Kyungsoo se deshacía bajo las frías y grandes manos de Wu Fan. Aquellas manos, recorrían los lechosos muslos desnudos del menor, causando punzadas eléctricas recorrer por el pequeño, el corazón de Kyungsoo latía fuertemente, y su cuerpo temblaba. Excitación?? Miedo tal vez??
Kyungsoo ama a Wu Fan eso lo tiene claro, pero nunca se ha sentido seguro de dar el siguiente paso. Kyungsoo innegablemente ama los besos de Wu Fan, aman aquellos fuertes y largos brazos envolver su cintura, aquellos cálidos, suaves y rosados labios, besar los suyos y recorrer su cuello.
Solo que no está seguro de poder intimar con Wu Fan, miedo. Inseguridad. No está listo, aquella palabra siempre ha sido su respuesta, y lo ha salvado. Muchas, muchas veces, pero cada vez, Kyungsoo ve cansancio, en los ojos del mayor, y tiene miedo. Miedo de perderlo-
Y aunque aún no se siente listo, ahí está, desnudo, con las manos y ojos del mayor, descubriéndolo de pies a cabeza, besando cada porción de piel desnuda. Y tiembla, porque se siente bien y mal, esa sensación lo llena, y lo hace sentirse vacío al mismo tiempo.
Wu Fan ahora lo besa en el cuello, los labios del mayor toman una pequeña porción de piel de su sensible cuello entre sus labios y la succiona. Kyungsoo gime, sus mejillas se sienten levemente calientes, Kyungsoo aprieta los puños a sus costados, no ha tocada a Wu Fan en ningún momento, no cree necesitarlo. O no le nace y tiene miedo.
Miedo a decir que no, y perder al mayor. Pero también teme no disfrutarlo, teme luego sentir que fue un error, un error irreparable. Pero al final caya. Deja que Yifan siga con su propósito.
Cierra los ojos, intentando concentrarse, intentando sentir algo, algo más que solo miedo. A Kyungsoo le han dicho que hacer el amor es lo mejor del mundo, que cuando estas con esa persona que amas, sientes un delicioso vacío en el estómago, cuando te toca, te besa y te susurra que te ama.
Pero Kyungsoo no siente ni la una ni la otra. Kyungsoo siente, miedo, y su estómago se siente revuelto, su cuerpo tiembla. Pero no por deseo, tiembla de miedo, indecisión, de muchas cosas, menos de impaciencia y necesidad de más.
Yifan toma las piernas del menor, llevándolo un poco hacia arriba, pudiendo observar la rosada y apretada entrada de Kyungsoo, sus ojos están llenos de lujuria, desea tanto ser el primero en probar aquel delicioso agujero, que aquellas suaves y calientes paredes lo aprieten hasta llevarlo al límite de su delicioso orgasmo, quiere oír gemidos ser desprendidos de aquellos deliciosos y gruesos labios acorazonados.
Lleva un par de dedos hacia su boca y los lame con rapidez, humedeciéndolos lo suficiente, nota al cuerpo de Kyungsoo temblar, y eso solo lo incita, creyendo que el menor lo espera con ansias. No se detiene a pensar que Kyungsoo tiene miedo y decidido, dirige su índice a la entrada del menor.. Y
No…. – Kyungsoo dijo, su mano fuertemente aferrada en la muñeca del mayor, sus ojos llorosos, sus labios apretados en una fina línea. Su cuerpo temblando con más fuerza, Kyungsoo empieza a hipar, mientras Yifan frunce el ceño, no dice nada, aleja el cuerpo del menor del suyo y se levanta de la cama. No dice nada, no lo mira, solo bufa, se viste y sale de la habitación.
Kyungsoo suspira, largo y fuerte. Aliviado?.. Angustiado? No lo sabe, pero decide que fue lo mejor.
Cubre su desnudo cuerpo con una manta y abraza su almohada, su corazón comienza a latir con normalidad, y sus ojos a gotear gruesas y saladas lágrimas. Siente miedo otra vez. Jamás había llegado tan lejos con Yifan, y probablemente el mayor debe estar odiándolo en este momento.
