Amar se escribe con sangre por Mondragonxis

*Dentro de una pequeña bodega abandonada, se encontraba mucha gente presenciando el cruel espectáculo.*
- Eres un maldito inútil DongWook, de nuevo me has hecho quedar mal frente a los jefes- el señor Choi le dio un fuerte puñetazo a Seven haciéndolo caer al piso- ¿Qué hice yo para que mis dos hijos fueran unos inútiles- SeungHyung se encontraba escondido detrás de su protector compañero Tablo, mientras observaba la cruel escena de su padre golpeando con saña a su hermano
- Perdóneme padre- suplicaba DongWook intentando protegerse de los golpiza que le proporcionaba su propio padre.
- Padre…por favor….Déjelo- murmuraba Top entre sollozos, mientras se abrazaba fuertemente a la cintura de Tablo.
Todo el mundo a su alrededor observaba atento, pero nadie se atrevía a mover un musculo en defensa del pobre choco de solo 18 años. Todos sabían que si el señor Choi daba estos espectáculos era para que todos supieran que él no se tentaría el corazón ante nadie, ni siquiera con su propio hijo.
La sangre se esparcía sobre el suelo salpicando a algunos de los presente.
- Tranquilo pequeño Seung- Tablo acariciaba delicadamente la cabeza de Top en busca de distraer su atención de tan cruel escena.- será mejor que nos vallamos.- top sollozaba despacio, era una escena demasiado para un joven de 16 años.
Tablo tomo la mano de Top intentando alejarlo de el tumulto de gente, cuando el sonido de una bala, provoco que se quedaran congelados.
La bala había pasado demasiado cerca de la cabeza de Tablo.
- ¿Y tú con qué autoridad te crees sobre mi hijo?, maldito hijo de puta- el señor Choi miraba a Tablo con superioridad, sin dejar de apuntar su arma justo a su cabeza.
- Señor el aún es un niño.- se justificaba tablo escondiendo detrás de si al pequeño SeungHyung.
- Ven aquí- ordeno el señor Choi, tablo se acercó lentamente aun con el pequeño a sus espaldas, todo al pequeño y lo llevo junto a su hermano, el cual aún se retorcía de dolor en el piso- esto es lo que a ti también te pasara si continuas escuchando a estúpidos como ese- señalo a Tablo. Top tenía la mirada fija, perdida en la figura de su querido hermano. De nuevo el señor Choi lo empujo contra la multitud.
El señor Choi dejo su arma a un lado y tomo un bate de béisbol, levanto el bate y estando a punto de golpear la cabeza del que se encontraba en el suelo casi inconsciente.
Nuevamente un disparo se escuchó en el lugar, dejando detrás de sí un profundo silencio. La figura del señor Choi se quedó congelada por unos segundos hasta que de sus manos resbalo el bate y callo sobre el cuerpo de su hijo. Una bala certera había atravesado su frente.
- Se acabó el juego papi- el pequeño SeungHyun se acercaba con una enorme sonrisa en el rostro y un arma entre las manos 
*8 AÑOS DESPUES*
- Lee SeungHyun, si no te levantas en este momento, tirare tu desayuno a la basura.
Seungri se retorcía en la cama debido al molesto sonido del despertador, en cuando su mano llego hasta dicho objeto, lo miro con los ojos entreabiertos para después abrir los ojos completamente, ya era demasiado tarde, se levantó de la cama a toda velocidad y se vistió lo más rápido posible salió de su habitación dirigiéndose a la concina. La casa era pequeña, de un solo piso con solo dos habitaciones.
- Buenos días Appa
- Hasta que te levantas- dijo el padre de SeungRi tomando una taza de café.- ¿Desayunaras?
- No Appa es muy tarde, ya debo irme 
- Esta bien, pero ten cuidado, hoy nuevamente tendré que trabajar doble turno así que pasaras la noche solo. Recuerda asegurar todas las puertas y ventanas. ¿Entendido?
- Siii appa, eres una madre preocupona- se burlaba Seungri, para después salir corriendo por la puerta antes de sufrir la venganza de su padre.
Seungri viva solo con su padre, la razón por la cual su madre no estaba con ellos no la sabia, pero no le importaba, él amaba a su padre más que a nadie en el mundo.
Al pasar por una de las avenidas centrales, Seungri pudo ver a una gran cantidad de gente amontonada, se abrió paso entre esta y se encontró con un hombre en el suelo, tres impactos de bala yacían en su pecho, la sangre alrededor del cuerpo formaba un gran charco.
