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No me dejes solo (KaiSoo) por Cintia61

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Notas del fanfic:

No se como salió, solo se me ocurrió y decidí escribirlo. Acepto sugerencias XD

Notas del capitulo:

A leer, si tiene alguna duda pregunten, les contestare

-No te vayas!- gritó KyungSoo.

Pude escuchar el grito desde mi apartamento, asomé por la puerta y vi al bajito tirado en el marco de su puerta, sollozando, mire hacia el pasillo y vi la cabellera castaña de Suho, entonces lo supe... ese maldito había abandonado a KyungSoo. Mi corazón se encogió.

Hace apenas dos meses que me había mudado a este edificio, ese mismo día lo conocí, yo me enamoré de mi vecino a primera vista, puede sonar cursi pero eso me sucedió a mí, el gran Kim Jong In.

--Flashback--

-Mamá, por décima vez ya te dije que estaré bien. Necesito independizarme- sostenía el teléfono con una mano mientras que con la otra buscaba las llaves en mi mochila.

Mis cosas habían llegado por la mañana así que solo me quedaba acomodar, más fácil decir que hacer.

Desde atrás escuché la puerta abrirse y me giré. Un chico bajito, de piel lechosa, ojos grandes y labios rosados salió del departamento de frente del mío. Me miró y me regaló una de las mejores sonrisas que había visto, una sonrisa en forma de corazón, le sonreí tontamente, sentí algo totalmente nuevo en mi estómago, algo que nunca podría describir.

-Mucho gusto, soy Do KyungSoo, por lo que veo eres el nuevo vecino ¿verdad?- extendió su mano y yo la apreté, era suave.

- El gusto es mío, mi nombre es Kim Jon In, pero puedes llamarme Kai.- solté su mano y volvi a sonreír- y efectivamente seré tu nuevo vecino.

-KyungSoo- un hombre de cabellos castaños y bajito salió del apartamento de mi vecino.- Oh, hola, mi nombre es Kim Joon Myun, pero prefiero que me digan Suho, soy el novio de KyungSoo.

¿Su novio? Él tenía novio. Suspire. Debí imaginarlo.

-Será mejor que entre, aún tengo que arreglar mis cosas- dije con una sonrisa fingida.

-Si necesitas algo, no dudes en hablarme- dijo KyungSoo con una sonrisa amable.

Los vi marcharse por el pasillo y con ellos mi esperanza de enamorar a KyungSoo...

--Fin del Flashback--

Sacudí la cabeza, no podía pensar en mí, teniendo a un KyungSoo destrozado. Salí completamente y me acerqué a él.

-KyungSoo- me arrodille junto a él y lo envolví en un abrazo.

Automáticamente se aferró a mi y sollozos desgarraron su pecho, quize llorar con él, me dolía verlo así. Suspiré para calmarme, KyungSoo me necesita justo ahora. Me levanté suavemente llevándolo conmigo, cerré la puerta y lo dirigí a su habitación. El apartamento no era tan grande así que no fue difícil saber cual era. Lo ayudé a subir a su cama y me senté junto a él. Sus sollozos habían parado, ahora estaba hipando.

-Necesitas descansar KyungSoo, cálmate por favor.

-Gracias Kai- me miro y una mueca que intentó ser sonrisa cruzo por su cara- gracias por estar conmigo.

Lo abrace de nuevo y otra vez se aferró a mí.

-No me dejes solo- susurro contra mi pecho.

-No iré a ningún lado KyungSoo, me quedaré contigo el tiempo que necesites- y era verdad, no me despegaria de él, hasta volver a ver su sonrisa en forma de corazón, su auténtica sonrisa...

Ya habían pasado tres meses desde que Suho rompió con KyungSoo. Aún estaba deprimido y después de esa noche no volvió a pronunciar su nombre.

Los primeros días fueron duros, KyungSoo lloraba la mayor parte del tiempo. Me costaba hacerlo comer y bañarse. A partir del segundo mes empezó a hacer todas sus actividades, pero seguía sin sonreír, él ya no era el mismo que conocí, su sonrisa amable había desaparecido siendo remplazada por un semblante serio.

Toqué la puerta de su apartamento KyungSoo, abrió enseguida y se echó a llorar en mis brazos. Entre con él colgando de mí.

-¿Que sucedió? No me espantes Soo- dije mientras nos sentábamos en el sofá y le acariciaba los cabellos rojos.

-Lo vi con él- murmuró y alzo la cabeza para mirarme- tengo miedo.

Todavía no lo olvidaba, después de tres meses él seguía amándolo, el corazón se me estrujo.

-¿Por qué tienes miedo?

-El chico con el que estaba es realmente guapo, cuando sonreía se le formaban unos hoyuelos, yo no soy tan guapo, pude notar porque me dejó- con una sonrisa triste.

