Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Expresividad? ¡De acuerdo! por Suu-chii

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola Prechiuuus~ ¿Cómo va todo?

He vuelto con un one-shot Yehyun que espero que les guste mumucho~

Se lo dedico a todas aquellas Yehyun Shippers que lo lean <3

¿Alguna vez habéis conocido a alguna persona que sea tan seria, tan seria, que parezca que no ha sonreído ni una vez en su vida? Yo si. Kim JongWoon es la persona más inexpresiva que pueda existir. Él tiene el pelo negro y ojos intimidantes, es algo bajito y tiene la cabeza grande, al contrario de sus pequeñitas manos. ¿Un ser perfecto? Casi. Su problema es su inexpresividad, no demuestra ningún sentimiento, parece no saber reír, ni estar sorprendido, ni tener miedo. Es como si nada ni nadie le afectase.

¿Mi misión? Conseguir que alguna expresión surque su rostro.

Soy Cho Kyuhyun y relataré el modo en el cual conocí a Kim JongWoon, y las medidas que utilicé para verlo sonreír.

 

 

La primera vez que le vi, fue esa mañana de Septiembre en la cual comenzó el curso. Cuando llegué al aula él ya estaba allí dentro, observé con curiosidad su rostro sereno y miré a mis amigos para saber si tenían alguna información sobre él. El encogimiento de hombros que realizaron me bastaron para volver a mirar al chico, intentando, así, descubrir algo más sobre él.

 

Habían pasado varios días ya desde que mi vista se posó por primera vez sobre él, sobre ese chico sobre el cual nadie sabía absolutamente nada, excepto su nombre: Kim JongWoon. Y no lo sabíamos precisamente porque él lo hubiera dicho, sino gracias a los profesores cuando pasaban lista. Él no hablaba con nadie y nadie hacia el esfuerzo de acercarse a conocerle. Algo que me impresionaba de él, a parte de su expresión neutra, era su voz, grave y ronca... Sin ningún tipo de sentimiento.

Creo que me saltaré la historia hasta que hablé por primera vez con él, pues podría pasarme horas y horas intentando describirle. Recuerdo perfectamente ese día, como si fuera ayer, como si fuera algo que no pudiera olvidar en años o incluso en vidas. Cuando eso ocurrió había pasado un mes exacto desde que mis ojos se habían posado por primera vez en su persona. Cualquiera de vosotros puede pensar que la primera vez que hablamos fue de algo muy importante por la forma en lo que lo he dicho, pero nada de eso. La primera palabra que me dijo fue “Si.” No más historia para cualquiera, pero una impresionante para mi. Estábamos en la biblioteca y él leía algo relacionado con la historia de la segunda guerra mundial y yo necesitaba sentarme en algún lado, la silla en frente suya me parecía la mejor opción. “¿Puedo sentarme aquí?” le pregunté. Oh si, ese fue el comienzo de nuestra relación. Su voz me dejó prendado. Ya le había escuchado hablar, por supuesto, pero solo dentro de clase, cuando el profesor le preguntaba algo o decía “Presente”, sin embargo esa era la primera vez que se dirigía a mi, la primera vez que se dirigía a un estudiante.

No se si me conocéis lo suficiente, pero si lo hacéis sabréis que cuando me encapricho con algo, lo consigo. ¿Os imagináis por donde van los tiros?

Exacto, empecé a acosarle.

No mucho para que no me tuviera miedo y se alejara de mi, pero si lo suficiente para que me prestara atención. Me sentaba a su lado en las clases y siempre le saludaba, a la salida le acompañaba un tramo hasta que él cambiaba de dirección en un cruce para ir a su casa. La primera semana el tan solo me miraba reacio, cuando le saludaba se me quedaba mirando y luego asentía como saludo, a la salida no decía nada, pero se veía molesto. Pronto, dejó de resistirse a mi. Por las mañanas me devolvía el saludo, aún sin expresión, de camino a casa me escuchaba mientras le contaba lo primero que se me venía a la cabeza y de vez en cuando intervenía en mi propio monólogo. Conseguí que durante los recreos viniera conmigo y mis amigos, aunque él nunca participaba en nuestras conversaciones.