Seungri observo el cuerpo examinándolo. Sin cicatrices, sin tatuajes, solo un pobre sin suerte, en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
Salió de la multitud y continúo su camino, esa era una escena demasiado común en el lugar en el que vivía y estaba retrasado.
Con 18 años de edad seungri asistía a la única preparatoria que aun funcionaba en aquel lugar, era un lugar con mucha seguridad, las paredes que la rodeaban tenia cables de alta tensión, y en todas las ventanas había rejas. Había muchas condiciones para que una persona pudiera ingresar a esta, lo cual lo hacia el lugar más seguro, los grupos eran reducidos, máximo de 20 alumnos ya que la mayoría de los jóvenes que habitaban aquel lugar, ya eran parte de alguna de las pandillas o habían muerto en accidentes como el de esta mañana.
Las clases comenzaron Seungri se mantenía distraído mirando por la ventana, hasta que su mirada capto a una de los dueños de su barrio.
- ¿A quién miras pequeño?- un chico alto de aspecto bastante atractivo se sentó al lado de Seungri
- Oh Minho, amm estaba observando a Dragón, se encuentra afuera de la escuela- MinHo se acercó a seungri también mirando por la ventana.
- Ese bastardo-
Ambos miraba por la ventana a un chico joven de unos 24 años, un cuerpo delgado, cabello castaño y un rostro bastante atractivo 
- Como siempre con sus dos perros fieles- dijo frunciendo el ceño MinHo
Junto a Dragón, llegaron otros dos chicos, un rubio y un pelinegro. Ambos con un cuerpo bien formado y no tan altos.
- Si… siempre anda con Sol y Ángel- dijo seungri observando la escena algo indiferente.- en cuanto termine la preparatoria, me largare lo más lejos posible de aquí, lejos de los Choi y de los Kwon.
- Esas dos pandillas solo han hecho de este lugar un infierno
- Joven Lee SeungHyun, sería tan amable de dejar de interrumpir la clase y pasar al frente resolver el problema.
- Si profesora.
Las clases continuaron, una tras otras todas aburridas como siempre. Llego la hora de salir del colegio.
- Seungri!!- llego MinHo abrazándolo por la espalda.
- ¿Hoy te toca guardia?
- Si- dijo mostrando el arma que llevaba atorada en el cinturón –deberías ser voluntario, el curso que te paga la escuela es muy interesante.
- Eso no es lo mío- sonrió Seungri.
- Bueno me voy debo continuar cuidando a los estudiantes
- Adiós.
Después de despedirse Seungri camino tranquilamente hasta su casa, estando a solo un par de cuadras algo interrumpió su paso.
Un choco alto de cabello castaño se paró frente a él. 
- Que tenemos aquí, que niño más lindo- tomaba el mentón de Seungri fuertemente obligándolo a darle la cara.
- DongWook déjalo, llevamos prisa.
- Cállate Tablo!,- continuaba acariciando el rostro de Seungri mientras este solo se mantenía con la mirada agachada.
- Hermano vámonos- una débil voz se escuchó detrás de Tablo
- Bien- este soltó el mentón de Ri dándole una pequeña bofetada.
- No sabía que ahora te interesaban los chicos, marica- la voz de Dragón retumbo en los oídos de seungri el cual moría de miedo.
- ¿Qué haces aquí estúpido?
- Ammm…. Solo paseaba, no esperaba encontrarme con tan desagradable sorpresa.- dragón miro de manera imponente a DongWook 
- ¡Escucha estúpido...!
- ¡Dong! ¡Ahora no tenemos cosas que hacer!- tablo jalo el brazo de Dong llevándoselo del lugar.
Detrás de ellos se fue Top. Al irse ellos Dragón miro un segundo a Ri, este se encontraba pegado a la pared aun temblando un poco. Lo miro de arriba abajo, para después continuar su camino.
Seungri se dejó caer en el suelo, aunque ya estaba más tranquilo, algo no dejaba su mente en paz, ¿Por qué Dragón no lo había atacado?, el simple se fue.
Llego a su casa y se tranquilizó, jamás imagino tener a los líderes de las pandillas que gobernaba su barrio, peleando frente a sus ojos. Hiso sus deberes, limpio su casa y comió un poco, no tenía muchos amigos, así que la mayoría del tiempo la pasaba dibujando o escuchando música, las horas pasaron y llego el anochecer. Seungri se encontraba en un pequeño escritorio dibujando, cuando frente a sus ojos apareció la mirada de Dragón, él la había dibujado.
- Me estoy volviendo loco- susurro.
El silencio de la noche era profundo, hasta que un sonido conocido interrumpió el silencio, el sonido de los gatillos de las armas accionándose.
