Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Felicidad por OC-McCcool

[Reviews - 60]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!

Lamento tardarme tanto, no es mi intencion T_T espero que con este capitulo nuevo puedan perdonarme, los entendere si no lo hacen :S

Todo el credito es para la autora Jodiexxx si quierne ver el fic en su idioma original, entre otros trabajos de esta asombrosa autora, los invito a ver sus cuentas en otras paginas :3

Sin más, los dejos con el capi y nos vemos en el siguiente.

Gracias por leer y por favor dejen sus reviews y comentarios :D

bye!

Capitulo 7: Disculpas Retrasadas

La gente es como las bandas elásticas. Estíralas para separarlas, y se hacen finas y pequeñas, presionando tus dedos fuertemente. Si las dejas allí lo suficiente, dejarán marcas rojas que se harán gradualmente visibles en tu piel. Si alcanzas la capacidad máxima de su elasticidad, y aún así insistes en estirarlas más, se romperán y golpearán tu piel, dejando un dolorcillo punzante en su lugar. Ahora son sólo pedazos elásticos de plástico, y no hay nada que puedas hacer para volver a unirlos y que vuelvan a ser como antes.

Miro a la negra, desagradable herida en mi brazo y las marcas de dedos rojas impresas en mis muñecas. El enojo se acumula en mi, y en serio, en serio quiero romper todo lo que llegue a mi vista. Levanto mi mano izquierda, a punto de abofetear el pisapapeles de cristal de mi escritorio al piso cuando unos golpes ruidosos en la puerta me tomaron por sorpresa. Frunzo el ceño, y espero a que quien sea que este tocando, entre. Juro que si se trata de Jayden, le patearé las pelotas tan fuerte que no se podrá levantar por semanas.

Me asusto cuando no escucho el picaporte de mi puerta girando. En vez de eso, una voz tentativa se escucha detrás de la puerta -¿Nico, estás allí? ¿Puedo entrar?-

Seth nunca toca mi puerta y espera por mi permiso para entrar. Aunque, ahora que las cosas son diferentes entre nosotros… Tomo el pisapapeles de cristal de mi escritorio y lo pongo en la repisa más alta, resistiendo las ganas de arrojarlo con fuerza al otro lado del cuarto.

-Si, entra- Lo llamé, jugueteando con las mangas de mi camiseta, enrollándolas para que alcancen la altura de mis muñecas y me lleguen a la base de las manos.

Se escucha un clic, y la puerta se abre para revelar a un nervioso Seth -¿No te estoy molestando, o sí? –

Desvío la mirada a mi escritorio –Nah, claro que no. ¿Qué sucede?-

Sus hombros tensos se relajan, y me sonríe levemente –Me preguntaba si podrías ayudarme con mi reporte de Inglés. Ni siquiera he llegado a la mitad de este libro y ya me aburre como el infierno-

Él sostiene una novela gruesa de portada negra, pero apenas si la miro. Estoy lejos de tener ganas de leer un libro en estos momentos.

-Lo siento Seth, en serio no estoy de humor ahora- Dije –Peor puedo ayudarte mañana, si quieres-

Mi mente no puede evitar volver a las cosas que Jayden dijo, y me esta molestando como no tienes idea. Obligo mis dedos a relajarse del puño que formaron.

-Está bien. Gracias de todas formas- Dice cuidadosamente, estudiando mi rostro. Algo parecido a la preocupación se asoma en su rostro y se acerca un poco -¿Qué sucede? Pareces que estas… enojado-

-Yo… No es nada- Suspiro –Hoy fue un mal día para mi-

-¿Te gustaría compartirlo? Tal vez te sentirás mejor si lo hablas con alguien-

Niego con la cabeza. No quiero compartir algo como esto con el, no aún. Ni siquiera somos cercanos –Gracias, pero no es nada. En serio-

Que gran mentira.

Seth no parece convencido, pero deja el tema de todos modos. Hace una mueca y señala mi camiseta.

-¿En serio hace tanto frio? Digo, entiendo que la temperatura baja mientras se acerca el invierno, pero aún no hace tanto frío. Nunca solías usar camisetas de mangas largas dentro de la casa en esta época del año-

Inmediatamente cruzo los brazos y exploto -¿Qué? ¿Ahora ya no puedo usar camisetas de mangas largas sin ser interrogado? Me gusta estar calientito-

Me hermano menor levanta las manos, sorprendido por mi reacción. El libro en sus manos hace ver las cosas mas raras –Relájate, Nico. No necesitas ponerte así. Sólo preguntaba-

Suspiro. Antes de darme la vuelta y sentarme en mi cama, si mano me toma de la muñeca abruptamente y me mira las muñecas.