-KyungSoo tú eres un chico hermoso, que Suho no quisiera verlo es su problema, cualquiera que te viera babearia por ti- dije con convicción. Me miró, se acercó lentamente hacia mí y posó sus labios sobre los míos. Un beso casto. Se alejó unos centímetros de mi y susurró

- Hazme sentir amado Kai, hazme tuyo ahora.

-¿Estás seguro Soo?- lo menos que quería era que se arrepintiera luego, no quería que terminara odiándome.

-Estoy seguro- afirmó, besándome de nuevo. Su lengua exploro mi boca y luego serpenteo junto a la mía. Sus manos viajaron a mi vientre, metió sus suaves manos en mi camisa. Rompimos el beso para quitarnos la camisa. Mi pene ya estaba duro y solo nos habíamos besado. KyungSoo se subió a horcajadas en mí, frotando aun erección con la mía, gemí. Esto era demasiado para mí, su níveo pecho quedó a mi merced, sus pezones rosados pedían mi atención y se la dí. Me llevé a la boca uno, succionando levemente, Soo gimió y sus manos se enredaron en mi cabello, apreté sus glúteos redondos y mordí su pezón, lo mismo hice con el otro, él gimió mas fuerte.

Nos besamos de nuevo, un beso cargado de pasión, mi lengua se encontraba con la de Soo una y otra vez. Se separó de mí, paseándose y posó su mano en mi miembro cubierto por mi pantalón, se relamió los labios y fue la vista más erótica que había visto en mi vida. Bajó el cierre y me sacó el pantalón junto con el bóxer, tomó mi palpitante erección en su mano y lamió la punta, un suspiro se escapo de mis labios, el pequeño parecía deleitar un dulce, pasó su rosada lengua por mi eje, y entonces engullir una porción de mi pene, cada vez engullia más. Mis gemidos inundaron la sala pero yo también quería darle placer a KyungSoo.

-Para o me vendre en tu boca- le advertí con la voz ronca.

Pero no paró, siguió chupando mi pene como si fuera un dulce. Grité su nombre cuando me vine en su boca. Soo trató de tragar todo, pero algo de mi semen manchó sus labios. Él se paró y me besó, posicionandose encima mío, probé mi esencia combinada con su saliva, me puse duro de nuevo cuando sentí su erección en mi pierna.

Busqué el botón de su pantalón y al hallarlo me deshice de esa molesta prenda. Apreté su miembro, KyungSoo gimió.

-Kai, ya no aguanto, fóllame- ordenó Soo entre jadeos. Cambie las posiciones y él quedó abajo de mí, hice que lamiera tres de mis dedos, cuando estuvieron mojados metí el primero en su entrada, se tenso. Le mordí el cuello para que olvidara la molestia. Cuando se relajó metí el segundo y los moví en forma de tijeras, Soo gimió fuerte y arqueo la espalda. Un tercer dedo se unió, estaba tratando de estirar lo máximo a Kyunsoo, mi pene no era pequeño. Primero lo follé con mis dedos.

-Kai, entra ahora por favor, quiero sentirte, quiero sentirme amado.

Posicione mi miembro en su entrada y poco a poco lo fui introduciendo, una mueca de dolor cruzó por su rostro. Me detuve y lo besé.

-Si te duele mucho podemos parar- no quería hacerle daño.

-No, me acostumbrare- dijo en mientras rasguñaba mi espalda. Terminé de meter mi miembro y me detuve para que se acostumbrara a mí. Era tan estrecho que requirió todo mi esfuerzo no moverme. Soo movió un poco la cadera, empecé a embestirlo.

-Ahhh~ Kai, ahí- había dado con su punto dulce.- Más fuerte, no me voy a romper- gritó KyungSoo.

Yo solo obedecí, empecé a embestirlo más fuerte, pude escuchar al sillón chirriar. Ahora éramos los dos quienes gemiamos.

-Más fuerte- repitió KyungSoo y yo volví a incrementar la velocidad de mis embestidas, tomé su miembro en mi mano y lo masturbé, quería que se viniera conmigo. Sentí sus uñas clavarse en mi espalda.

-KAI- gritó cuando se vino, manchando su estómago y mi mano, sentí su cuerpo temblar por el orgasmo. Un par de embestidas más y me vine en su interior, lo llené con mi semilla. Me salí de su interior, y me tumbe junto a él. Nos miramos y le sonreí, me levanté aún desnudo, lo cargué hacia su habitación, lo deposité en la cama y fui al baño por una toalla para limpiar al pequeño. Regresé, lo limpié y aventé la toalla. Note que sus ojos se aguaron.

-¿Tú no me dejarás?- preguntó mientras limpiaba sus lágrimas.

-Por supuesto que no, nunca.

Él sonrío y palmeo la cama, me subí, nos cubrimos con la manta, quedamos frente a frente y yo pasé una mano por su cintura, pegandolo más a mí.

Quería preguntarle tantas cosas pero no era el momento, por ahora dejaría descansar a KyungSoo.


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