El tricolor abandona la pirámide del agua a la vez que comienza alejarse de ella hasta que se escucha en todo ese sector, un ruido muy extraño que proviene de aquel poliedro, el cual provoca que el ojirojo detenga su andar, se gire y dirija su mirada hacia ese monumento. El cual acaba de ser rodeado por bolas de nieve enormes para evitar que otra persona pudiese volver a entrar o salir de ella.
El elfo al ver lo sucedido no se sorprendió sino que se preocupo por aquella sabia por lo que saco sus flechas de fuego y las disparo en contra de esas esferas de hielo. Sin embargo su ataque fue en vano ya que aquellas bolas de nieve, no les pasó absolutamente nada, es decir, estaban como si nunca hubieran recibido aquellos flechazos.
Yami al ver esto, se da cuenta que si sus flechas no dieron resultado, ninguna de sus armas lo haría por lo que suspira resignado y así que el tricolor guarda sus armamento en sus bolsas para después retomar su camino. El ojirojo comienza a caminar por los campos nevados hasta que llega al camino del rio, en donde encuentra un tronco de un árbol cortado por la mitad, en el cual se sienta a comer para recuperar todas las energías que había gastado anteriormente.
Luego que el elfo termina de comer, se levanta y reanuda su trayecto hasta que logra arribar a los parados. En donde no se detiene sino que continúa caminando hasta que unos metros antes de que logre llegar al rancho, es detenido, por dos cucarachas del tamaño de una vaca, las cuales tiene el poder de convertir en piedra a su enemigo con tan solo verlo a los ojos.
Yami comienza a retroceder hasta que llega a una distancia prudente, cierra sus ojos a la vez que saca dos flechas de hielo, las tira a aquellas enemigas y estas al sentir el flechazo son convertidas en estatuas de hielo. Después de unos segundos del ataque del tricolor abre sus ojos al mismo tiempo que se da cuenta que su plan dio resultado, pero el ojirojo no pensaba dejar eso así como así, sino que toma su espada y corta a la mitad ambas criaturas malignas para de esa forma, terminar con sus vidas.
Luego que elfo acabara con aquellas rivales, retoma su camino hacia el rancho hasta que llega en el, en donde comienza a buscar a su amiga Mana hasta que la encuentra en el establo, cepillando a los caballos.
- Hola Mana
- Hola Yami, te estaba esperando- dice la campesina sonriendo con alegría por volver a ver a su amigo.
- ¿A sí? Y ¿Por qué? – pregunta Yami descorsertado.
- Porque te quiero dar este caballito, se llama puzzle y estoy segura que se te hará muy útil en el resto de tu viaje – responde la morena al mismo tiempo que pone una de sus manos sobre el lomo del animal
- Muchas gracias Mana, pero ¿Por qué me lo regalas?- cuestiona el tricolor confundido por aquel tan inesperado obsequio.
- Porque es lo menos que puedo hacer por la persona que esta arriesgando su vida por salvar el mundo que vivimos – responde Mana a la vez que quita su mano del caballo.
- ¿Cómo lo supiste?- pregunta el ojirojo sorprendido dado que no esperaba que su amiga supiera sobre su misión.
- Una señora me lo dijo en uno sueño –responde la campesina sonriendo al recodar aquel sueño.
- Ya veo y ¿Sabes dónde está la pirámide del viento?- cuestiona el elfo seriamente.
- Si, tienes que ir al hacia el sur hasta que llegues a donde hay un árbol negro, el cual sirve como desviación, si vas al izquierda te irás a los bosques pero sí en cambio te diriges a la derecha te guiara a unos cerros y al lado de uno de ello, hay un camino de tierra por ese camino debes subir pero a pie
- De acuerdo – dice Yami al mismo tiempo que se sube al caballo- ¿Algo más que deba saber antes de irme?
- Si, toma- le pasa una bolsa con comida y otra con botellas de agua.
- Gracias por todo y nos veremos pronto
- De nada y cuídate mucho
El tricolor sale cabalgando del rancho hacia los cerros hasta que después de varias por fin llega a ellos.
Después que el ojirojo logra llegar a ese lugar, comienza a buscar aquel camino de tierra hasta que consigue verlo por lo que se baja del animal y lo amarra en uno de los arboles cercanos a la entrada.
Luego que el elfo deja amarrado a su caballo, comienza a subir hasta que llega a la mitad de este en donde, es atacado por unas arañas de tamaño familiar. Sin embargo, Yami es tan agil que no recibe daño alguno por lo que las arañas se van a esconder pero el tricolor no las deja ya que las mata antes que vuelvan a su madriguera.
Después que el ojirojo terminara con aquellas enemiga, retoma su camino hasta que logra quedar en frente de la pirámide.
CONTINUARA
Avance próximo capitulo
- ¿Tú eres el sabio del viento?
- Sí, yo soy…