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Llamada perdida By: Sarae por Mondragonxis

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Notas del fanfic:

Bueno como ya lo comente ete fanfic no me pertene, yo solo le hago la adaptacion...pertenece a Sara, la talentosa escritora de Muñeco y esta escrito en tematica para Tokio Hotel Twincest.

Claro que tiene muchos cambios, ya que las situaciones cambian mucho con esta adaptacion, pero untento respetar las ideas de la autora.

espero puedan leerlo y dejarme una bello comentario :D

Capítulo 1: ...



-¿Y bien señor Lee? ¿Qué le trae aquí exactamente?

-Eh, nada de señor, que solo tengo veintiuno y el por qué estoy aquí creo que os obvio.

-Bueno, yo no lo tengo tan claro. Hay muchos problemas que llevan a los hombres hasta mi consulta.

-Pues yo te seré claro. No pisaría una de estas salas si no fuera por algo grave.

-¿Con eso quiere decir que nunca ha visitado a un urólogo?

-Jamás, nunca y tenía la intención de no hacerlo en mi vida, pero esto me puede.

-Ya veo y, exactamente, ¿Cuál es el problema?

Silencio… bufido… Sintiéndose humillado y obligado, se quitó las gafas de sol y le dirigió una mirada penetrante al médico.

-Desde hace una semana soy incapaz de tener… no puedo… - Seungri bajó la mirada unos segundos. – No consigo tener una… erección. No puedo empalmarme, ese es el jodido problema.

-Ah, entiendo.

-No, no creo que lo entiendas viejo.

-Por favor, ¿Le importaría utilizar un lenguaje más…?

-¿Más refinado? Vale, vale. Si termina rápido y me da alguna poción milagrosa no tendrá que aguantarme mucho más. Tengo tantas ganas de salir de aquí como tú.

-Hum… los problemas de erección pueden deberse a muchas cosas. Esto no es tan fácil. De momento, tendrá que contestar a algunas preguntas.

-Como quieras, pero no me trates de usted. Lo odio.

-De acuerdo. ¿Eres virgen?

-¿Tú no ves la tele? Claro que no lo soy.

-¿Con cuanta frecuencia mantienes relaciones sexuales?

-Mum… cinco, seis o siete por semana, depende de las circunstancias.

-Buff… eso es mucho para un chico de tu edad.

-Ya lo se. Estoy muy orgulloso de ello – sonrió ampliamente.

-¿Alguna vez aparte de esta has tenido problemas de erección?

-No. Una vez tuve un gatillazo, pero eso no cuenta ¿no?

-Es bueno saberlo. Por lo menos así doy por sentado que eres humano. Esto te ocurre desde hace una semana ¿verdad?

-Si.- se limito a contestar

-¿Y fue así, de repente? ¿No sentiste ninguna molestia antes de eso?

-No. Llevaba tres días sin tener sexo y estaba encerrado con tres chicos, solo yendo y viniendo de una sala de practicas a el departamento. Estaba necesitado y recurrí al método clásico y solitario… y nada, simplemente no se levanto.

-Mum… ¿Alguna vez has tomado…

-No necesito viagra ni nada parecido. No me hace falta así que nunca he tomado mierdas de esas. Tomo mucho alcohol y también esta el tabaco pero nada más.

-Ya veo. Tal vez todo esto se deba a algo psicológico.

-¿A que te refieres?

-El estrés, los agobios, ansiedad, depresiones y demás pueden influir en el funcionamiento del aparato reproductor y con una profesión como la tuya no sería de extrañar.

-Pero yo no estoy estresado ni tengo ansiedad ni nada de eso. Me gusta lo que hago.

-Entonces, quizás no se deba al trabajo. Un asunto familiar tal vez, pero estoy casi seguro de que es algo psicológico…

-¿Asunto familiar? – Sungri desvió la mirada al suelo, pensativo. – Quizás… puede ser eso... si… definitivamente es eso.

El estar mortalmente preocupado por tu hermano adoptivo puede considerarse un horrible asunto familiar ¿no? Puede que si estuviera agobiado y estresado y esta mal decirlo, me siento culpable de solo pensarlo pero es verdad. JiYong me tiene agobiado.

Por supuesto, él no tiene la culpa, es normal que si desde que desde los 2 años estamos unidos y somos inseparables, ahora, en este último mes, mil veces más y aunque no quería admitirlo, me empiezo a asfixiar y es que no se separa de mi lado ni para ir al baño y no exagero.