La ventana de Seungri daba hacia un pequeño pasillo donde apenas cabía una persona. Este se acercó hasta la ventana y observo un momento la luna. 
Los balazos comenzaron a escucharse, Seungri tomo su celular y se colocó los audífonos y fue hasta su cama, se recostó mirando atento el techo. El fuerte sonido de sus audífonos contrarrestaba el sonido de los balazos en la parte de afuera. Al poco tiempo cayo dormido.
Habían pasado algunas horas, SeungRi dormía tranquilamente. Hasta que sintió que una mano cubría su boca, abrió los ojos para encontrarse con Dragón, con una mano tapaba su boca mientras con otra ponía un arma directo en su cabeza.
- Si gritas te mueres entendiste- SeungRi lo miraba asustado y solo pudo asentir.
Dragón se dejó caer en el piso, Seungri lo miro, tenía mucha sangre en el torso. Con una mano sostenía su herida mientras con la otra no dejaba de apuntarle a SeungRi. Lentamente bajo su arma.
- E…. estas….herido- se acercaba tímidamente 
- ¡No me digas!, niño, tráeme, alcohol, un cuchillo y un encendedor ahora mismo,- la Voz de dragón se escuchaba entre cortaba, jadeaba un poco debido al dolor. Seungri se dio la vuelta para traer las cosas que este le pidió.
Al estar de espaldas escucho que Dragón accionaba el seguro de su arma.
- Si te a través a salir o a decirle a alguien que me encuentro aquí date por muerto.
Seungri paso saliva y salió de la habitación, rápidamente comenzó a buscar desesperadamente los objetos que Dragón le pidió, para cuando regreso a la habitación Dragón se encontraba dentro del baño, su torso estaba descubierto y dejaba ver el hueco que dejo la bala a un costado de su estómago. Seungri se acercó lentamente y dejo los objetos que traía en el lavabo, se alejó un poco, Dragón tomo una toalla que había en el baño y la puso entre sus dientes, se dejó caer sentado en la taza del baño, tomo el cuchillo y lo baño en alcohol, se quitó por completo la polera y comenzó a introducir lentamente el cuchillo, de su frente caía sudor y su rostro reflejaba bastante dolor, la punta del cuchillo se introducía lentamente entre su carne, buscando la bala que yacía dentro. Por fin alcanzo la bala y la saco, tomo nuevamente el cuchillo y lo enjuago, en el lavabo, tomó nuevamente el cuchillo, lo seco y tomo el encendedor, calentó por unos segundos el cuchillo y lo coloco sobre su herida, abrió la boca dejando caer la toalla y soltando un ahogado grito.
Al terminar solo suspiro y miro a Seungri quien había observado toda la escena algo intimidado. Abrió la llave del lavabo y con agua comenzó a limpiar la sangre cerca de su herida, el agua mezclada con sangre viajaba por su abdomen hasta perderse e la comisura de su pantalón. Por alguna razón la escena le parecía a Seungri un tanto…sexy.
Con dificultad Dragón se levantó tomo nuevamente su arma y se dirigió a la habitación, dejándose caer en la cama.
- Niño tienes un teléfono- dragón jadeaba un poco al hablar.
Seungri saco apresuradamente su teléfono celular de su bolsillo y se lo extendió a Dragón.
*al teléfono*
- Sol, soy yo Dragón.
- Hermano ¿dónde estás?, ¿te hirieron?
- Tranquilo, ya está resuelto, ¿lo atraparon?
- Por supuesto hermano, justo ahora Ángel le está dando una cálida bienvenida.
- No lo maten. Quiero ser yo mismo quien tenga ese honor.
- Esta bien hermano, ¿Pero de verdad te encuentras bien?
- Si regresare en algunas horas, por el momento estoy un poco débil.
- De acuerdo hermano.
*fin de la conversación*
Al terminar de hablar por teléfono, los ojos de Dragón se fueron cerrando poco a poco, hasta caer en un profundo sueño.
Seungri se acercó lentamente y lo miro un momento, dormía muy pacíficamente.
- Quien diría que alguien tan lindo fuera tan peligroso-susurro mientras lo observaba
….
Dragón abrió automáticamente los ojos al escuchar algo de ruido en la cocina, toco nuevamente su herida y esta se encontraba cubierta por una gasa, se levantó con dificultad tambaleándose y miro a Seungri que estaba a punto de salir de la casa.
- ¿A dónde crees que vas niño?
Al escucharlo seungri se dio la vuelta y se encontró con el cañón del arma apuntando justó a su frente.