-¿Qué es eso en tu muñeca?-

Miro el piso en pánico. Mi manga debió de haberse subido un poco cuando crucé los brazos. Mierda, mierda, mierda.

-¡Hey!-

Su agarre es gentil, pero firme. Me deja sin oportunidad de recobrar el control de mi mano. Él mira las marcas rojizas, sus rasgos torciéndose en incredulidad.

-¿Esto es lo que has estado escondiendo?- Demanda -¿Quién demonios te hizo esto?-

-¿Incluso si te lo dijera, que podrías hacer?- Pregunté irritado, tratando sin éxito de alejar mi mano.

-Me aseguraré de que quien lo hizo no lo vuelva a hacer jamás- Promete –Nadie lastima a alguien que me importa y se sale con la suya-

Al escuchar esto, algo dentro de mí cambia. Mi estomago se revuelve un poco y de repente nada parece estar bien.

-No diré nada, ¿Entendido?-

Él me suelta, y me mira a los ojos –Esta bien- Dice –Entonces iré a preguntarle a mamá y papá que opinan al respecto-

-¿Qué demonios? ¿Qué pasa contigo?- lo sostengo antes de que pueda salir del cuarto, deteniéndolo de dar un paso más -¡Pensé que eras tú quien decía que somos demasiado viejos como para quejarnos nuestros padres! ¡Pensé que eras tú quien me decía que no dijera ni una palabra cuando me dejabas marcas en todo el cuerpo!-

Instantáneamente me arrepentí de haberlo dicho cuando él se puso serio.

-Si, supongo que yo jugué una parte en esto, ¿Eh?-

La atmosfera se puso obscura y tensa. Abro la boca, pero nada sale. No sé que decir.

-Todos esos años de mi estúpida idiotez…- El inhala cortadamente –No se lo que he estado haciendo, Nico, lo juro. No se que carajos he estado pensando, para si quiera creer que estaba bien hacerte daño de esa manera. Estaba tan jodidamente equivocado, lo siento- Se queja, poniéndose de cuclillas hacia abajo y sosteniéndose la cabeza entre las manos –En serio lo lamento. Recientemente, he estado teniendo pesadillas acerca de ese entonces, cuando por poco te ahogo, Nico. Sólo por un puto juguete que ni siquiera me iba  a importar en unos años. Tremendo mocoso consentido que era, y ni siquiera lo tenia en mente. Lo juro, ni siquiera tuve en mente la idea de que pudiste haber muerto. Ni siquiera me paso por la cabeza. Sólo quería castigarte por tener algo que yo quería-

Me asusta, como esta confesándolo todo ahora, como si estuviera asustado e indefenso. Me agacho también, y observo la manera en la que se sostiene el pelo, como si quisiera arrancárselo en grandes pedazos.

-Me tortura cada noche- Continúa –Cada noche despierto de la misma pesadilla donde te estoy metiendo la cabeza al inodoro. No sé lo que estaba haciendo-

Me toma de los hombros y sus ojos se encuentran con los míos –No está bien, Nico- Dice –El bullying jamás estará bien. Ser lastimado jamás estará bien. Lo siento, en serio, en serio lo siento-

Antes de que me pueda dar cuenta, me está abrazando. Se arrojó hacia adelante, y ahora sus piernas y rodillas están sosteniéndolo en el piso. Un raro sentimiento surge de mi estomago, pero no encuentro un nombre para él –No tienes idea de lo aliviado que estoy porque papá entró al baño cuando lo hizo. Estoy tan agradecido de que aún estés aquí conmigo. Tú pudiste sacarme a Marissa de la mente por un rato. Y yo siempre pienso en ella, incluso cuando sé que no debería seguir haciéndolo-

Sus brazos me aprietan más fuerte. Uno de ellos está enredado en mi brazo izquierdo, y me empieza a doler otra vez. Rápidamente me lo quito de encima y me echo para atrás, aunque durante mi maniobra terminé cayéndome sobre mi trasero, que por suerte absorbió el impacto.

