Yami sale caminando de la pirámide de la oscuridad hasta que llega a la escalera de cemento la cual comienza subir hasta que empezó a escuchar unos gruñidos, los cuales provocaron que se detenga, se gire y mire con asombro. Como una multitud de monstros comenzaba a crear pirámides humanas las cuales rodeaban a todo el poliedro para que de esta forma evitar que cualquier otro individuo pueda entrar otra vez en ella.
Después que el tricolor viera semejante espectáculo, solo se dedica a suspirar por unos segundos para retomar su camino hasta salir de la tumba y al estar fuera de ella corre la sepultura de cemento para que quede en su lugar. Cundo el ojirojo termina con ello, se aleja de la tumba y empieza a andar hacia la salida del cementerio hasta salir de una vez por todas de este tétrico y espeluznante lugar.
Luego que el elfo saliera de esa horrible zona, este comienza a caminar hacia el templo sagrado hasta que logra llegar e ingresar a este santuario. Una vez que Yami ya se encontraba dentro de este sitio, el comienza a buscar con la mirada a aquel espíritu hasta que lo encuentra y comienza a andar hacia él.
- Antes que me digas cualquier cosa, déjame felicitarte por haber terminado con excito, la segunda parte de tu misión- dice Atem muy orgulloso del tricolor.
- Gracias por tus felicitaciones – menciona agradecido el ojirojo.
- Por nada
- Atem- cambia su expresión de alegría a una llena de seriedad- tengo algo que preguntante
- ¿Qué sería?- pregunta el egipcio con cierto interés.
- ¿Por qué cada vez que salía de alguna una de las pirámides a estas les sucedía algo malo? – cuestiona el elfo confundido.
- Pues veras lo que sucede es que aquellos poliedros fueron maldecidos con magia negra- responde el espíritu con pesar en su mirada.
- ¿Cómo sucedió aquello?-interroga Yami mas confundido que antes.
- Ese ser maligno fue quien maldijo a los monumentos que alguna vez fueron sagrados –contesta Atem sentándose en el mesón de las gemas-
- ¿Qué lo llevo a cometer tal acción? –pregunta el tricolor sin entender el actuar de enemigo.
- El no poder obtener las llaves sagradas –responde el egipcio a la vez que suspira con pesadez.
- ¿Por qué ese sujeto quería obtenerlas?-cuestiona el ojirojo sin comprender el motivo del porque alguien quería unas simples cosas.
- Porque las llaves que tú tienes en tus manos ahora, no son comunes y corrientes, sino que dentro de cada una ellas se guarda un poco poder sagrado de la diosas, si las llaves están separadas y manos del bien, no causaran ningún problema pero si las seis están juntas y caen en manos equivocadas son capaces de destruir nuestro mundo
- Ya veo-sorprendido.
- ¿Alguna otra pregunta?
- Si, ¿Por qué los sabios estaban congelados?-interroga el elfo con curiosidad.
- Porque hace exactamente siete años atrás, este ser de la maldad, se entero del poder escondido de las llaves, lo cual lo llevo hacia a las pirámides en donde lucho con cada uno de los sabios pero no les pudo ganar porque su poder no era tan fuerte como el de ellos, sin embargo este sujeto no se quedo de brazos cruzo sino que congelo a los sabios a la vez que maldecía a los poliedros y antes de dejarlos dijo: :” Si algún exterior llegase a salvar a alguno de los sabios, el monumento sufriría las consecuencias”
- Entonces lo que paso con las pirámides, fue por mi culpa- dice el tricolor bajando la mirada.
- No, Yami no es tu culpa, además de todas maneras tenias que liberarlos para poder obtener las llaves sagradas- menciona el espíritu a la vez que pone una de sus manos sobre uno de los hombros del otro.
- Entiendo pero ¿Hay alguna forma que se rompan las maldiciones?-pregunta el ojirojo con un toque de esperanza.
- Si, la cual es darle fin a ese sujeto
- De acuerdo y mi última duda es ¿Cómo es que sabes todo esto?-cuestiona el elfo mirando fijamente a Atem.
- Es porque yo soy el rey de este mundo – responde seriamente el egipcio a la vez que se cursa de brazos.
- -Asombrado- Pe…pero ¿Cómo es que eres un espíritu?
- Porque ese ser maligno me puso un embrujo en el cual separo mi alma de mi cuerpo por esa razón estoy de esta manera sino con gusto te hubiera ayudado en los combates tan duros que tuviste que pasar
- Comprendo y gracias por responder mis dudas- dice Yami haciendo una reverencia.
- Por nada, vamos es hora de ir al castillo oscuro
Ambos tricolores abandonan el templo sagrado para dirigirse a la zona en donde se encontraba aquel palacio de color negro. Al llegar a este Atem condujo al elfo hasta un sector en donde había dos piedras que tenían una forma de cono de helado y no solo sino que además una era roja y la otra era azul.
- Aquí debes hacer en suelo una fila con las llaves por el orden que las obtuviste –ordena Atem seriamente.
- ¿No será peligroso dejarlas aquí?-pregunta el ojirojo confundido ante la extraña orden del espíritu ya que si esas llaves eran tan poderosas, sería muy arriesgado dejarlas tan cerca de la base del enemigo.
- No, solo hazlo
- De acuerdo
El elfo no quiso seguir discutiendo del tema por lo que obedece inmediatamente el mandato del rey, así que Yami saca las llaves de su caja, las pone en el suelo en la secuencia correcta y se aleja de ellas unos cuantos centímetros. A la vez que aquellos elementos comienzan a brillar al mismo tiempo que forman un puente de colores que comienza donde se encuentra el tricolor y termina en la puerta del castillo oscuro.
Luego de que el ojirojo viera aquel puente, mira de rojo a Atem quien solo asiste con la cabeza por lo que el elfo comprende que no tiene que perder por lo tanto comienza a correr hacia la entrada de aquel palacio hasta que llega a ella. Yami abre la puerta a la vez que ingresa en el castillo con mucho cuidado de no caer en alguna trampa o el de ser atacado por algún monstro sorpresivamente hasta que se detiene dado que comienza a escuchar una risa malévola.
- Te eh estado esperando mi estimado héroe-dice el malvado al mismo tiempo que deja de reír como psicópata.
- Aquí estoy así que dime ¿Quién demonios eres?-pregunta el tricolor molesto.
- Mi nombre es Bakura y si quieres salvar a tu bello noviecito, deberás llegar al último piso de mi palacio-responde el enemigo en forma de orden.
- Lo hare, ya lo veras – menciona el ojirojo decidido.
Sin embargo el elfo no recibe respuesta alguna por lo que sigue con su camino hasta que…
CONTINUARA
Avance próximo capitulo
- Al fin llegas, ¿Listo para morir?
- El que morirá serás tu miserable
- Eso lo veremos…