<Piiii….piiiiii…piiii>
El contador de sus latidos, lentos, cansados. Vivió una vida que pareciese larga, pero que más dan los años, si al final de tus días, no te puedes jactar de ser feliz. Si cada momento de tu vida lo viviste tras una máscara, fingiendo lo que no eras, queriendo aparentar lo que nunca sentiste, él nunca quiso vivir así y a estas alturas de su vida, lo descubrió.
<Piii….piii….piiiiiii>
Una vida ejemplar, una esposa preciosa, hijos becados, dinero a montones…. ¿pero qué fue de ese niño feliz? ¿Del que decía no necesitar nada de eso? Del que un día juro amor eterno a SeungHyun.
Pues simple, las apariencias, el temor a no ser aceptado, el miedo de perder su herencia, de decepcionar a su familia, todo le impidió cumplir su promesa.
Cada una de las noche, antes de dormir, aparecía esa mirada, escucha dentro de su cabeza su voz, recordándole cada detalle de aquel niño, cada una de las facciones de su cara, cada una de las ocasiones en las que le prometió ser solo suyo… ahí aparecía el, en todos sus sueños, en todas sus noche, años habían pasado y ahí continuaba su recuerdo, tan vivo, tan vivido como el primer día.
- Te estas preguntando como hubiera sido, ¿No es así?- giro levemente, la mirada aun posado completamente sobre aquella camilla de hospital.
Un hombre, alto de piel algo bronceada, de cabellos y ojos completamente negros al igual que su vestimenta, sentado cómodamente, sobre uno de los muebles de fino roble, con la espalda recargada en la pared de un blanco pulcro.
- Te ahorrare, las preguntas, sí, soy la muerte y también, si, vengo por ti- un gemido, grave salió de su garganta debido al susto, debía ser mentira, esas cosas no existían ¿Verdad?- pero anda, por qué no mejor, me cuentas en que estabas pensando ¿Tu pasado? A que si ¿Tu primer gran amo? Estoy seguro. Por qué no me lo cuentas JiYong.
El hombre dio un pequeño brinco bajando de aquel mueble, camino a paso lento, perezoso, por la habitación hasta levantar una pequeña tabla de madera con una hoja sobre ella.
- “Paciente: Kwon JiYong Edad: 57 años. Internado por pulmonía severa, estado crítico”- leyó en vos alta para después girarse hacia este, que respiraba dificultosamente a través de su mascarilla de oxígeno- Vamos, dentro de un rato tendremos que hacer una largo viaje, ¿Por qué no me dices como se llama?
- Se…seunghyun- respondió sin nada que perder, total, ya nada le podía hacer daño, ahora que su tiempo había llegado.
- Un nombre interesante- comento el chico de negro, mientras rascaba levemente su barbilla- ¿Por qué no lo hacemos una visita?- sonrió.
JiYong lo miro, interrogante, pero poco interesado, de inmediato, dio a aquel chico por loco y giro la mirada hacia otro lado.
- Anda, no me hagas esto más difícil, me gusta hacerles pasar un buen rato a mis acompañantes antes de que nos vallamos- se acercó a él y dejando, la tabla con los datos de JiYong sobre uno de los aparatos se sentó al borde de la cama y tomo su delicada mano- solo tienes que pensar en él, un recuerdo, que te parece…ammm, cuando se conocieron.
No es que JiYong creyera en lo que ese extraño muchacho le decía, pero ese recuerdo era de sus favoritos.
- Cierra los ojos- le dijo el pelinegro. Y JiYong así lo hizo.
…
Sentía la aspereza de el pasto en sus pies, fría brisa de aquel día de lluvia, miro a si alrededor, era la facultad de ingeniería, sonrió ¿Fue un sueño? ¿De verdad se encontraba ahí?
Ignorando completamente todo entro en aquel edificio en el que tomaba clases a diario, pero frente a la vitrina de trofeos de la entrada principal se vio…
Era el de más o menos treinta años, pero su vestimenta no era común, una simple bata de hospital.
- ¿Sorprendido?- esa voz, era el, el chico de cabellos negros.
- ¿Qué paso?- Pregunto confundido.
- Te lo dije, veremos aquel recuerdo en el que te concentraste…. Justo…por ahí- Señalo una de las ventanas.
Ahí estaba el, el mismo JiYong, de veintitrés años, unas semanas antes de terminar la carrera de ingeniería en mercadotecnia, a pesar de que él quería estudiar letras y convertirse en un gran escritor.
- ¿Ahora lo entiendes?- JiYong sonrió nostálgico, asintiendo.
- Si, lo entiendo,
JiYong vio cómo su yo mismo, más joven se para al borde de las escaleras del edificio de enfrente, indeciso por si salir.
JiYong se acercó a la venta mirando, mirando atento a aquel chico que era él.
- Recuerdo que…ese…ese día llevaba un suéter nuevo, muy caro, no podía mojarlo me lo acababa de regalar mi madre esa mima mañana- sonrió, JiYong joven saco de detrás de su un portafolio de color marrón oscuro.
