Detective Haruna Yamamoto al Rescate del Amor
Capítulo 7: Día de Trabajo.
-Katsuhara Anri- dijo un señor que salió de la puerta a lado de la barra.
-Sí, soy yo- dijo Haruna.
-¡Ah! Finalmente llega, solo un minuto más y el trabajo no era suyo-.
El hombre le hizo un gesto a Haruna para que la acompañara, Haruna se levantó de su asiento y decidió seguir al hombre. El hombre abrió la puerta dejándola pasar a ella primero, unos pasos enfrente estaba una puerta que decía “oficina”, Haruna abrió la puerta con cierto recelo, cosa que el hombre noto y echo a reír.
-Supongo que nunca has trabajado en un burlesque anteriormente ¿verdad?-.
-No, es mi primer trabajo en realidad- dijo Haruna.
-Bueno afortunadamente tu solo te encargaras del bar ¿no?- pregunto para confirmar.
-Me habían dicho que también iba a ser mesera- dijo Haruna.
-¡Ah! Sí, cierto. Meseras no nos faltan pero nunca está mal tener más en caso de alguna que otra cosa- dijo revolviendo unos papeles en su escritorio –aquí está, espero que hayas traído una foto contigo, tuya por supuesto-.
-Oh cierto, la foto, Salí tan aprisa que la olvide- fingió Haruna.
-Bueno, no hay problema- dijo el señor –me dijeron que tenías pelo largo y azul- dijo el hombre señalando a la cola de caballo color azul que traía Haruna.
-Sí, bueno, difícil no recordar eso- el señor hizo una pausa y miro a Haruna preocupado –señorita Katsuhara, hay algo que debe saber de este burlesque- Haruna asintió –hay un grupo de delincuentes que vienen bastante seguido, más bien todos los días, no pasan de 26 años, el líder es un hombre alto, fuerte, de cabello azul y con una cicatriz por los ojos. Es muy peligroso para usted ya que usted es la encargada del bar, donde normalmente se juntan. El anterior resulto…- el hombre pauso.
-No necesita hablar con rodeos sabe- dijo Haruna.
-Pues… resulto que fue asesinado, no sabemos quién fue, tal parece que fue por un disparo a la cabeza, no nos han querido decir-.
-Tendré cuidado- dijo Haruna mientras le salía una sonrisa involuntaria -¿Cuándo empiezo?-.
A las 4 de la mañana regreso a la mansión Kiddo, donde al entrar encontró a Tomoko dormida en el sillón con la ropa con la que la había visto ayer antes de ir a trabajar. Ella sonrió, cerró la puerta en silencio y se acostó en el sillón que estaba alado del cual estaba dormida Tomoko, no sin antes agarrar una cobija para Tomoko.
Tomoko se despertó alrededor de las 6 antes de que hubiera movimiento en la mansión, lo primero que vio fue a Haruna dormida, cansada con su peluca azul, profundamente dormida y sin una cobija, nada más Tomoko tenía una cobija. Se levantó y puso la cobija sobre Haruna. Haruna se dio cuenta de eso y vio que Tomoko regreso a su sillón, luego volvió a caer dormida.
Se volvió a despertar para esta vez levantarse cuando pudo oler algo familiar, no lo podía identificar ya que estaba bastante adormilada. –Hmm- se sentó en el sillón esta vez-.
-Despertaste- dijo Tomoko mientras preparaba desayuno.
-¿Qué hora es?- pregunto Haruna.
-Las 12:30, si no te despertabas en unos 15 minutos yo te iba a despertar- dijo Tomoko –¡y vaya! ¿A qué hora volviste? Porque enserio estas cansada ¡Ni siquiera te quitaste la peluca!-.
-Cierto- respondió Haruna agarrándose la cola de caballo color azul.
-¿Descubriste algo?- pregunto Tomoko volteando los huevos.
-Todavía no- dijo quitándose la peluca. –Aunque descubriera algo no te lo podría decir-.
Tomoko se paralizo en el momento en el que dijo eso –solo quiero que estés bien- dijo.
-Se cuidarme, estaré bien- dijo Haruna para tranquilizarla.
-Eso dijo Daisuke, y termino en un hospital por un mes-.
Haruna decidió callar en ese momento. Paso un momento de silencio donde ninguna de las dos se atrevía a dar la siguiente palabra por miedo de lo que la otra iba a creer, mas aparte de lo que iba a responder. Tomoko estaba muy preocupada por Haruna ya que sabía que tan temeraria podría llegar a ser Haruna. Haruna por lo tanto sabía que tanto la albina se preocupaba por ella y no la quería preocupar por lo que decidió solo comer el desayuno que le habían preparado.
En la tarde Haruna estaba en el taller de Tomoko con Seiya y Hyoga, no un buen ambiente en el cual estar, eso sí. Antes de terminar de desayunar Yuta le había dicho que no se presentara en la estación ya que no era necesario, que solo se encargara del trabajo en el burlesque, mas aparte dijo que Kai y el iban a ir al bar para revisar la situación en la que estaba Haruna.
Finalmente tocaron la 6, hora en la que el taller cerraba y Haruna dijo que saldría para ir al burlesque. Haruna espero a que Tomoko cerrara la tienda para irse pero cuando ella creyó que estaba sola, salió a la sala principal y vio a Tomoko recargada sobre la mesa esperándola.
-Tomo…-
-Haruna…-
Un silencio inusual y lleno de palabras que no salían llenaban el aire del taller. La luz del sol poniendose entraba por las ventanas con las persianas cerradas. Uno que otro carro que pasaba velozmente ocasionalmente rompía el silencio.
-Ten cuidado- dijo Tomoko señalando la puerta.
Haruna se sorprendió pero camino hacia la puerta agarrando la mochila con su peluca y mascarilla para después agarrar la gabardina que estaba en un perchero alado de la puerta. Luego cerró la puerta dejando a Tomoko sola con sus preocupaciones. Tomoko no alejo su mirada de la puerta. Hasta después de que estuvo segura de que Haruna no regresaría hasta el día siguiente.
Llegando al bar con la peluca y todo entro al burlesque y se fue a cambiar la ropa de cantinero, empezó a lavar la barra para asegurarse que estuviera limpia y no pegajosa, limpio unos vasos y barrio su espacio ya que apenas estaban abriendo el local no había mucha gente y más que nada si llegaba gente pedía comida, no bebidas.
Una hora después aproximadamente de haber empezado la jornada de trabajo, en la entrada del burlesque se escuchó un escándalo, como si personas estuvieran peleando afuera. La puerta se abrió de golpe por afuera ya que un hombre fue lanzado contra la puerta. Haruna veía la escena indignada, sin darse cuenta por estar viendo al hombre que había sido tirado entro al burlesque un hombre algo, de complexión fuerte, cabello azul y una cicatriz en medio de los ojos. Si la memoria de Haruna no fallaba entonces era Ikki de Fénix, el hermano mayor de Shun. La pelirroja detuvo a una camarera.
-¿Quién es el?-.
-…l es el líder de los desterrados, llamado por aquí Ikki el Desterrado, rumores dicen que se apellida Kiddo en realidad-.
-¡Ikki… de Fénix!- Haruna se quedó perpleja – ¿él es el líder de los Desterrados?-.
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