-¡Hey Cass!- le llamo el menor de los hermanos –Ayúdame con esto-
El peli marrón se apresuró a tomar por el otro extremo la bolsa que cargaba el oji verde llevándolo hasta el centro de la sala
-Gracias viejo-
-No es nada, Sam- mintió el oji azul, sentía que se le desprenderían los brazos en cualquier momento.
Hacía apenas unos meses que se había unido al cuerpo de bomberos y aun resentían las heridas del accidente, además hacer ejercicio en el gym no era lo mismo que el entrenamiento al que el paresito de hermanos lo sometían para mantenerse en forma. A veces creía que era una especie de sanción y es que al principio a Dean no le hizo gracia que el “niñito rico”, como él le decía, se uniera a la banda. A parte las razones por las que se unió no eran las más puras, era cierto que quería ayudar a los demás, pero su principal razón era la de pasar más tiempo al lado de él rubio.
-Cass, necesito una mano aquí- le llamaron desde la puerta
-Ya voy- respondió
-Oye viejo ¿Cuándo le dirás cómo te sientes?- pregunto en tono burlón el peli largo haciendo que el otro se parara en seco
-No sé de qué hablas-
-Viejo no engañas a nadie-
-¿Porque crees que tengo sentimientos por tu hermano?- pregunto nervioso removiéndose en su lugar
-Eso, para empezar, además está el hecho de que cuando te llama por más estúpida que sea su petición estas totalmente dispuesto y no me hagas decir el cómo se te ilumina la mirada cuando él está cerca-
-Sam…-
-Deberías decírselo-
-¡CASS!- insistía la voz -¡ESTO SERA ASOMBROSO! ¡¿Y tú te lo piensas perder?!
-Pensare en eso…gracias- respondió antes de salir
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Ese día los Winchester habían organizado una fiesta y era la oportunidad perfecta para declararse ¿Qué podía salir mal? Bueno pensándolo bien, muchas cosas, pero tenía el apoyo de Sam además ¿No había sido Dean el que le visitara todos los días mientras estuvo en el hospital?
-La carne casi esta lista-
-¿Te ayudo con algo?-
-No Cass, está bien-Respondió el rubio -porque no vas con Sam-
-Está bien… oye Dean…yo quería decirte algo-
-¿Qué cosa?- pregunto con una sonrisa mientras le dirigía una mirada divertida al sonrojado chico
-Yo…humm, no sé cómo decirte esto…-
-Intenta- su sonrisa creció aún más
-Tú me… me gus—
-Dean llamada para ti- grito Sam desde dentro
-Ya vengo, sigue intentándolo lindo, no tardo-
Pero era demasiado vergonzoso, para el ex herido de ojos azules, permanecer allí. A partir de ese momento permaneció en la sala de estar bebiendo cerveza como si se tratase de agua así que cuando la fiesta termino y era hora de marcharse estaba tan ebrio que no podía ni mantenerse en piel por sí mismo, por lo que fue obligado a quedarse a dormir.
-Quiero ver como lo llevara mañana el niñito rico- se burlaba el mayor mientras se recostaba en el sofá
-Cass no puedes quedarte dormido en el piso- dijo el pelilargo
-Está bien, está bien, no voy a dormirme tenemos mucho que festejar ¿Cierto Dean?- decía mientras se arrastraba hacia el sillón donde reposaba el otro
-¡Claro!- respondió el rubio
-Lo que sea, preparare el baño- dijo saliendo de la habitación el peli largo aunque les pareció que murmuro algo como "par de idiotas"
El rubio se acomodó en el sillón y cerró los ojos
“Es tan lindo” pensó el peli marrón ¿lindo? No, a los hombres no se les dice lindos, él era más bien atractivo, realmente guapo ¡un adonis! Debía estar realmente enamorado si pensaba así de aquel chico, recorrió su anatomía con la vista deteniéndose unos segundos para contemplar los lugares más excitantes para él, hasta llegar en sus labios, aquellos carnosos labios de un rosado perfecto lucían tan confortables… tan antojables.
-¿Dean?- le llamo, pero no hubo respuesta
-¿Dean? ¿Estas despierto?- Sin embargo el rubio seguía sin dar señales, lo cual fue como una invitación para lo que el peli marrón quería hacer, se acercó lentamente y se posiciono sobre el otro, poco a poco fue reduciendo la distancia entre ellos hasta unir sus labios solo por un instante.
¡Lo hice! Se repetía mentalmente una y otra vez- bien, solo una vez más- aquellos labios eran realmente adictivos y así lo hizo, lo beso una vez más y otra y otra y otra más y uno más
-Oye tranquilo Cass, no me voy a acabar ni nada por el estilo-
-¿¡DEAN!?-
-Además no tengo ganas de escuchar los quejidos de Sam y apestas a alcohol-
-Creí que estabas dormido-
-Si bueno, que puedo decir, soy un gran actor-
-Lo siento, yo no…-
-Está bien, ya te enseñare a besar- Una mirada de interrogación se dirigió a el –Demonios, ven aquí-
El rubio lo tomo por la camisa y le beso, al principio tiernamente y después fue convirtiéndose en un fogoso beso
-Dean, te amo-
- Lo sé, no eres bueno engañando a nadie-
-¿lo sabias?-
-Seguro, solo quería que me lo dijeras-
-Eres horrible-
-Y aun así me amas- bromeo acariciándole el cabello y atrayéndolo para besarle de nuevo
-VAMOS CHICOS ¿! ENSERIO?! Al menos esperen a que estén solos-
-¿Sammy? No es…-
-Sí, sí, no soy idiota- reclamo interrumpiéndolo el menor- saben... olvídenlo, me voy a casa de Kevin pueden seguir con lo suyo-
-¿Sam?- pregunto Castiel
-Nos vemos- se despidió antes de salir
-¿Dean?-
-Tranquilo Cass, no aremos nada hasta que estés en tus cinco sentidos, te quiero todo para mí-
-Te quiero Dean-
-También te quiero Cass- dijo besándole en la frente y atrayéndole al sillón junto a él.