El joven vestido de negro se paró a un lado de JiYong en la ventana.
- Veamos, suéter a cuadros, verde, anteojos, pantalones color caqui, debiste hacer sido todo un semental con las chicas- se burló.
JiYong lo miro molesto, alejándose un poco de la ventana, con porte cabal y maduro, se dio media vuelta.
- Espera, no quieres ver esto- dijo el chico de negro aun mirando por la ventana- Al parecer quiere salir- dijo divertido.
Y JiYong se dio la vuelta, mirando apresuradamente por la ventana. JiYong joven coloco su portafolio sobre su cabeza y decidido comenzó a correr fuera del edificio.
JiYong miro una bicicleta que se acercaba hacia su otro yo mas joven y la mirada se le ilumino notoriamente tonto que hasta su acompañante en la ventana lo noto.
¡Y pum!
JiYong joven salió disparado hacia un enorme charco de lodo del jardín de la facultad, mientras que el chico de la bicicleta, cayó en el duro asfalto del otro lado.
- Valla golpe- susurro el pelinegro al lado de JiYong. Y ese solo sonrió aún más.
El chico de la bicicleta, se levantó apresuradamente a ayudarle a JiYong joven a levantarse del barro, sin importarle que su pierna sangraba.
JiYong miraba la escena muy sonriente.
- ¿Así que así fue?- dijo el de cabellera y vestimenta negra.
- Si…yo solo me manche de barro, pero el en verdad se lastimo la piernas, aun así, se ofreció a lavar mi suéter nuevo, cuando me queje de que se había ensuciado- soltó un leve risita.
- ¿Un niño rico como tú?- pregunto el pelinegro curioso.
- No, el solo tuvo oportunidad de terminar de preparatoria, repartía comida para los profesores y estudiantes dentro del campus.
JiYong alejo la mirada de aquel cristal, dándose la vuelta dispuesto a no mirar más.
- ¿Por qué no visitamos algún otro lugar? Aún tenemos tiempo- JiYong bajo la miraba cabizbajo- Anda- Insistió – me ha entrado una curiosidad enorme como es que ese chico tan mono se fijó en todo un nerd como el que tu veías.
Ok, eso le pico, pensó rápidamente en otro recuerdo…su primera cita. Y decidido tomo la mano del pelinegro.
…
Arbustos árboles, una hermosa vista, el mirador del distrito de Seúl. Se podía admirar toda la ciudad desde aquel lugar y más impresionante que eso, donde el cielo estrellado se podía apreciar claramente.
- Ufff…debo admitirlo, me has impresionado, me esperaba algo más como un enorme restaurant con velas, pero esto luce realmente bien.
- A SeungRi, nunca le gustaron ese tipo de cosas, el prefería, que le escribiera, leer juntos un buen libro o pasar por el parque, el…él siempre fue único
- ¿SeungRi?
- Si, así le decían sus amigos y bueno, así le decía también yo
- Por cierto, soy Top
- ¿Top? ¿Ese s tu nombre?- el pelinegro lo vio intrigado- Me…me imaginaba algo más…
- ¿Más como la santa muerte?, no soy tan pretencioso como me pintan los humanos.
Se escucharon detrás de ellos, algunas voces divertidas.
- Es por aquí – aseguro JiYong, dirigiéndose hacia donde se escuchaban los murmullos.
Se asomaron entre los arbustos y los vieron, dos chico, colocando un enorme telescopio sobre el pasto con una manta tirada a sus pies.
JiYong los observaba con los ojos completamente iluminado e inclusive articulaba con sus labios cada palabra que salía de a boca de Seungri o de el mismo en aquellos momentos.
Después de un rato viendo las estrellas, ambos chicos se acostaron sobre las sabanas, uno al lado del otro, aun mirando el firmamento del cielo.
- Tu eres como esas estrellas- dijo JiYong e inmediatamente lo dijo su yo mismo- eres tan bello, tan simple y tan inalcanzable, nadie aprecia tu belleza, creen que eres tan común, pero para mí, eres único, perfecto- y una lagrima surco su mejilla.
- Pue…puedes acercarte si quieres.- JiYong lo miro- es tu recuerdo, ve.
JiYong camino hacia ellos dos, habían cambiado de posición y ahora se miraba de frente.
- Déjame mirarte siempre mi estrella.-su yo joven tomo la cara de SeungRi y unió sus labios de manera completamente delicada, complemente dulce.
Las lágrimas comenzaron a recorrer más fuertemente las mejillas de JiYong, mientras miraba a su otro yo, besando incontables veces a Seungri, acariciando su mejilla.
Top se acercó a JiYong lentamente.
- ¿Estas…estas bien?- pregunto, pero en cuanto rozo la piel de JiYong, este los transporto a otro recuerdo
…
Una casa enorme, con finas estatuas y pinturas que adornaba la sala principal, el pulcro piso de mármol resonaba con cada paso del pelinegro, este camino confundido, hasta que escucho unos gritos, se acercó a donde provenían estos y vio a Jiyong, parado, inmóvil viendo algo, se acercó a este, pero antes siquiera que pudiera preguntar algo, lo vio.