Todo empezó hace un mes…



-¡Me cago en la jodida…ahhh! ¡Joder que susto! – recuerdo perfectamente esa noche. TOP acababa de gritar y se había acurrucado en el sofá del apartamento, donde los cuatro estábamos reunidos y apelotonados viendo Llamada perdida, una película de miedo de esas en las que no te enteras de una mierda del argumento, no puedes distinguir a los protagonistas de los demás y cuyo terror se basaba en la típica tía de pelo largo y negro, cara y camisón blanco que ronda a los protas con sus pelos desperdigados por todas las escenas. De esas de las que te cagas de miedo sin saber porque.

-tranquilo Seung…. Me asustas mas tus con tus gritos– murmuró Daesung, mirando fijamente la pantalla.

-ok ok…al cabo que ni tengo tanto miedo 

- Si no fuera por que traigo suerte ya me hubieras dejado grabadas las marcas de tus uñas- Daesung estaba soportando a TOP quien se aferraba a su brazo. 

-¿Se quieren callar? Quiero enterarme de la maldita historia. – ahí estaba Ji, apretujado entre mi cuerpo y el de Daesung en el estrecho sofá, intentando captar cada detalle de la película.

-Pero si esto no tiene historia. Solo es una tía muerta y fea que le gusta hacer bromas telefónicas. – JiYong sonrió, pero no desvió la mirada de la pantalla.

-Ya me gustaría a mí ver tu cara si te gastaran una broma de ese tipo… - y fue decirlo y empezar a sonar una musiquilla que nos puso los pelos de punta. Los cuatro pegamos un bote y yo casi me caigo del sofá.

-Coño… ¿y eso que es? – TOP bajó el volumen de la tele enseguida y los cuatro nos apretujamos más si se podía en el sofá, totalmente mudos y con los ojos como platos y para que negarlo, totalmente acojonados e inmóviles. La música siguió sonando y nadie fue capaz de moverse.

Creo que lo que más impactó de todo aquello y lo que me hizo mantener la calma fue sentir el temblor de JiYong contra mi cuerpo. Se había puesto pálido y prácticamente había hundido la cabeza en mi pecho, agarrándose a mi camiseta con una mano, estrujándola. Sentí el rápido latido de su corazón contra mi cuerpo y su respiración alterada cuando captamos de donde procedía el sonido. Venía de su móvil. Tragué saliva y tras unos segundos, agarré el teléfono y se lo tendí a mi hermano.

-Es para ti. – Ji estaba pálido como un muerto cuando agarró el móvil tembloroso y leyó en voz alta.

-Un mensaje nuevo. – los cuatro soltamos un suspiró de alivio.

-¡Joder! Vale esto si que ha sido acojonante.

-Ok quiza si estaba un poco asustado – de nuevo, dieron al play a la película, pero no le puse atención. Estaba más pendiente de la expresión de extrañeza de mi hermano al leer ese mensaje.

-¿Quién es? – le susurré al oído.

-No se… hum… publicidad – y soltó el móvil.

Lo cierto es que sabía que Ji me acababa de mentir y como el no le daba la menor importancia, yo tampoco. Hasta que JiYong empezó a preocuparse.

Pasaban los días como si tal cosa, conciertos, entrevistas, sexo y todo ese royo que ya formaba parte de mi día a día y en ese periodo de tiempo, oí sonar el móvil de Ji más de lo que lo había oído en mi vida. Pero él seguía sin darle importancia.

-Bah. Ni siendo famoso se libra uno de la publicidad – me contestaba él cuando le preguntaba, hasta que empezó a cabrearme a mí y a todos. Esa mierda de publicidad era un coñazo y no paraba. Ji también acabó irritado, de hecho, hasta apagó el móvil y le dio de lado, empezando a utilizar el otro, un poco más antiguo…

Pero esa supuesta publicidad siguió acosándolo a cada minuto y JiYong empezó a preocuparse. El día en que noté un mínimo de miedo recorrerle el cuerpo cuando sonó la molesta musiquita del móvil, fui yo quien se lo quitó de las manos y muy cabreado, dispuesto a poner verdes a los de la publicidad, lo cogí…

Y no era publicidad, no, ni de lejos.



-¡Ya estoy aquí! – Seungri cerró la puerta del gran apartamento entre suspiros. Miró el parte médico del urólogo y lo escondió en una de las bolsas de su ajustado pantalón. No tendría gracia que descubrieran donde había estado y porque había ido allí. Se burlarían de él de por vida.

-¡Ya era hora, te toca hacer la comida y ya, tengo hambre! – le oyó decir a Daesung desde el baño.

-¡Ya va, ya va! – el molesto sonido de la televisión le hizo dirijirse hacia el salón donde se encontraba TOP

-¿Dónde has estado?

-Con una amiga.

-Supongo que no podrías haberte llevado a Ji ¿no?

-Ju, no creo que le guste el porno casero.

-Pues por lo menos podrías haber avisado. No veas como se ha puesto cuando se ha levantado y no te ha visto. Casi le da un ataque de pánico.

-¿Dónde está?