-Mierda- Dije, sobándome el brazo y preguntándome si hay alguna manera de quitarme el dolor. Ya tuve suficiente castigo físico. Y no creo querer que me toquen por un buen rato.

-Hey, lo siento, ¿Qué hice? Yo tampoco abrazo chicos usualmente, es sólo que…- Seth se pone nervioso, acercándose a mi, con las manos frente a él. Se ve asustado, como si tuviera miedo de haber hecho algo mal -¿Te dio asco o algo así?-

-No, no es eso. No es nada- Mentí.

El me analiza por un momento, yo bajo la mirada para no tener que verlo a los ojos.

-No me digas- Empieza, y me da un golpe con la mano abierta directo en el brazo que me estaba sobando.

Suelto un grito mientras me alejo de él -¡Ouch! Seth imbécil, ¿Para que carajos fue eso?-

-Tenía razón- Dice lentamente, mirando a mi brazo cubierto –Tus muñecas no son las únicas que están lastimadas ¿Verdad?-

-Aléjate Seth. No tenías porque golpearme así- Dije furiosamente.

-Lo siento, pero tenía que asegurarme de que mis sospechas eran ciertas. Has estado actuando algo raro con tu brazo últimamente. ¿Te duele mucho?- Él se acerca, viéndose genuinamente arrepentido.

No, claro que no necesitaba hacerlo. Me levanto del piso y me alejo, sosteniendo un dedo amenazador –Te lo estoy advirtiendo, no te acerques. Si no puedes mantener tus manos para ti mismo, te quiero fuera de mi cuarto-

-¿Qué tanto te duele?- Preguntó otra vez, mirándome con ojos preocupados.

Me pierdo en los abismos obscuros por unos momentos, temporalmente ignorando el dolor. Eventualmente regreso a la realidad –Mucho- Admito titubeante.

-No te tocaré otra vez- Él promete –Tienes mi palabra-

¿Y cuanto vale tu palabra? Pienso amargamente, bajando la tela de mi manga de nuevo para que me cubra las muñecas.

Él presiona -¿Quién hizo esto? ¿Es alguien que conozco?-

-Seth… No quiero hablar de esto, ¿Está bien?-

Estoy asustado de lo que Jayden hará si otros se enteran. Las cosas jamás habían estado tan mal antes, y no estoy muy emocionado de saber como se pondrás después.

-¿Acaso fue… Jayden?-

La pregunta susurrada me hace sobresaltar. Giro la cabeza hacia un lado, evitando mirarlo, aunque lo único en lo que puedo pensar es en el hecho de que esta allí, arrodillado en el piso de madera y dándome una mirada llena de preocupación genuina, tanto que quiero preguntarle que le pasa y echarlo de mi habitación.

-No-

-¿En serio? Porque no puedo pensar en otra persona que pueda estar haciendo estas mierdas-

-En serio, no fue él- Dije, molesto -¿Ya puedes irte por favor? Quiero estar solo-

-¡No! ¡Eres mi hermano y me importas! No me iré hasta saber que es lo que está pasando contigo- Dice, decidido.

-¿Oh, así que ahora eres mi hermano? Permíteme recordarte que apenas unos días estabas listo para cortarme el cuello por escuchar tu conversación con Marissa-

Seth titubea –Como dije, lo siento. Jamás debí haberte tratado así. Pero esto no cambia el hecho de que me importa lo que te pase-

Es bueno escucharlo decir eso. Es bueno que alguien además de Parker se preocupe abiertamente por mí. Es especialmente diferente y especial cuando lo escuchas de un hermano que hacía poco odiabas con toda tu alma.

Cierro los ojos y suspiro –Esta bien. Es Jayden-

Él se levanta inmediatamente, manos convirtiéndose en puños. Los ojos de Seth se fruncen y dice –Se va a enterar de mí-

Para mi ansiedad, el me pasa por delante y se dirige a la puerta de mi habitación. Me empiezo a preocupar, y tengo un mal presentimiento por su actitud repentina. ¿Qué planea? Lo tomo del brazo para detenerlo antes de que salga de mi cuarto -¿Qué es lo que vas a hacer? ¿Encontrar a Jayden para pelearte con él y esperar darle una paliza?- le pregunto furiosamente, mirando a su rostro sorprendido.

La mano de Seth se congela en el momento, justo cuando iba  a girar el picaporte.