Era el padre de JiYong y le acababa de pegar al JiYong joven.
- ¡Yo no tendré un maldito marica como hijo!- grito el padre furioso e inmediatamente se llevó la mano al pecho, sofocado, pareciera que se desplomaría en cualquier momento.
- Vámonos- susurro JiYong- ¡Vámonos!- grito como una súplica mirando a Top.
Este lo tomo del brazo y desaparecieron de ahí.
…
Un lugar de un blanco pulcro, ni una sombra, ni un límite, nada, la nada, todo vacío, completamente blanco.
- ¿Qué fue eso?- pregunto top aun consternado.
- Esa fue la noche en que mi padre murió, JiYong en el suelo abrazando sus piernas, escondiendo la cabeza entre estas- la noche que se enteró de lo mío con SeungRi
JiYong lloraba en el suelo, pero top no trato de consolarlo ni una vez, estaba acostumbrado a este tipo de escenas traumáticas en los últimos viajes de todos sus acompañantes, solo que eso lo tomo por sorpresa.
- ¿Y crees que valió la pena? – dijo con voz fría y profunda top
- ¿Qué?
- ¿Qué si valió la pena? La memoria de tu padre, tu dinero, la posición social ¿valió la pena por ser infeliz?
- ¿A qué te refieres?
- ¿Cómo fue la última vez que lo viste?
- ¿A seungri?- top asintió
- Vamos, le tendió la mano a JiYong- aún tenemos un viaje más.
JiYong indeciso, temeroso, no quería tomar su mano no quería vivir eso de nuevo.
- Es necesario- aseguro Top mirándolo severo.
Y JiYong aun temeroso, la tomo.
…
La oscuridad de una habitación pequeña, que solo era iluminada por una pequeña lámpara en un masita de noche, el cuarto era pequeño, y todo lo que ahí se encontraba, no podía tener gran valor.
Dos cuerpos recostado sobre la cama, ambos…desnudos, ya Top podía comenzar a imaginarse lo ocurrido. JiYong joven aparto al pequeño chico que se acurrucaba en su pecho de un empujón brusco.
- Ji…- lo llamo el menor desde la cama aun cubriendo su cuerpo con las pobres mantas que tenía sobre si- ¿A dónde vas? ¿No te quedaras esta noche conmigo?- pregunto esperanzado.
Top pudo observar el estremecimiento en el cuerpo de ambos JiYong. Uno con las lágrimas recorriendo libremente su rostro y el otro queriendo contenerlas, con una mueca de dureza.
- Jeje- intento reír sin gracia, el JiYong joven- de verdad creías que alguien como yo, de mi clase y posición social se fijarían en un pobretón como tu…no me hagas reír.
El menor, SeungRi se estremeció, apretando las sabanas de su cama.
- ¿Que…que dices?- le temblaba levemente la vos.
- Lo que escuchas, no me interesas más. He obtenido de ti, todo lo que quería, ahora por favor, no quiero verte más, me da asco la sola idea de tener que relacionarme más con alguien de tu categoría- sirio amargamente al dar el golpe final- Gane la apuesta.
JiYong quien había tenido que revivir aquel momento, estaba a punto de derrumbarse, así que top lo tomo del brazo, llevándolo nuevamente a la nada.
…
- ¿Y era verdad?- pregunto frio, mientras veía a JiYong llorando en el suelo nuevamente.
- ¡Claro que no!- se levantó de un salto haciéndole frente a Top- ¡Yo le amaba!
- ¿Entonces valió la pena?
- No, no lo valió- comenzó a chillar aún más fuerte - Yo soy lo que soy, lo único que me trajo querer complacer a los demás fue infelicidad- lloro aún más fuerte.- yo lo amaba, lo ame, aun lo amor- se dejó caer al suelo nuevamente- lo quiero a él no me importa nada más, nada más valió la pena, sin estar a su lado.
- Esa…es la respuesta correcta.
…
Las luces de la ventana le daban directo a la cara, despertó, sentando sobre su cama, una caja al lado de su cama.
Un regalo de su madre, abrió la caja, un suéter, de color verde a cuadros.
Una nota en su masa de noche.
“Espero que en esta ocasión, lo hagas bien
Top”
*años después*
<piiii….piiii….piiii>
- No vemos de nuevo- una voz curiosamente familia afloro en los oídos del hombre sobre la camilla.- ¿Estás listo?
- Estoy….estoy en paz- respondió difícilmente a través de su mascarilla de oxígeno.
- Muy bien, vámonos.
<piiii….piiii…piiiiiiiiiiiiiiiiii>
- Amor-un pelinegro, aproximadamente un par de años menor que el que residía sobre la camilla, entro en la habitación del paciente Kwon JiYong, con un vaso de agua entre sus manos donde lucía un hermoso anillo de plata, recuerdo del día en que unió su vida al amor de su vida- Ji…he traído tu vaso de…
Y el vaso de agua se le escurrió de entre las manos…
“No veremos cuando vengas aquí, mi amor, mi SeungRi”
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