevo, odió su vida.

- No es el fin del mundo… -aunque su expresión era tétrica, usó esa frase para reconfortarse.

Sin razón alguna, se dirigió a la sala de ensayos. Apenas vio la luz prendida, volteó a ver el resto del lugar. ¿Jun estaba allí?

Entró con sumo cuidado y vio que alguien, por no decir su nombre, dejó su bolso en una de las sillas.

- Gracias… -susurró a la nada. Tomó sus cosas y sin pensarlo dos veces, salió a buscar un taxi.

 

〜a34;〜a34;〜

 

- ¡Debes estar jugando conmigo! –había sido un día realmente difícil. Y ahora le pasaba esto.

- Ya alguien vendrá… Tranquilo… -respondió Jun con pasividad. Realmente no le importaba estar allí encerrado con Jui.

 

Luego del hermosísimo San Valentín que había pasado, tuvo que despertarse temprano para trabajar en los nuevos lanzamientos. Todo el día en lo mismo.

En ningún momento creyó posible que justo al estar con Jun, después de haberlo estado ignorando todo el día, podrían quedar encerrados, cuando ya casi toda la empresa se había desocupado. ¿Quién los mandaba a trabajar justo un sábado?

- No es posible que se haya dañado esta cerradura… Busquemos la llave –ordenó el castaño, casi felicitándose a sí mismo por la buena idea.

- Jui… ¿Tanto quieres escapar?...

 

El cantante no  respondió. Dio la vuelta y comenzó a buscar cuidadosamente una copia de la llave. En algún lugar debía estar. Se arrastró por el piso, movió las mesas, revisó detrás de los equipos hasta que por fin, Jun la encontró entre los papeles del escritorio.

- Menos mal… -suspiró Jui. Ambos se acercaron a la dichosa puerta trabada y Jun fue el primero en intentar abrirla.

- No sirve…

- Déjame a mí.

- Te lo dije, no sirve  -Jun continuó haciéndole fuerza.

- Pero déjame intentarlo –insistió el castaño. Jun suspiró y le dejó el paso-. Quizás sólo necesita un poco más d-… -se calló de repente-. Y se ha roto… Genial…

 

Jun se quedó callado, y optó por irse a sentar recostado a una de las paredes. Si debía pasar la noche aquí, no continuaría de pie. Igual este momento le servía para hablar con el castaño.

- Jui… Ven aquí… -no recibió  respuesta alguna-. Por favor, amor… Ven…

El vocalista suspiró pesadamente y se sentó en el extremo más lejano al pelirrosa.

Jun suspiró pero no de cansancio. Ya tenía una idea que le ayudaría a acercarse.

 

El guitarrista dejó pasar unos cuantos minutos antes de hacer su primer movimiento. Se fue deslizando poco a poco, se movía a centímetros de su anterior posición. Duró haciendo eso durante tres minutos hasta que llegó al lado del cantante.

Jui estaba confundido hasta que tuvo al menor al lado. Sonrió levemente, le había gustado la estrategia.

- Jui… ¿Me escucharás ahora?... –preguntó mientras tomaba la mano del mayor-. Lo que viste… Y sé que viste ese beso… No es como tú crees… Toya ya tiene tiempo intentando que esté con él. Pero… Con toda la sinceridad que tengo, te juro que jamás respondería a sus sentimientos porque a quien amo es cierto cantante que está junto a mí.

- Pero… el beso… Y Asagi… -Jui recordó el “No todo es lo que parece” que le había dedicado el pelinegro mayor.

- ¿Asagi te dijo algo? –preguntó Jun, ahora extrañado. Se suponía que nunca se metería en la relación de ellos.

- Sí… Pero fue una frase a la que no le encontré sentido…

- Te explico. Ese beso fue porque Toya me agarró desprevenido. Te juro que jamás hubiese dejado que me besara pero tenía la guardia baja… Jamás creí que se atrevería a hacerlo, y menos en el lugar de trabajo –explicó con rapidez, ahora Jun hablaba más rápido de lo normal. Deseaba transmitir todo velozmente para que se acabara el malentendido-. Asagi te dijo algo porque… un día vio como Toya me pedía salir a tomar… Que debía ir, y debía ir… Insistió bastante hasta que Asagi me salvó y no me quedó otra opción que contarle sobre… lo nuestro… Sabes… Que estamos saliendo… -Jui no dijo nada, pero ahora todo tenía un poco más de sentido-. No se sorprendió para nada cuando le dije que tenemos una relación… ¿Crees que es muy evidente?

