- No creo que haya sido una buena idea – comentaba Ji Yeon con inseguridad
- ¿Por qué lo dices? De esta forma podré cobrarme todo lo que ella me hizo en el pasado – decía Hyomin con una sonrisa vengativa
- ¿Y cuándo se entere de que le mentiste?
- Llegará a ser la venganza más dulce que haya podido experimentar
- ¿Estás hablando enserio?
- Ji Yeon estamos hablando de Qri, Lee Qri, la que me ha hecho la vida imposible hasta ahora
- Está bien, sólo que estás jugando con fuego.
Mi nombre es Hyomin, soy una persona normal que busca cómo ganarse la vida día con día, mis padres fallecieron hace tiempo y el único legado que me dejaron fue la casa en la que actualmente vivo, mi amiga Ji Yeon vive junto conmigo, ella si tiene familia sólo que al venir a Seúl ha estudiar decidió quedarse aquí para hacerle su recorrido más fácil, a pesar de cualquier dificultad yo era muy feliz. Hasta el día que conocí al diablo en persona
[FLASHBACK]
- Si jefe no se preocupe, yo enseguida llevo los papeles.
Tan rápido como puedo comienzo a manejar rápidamente en mi bicicleta para llevar los papeles sanos y salvos. Mi día comienza siendo normal, la recepcionista fue muy amable, me apresuraba a llegar hacia mi próximo destino y decidí tomar un atajo para cortar camino, cuando doblo hacia una calle poco transitada un auto rojo descapotable estrella contra mi, mi bicicleta raspa la pintura y rompe uno de los focos haciendo que me lastimara un poco. Caigo al suelo del dolor, una rubia baja del auto.
- ¡¿Pero qué has hecho?! – gritaba con furia
- ¿Eh? Pero fue un accidente –intenté explicar
- ¿Sabes lo que cuesta tu chistesito?
- ¿Disculpa? Yo no lo hice a propósito, yo tan sólo pasaba por ahí y no me di cuenta que venías, pero si tanto problema es ¡pues yo lo pago!
- ¿ah si? Pues entonces págame 38,000
Mis ojos se abrieron enormemente al escuchar la cantidad
- ¿Wons?
Tán sólo se río con mi pregunta
- Dólares
-¡JA! ¿Qué? Estás loca, la culpa fue de las dos
- Dijiste que lo pagarías, ¿ya no estás tan segura verdad?, jaja me lo imaginaba, pobretonas como tú tienen demasiado orgullo, pero una vez que tocas el tema de dinero se vuelven unas lacras
- Oye, no me ofendas, que aquí las culpables de esto fuimos ambas
- Llamaré a mi abogado, ya que no quieres pagarme
- Hey – levantándome del piso – yo nunca dije que no te pagaría
- Entonces, dámelo
- Pero ahorita no tengo el efectivo para pagarte, te puedo pagar a fin de mes, por favor, tenme paciencia, sé que podré recuperar ese dinero
- ¿Cuál es tu nombre?
- ee-h… Hyomin
- Mira Hyomin, no sé en tu pueblucho cómo se solucionan las cosas, pero en el mío no son así, pero, está bien, cómo una prueba de que no escaparás me darás cierta cantidad a la semana dame tu número
- Eh, -saco mi tarjeta de presentación de mi bolsa y se la doy- aquí está
- Nos veremos más tarde, y más te vale no escapar, si es que no quieres ir a la cárcel
Veo como se sube al auto sin dejarme decir ni una sola palabra, voy a pagar un daño, por el cuál ambas tenemos la culpa ¡NO ES JUSTO!
He recibido una llamada de Qri, ¡a las seis de la mañana! Está tipa está loca.
Durante toda la semana y todos los días del mes, Qri estuvo al tanto del dinero que le debía y no sólo eso, por su culpa me corrieron del trabajo, ya que la muy ingrata me metió una demanda y no aceptaban a personas con problemas legales, no le fue suficiente hostigarme, también el juez fue muy malo y le dio el veredicto a favor de ella. No hay mujer más sangrona y malagradecida. La detesto, no puedo aguantar más
- ¿Ya tienes lo de esta semana? – me mira fijamente mientras toma un sorbo de su café y se cruza de piernas
- Ya, y está es la última semana que te debo, así que por favor no me vuelvas a molestar
-Por favor Hyomin, la que hace las molestias eres tú, tener que preocuparme, por pagarte esa cantidad de dinero
- ¿y por qué te tomaste esa molestia? Digo, me metiste una demanda, ¿no crees que exageraste con eso?
- No exageré, pero nunca puedes confiar en los pobres, siempre quieren hacerse honrados, pero son todo lo contrario
- Bueno ya, toma, esto corta nuestros lazos, así que deja de molestarme
De repente, saca un celular de sus bolsillos
- Toma
- ¿eh? Esto para que lo quiero si es tuyo
- Lo compré para llamarte, era una línea privada que usaba para ti, pero ya no es necesario, y no quiero el teléfono así que puedes quedártelo, puedes venderlo por si no quieres usarlo
- No lo necesito –me paro de la silla- ahora siendo todo lo que nos compete, me retiro
- Cuidate
Volteo a verla un poco desconcertada, esta tipa si que es rara, me voy del café y llego a la casa con un sentimiento de libertad
- ¡POR FIN SOY LIBRE! – brinco de felicidad por toda la casa
- ¿Ya por fin pagaste la deuda que tenías?- pregunta jiyeon
- Si, por fin ¡YA NO TENGO LA DEUDA CON ESA BRUJA MALDITA!
- Wow unnie, eso es fenomenal ¡dame esos cinco! – choco su mano alzada- debemos ir a algún lugar el fin de semana ¿no crees?
- Si, por fin me liberé de las garras de esa loca ¡VAMOS!
Me fui con Ji Yeon de fiesta al llegar el fin de semana, hablamos con unos amigos y fuimos a todos los antros que pudimos, de repente siento mi celular vibrar, salgo afuera para poder escuchar bien.
- Ji Yeon debo irme – agarro mis cosas
- ¿A dónde unnie?
- Tengo que ir a la estación de policía
- ¿Qué?
- Algo urgente pasó y me llamaron
- Te acompaño
- Está bien
Al ir a la estación de policía, me encuentro a espaldas de una rubia bastante conocida.
- No puede ser – digo sorprendida
- ¿Qué pasa? – preguntaba Ji yeon
- Es Qri