 

Kim JongWoon era un chico muy inteligente, tenía las mejores notas de todo el curso y, siempre que nos tenían que poner algún ejemplo sobre algo que habían hecho bien, nos ponían sus trabajos o exámenes. Sólo había una cosa que se le resistía, algo que se le daba mal, pero, por supuesto, nadie sabía eso. Sólo yo, al cabo de un tiempo, lo descubrí. Porque sus facciones no siempre eran iguales, por mucho que lo pudieran parecer. Su ceño ligeramente fruncido y esos pequeños mordiscos en el labio inferior casi imperceptibles me demostraron cual era su punto débil. Inglés se le daba fatal. Conseguía aprobarlo por los pelos, dado que él lo estudiaba y practicaba cada día con motivos de mejorarse.

 

¿Y la vez que le vi sonreír? Fue delicioso, me quedé embobado viéndole, no podía apartar la vista de él, sin poder evitar pensar que era lo más bonito que había visto en mi vida. Yo había bromeado sobre el profesor de Inglés, metiéndome con él, durante el camino a casa. Me percaté como sus labios se curvaban hacia arriba en una tímida sonrisa y como una suave melodía escapaba de sus rosados labios. En seguida se detuvo y regresó a su semblante serio de nuevo, pero yo sabía que no podría quitarme esa escena de nuevo de mi cabeza.

-Tengo que irme.- dijo aquella vez, cortante. Me quedé viendo confundido como se alejaba rápidamente de mi, casi corriendo. Lo miré por un rato más, hasta que su silueta desapareció de mi vista, entonces cogí el camino hacia mi casa, intentando comprender lo que había pasado. Al día siguiente el no apareció en el instituto, cosa que me dejó extrañado, pero no le di importancia, quizás se había resfriado, pensé.

Dos días después regresó, nada me indicaba que estaba mal con él, por lo que me acerqué y le pregunté. Él no me contestó. Me percaté que estábamos en clase y había gente alrededor y asumí que no quería hablar por ese motivo, por lo que no me pareció extraño que no me contestara, él no hablaba cuando había alguien más, sólo cuando estábamos solos o cuando le preguntaban en clase los profesores. Me senté a su lado como acostumbraba, dedicándole una sonrisa que él no me correspondió, como ya sabía que pasaría.

Él día siguió con total normalidad, yo le hablaba en cambios de hora, y, aunque él se mantenía en silencio, yo sabía que me escuchaba. El recreo lo pasó conmigo y mis amigos, como siempre, sin hablar, escuchándonos. Fue el final del día lo que cambió. Él recogió rápidamente sus cosas, cuando normalmente lo hacía lento, dándome tiempo a mi para salir juntos. Me murmuró un “Tengo que irme” en voz baja y salió del aula, recogí rápido y le seguí a una distancia prudente. Vi como se metía a un coche lujoso de color negro y este en seguida arrancaba para salir disparado. Recuerdo haber ladeado la cabeza, totalmente confundido, sin tener ni idea de lo que pasaba.

 

A partir de entonces esto sucedió cada día, alguien iba a buscarle a la salida, lo cuál significaba que ya no podía hablar con él. Esto no duró mucho, puesto que yo pronto me harté y le intercepté en una de sus huidas. Le arrastré hasta el baño y lo rodeé dejándolo contra la pared.

-¿Porqué huyes de mi?- pregunté, con mi voz rozando el enfado.

-No huyo de ti, tengo que irme.

-No soy idiota, JongWoon. Te hago reír y te vas como si te hubiera pegado la peste, al día siguiente no regresas y a partir de entonces dejas de ir conmigo de regreso a casa. ¿Es sospechoso o no?

-Lo de que me vengan a buscar no es mi culpa, no se porque te quejas... Déjame irme, me están esperando.- levanté la mano para ponerla al lado de su cabeza, enfadado por sus negativas e intentos de huida, pero él se asustó y pensó que iba a golpearle, por lo que levantó la mano para protegerse y la puso delante de su cara. Bajé mi mano despacio, incrédulo. Me fijé en su mano, pasé mi vista por ella, despacio, intentando recordar si eso estaba ahí antes de este día. Él bajó su mano, dándose cuenta de que yo no le golpearía, pero yo se lo impedí tomándolo de la mano para observarlo mejor.

-¿Va en serio?- intentó retirar la mano, pero le apreté más fuerte. Un sencillo pero precioso anillo de compromiso brillaba en su dedo anular. Dio un manotazo y yo me aparté, dejándole espacio para salir, él me miró por última vez a los ojos, intentando descifrar si estaba bien, antes de salir de los baños. Retrocedí un paso, incluso sabiendo que estaba solo. Algo me angustiaba, sentía como mi corazón se apretujaba y latía con violencia. No entendía que pasaba en ese instante conmigo, sólo sabía que dolía.