- No… Creo que no… -Jui dudó pensando en las atenciones extras que tenían el uno al otro- Está bien, no sé.

- Para él, fue evidente… Y creo que todos nuestros superiores lo saben…

- ¿De verdad? –preguntó el castaño. Estaba sorprendido de enterarse así-. ¿Nunca te han dicho algo?

- Una vez Hide-zou me felicitó –a ambos les pareció gracioso, así que rieron como buenos cómplices-. Amor… ¿Me perdonarás? Te juro que nada así volverá a pasar. Toya debe aprender que lo suyo es un capricho y nada más.

- Entonces…

- Te amo. Nada de entonces o excusas. Jui, te amo –susurró antes de besar al castaño luego de dos días sin contacto alguno.

- Te extrañé… -susurró el vocalista.

- Yo también… Dos días son suficientes para volverme loco si no estoy a tu lado –ante esa declaración, Jui sonrió y volvió a besarlo-. Lástima que no estamos en casa… Ni siquiera celebramos San Valentín…

- ¿Y quién dijo que era necesario estar en casa? –Jun se mostró sorprendido ante la pregunta del castaño. Luego de todos los regaños de su cumpleaños… ¡¿Jui quería tener sexo con él, ahí?!

Jui se levantó de donde estaba y buscó algo en su bolso. Aún conservaba los chocolates que había comprado días antes.

- Este… es tu regalo –le dio la caja al menor, totalmente sonrojado.

La costumbre en el país era que la chica daba los chocolates a su gran amor… Con esto, aceptaba que él era “la chica” de la relación.

El pelirrosa sonrió y los recibió luego de levantarse del suelo. Abrazó a Jui y por supuesto, lo besó.

- Extrañaba esto, ¿sabes? Hoy te besaré hasta que me canse –dijo Jun con una gran sonrisa-. Y como nunca me canso de ti… -ahora Jun pasaba sus manos por el cuerpo del mayor.

- No, no… Aquí no…

- Sabía que lo dirías… Luego cobraré la cuenta –ahora el menor hacía un infantil puchero.

- Lo sé… -susurró Jui.

- Y con intereses… Muchos de ellos –agregó antes de reír. Jui le respondió con otra sonrisa y a los segundos ya estaban en el piso de nuevo, sentados muy juntitos, compartiendo los chocolates y el calor corporal.

La noche definitivamente la pasarían allí, sólo ellos dos.

 

〜a34;〜a34;〜

 

- Y… ¿Qué hiciste esta noche? –preguntó cierto baterista que ahora llevaba el cabello rubio.

- Ayudé a un amigo… Mejor dicho, a un par de amigos –contestó el guitarrista que lo acompañaba en la cena.

- ¿Y cómo hiciste eso? –Tero ya se había interesado en el tema.

- …Usé un poco de trampa… Los encerré sólo un poco –admitió Toya para luego reír-. No sé tú, pero quiero emborracharme hoy.

- Si quieres, hazlo. Alguien debe llevarte a casa.

- Que caballero… Sigue así y me conquistarás… -Toya volvió a reír antes de vaciar su vaso de cerveza.

- Es la idea… -murmuró Tero, con una sonrisa apacible.

 

a34;〜Fin〜a34;

Notas finales:

Jejeje... Le hizo falta el lemon, ¿cierto?

Sorry, se los debo... =w=

No me maten... </3

Por cierto... No sé si debería desarrollar esa nueva pareja... TeroxToya... No me disgustaría :D

Ni reviews le pediré porque me insultarán :'D Ok, no...

Dejen reviews <3

Os quiero~

Espero que hayan pasado un feliz día de San Valentín con su amor, con sus amigos, o con su perro/gato :D

XOXO

KSh~


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