-¿Por qué estás tan enojado?-Me pregunta confundido, el enojo aún mezclado en sus facciones. El brazo que estoy sosteniendo tiembla un poco, probablemente por enojo, y rápidamente lo suelto -¿Se lo merecería, no crees?-

-Está ebrio, Seth. No podrá contener sus fuerzas en estos momentos- Expliqué –Y no quiero que estés frente a eso. Él podría lastimarte seriamente, en ese estado en el que está-

-Como si no me hubiera lastimado antes- Seth se burla sombríamente, empujando una parte de su camiseta para que un poco de su hombro desnudo pueda verse. Él apunta a una fina pero larga cicatriz en su hombro que bien pudo haber sido una cortada -¿Ves esto?- Dice –La conseguí el año pasado, cuando estuve sólo en casa con él y una de las peleas se salió de control-

-¿Cómo pasó?- Pregunté. Mis ojos fijados en la cicatriz de caso dos pulgadas de largo, y simplemente no los puedo alejar. Me recuerda que nuestra situación es muy, muy real.

-La pelea nos llevó a una esquina de la sala- Susurra, inconscientemente –Los dos estábamos tan molestos que podríamos habernos matado en ese mismo instante, y podríamos haber culpado a nuestro estado mental en el momento. Entonces Jayden recogió algo del suelo, escogió mi hombro al azar, y entonces me apuntó y me cortó. Para mi suerte el objeto estaba afilado, creo que era un llavero en forma de estrella que alguien dejó tirado por allí-

Ouch.

-¿Por qué estaban peleando?-

Él lo piensa antes de contestar –Angelina-

Una de sus ex novias. No es nada que yo no haya esperado. Digo –Debió haber sido muy doloroso-

-Ni que lo digas- Dice pesadamente –Y el día anterior a ese, ella me había dicho que creía estar enamorada de mí. Perra mentirosa-

-Me refería a la herida-

Seth ríe nerviosamente –Si, eso también. Él salió con un labio cortado después de la pelea. Dejé de usas mangas cortas desde entonces-

La idea de ver a Seth con una profunda, sangrante herido en su hombro me hace querer  tocar el mío, para asegurarme de que no esté sangrando también.

-¿Ves? Incluso tú sabes que puedes salir lastimado de estas peleas tontas. Así detente, ¿Está bien? No trates de golpearlo por esto-

El enojo reaparece en su rostro, y me mira de la manera en la que a veces mira  a James o a Joel, no sé que es, pero me mantiene con los nervios en alto –Odio ver a la gente que me importa salir lastimada-

-Sí, pues, no es como si todas mis heridas se curaran mágicamente si te vuelves a pelear con él- Digo, enojado por su necio valor.

-No es sólo tu brazo ¿Verdad?-

Lo pienso por un segundo, y decido que no tiene sentido seguir ocultándoselo –Sí- Digo, mis dedos sosteniendo mi camiseta y levantándola para dejar expuesta el área de mi piel debajo de mi caja torácica. Ya no está de un tono entre azul o morado, así que no creo que esté tan mal.

La ligera expresión de asco que Seth hace me indica lo contrario, y rápidamente suelo la tela de mi camiseta y la dejo caer.

-Eso es todo: Mis mulecas, mi brazo y mi abdomen. Nada más-

-Espero que las lesiones sólo estén en la superficie; la de tu torso se ve bastante mal- Se muerde el labio inferior mientras mira mi brazo, pensando.

-No intentes hacerle algo a Jayden ¿Por favor?- Le pedí. Lo último que quiero es que otra persona salga lastimada por mí.

-No te preocupes, no lo haré. No hoy, al menos- Seth agrega, como una nota mental para si mismo.

-¡Seth!-

-Relájate- Dice, levantando la mano.

Justo cuando está a punto de tocarme el brazo, se percata de lo que está haciendo. Devuelve su mano y en lugar de eso, abre la puerta.

-Compré un tubo completo de helado de mango. Vamos a comer un poco- Él dice, con una sonrisa en el rostro.

-¿Abajo? ¿Pero y si…?-

Él me acaricia el pelo, diciendo –Si él piensa que te puede poner las manos encima conmigo junto a ti, esta muy equivocado-

-No me toques el pelo- Me quejo, alejando su mano.