Busca su ropa con rapidez. Sabe dónde buscar, se viste y se dirige al lugar. Camina unas cuantas calles, siente frio y rodea un poco más la bufanda alrededor de su cuello, guarda sus manos en las bolsas del saco negro que lleva. Y ve el gran rotulo de parpadeantes luces. BABYLON
Se adentra en el local, muchos de los trabajadores le saludan con amables sonrisas, las cuales el devuelve de la misma manera. Toma una respiración profunda y lo ve, el rubio está sentado a 4 sillas de distancia, decide sentarse a esa distancia, observando como el mayor lleva el vaso de whisky hacia sus labios y bebe del líquido.
Sabe que está molesto, y no lo pierde de vista, el mayor observa hacia el escenario, un Joven castaño de cabellos rizados, orejas grandes y sonrisa de un niño bobo, toca con un sentimiento increíble la guitarra, las cuerdas danzan dulcemente, regalando una encantadora y armoniosa melodía.
Kyungsoo cierra los ojos, degustando de la suave y cálida música, su corazón se acelera, pero esta vez no es miedo el que siente, se siente libre, cálido, confiado. Y abre los ojos, para volver a ver al mayor.
Yifan en ningún momento ha dejado de ver al chico, el bar siempre a esas horas es tranquilo, todas las parejas disfrutan de las hermosas notas que el joven castaño toca cada noche y en la misma hora.
Hermosa música no? – escucha a su lado.
Kyungsoo voltea a su derecha, y se encuentra con un chico castaño, sonrisa amable y rostro angelical, su corazón se acelera un poco más, y sus labios se curvan en una amplia sonrisa, asiente repetidas veces y contesta un sí, bastante bajo, pero que el otro chico logra escuchar.
Me llamo Joonmyun – dice el chico. Kyungsoo asiente y toma la mano que el chico extendió al presentarse. “me llamo Kyungsoo”.
Los aplausos resuenan en el lugar, y Kyungsoo devuelve la mirada hacia el escenario, el chico castaño deja su guitarra colgar de su cuerpo, y se levanta de la silla, agradece los aplausos y regala muchas sonrisas a los presentes.
Se baja del escenario y se acerca a Yifan…. Se acerca a Yifan??
Kyungsoo fija toda su atención en el chico castaño, a pesar de escuchar al chico a su lado, decir algo que no entendió.
Yifan se para de su asiento, y el castaño corre hacia él. Enreda sus brazos en el cuello de Yifan, y el mayor aprieta sus brazos alrededor de la cintura del chico. Y se besan. Un beso lento, lleno de ternura, a la vista de Kyungsoo.
Y al separarse sonríen, se dicen algunas palabras y vuelven a sentarse. Kyungsoo no ha dejado de ver la escena. Su corazón duele, mucho, y se siente de lo peor. Ha sido engañado, quien sabe cuánto tiempo. Y no quiere averiguarlo.
La cabeza le da vueltas y se siente desesperado. No sabe qué hacer. Mira hacia su derecha, el chico lo ve con cara de preocupación. Kyungsoo traga fuerte. Observa los labios del otro chico, se muerde el labio inferior y no sabe si llorar, o seguir su instinto de besar aquellos labios rosados del desconocido que se hace llamar Joonmyun.
Toma una buena bocanada de aire y lo expulsa lentamente. Joonmyun le pregunta si está bien. Kyungsoo solo asiente, no vuelve a ver hacia donde esta Yifan y el otro chico. Solo se baja de su asiento. Y a paso lento y tambaleante se levanta.
Joonmyun lo sigue, lo toma de la muñeca. Kyungsoo se detiene, lo mira interrogante, y el mayor solo termina sonriéndole cálidamente, se ofrece a acompañarlo, alegando que su aspecto no se ve bien.
Kyungsoo acepta, solo quiere irse, salir de ese lugar. Ignora a todos esos chicos medios desnudos bailando alrededor de la pista. Mientras se restriegan sus paquetes sin pudor alguno.
