El invierno ha llegado, junto con el frio y la Blanca nieve, con las personas marcando pasos sobre esta última, la temporada de la soledad, la melancolía, los recuerdos y las historias.
El clima calido y frio invade los corazones de las personas alrededor del mundo, a unos antes, a otros después, pero siempre sucede...
El tiempo en donde las parejas se declaran y donde las aves se refugian unas con otras en busca de calor, en donde el corazón de Ken se derrite de la tristeza y los momentos felices que pasó con él, con Leo.
El primer amor nunca se olvida y menos en invierno, donde la nieve cae sobre las ramas de los arbustos, donde las casas comienzan a ser decoradas para la época de Navidad, las lagrimas resbalan por las bellas mejillas teñidas de un tono Carmín, con un ritmo abundante, sin cesar.
El tiempo que pasaron juntos fue maravilloso, por fin, el amor de su vida se le había declarado despues de tantos años intentándolo, él, Leo. Pero la situación donde él bebió alcohol lo llevo a que pasara la noche con una persona, la cual, no fue su novio.
Fue su error y ahora las parejas que caminan tomados de las manos le hacen lamentarse de su desagradable error. Ni siquiera, a pesar de llevar cinco años de relación, habían tenido relaciones ya que siempre él mismo insistía en que debía ser algo mas que especial y a pesar de las interminables veces en que el menor preparaba hermosos encuentros para ser una primera vez bella, él se negaba; y terminó teniendo relaciones con Hongbin, el chico mas popular de la universidad.
Arruinando todos los momentos y la bella línea que habían formado con el tiempo, con años.
Su corazón se estremece cuando ve pasar por la calle a Leo, su Leo, tomado de la mano con una hermosa joven, en ese instante, donde la nieve se acumulaba en el cabello de aquel chico quiso ir a quitárselo y tomarlo de la mano, alejándolo de la niña que gozaba ahora de su compañía, pero no podía, no tenia derecho, fue su error, tenía que aprender a vivir con el remordimiento de haber traicionado a su amor en una fiesta, donde ni siquiera su novio había puesto un pie sobre ella.
Y no soporta, porque en ese momento, la Joven le da un beso en la mejilla, alejándose con saltos de emoción y una sonrisa en el rostro, para que el otro sonría, de la forma mas cariñosa y amigable que nadie, jamás, habían visto de su parte, de la forma en que solo le sonreía a él, mirando como se alejaba feliz la chica.
Sintió una gran ola de celos, y mejor cerró las cortinas de su habitación, dirigiéndose con pasos lentos hacia su cama, recostándose sobre ésta y abrazando al oso de peluche que Leo le dio por su tercer mes juntos, y nuevamente las lagrimas caen, no lo puede negar, se quiere morir.
Y fuera, en la esquina donde estaba parado, dirige su mirada a aquella casa y luego a una ventana, que ha sido cerrada hace tan solo unos segundos atrás, recordando lo que le dijo a su hermana para que aquel individuo que lo estaba observando sufriera, tal como él lo había hecho hace unas semanas, por que sí, observó de reojo como su ex novio lo miraba, sin quitarle la vista de encima y lloraba, tampoco lo podía negar, aún lo amaba, pero fue un gran error y para colmo, lo cometió con el que fue su mejor amigo en la escuela básica, así que, aunque el sufriera también, primero tenia que darle un escarmiento, y la sonrisa de hace poco se esfumó, dejando a su paso un rostro lleno de tristeza y una sola, una sola lágrima resbalando por éste, porque de verdad lo ama, y lo perdonaría si él volviese a rogarle por su perdón, pero tendría que esperar.
El amor es tan confuso a veces, pero no sabemos el porqué hasta que lo experimentamos nosotros mismos.
Sueño que pronto algún día... yo te volveré a encontrar... y sueño que entre mis brazos... yo te tengo que estrechar....
Sueño que mi voz te gusta... que te hace suspirar... siento que mis poesías... te alimentan sin parar...
Sueño que la vida es sueño... y los sueños son verdad... por eso yo de mis sueños no me quiero despertar...
Sueño que contigo salgo... casada a pasear... sueño que contigo danzo... y me río sin parar....
Sueño que cada mañana... mucho más feliz tú estas... y siento que se contagia... cual fuera enfermedad...
Sueño que lo pierdo todo... y que me quedas tú a mi sólo... para mi eso es más valioso... que del mundo todo el oro.
Porque los dos son unos tintos enamorados, unos que de verdad se aman, a pesar de todo.
(...'mientras que la nieve caiga, seguiré observándote a distancia, mientras las estrellas brillen te date mi amor, mientras el Sol y la Luna busquen su encuentro, continuaré amándote'...)