Él gira los ojos, y dice -¿Bueno? ¿Vienes?-

Lo miro por un momento antes de sentir mis labios en una ligera sonrisa –Bien-

------

Al parecer, Jayden ya no está en el primer piso; probablemente ya está en su habitación. Me alegro de poder estar libre de él por un rato, y deposito mi atención en Seth, quien está quitándole la tapa al contenedor anaranjado de helado.

-¿Puedes ir por las tazas y las cucharas?- Dice, quitando un poco del hielo que se formó en la cubierta de plástico.

-Seguro-

Nos traigo una cuchara y una taza de cerámica a cada uno, y él sirve una cantidad enorme de helado en su taza. Después de cada generosa porción, él acomoda cuidadosamente el helado para tener espacio para otra porción.

-A este paso, te lo vas a acabar en dos días-Dije, arqueando una ceja.

Él sólo mueve una mano y empuja el contenedor en mi dirección -¿Qué el helado no es para comerse? Toma todo el que quieras- Agrega, atascándose de helado la boca.

Decidiendo dejar la modestia de lado, lleno mi taza hasta el borde. Juntos, nos vamos a la sala para echarnos perezosamente en el sofá. Seth se apoya sobre el descansa brazos de la izquierda, apenas si mira el televisor mientras se devora el helado. Mamá y papá aún no están en casa, lo que me hace preguntarme a que hora vendrán. Si nos encuentran aquí en la sala comiendo un tubo completo de helado, probablemente nos matarán.

La serie de drama en este canal me da ganas de dormir. Ya he visto esto antes, creo. Es acerca de un tipo que esta secretamente enamorado con esta chica que ha conocido por un par de años, pero para su mala suerte, ella esta loca por su mejor amigo. A su mejor amigo le gusta, pero no tanto como a ella le gusta él, y cuando salen por unas semanas, él termina dejándola. A ella se le parte el corazón, y se va a llorar sola al parque. Allí es donde el protagonista la encuentra, sollozando, y trata de animarla. Eventualmente, él logra arreglar su corazón después de cinco meses de mucho esfuerzo y trabajo duro.

Ella le agradece por ayudarla a recuperarse. Y justo cuando el cree que ella le va a decir que esta enamorada de él, ella le dice que ahora tiene la fuerza y el valor para lograr que su mejor amigo la ame también. Recuerdo el final vívidamente: ella persigue al mejor amigo con muchos ánimos y logra conquistarlo, mientras que el protagonista se queda en las sombras y le sonríe, felicitándola por haber encontrado la felicidad. Cuando ella se marcha con su mejor amigo, una lágrima cae por su mejilla.

Fue un show muy popular, cuando fue transmitido por primera vez. Escuché a muchas chicas en la escuela riendo y llorando por esta serie. Aunque no tengo idea del por qué, para mi nada de esto tiene sentido. Bueno, a menos que la moral detrás de este show sea decirle a la gente que tratar de estar con alguien que está enamorado de otra persona es inútil.

-Que tipo tan estúpido- Seth dice de repente, mirando a su taza medio vacía –No entiendo porque él hace tanto por verla feliz de nuevo. ¿Qué no puede olvidarla? Ella sólo volverá a romperle el corazón-

-Él no lo sabe- Yo agregué –Él sólo sabe que la quiere volver a ver sonriendo-

-Por supuesto que no lo sabe. Aunque si lo supiera, me pregunto su aún creería que su sonrisa es la cosa mas hermosa del mundo-

-No sabía que él creía que su sonrisa era lo más hermoso del mundo-  Digo, sorprendido por esto. Y ya he visto el show tres veces, también. No es que me haya gustado o algo así, es sólo que a el canal le encanta llenar su programación de repeticiones.

Él se sobresalta, la cuchara de metal en su mano cae y se impacta contra el piso recién pulido. Seth abre un poco los ojos y se estira sobre el descansa brazos para recogerla. Él murmura algo acerca de limpiar el helado derramado, se levanta para ir a buscar una toalla. Yo lo miro en el rabillo del ojo, tratando de descifrar de donde vino el cambio en su actitud. Seth regresa rápidamente, limpiando el desastre que hizo en el suelo.

Mientras tanto, el protagonista de la serie, Don, está llevando a la chica, Jamie, al cine para ver una película de horror, diciendo que la atmosfera del cine la hará olvidar todo, al menos por el momento.

