Detective Haruna Yamamoto
Capítulo 8: Conociendo a Ikki de Fénix
-¿¡Ikki de Fénix él es el líder de los Desterrados!?- le volvió a preguntar a la mesera alado de ella.
-Sí, y te aconsejo que no lo hagas enojar si no quieres que tú seas la siguiente- le dijo –no le importa si es un hombre o una mujer, lo único que quiere es… venganza, creo-.
-¿Se acerca al bar?- pregunto Haruna sin dejar de ver la escena.
-Ahí vive por decirlo de una manera-.
Haruna trago saliva al saber que la persona de la cual iba a aprender y publicar al periódico de Japón todos sus secretos sería una persona que ya la odiaba, alguien que no dudaría en matarla, alguien que la odiara desde el fondo de su ser por “arrebatarle” a su hermano menor. La verdad es que Haruna nunca le arrebato a Shun, ella solo tomo responsabilidad por los sentimientos de Seiya y Shun.
Haruna cuando volvió a poner atención Ikki estaba caminando en su dirección, ella intento no alarmarse demasiado ya que si ella tuviera un cosmo que Ikki recordara sería malo ya que la reconocería y en su segundo día tendrían que conseguir un reemplazo, sin mencionar lo que le dijo a Tomoko, que estará bien.
-Mucho gusto en conocerla señorita- dijo Ikki haciendo que Haruna despertara.
-M-m-mucho gusto igualmente señor- dijo Haruna haciendo reverencia -¿Qué se le ofrece?- Ikki rio levemente.
-Supongo que viste eso, no hay razón para preocuparse, ese hombre estaba buscando pelea desde hace semanas- le dijo Ikki, volteando a ver al hombre que había dejado noqueado.
-De acuerdo, entiendo- dijo Haruna.
-En cuanto a la orden siempre pido lo mismo, wiski- dijo Ikki.
-Entendido- dijo Haruna para sacar un vaso pequeño de vidrio y llenarlo con la bebida mencionada.
Después de unos cuantos tragos Ikki empezó a hablar con Haruna, contándole sobre la guerra santa y todas las veces que había salvado a Shun, y las veces que Seiya salvo a Saori, pero las contaba como si fueran un cuento de hadas.
-Yo estaba enamorado de alguien- empezó a decir en un tono borracho mientas Haruna escuchaba lo que decía –pero… una persona que significaba mucho para mí lo arrebato de mi-.
-¿Ah sí?- pregunto Haruna nerviosa, pensando que tal vez, tal vez, se refería a ella.
-Pero resulto que una desconocida se metió, y esto pasa si desaparezco por un año, mi hermano esta con mi mejor amigo- dijo Ikki.
Haruna se indignó un poco, luego recordó que le pidió a Ikki que le echara la culpa a ella y no a los muchachos.
-La encontré hace algunos meses- dijo completamente ebrio ahora.
-¿Enserio?- pregunto Haruna.
-Si… era ella, la primera vez que nos vimos le dije que si la volvía a ver la mataría, pero parecía que no me estaba buscando así que solo hable con ella- dijo Ikki aun tomando.
-¿No salió corriendo o algo parecido al verte?- pregunto Haruna fingiendo no saber nada.
-Fue muy lenta, al ver que yo estaba ahí intento salir corriendo pero la detuve antes de que pudiera salir por la puerta- dijo Ikki tomando completamente del pequeño vaso.
-Ya veo- respondió Haruna.
A la mañana siguiente Tomoko vio a su amiga tirada en el sillón con la cobija que le había dejado la noche anterior para que al llegar Haruna no tuviera que pasar por frio.
-Tomoko buen día- dijo Shun mientras hacia el desayuno.
-Buen día Shun, ¿a qué hora regreso?- le pregunto.
-No sé, pero creo ya tiene rato ahí, está bastante calmada-.
-Ya veo- dijo para sí misma.
Shun se encontraba esa mañana haciendo desayuno, era arroz y unos pocos filetes de pescado que en realidad alcanzaban para todos a pesar de que solo fueran 7, eran suficientes para todos los habitantes de la mansión Kiddo ya que actualmente Saori estaba en Grecia.
-Huele delicioso- comento Seiya bajando las escaleras.
-Lo sé, es la comida que está preparando Shun- le comento Tomoko.
-Ah Tomo-chan, buen día, ¿quieres ayuda en el taller hoy también?- pregunto Seiya entusiasta.
-¿Eh? Ah, cierto. Seiya si quieres puedes ir te dije, solo quiero que avises que vas a ir o algo por el estilo, pero no 15 minutos antes- le respondió Tomo.
-De acuerdo- dijo Seiya para después ir a platicar con Shun un rato.
Tomo sonrió melancólicamente, recordó como era poder abrazar a esa persona tan importante para uno. Hacía mucho tiempo que no había sabido nada de Daisuke, eso hacía que se angustiara, y no solo eso, sino que lo extrañara bastante. Volvió a mirar a esos dos y vio la mirada tan intensa que estaban compartiendo ellos, le recordaba a las miradas que solía compartir con Daisuke y las que ahora estaba compartiendo con alguien más.
-Ah, veo que se están llevando mucho mejor- dijo Haruna, la feliz pareja volteo a verla.
-Sí, nuestro pleito fue inútil así que decidimos dejar de pelear- dijo Shun.
-Ya veo, me alegro- los tres la miraron fijamente –iré a caminar- fue su respuesta.
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