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Cuenta la leyenda por NeSLY

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Notas del fanfic:

 

BAP, así como varios personajes reconocidos no me pertenecen, esto es solo imaginación~

xD

 

Cuenta la leyenda

La historia de un príncipe

..:: 1 ::..

 

 

Si el cielo se quedaba oscuro Himchan había aprendido a esperar, oculto bajo el techo de su hogar mientras la lluvia hacía su trabajo y las personas lejos de ahí corrían de un lado a otro, los entrenamientos de los guerreros no finalizaban jamás y Himchan a la distancia los podía ver, practicando con más fuerza sus movimientos, la lluvia molestaba su vista y no parecía tener importancia. Himchan sentía el frío recorrer su piel y el invierno cada noche era más pasado.

 

—Hermano.

 

La voz de Sunhwa fue abrumadora, sus sentidos colapsaron de inmediato y fue como si en su pecho galopara el más salvaje de los caballos cuando la descubrió parada en la entrada de su habitación junto a la puerta corrediza, entallada en aquel traje tradicional lleno de lujos y detalles que no pasaban desapercibidos a la vista de nadie.

 

—Sunhie…

 

La atolló entre sus brazos, sin demasiada fuerza y con toda la delicadeza que ella merecía, entonces escuchó su risa suave y baja mientras apenas y correspondía a su abrazo.

 

—¿Tanto me has extrañado?

—Por supuesto que si —Himchan ni siquiera dudó su respuesta, tomó sus manos con premura y miró sus ojos grandes y brillantes— Te ves igual de hermosa que siempre Sunhwa…

 

—Lo sé —sonrió ella— ¿A qué el matrimonio me ha sentado bien?

 

Himchan negó sutilmente, con una sonrisa débil en los labios y la mirada baja, pero pronto sintió el tacto suave de Sunhwa en su mejilla, obligándolo a levantar la cabeza y que sus ojos se encontraran de nuevo.

 

—Vamos, Chanie… ¿qué sucede?

—Eres muy joven para que te casaras.

 

Él todavía no podía entender, y su alma se sacudía incomprensible ante la idea de haber perdido a su compañera de juegos, a su protectora, a la que sabía todo de él y a la que le enseñaba sobre la vida y filosofía con la mayor de las paciencias, a escondidas como debía ser, porque Sunhwa no debía saber ni la mitad de las cosas que conocía en realidad.

 

—Ya tengo dieciséis, en realidad habían demorado en casarme.

—Pero…

—Himchan estoy bien, mi esposo es un buen hombre.

—Que te lleva veinte años.

 

Sunhwa volvió a sonreír, con la mayor de las ternuras mientras acariciaba el rostro blanco y suave de su hermano menor, perdido en sus cavilaciones e inocencia. Alguien tan puro como Himchan no podía ser contaminado por el mundo y ahora su trabajo de cuidarlo había quedado a medias.

 

—Debes entender que nosotros no elegimos Himchan, estamos obligado a continuar con la línea que nos ha tocado seguir. Tú te convertirás en el rey de este imperio algún día, yo en la reina del imperio de mi esposo, es así como las cosas deben ser. Nosotros hemos sido concebidos para seguir con la tradición.

 

—Padre dice que nunca seré un buen rey, que soy demasiado débil.

—No le hagas caso Himchan… Solo concéntrate en tus estudios y en los entrenamientos del señor Han.

 

Himchan solo asintió, su hermana acariciando su rostro como si de un niño pequeño se tratara. Sunhwa miraba el semblante frágil de Himchan, sus doce años que les caían encima mientras le hablaba de trivialidades que habían ocurrido en el lugar. Himchan siempre había sido propenso a las enfermedades, su constante toz que ni la mejor de las curanderas parecía aliviar, le preocupaba ya no estar ahí, no estar para defenderlo de los gritos de su padre exigiéndole que se vuelva más fuerte, como si con gritos lo fuera a lograr.

 

Su hermano era perfectamente bello, sus negros y su piel blanca, su toque suave y delicado, la piel más hermosa que Sunhwa haya visto jamás, incluso superior a la suya. El frío solía empeorar la condición de Himchan que entraba en un constante estado de debilidad cuando el invierno llegaba, si no era por la fiebre, era por la toz y Sunhwa encontraba enternecedor como cada día la imagen de sobrecogida de su hermano con las mejillas sonrosadas y su cuerpo delgado encogido.

 

Si ella no iba a estar ¿quién protegería a Himchan?

 

Sus visitas no podían ser tan seguidas, pronto su esposo le prohibiría salir casi todos los días para visitar a su hermano menor y entonces Himchan quedaría desprotegido. El dolor en sus huesos lo haría sucumbir como cada invierno y no habría quien estuviera al pendiente de él. Sunhwa se estremeció de solo pensarlo y se prometió en ese mismo instante, que si de ella dependía, Himchan jamás estaría solo otra vez.

 

 

—Deja de sobreprotegerlo, si sigues así, Himchan jamás se convertirá en un hombre digno de gobernar.

—Pero padre ¿cuándo entenderá que Himchan podrá ser un gran rey siempre y cuando pueda controlar su enfermedad?

—¡Lo suyo no es enfermedad! ¡Es debilidad! Y es culpa tuya, por tenerlo bajo tu falda todo el tiempo.

 

El hombre sacudió su brazo con fuerza y Sunhwa apretó los puños con fuerza, no podía contradecirlo, no más, no con los guardianes a su alrededor y la mirada de advertencia de su madre que parecía dispuesta a abofetearla cuando fuera necesaria. ¿Por qué no podían comprender que el hecho de que Himchan estuviera enfermo no limitaba su fuerza?

 

Sunhwa solo quería un futuro tranquilo para su hermano menor. Uno donde no tuviera que preocuparse por cada minuto en el que su padre lo llevaba a entrenar a la intemperie o lo hiciera soportar terribles castigos para mejorar su aguante físico. No, Sunhwa no quería un futuro así para Himchan y aunque su padre se pusiera en contra haría lo necesario para que Himchan no estuviera solo otra vez.

 

...

Notas finales:

 

 

Bueno he aquí un regalo más, por el cumpleaños de una gran amiga. Son capitulos cortos, pero la historia avanzará a su ritmo y de todas formas ya tengo casi el 80% escrito así que espero no demorar demasiado. 

Se cuidan~


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