-Odié el final ¿Sabes?- él dice, mientras se encuentra en cuclillas limpiando el suelo ya reluciente –Ese tipo era todo un tonto-

Yo me acerco al descansa brazos, enfocando mi mirada entre cerrada en él -¿Qué sucede? Estás actuando raro-

-Sólo estaba pensando… que si yo fuera ese tipo, sería igual de tonto- Levanta la cabeza para mirarme, sus ojos algo nublados –Yo haría lo mismo, Incluso si al final ella fuera feliz con alguien más-

Marissa no sabe lo afortunada que fue. Esto es lo único que me llega a la mente  cuando miro a Seth, quien parece estar a punto de llorar. Estoy impactado; ¿Qué puedo hacer? Preocupado, me estiro y le doy unas palmaditas en la cabeza.

-No es justo ¿Sabes?. No sé como lo logra, pero sólo lo hace. Siempre se lleva las cosas y personas que más me importan. Y cuando se aburre o se harta de ellas, simplemente las rechaza o las tira a la basura como si nunca le hubieran importado. No sé cual es su problema- él susurra, la ligeramente humeda tela en su mano hace un sonido agudo al entrar en contacto con el piso.

Me levanto y me pongo en cuclillas junto a él, poniendo mis manos sobre las suyas para detenerlo de seguir limpiando.

-Ya es suficiente- Digo gentilmente –El suelo ya está limpio-

Su mano es sorprendentemente tibia, a pesar de lo fría que esta la sala. Mis dedos congelados reciben el calor que se extiende, diciéndome que debería dejarlos allí un poco más de tiempo. Pero cuando sus manos se detienen, me veo obligado a quitar las mías.

-Tengo miedo. Temo que un día decidirá quitarme a todos mis amigos también. Temo que algún día me quitará a todos-

-No lo hará-  Dije tranquilamente, mirándolo quitar las manos de la tela verde para sostenerse la cabeza.

Seth no responde

-----

Le doy un codazo a Parker, quien está viendo sombríamente a Thomas a través de la cafetería –Estás siendo muy obvio ¿Sabias?-

-Déjame en paz- El gruñe –Algunos tenemos el corazón roto por aquí-

Thomas está hablando con una chica sentada junto a él en su mesa, y se ve muy feliz, especialmente cuando se ríe de algo que ella dijo. Recargo mis antebrazos en la mesa y miro a Parker desde un lado. Aún se ve algo deprimido, aunque hoy sólo está usando una camiseta normal.

-El no te ha superado aún como tú crees, ¿Sabes?-

Él me mira sospechosamente -¿Cómo lo sabes?-

Consideré decirle lo que el mismo Thomas me había dicho, pero eventualmente decidí no hacerlo, ya que esa confesión venía con algo más.

-Cuando faltaste ayer, le dije al señor Jenkins que estabas enfermo. Entonces él empezó a mirarme feo toda la mañana, y la señorita Rogers nos puso en detención porque pensó que estábamos haciendo trampa cuando le devolví la mirada en un examen –

-¿Y tu punto es…?- Dice confundido.

Yo le hago una mueca –Mi punto es que él no dejó de mirarme feo cuando le dije al señor Jenkins que estabas enfermo. Pienso que a él no le gustó que yo estuviera enterado de lo que te pasaba y todo eso, por eso es que se empezó a comportar como un imbécil. Juro que no podía concentrarme gracias a su maldita mirada-

-Tal vez no le caes bien- Parker sugiere –No te ofendas Nic, pero creo que nunca le agradaste, ni si quiera cuando salíamos-

Me detengo de decir que la razón por la que nunca le agradé en ese entonces también era Parker; probablemente por la manera en la que siempre me ponía antes que a            Thomas en su lista de prioridades. Al pensar esto, me pongo a reflexionar.

–Sabes, tan sólo quisiera ser su mayor prioridad-

Él estaba celoso. Estoy completamente seguro ahora que me puedo poner a pensarlo detenidamente. Pero ¿Qué no es normal poner a tu mejor amigo antes que a tu novio? No podría saberlo; yo nunca he tenido un novio. A Amber nunca pareció importarle.

