I'm a candle in front of you por JayStomp_virus

Medios de transporte. Coches, motos, taxis, bicicletas y autobuses. Aborrezco perder el tiempo en la carretera pero si  tengo un problema, definitivamente, estaré sentado en la parte de atrás de un autobús.  Shinwoo dice que es curioso que tenga esa manía y sin embargo Jinyoung , mi mejor amigo desde que tengo uso de razón, dice que le parece normal.

A veces me sobrecojo pensando lo mucho que se parecen las cosas y como al mismo tiempo hay un abismo entre ellas. Yo también soy así. Sandeul, el chico pato que enamora a todos con sus tonterías y que también desquicia a los más mayores con su indecisión.

Suspiro y me rio al segundo siguiente al ver el vaho salir de mi boca en forma de “O”. Si fuera un poco más pequeño estaría haciendo que fumo uno de los bolígrafos que llevo en el estuche.

Me cuesta creer que  yo, Sandeul, tenga ya treinta años nada menos. ¡TREINTA! Guau. Cierro los ojos y flashes de toda mi vida acuden a mi mente precipitándose como estrellas fugaces. Quiero decir, como las estrellas cuando llueven, no sé si me explico. No sé qué parte de mi exactamente selecciona las imágenes, si mi cerebro o mi corazón o una combinación de ambos. Sonrío pasándome la lengua por los labios cuando los labios de Baro dibujan de mil formas una sonrisa, el escenario cambia, podría seleccionar cualquier estación o momento y sin embargo juraría que el fondo es vacío. Me muerdo el labio suavemente y aprieto los ojos cuando recuerdo el primer beso que nos dimos.

Baro y Sandeul, Sandeul y Baro. A veces olvido que somos dos personas distintas.

La primera vez que nos dimos un beso llovía, recuerdo que llegábamos tarde a clase y él me incitó a faltar, dijo “Jung Hwan deja de correr, es inútil. Podemos hacer cosas mejores” y entonces le hice caso y no fuimos.  Y entonces Sun Woo me besó, cuando estábamos jugando en el parque mientras pasábamos el tiempo, se acercó y me dio un beso.

Cuando vibra el móvil abro los ojos por un breve momento y vuelvo a acomodarme, sabía que me quedaba poca batería, da igual. Trago saliva y me froto los brazos y de nuevo me embriaga él, esa sensación de conexión que me persigue dormido o despierto. Ahora estamos los dos vestidos, bajo el grifo de la ducha y él me besa, recorre todo mi cuello con largos lametones y caricias por debajo de la ropa. Me susurra cosas bonitas y sonríe como a mí me gusta y yo le beso en los labios, muchas veces, porqué le quiero tanto…

Tengo que reconocerlo Sun Woo no es romántico, al menos no se ajusta al concepto que todos conocemos, pero a mí me gusta. Adoro como coloca la cara entre las manos y sonríe diciendo “Sarang hae~” o bromea para hacerme rabiar y luego darme un beso, en mis labios de pato. A veces también ha cocinado mal para luego invitarme a salir por ahí o fingido que estaba enfermo para que me quedara en casa a cuidarlo.

Una ráfaga de viento me despierta de mis ensoñaciones y observo como sube gente de la calle y otros bajan dejando sus asientos libres. Aprieto los labios apretando contra mi pecho ambas manos y respiro hondo. ¿Por qué? Pero nadie me contesta, ni mi subconsciente que me ha ignorado por completo o la gente que me rodea. A decir verdad es imposible que me contesten porque no lo he dicho en voz alta.

La lluvia comienza a caer de manera precipitada sobre el asfalto y los cristales del autobús y coloco las palmas de las manos dejando mi huella en las ventanas. El tráfico a estas alturas de la noche es un caos, es increíble lo mucho que ha aumentado la población en Seúl en los últimos diez años. Por suerte los auriculares me aíslan de la contaminación acústica que irradia la autopista.

Suena I’m a candle in front of you y comienzo a cantar los primeros versos sin apenas darme cuenta de lo que estoy haciendo y cuando llega el estribillo mi voz se quiebra y parte en mil pedazos, me sujeto la garganta nervioso y cierro con fuerza los ojos para impedir que las lágrimas salgan.

La primera vez que cante esta canción SunWoo me dijo que le gustaba, me prometió  que si pasaba la prueba para formar parte de la escuela de arte él me daría un premio…Y eso hizo. Por eso me gusta esta canción, mi voz no soy yo, es él. Porque le canto que le quiero, que es único, que nunca lo olvidaré…pase lo que pase.

El autobús se ha frenado y mi cuerpo paralizado se niega abandonar el asiento hasta que veo bajar al último chico y me levanto asustado sujetando con fuerza mis cosas. Bajo poco a poco las escaleras, un paso tras otro y finalmente el arcén oscuro y sucio. Observo como todo el mundo va acompañado y cojo aire y lo expulso con nerviosismo. Todavía no me puedo creer que haya pasado una semana desde que se ha…muerto.

Saco del interior de mi mochila un ramo de crisantemos blancos y camino lentamente desorientado, sin querer saber exactamente qué es lo que voy a hacer, por qué estoy aquí. Y finalmente me rindo, desolado, colocando las flores sobre su tumba y atando a mi memoria la última vez que me dijo que me quería, que hicimos el amor, que me enfadó para luego darme un beso en mis labios de patito.

Pero hoy es 5 de Febrero y eso sólo significa una cosa. Me limpio los mocos con la manga de la sudadera y sigo llorando sin poder contenerme abrazándome a mí mismo, llueve sobre mi ropa ya empapada y grito desolado, busco a mi alrededor su imagen. Giro la cara hacia la derecha y hacia la izquierda balbuceando cosas sin sentido fijando la vista en siluetas que no son él, que no me devolverán a mi baroro. Pataleo y golpeo el suelo como un niño pequeño.

Y de pronto el diluvio se detiene, me estremezco empapado y me arrodillo sobre el suelo pegando todo lo que puedo mi cara hasta que mis mejillas se manchan y mis lágrimas ruedan por mi rostro.

-¡F..feliz cumpleaños!¿Me escuchas SunWoo? ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!