 

Al día siguiente no me senté a su lado, ni los días restantes a ese. La gente se había dado cuenta de que algo pasaba entre nosotros, y todos hablaban de ese anillo que adornaba la mano de JongWoon. Mis amigos me preguntaban, pero yo no sabía que contestar. Habían dejado de venir a buscarle, pero yo ya no hacía el intento de acercarme a él para volver a caminar junto a él hasta ese momento en el que nuestros caminos se separaban.

Yo me estaba dando cuenta de algo, me había enamorado. No sabía como, ni cuando, en que momento había empezado a quererle tan profundamente, lo único que sabía es que le quería tanto que me dolía, porque ahora ya no podía regresar a él. No habíamos discutido exactamente, pero algo había terminado aquél día, y ambos lo sabíamos.

 

Os preguntaréis si volví hablar con él, la respuesta es sí, sino no estaría contando esta historia. En realidad no era mi intención volver a hablarle, fue una encerrona de parte de mis amigos, como más tarde me admitieron. Nos encerraron a ambos en el sótano del instituto, esperando que habláramos y se resolvieran las cosas entre nosotros. Cuando le miré y él me respondió la mirada le sonreí, por si había suerte. Él no me respondió la sonrisa, pero siguió mirándome. Bufé y miré hacia otro lado.

-¿Cuándo es?- le pregunté sin necesidad de aclararle lo que preguntaba, él sabía que me refería a la boda.

-Supongo que cuando termine los estudios, mi padre ya está haciendo los últimos arreglos, pero aún no tenemos el día fijado.- asentí y me quedé en silencio, pensando en sus palabras. Abrí los ojos confundido y le miré, él me miraba de vuelta, serio, expectante, como esperando que me diera cuenta de algo.

-¿Tu padre?- pregunté.- ¿Es de conveniencia?- entonces sus labios se curvaron ligeramente, en una sonrisa casi amarga.

-La familia Moon y Kim somos amigos desde hace muchos, muchos años. Mi abuelo fue amigo del abuelo de GeunYeong, y mi padre es amigo de su tío, eso hace que seamos muy cercanos y a menudo estemos juntos en las mismas fiestas, tanto familiares como de amistades. Compartimos varios gustos y al parecer nuestros padres decidieron cuando nacimos que ya era hora de unir las dos familias, sobre todo por cuestiones económicas.- JongWoon había dejado de mirarme, sólo hablaba mirando al suelo, perdido entre recuerdos. Iba a hablar cuando él continuó.- Nos enteramos hace poco sobre el matrimonio, ambos a la vez. No dijimos nada por no desobedecer a nuestros padres, pero yo veía que ella no estaba cómoda con la noticia, en cuanto tuvimos un momento a solas hablé con ella. Tiene pareja, y le ama mucho. No se lo ha dicho a su padre y está preocupada por ello, y ahora no puede decirlo sabiendo que está comprometida conmigo. Como sabes, las mujeres no están muy valoradas y no tienen mucho poder, por lo que sólo quedaba yo como opción para negarme. Me acerqué a mis padres y les dije que no quería casarme con ella, que no me gustaba y que estaba enamorado de otra persona.- la boca se me secó, pero no dije nada, le dejé continuar.- Sacaron sus propias conclusiones, y, obsesivamente, empezaron a seguirme por todo, intentando averiguar quien era esa otra persona, deseando quitarla de en medio para unir las familias. Entonces...

-Te vieron conmigo.- hablé por primera vez durante todo su relato, ansioso por decir algo. Asintió y continuó hablando.

-Me hiciste reír. Llevaba cuatro años sin ni siquiera sonreír, nunca lo hacía. Pensaron lo que tenían que pensar. Quisieron alejarme. Se habían dado cuenta de que solo hablaba cuando estaba a solas contigo, así que eliminaron estos momentos.

-Te venían a recoger.

-Me enfrenté a él, me encerré en mi habitación como protesta durante un día entero. Me sacaron de ahí y me obligaron a regresar a clase, con la advertencia de que no hablara contigo.- me tapé el rostro con ambas manos, intentando asimilar lo que me estaba diciendo.

-¿No puedo hacer nada?

-No.- contestó, cortante, aunque juraría que pude notar un deje de miedo.- No puedo permitir que te hagan nada.