-Pero él no empezó a mirarme hasta que le respondí al señor Jenkins que estabas enfermo-  Insisto, tomando un trago de mi soda con mi pajilla –Hablo en serio, Park. Él aún no te supera-

-¿Cuál es el punto de no superarme cuando fue él quien rompió conmigo?- Él balbucea, viéndose tan desalentado como siempre –No es como si pudiera hacer el primer movimiento cuando él me dijo que ya no me quería-

Temblé un poco -¿Eso fue lo que dijo?-

Parker asiente con la cabeza una vez, jugando con su espagueti. De repente, me doy cuenta que no me importa si Thomas tiene, o no, otra oportunidad con Parker, incluso si eso pudiera alegrar potencialmente a mi amigo y traer al viejo Parker de vuelta. Sólo estoy aliviado de saber que está mejor ahora.

Carraspeo y digo en un tono ligero –Así que, ¿Cómo estuvo todo con Matt ayer?-

-----

Detención pasó sin ninguna ocurrencia; solo habíamos dos personas, así que Thomas y yo nos sentamos en mesas separadas e hicimos nuestros trabajos. La señorita Rogers sólo se sentó en el escritorio del maestro y resolvió uno de sus montones de papeles, mirándonos de vez en cuando. También nos dejó ir bastantemente tarde.  Estoy agradecido de que no nos dio sus famosos sermones en cuanto salimos del aula de detención.

De hecho, al final de la detención, parece haber vuelto a su humor alegre e incluso se despidió de nosotros cuando salió del aula. Thomas ni siquiera me mira cuando sale del salón, no me ha mirado desde el incidente. Encogiéndome de hombros, abro la puerta y lo sigo a la salida.

No voy a hablarle; a menos que sea completamente necesario.

-------

Seth ya está sentado en el sillón cuando llego a casa.

Él levanta la mirada y me saluda con un corto –Hola- Antes de volver a la pantalla del televisor. Juzgando la mirada aburrida en su rostro, no parece que le esté gustando el programa que está viendo.

Guardo mi llave de la puerta en mi chaqueta y subo las escaleras, planeando ducharme primero. Ya son las seis treinta, y creo que estoy hambriento por la cena.

------

-¡Nico, hora de cenar!-

El asombroso olor a pizza pasa por mi nariz cuando salgo del baño, y tiro mi toalla en una silla de la mesa del comedor. Probablemente me regañen por eso después, ¿Pero a quien le importa? ¡Hay pizza para cenar!

Cuando llego a la sala, estoy prácticamente flotando por el lugar, siguiendo el delicioso olor que guía mi nariz. Mamá, papá y Seth están sentados alrededor de la mesa para café frente al sillón azul, ya están devorando sus rebanadas. Mamá sonríe cuando me ve, y me llama para que me siente con ellos.

-Perdón por pedir pizza- Mamá dice, sonando algo cansada –Pero acabo de llegar hace poco  y estoy demasiado cansada como para cocinar-

-Oh no, está bien- Dije alegre, sentándome en el suelo cubierto de alfombra junto a Seth y sacando una rebanada de la caja –La pizza está bien-

Esta es una de las comidas que nos gustan a mí y a Seth; comida chatarra.

-Llegaste a tiempo. La pizza llegó hace poco, así que aún está bastantemente caliente- Seth me dice, soplando su rebanada.

Yo le sonrío ligeramente. Papá parece algo sorprendido por lo bien que nos estamos llevando, la última vez que nos vio juntos, no estábamos en muy buenos términos. Mamá y él empiezan una conversación, algo acerca del medio ambiente y bolsas plásticas.

-¿Dónde está Jayden?- Susurro lo suficientemente bajo como para que sólo Seth me escuche.

-No estoy seguro. No está en casa, así que probablemente está en casa de algún amigo-

Me parece perfecto. No necesito que este en casa para aterrorizarme. Seth tararea suavemente para si mismo, su rodilla desnuda toca la mía cuando cambia de posición. Este ligero contacto físico me hace dar cuanta que algo no está bien, pero no estoy seguro de lo que es. Las palpitaciones de mi corazón se aceleran un poco, pero alejo el sentimiento de mi mente cuando él enciende la televisión con el control remoto.

-Hey- Me dice suspirando, cuando casi se nos acaba la pizza y sólo estamos descansando en la sala –Dime si Jayden te causa más problemas ¿Está bien?-

Mamá está recogiendo la caja, preparándose para salir de la sala.

-No se queden despiertos hasta tarde, chicos- Papá nos recuerda, mientras ya está subiendo las escaleras.

Decimos –Si, papá- al mismo tiempo, y entonces nos miramos mutuamente. Seth me mira como si esperara una respuesta.

-¿Por qué?- Pregunté.