-Encerrado en vuestra habitación. – Seungri hizo una mueca con los labios y empezó ha subir las escaleras que daban a las habitaciones.

Entre los cuatro habían llegado a un acuerdo tras aquel horrible accidente. Vacaciones, bueno, más bien año sabático. La idea no les había gustado, preferían haber terminado la gira y luego ya se diría pero… necesitaban ese descanso.

No… JiYong lo necesitaba. Lo sucedido había afectado a todos, pero él había sido el centro, quien cargaba con todo. El más débil de ellos siempre era en quien más influía todo lo que ocurría alrededor. Primero, la suspensión de los conciertos por su laringitis que lo había dejado deprimido y dolido, luego, el miedo y después…

-Ji, ¿estás ahí? – Seungri tocó a la puerta al ver que estaba cerrada con pestillo y suspiró, odiaba que cerrara la puerta de esa forma, le daba miedo imaginarse las mil y una cosas que podrían suceder en el interior de ella. – Ji, abre la puerta, sabes que odio que cierres con pestillo joder.

-¿Dónde estabas? – le oyó decir desde el interior, con voz ronca.

-Tenía que salir ha hacer algo.

-¿Y no podías haberme llevado o como mínimo avisar?

-Lo siento. Era algo privado, no podía llevarte.

-Ya. ¿Te lo has pasado bien con la tía a la que te has llevado a la cama esta vez? ¿O era una virgen aburrida? Ponle nota y luego avísame. – Seungri dio un suave puñetazo a la puerta, tenso y molesto.

-No estaba haciendo eso.

-Siempre estas haciendo eso. Parece que no tienes otra cosa en la que pensar, a veces no se si tengo un hermano salido y obsesionado por el sexo o un mono en celo.

-Por lo menos yo no me quedo encerrado y amargado, llorando en un rincón oscuro, aislado de la vida. – no tenía que haber dicho eso y lo sabía. Ji no dijo nada, se hizo el silencio y Seungri no se atrevió a pedir disculpas, pues él también se había cabreado.

Probablemente la culpa de que por el momento no pudiera acostarse con nadie ni complacerse a si mismo fuera por el agobio que le suponía cuidar de su hermano en el estado medio depresivo en el que se encontraba. Parecía depender totalmente de él, lo seguía como un perrito faldero a todas partes y si él se iba sin avisar para que no lo siguiera, como esa mañana, JiYong se encerraba y se amargaba y eso le asustaba un poco. ¿Y si amargado como estaba se le pasaba por la cabeza alguna locura? Pensar en eso lo ponía malo, pero no podía estar siempre a su lado o sería él quien acabaría amargado.

-Voy ha hacer la cena – declaró al cabo de los segundos. – Baja luego, hoy te toca a ti fregar los platos.

-No voy a comer, no tengo hambre y si yo no como, no tengo porque fregar la mierda de nadie. – Seungri tomo aire, pero fue incapaz de detener la patada irritada con la que golpeó la puerta.

-¡Haz lo que te de la gana, joder! ¡Me tienes hasta las pelotas! – Ji oyó los pasos rudos de su hermano al bajar las escaleras. Cuando se hubo ido, apoyó la espalda y la cabeza en la puerta y se dejó caer al suelo, mirando la habitación con la mirada perdida.

Todos parecían estar tan bien, todos parecían haberse olvidado de todo, pero él no podía dejar de pensar en aquello. Había sido tan horrible abrir aquella puerta del hotel y… una auténtica pesadilla. Todo había ido mal desde entonces. Las entrevistas, la gira, sus nervios y su relación con Seungri. Casi había perdido las ganas de cantar por no hablar de salir de fiesta con los demás. De hecho, ya solo Top y Daesung lo hacían de vez en cuando, Seungri no… Seungri no tenía intención de dejarlo solo y sabiendo las pocas ganas que tenía de moverse de allí, a su lado se mantenía a pesar de lo que le gustaba salir y ligar.

Lo estaba amargando, era un egoísta pero ¿Qué iba ha hacer sin Seungri? Se ponía malo de solo pensarlo. Así que se limitaba a no pensar en nada o ha intentar disipar aquella horrible imagen de hacía una semana, intentar olvidar aquel infierno que había soportado ese último mes…

La tormenta, la nieve , el horrible inviernos, era aun mas cruel y crudo vivido en las calles un niño de no mas de 3 años caminando, con los labios morados por el inmenso frio, son refugio y sin abrigo, completamente solo. Una mujer caminaba por ahí, observo al niño que después de un par de pasos callo desmayado sobre la nieve en el asfalto, ese niño Kwon JiYong, que desde ese momento paso a ser parte de la familia Lee…

Notas finales:

Bueno, espero que puedan dejarme algun ello comentario por aqui :D


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