Le tiembla el cuerpo, en cuanto se da cuenta que el otro chico lo lleva de la mano. Pero aquello no se siente mal, más bien, se siente bien, le agrada. Lo hace sentir un delicioso calor en su estómago. Lo hace sentirse bien, y quiere seguir sintiéndose así.
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Invita a Joonmyun entrar a su casa, el chico al principio se niega. Pero Kyungsoo cree que es lo mejor, es muy tarde en la noche, la casa del chico está muy lejos, Joonmyun le había contado que vivía en dirección contraria, a muchas calles de distancia, Kyungsoo le ofreció quedarse en su casa, como agradecimiento de haberlo acompañado hasta ahí.
Nunca había dejado a un desconocido entrar en su casa, mucho menos dormir ahí, solos, jamás, ni siquiera Yifan lo había hecho, esta noche tal vez si iba a pasar. Pero… pero, Diablos, la verdad lo golpeó, como un balde de agua fría, no había Yifan, no había un nosotros.
Lo engañaba, Yifan le veía la cara de estúpido, se miraba con el chico castaño, ese guitarrista llamado Chanyeol. Y quien sabe si solo con él. Tragó fuerte, porque estuvo a punto de entregarse a ese desalmado sin corazón.
Apretó fuerte sus puños, quería correr hacia su habitación, enterrarse bajo sus sabanas y llorar. Descargar todo lo que sentía en ese momento, odio, enojo, rencor, desolación, tristeza. Quería dormir y no volver a despertar.
No quería nada, no quería sentirse así, sentía ahogarse, el pecho le dolía, y sus ojos escocían. Tomó un vaso y lo llenó con un poco de agua, la bebió de un solo trago, y suspiró fuertemente. Sus hombros cayeron bajo, muy bajo, pesaban, su cuerpo completo pesaba.
Una cálida mano apretada a la suya lo volvió a la tierra. Levantó su vista y se encontró con aquellos orbes color chocolate, que lo observaban con calma y sinceridad. “estas bien”
Kyungsoo asintió al chico, le dio una sonrisa un poco forzada, y apretó el agarre en la mano contraria, como si aquello lo calmara. Su corazón volvió a acelerarse, y su cuerpo dio un leve temblor, la piel se le erizó, cuando el chico posó su otra mano en su mejilla.
El tacto se sentía caliente, su piel hormigueaba, el pulgar del chico acariciaba su mejilla, y Kyungsoo no pudo evitar inclinar su cabeza hacia la mano que lo acariciaba, la caricia era cálida, tan intimida, tan delicada. Soltó el aire, que no sabía que estaba conteniendo y respondió. “estoy bien”
Contra su voluntad, se apartó de la mano que le acariciaba el rostro y se soltó del agarre de la otra. Guió a Joonmyun hasta una habitación, la que una vez su hermana mayor ocupó. Ser el hijo menor, de padres que murieron un tiempo atrás, lo había llevado a quedarse solo en cuanto Amber se enamoró y decidió casarse con Henry.
Kyungsoo fue feliz en cuanto eso pasó, aunque extrañaría a su hermana, sabía que Henry la haría feliz, lo sabía en cuanto veía, las cálidas sonrisas que el rubio le dedicaba a su hermana, lo supo en cuanto vio al chico preocuparse cuando operaron a Amber, al parecer su apéndice estaba mal y tuvo una operación de emergencia.
El chico pasó una semana completa en casa, cuidándola, preparando lo que el doctor había recetado que su hermana comiera, ayudándola en todo.
Sonrió con melancolía, y abrió la puerta con lentitud. El mayor caminó detrás de él. Kyungsoo buscó algo en los cajones del ropero, y le dio unas mantas. Joonmyun le sonrió y le agradeció, y Kyungsoo pensó que por ver esas sonrisas haría cualquier cosa. Kyungsoo decidió, que se le antojaron las risas de Joonmyun. Pero se lo guardó para el mismo.