-Para poder saberlo – Se encoge de hombros.

No me está convenciendo. Cuando mira que aún lo estoy viendo escépticamente, suspira y levanta las manos a manera de derrota.

-Está bien, está bien. Sólo quería darle una pequeña advertencia-

-Seth…-

-¡Nico Ethan Walker! ¿Por qué está tu toalla mojada en una de las sillas?- Mamá grita y yo me sobresalto.

-¡Perdón! ¡La quitaré ahora!- Respondo, levantándome del piso.

Ella me mira desaprobatoriamente mientras me dirijo al comedor para quitar la toalla se la silla. Después de unos segundos de regañarme por poner las cosas donde deberían ir , se va a la cocina. Soltando un suspiro aliviado, regreso a la sala.

Seth aún está donde lo dejé cambiando los canales de la televisión. Me siento junto a él, y seriamente digo –Seth, lo digo en serio. No te metas en problemas con Jayden por mi, ¿Está bien?-

Él me mira por un momento, , y parece que el tiempo pasa lentamente. Mientras que el programa de cocina en el televisor sirve como ruido de fondo.

-Bien- Él suspira – Pero evita estar a solas con el, ¿Bien? No me gusta la idea de que salgas lastimado-

-Sí, por supuesto- Concuerdo con él. Eso es algo que ya me había prometido a mi mismo.

La puerta principal se abre al compás de la voz molesta de Jayden.

-Seguro, nena- Dice, una mano sostiene su teléfono cerca de su oído y la otra cierra la puerta detrás de él –La cena estuvo estupenda. Gracias por invitarme. Tus padres son muy buenos-

Seth y yo intercambiamos miradas, pero no decimos nada.

-Sí. Te veo mañana en la escuela. Está bien, adiós-

Yo me siento en el sillón, preguntándome como puede sonar tan amigable y bueno. Aunque no durará mucho; él siempre es así con las novias que le roba a Seth. De esto estoy bastante seguro. Por las primeras dos semanas que salen, él las tratará como alguna clase de tesoro precioso que jamás había tenido antes. Las dos semanas llevan a la inevitable separación, él deja de ser poco a poco ese novio hermoso que ellas conocen y quieren. Cuando al fin las deja, su tono y actitud hacia ellas será tan sucia que uno se sorprende al saber que alguna vez las trató con cariño.

Al principio, no sabía que era lo que él quería probar; ¿Por qué pasar por todos esos problemas para robarle las novias a Seth, cuando puede conseguirse sus propias novias fácilmente? Cuando tenía catorce y él acababa de dejar a Jessica, entendí de qué se trataba. Él estaba, obviamente, haciéndolo sólo para molestar a Seth. Lo que aún no sé es la razón por qué.

A veces se me ocurren una o dos ideas.

Jayden guarda su teléfono negro en su bolsillo. Sus ojos se enfocan en nosotros, sentados juntos en la sala. Su mirada se concentra en las muñequeras verdes, que tomé prestadas de Seth, en mis muñecas, antes de mirar hacia otro lado. Yo frunzo el ceño ante la expresión calmada de su rostro mientras sube las escaleras. Pensé que al menos reaccionaría al saber que pudo haber dejado marcas en mis muñecas. Así que se puede decir que estoy decepcionado.

Me acerco a Seth y lo toco ligeramente con el cojín en mis manos –Vamos, no te pongas triste-

-No lo estoy-

La manera que mira el televisor me dice lo contrario. Giro los ojos –Sí, claro, ya me convenciste-

Él me mira algo molesto, pero yo sólo le doy una mirada divertida y me levanto del sillón. Le extiendo una mano, diciéndole –Pruébalo, ven a mi cuarto y juguemos cartas-

Estoy pensando que tal vez no debí haber hecho eso. El instante en el que toma mi mano y sus dedos frotan la parte baja de mi palma, esa sensación rara vuelve en forma entera, llegándome a la cabeza y haciendo que mi corazón de vueltas. Resisto la tentación de quitar mi mano de la suya, y esperar hasta que él esté de pie para soltarlo.

-Bien- Él dice –Pero vamos a jugar Póker-

-Seguro- Le hago una señal con la mano para decirle que vaya primero –Después de ti, hermano menor-

Mientras subo las escaleras, con Seth frente a mi, no puedo evitar mirarme las manos.

¿Qué fue eso?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).