-Me gustas.- confesé. Él volteó a verme, incrédulo.- Y mucho. No pienso dejarte solo en esto. A ti no te gusta ella y ella tampoco quiere estar contigo. Quiero ayudaros.- para mostrar que lo que decía era cierto, me acerqué a él y lo tomé de las mejillas, nos quedamos mirando a los ojos por un rato hasta que finalmente me decidí a juntar nuestros labios en un comprometedor beso. Fue uno corto, suave, sin profundizar, tan solo pretendía hacerle comprender que le amaba y que no dejaría su destino en manos de sus padres. Cuando nos separamos, aún con los ojos cerrados, él me abrazó y yo le correspondí tiernamente. Abrimos los ojos y nos miramos, por fin su rostro me demostraba algo. Me decía que me amaba, y que estaba preocupado. Que tenía miedo, que no quería estar solo.

Le acaricié la espalda y le volví a besar, esta vez un poco más profundo, ladeando la cabeza y sintiendo un escalofrío en su cuerpo. Cerré los ojos y lamí sus labios, esperando que me diera permiso para entrar. Mi lengua recorrió su boca, jugueteando feliz con la suya, conociendo un terreno hasta ahora impenetrable.

 

JongWoon y yo mantuvimos una relación secreta durante varios meses, eramos felices así. Sólo mis amigos lo sabían, y ellos nos ayudaban a estar juntos escondiéndonos y evitando que nos encontraran, yo estaba infinitamente agradecido con ellos. Pero no todo podía ser felicidad, ¿cierto?Pronto llegó el día que todos esperábamos, pero que nadie quería que llegase. Nuestra graduación había terminado, habíamos terminado los estudios, eramos mayores de edad, y la boda de JongWoon estaba próxima. Lo hablamos durante mucho tiempo. Hablamos con GeunYoung también, pero nada de lo que pensamos e ideamos fue suficiente para cambiar los planes que tenían en mente los padres de ninguno de los dos. Recuerdo como, con mucho dolor, aquél día le di un último beso de despedida.

Ambos habíamos sido muy felices durante esos meses, pero ninguno de los dos podría soportar esta vida. Había visto a JongWoon reír, llorar, estar preocupado, tener miedo. Lo había visto nervioso, contento, triste, enfadado, celoso. Incluso lo había escuchado cantar, ¿habéis escuchado alguna vez a un ángel cantar? Yo no, pero creo que JongWoon es lo más cercano a un ángel que he escuchado jamás. Le apodé Yesung, él era mi artista, me cantaba, me dedicaba sus canciones. Todas y cada una de ellas eran para mi, cuando no sabía poner en palabras lo que sentía, dejaba el ritmo correr en sus venas y componía. La primera vez que hicimos el amor, como nuestros cuerpos reaccionaban ante el tacto del otro, el calor que sentíamos, lo agradable que era. Fue en mi casa, un día que mis padres no estaban, Yesung y GeunYoung fingieron salir juntos, él la iba a recoger, estaban un rato juntos por si acaso, y después se separaban, ella fue con su novio y JongWoon vino conmigo. Íbamos al cine, al teatro, a la feria, salíamos a comer por restaurantes, algunas noches salíamos a fiestas y estábamos juntos hasta el amanecer.

Por lo que me enteré, GeunYoung y su novio también lo dejaron, entre muchos besos y lágrimas. No hubo de eso entre nosotros, solo un beso y un adiós. Lloré después, en mi habitación, encerrado y a oscuras, solo. ¿Él lloró? No lo sé, y nunca lo sabré, por que él se ha ido. Se ha ido para no regresar. Antes tenía la esperanza de que podía volver a mi lado, de que aún podríamos ser felices juntos, pero lo único que puedo esperar ahora es que él vaya a mi encuentro.

Kim JongWoon, si estás leyendo esto, quiero que sepas que te amé, te amo, y que nunca dejaré de hacerlo. Estaré allí arriba cuando tu subas, no me hagas esperar mucho, ¿si?

FIN

Notas finales:

Y yaaaaa~ ¿Os gustó? nwn Espero que siii~

Bueno, estoy triste porque el último drabble que subí no lo comentó nadie, a pesar de que un par de personas me dijeron que estaba muy bien y es uno de los drabbles en los que más confianza tenía. Os animo a pasaros por mis fics y a dejarme un review si os guta. Y sino os gusta también lo podéis decir, me ayudáis como escritora.  Por favor, un review no cuesta nada... 

En fin, no os aburro ya más con mis problemas de escritora, espero leeros pronto. 

Bye~

Kissus~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).