Joonmyun colocó las mantas dobladas sobre la cama, dirigiendo su mirada hacia Kyungsoo. Y se ofreció a preparar la cena, en cuanto escucha rugir el estómago del menor, Kyungsoo se sonrojó hasta las orejas, pero aun así asintió.
Ambos chicos se dirigieron a la cocina, Kyungsoo delante y Joonmyun detrás, a paso lento, deleitando su mirada con la hermosa y curvada figura del menor, jamás pensó ver a un hombre de esa manera, no hasta que vio al menor, con aquellos grandes ojos, observar al rubio que estaba besando a su hermano.
Sintió un poco de lastima, pues el chico parecía que de verdad gustaba del alto, pero una cosa si era segura, el chico no le correspondía. No después de llevar 3 años siendo novio de su hermano Chanyeol. Seguro solo era uno de los chicos con los que Kris engañaba a su hermana. El no sabía cómo es que Chanyeol aún estaba a su lado.
“lo importante es que siempre regresa a mi” respondió una vez, cuando Joonmyun le dijo que lo engañaba, Chanyeol al parecer ya estaba enterado, y el solo se aseguró cuando, Chanyeol le confesó que una vez, vio al rubio besando a un chico alto, con ojeras como panda.
Aquella tarde Chanyeol pasó su tarde, molesto, muy molesto. Pero solo unas cuantas palabras del rubio lo hicieron caer de nuevo, olvidar todo y seguir adelante. Joonmyun solo bufó y los dejó... decidió no interponer aquello- era cosa de dos… y el no estaba incluido-
Observó desde el marco de la puerta a Kyungsoo buscar aquí y por allá, sacando algunos utensilios para poder cocinar, algunas verduras frescas, y condimentos necesarios, Joonmyun se acercó lentamente hacia el menor.
Tomó las verduras y una tabla y comenzó a picar, Kyungsoo mientras puso la sartén a calentar.
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Lleno hasta reventar y con sueño, Kyungsoo se fue hacia su dormitorio, se había despedido ya hace algún tiempo de Joonmyun, cerciorándose que el mayor estuviese cómodo. Se dio un corto baño, se colocó sus bóxer de color gris y una camiseta blanca, y se dejó cubrir por las deliciosas y cálidas mantas, esperando poder dormir tranquilamente.
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Kyungsoo se estiró en su puesto, o al menos eso intentó, frunció el ceño en cuanto sintió un par de brazos cálidos, rodeaban su cintura, abrió lentamente un ojo, encontrándose con una castaña cabellera, abrió grandemente los ojos en cuanto se dio cuenta de quién era.
Apretó sus manos sobre los brazos del chico, intentando deshacer el agarre, pero el chico simplemente estaba, aferrado fuertemente a él. Joonmyun se removió un poco, dejando caer la cálida respiración sobre el cuello de Kyungsoo.
Kyungsoo sintió un extraño estremecimiento atravesar su cuerpo, e inconscientemente dejó salir un silencioso jadeo. Joonmyun rió para sus adentros, pero siguió haciéndose el dormido.
Kyungsoo sentía a sus mejillas arder, mientras el castaño hundía su nariz en su cuello. Joonmyun pudo sentir el temblor que recorrió el cuerpo de Kyungsoo, y se sintió satisfecho, apretó un poco más el cuerpo del menor, negándose a darse a notar como despierto.
Se sentía un pervertido, por estar en una casa ajena, en una cama ajena, con un chico que apenas y conoció unas otras atrás, o más bien, una noche atrás. Se sintió un acosador, en el momento en que se encaminó hacia el cuarto del menor, y se deslizó bajo las mantas de este.
Pero aquello fue borrado en el momento que Kyungsoo se aferró a su cuello, murmurando cosas que su oído no pudo captar, pero aun así, abrazo la cintura del menor y lo pego a su cuerpo. Sintió una respiración de alivio abandonar los labios del pequeño ojón, y sonrió satisfecho, y se durmió en un santiamén.
Kyungsoo puso sus manos en el pecho del mayor, alejándolo a duras penas de su cuerpo, y lentamente se deslizó de los brazos del castaño. Sonrió satisfecho en cuanto vio que el chico no se había despertado. No sabía cómo Joonmyun había llegado a su cama. Y a decir verdad no quería averiguarlo.
Corrió hacia el baño e inmediatamente se revisó el cuello, y buscó alguna cosa extraña por su cuerpo, se tocó el trasero, pero no dolía, así que suspiró aliviado, por lo menos no había sido violado mientras dormía.
“no te violé por si pensabas eso” – Kyungsoo abrió los ojos enormemente, giró lentamente hacia la puerta donde escuchó la voz, y se sonrojó a su máximo punto, en cuanto vió al castaño, recostado en el marco de la puerta, en camisa y solo bóxer.
Kyungsoo tragó duro, recorriendo las lechosas piernas del joven frente suyo, y tragó más duro en cuanto vió el pequeño problema marcado a través de la delgada tela del bóxer. Sintió un cosquilleo en las manos, tocar? Si tal vez quería tocar.
Remojó sus labios con la punta de su lengua, “no, no pensaba nada” – dijo con voz temblorosa.
Joonmyun sonrió de lado, y lo detuvo en su fallido escape. Lo apretó contra la puerta, apretando sus manos en las caderas del menor, acercando su rostro con el del contrario, mezclando sus respiraciones, rozando levemente sus labios con los contrarios.
Kyungsoo se sintió acorralado y extrañamente excitado, apretó sus dedos en los hombros del mayor, pero no para alejarlo, sino para acercarlo más hacia él. Un pequeño jadeo escapó de los acorazonados labios, y eso solo incitó a Joonmyun, le dio el permiso que necesitaba.
Joonmyun apretó más el cuerpo del menor hacia el suyo, quedando sus pechos juntos, muy juntos. Acortó la pequeña distancia entre sus labios, dejando así unir los propios con los contrarios, disfrutando de la suavidad y calidez de eso rosados labios.
Delineó los gruesos labios con la punta de su lengua, sintiendo otro delicioso temblor recorrer el cuerpo de Kyungsoo. Le gustaba como el cuerpo contrario reaccionaba a sus pocas caricias. Hundió mas sus dedos en la cadera de Kyungsoo, intentando acabar con cualquier mínimo espacio entre ellos.
Abrió sus labios para tomar el inferior del menor, lo saboreo, apretó a su antojo, mientras Kyungsoo solo respondía con pequeños jadeos, que eran ahogados por su boca.
No esperó a un sí o un no. Solo empujó con cautela el cuerpo del menor, encaminándolo hacia la cama, dejándolo caer sobre esta, sin estar mucho tiempo apartado de él. Se dejó caer sobre el colchón, colocándose entre las piernas de Kyungsoo y juntando sus labios de nueva cuenta.
Kyungsoo sentía de todo, menos miedo. Su cuerpo temblaba, pero temblaba de deseo, cada lugar que el castaño tacaba, se sentía un cálido hormigueo y le gustaba, le gustaba ser tocado con la delicadeza con la que el otro lo tocaba. Y se entregó. Dejo de ser suyo para ser del mayor.
Joonmyun besaba cada porción de piel que sus manos iban descubriendo, sintiendo cada temblor en el cuerpo del menor. Delineó su lengua sobre los pequeños pezones de este, oyéndole gemir un poco más alto, sintiendo como este apretaba su cabello, mientras su lengua recorría la hendidura y el glande del palpitante miembro del pequeño, los que empezaron a ser jadeos, terminaron siendo fuertes gemidos.
Kyungsoo no se contenía con nada del mundo, movía sus caderas contra la boca del mayor, sintiendo los labios y lengua de este apretar alrededor de su doloroso miembro. Estaba teniendo la experiencia más placentera de su vida.
Joonmyun engullía con orgullo el pene del chico, mientras lentamente introducía su índice en la entrada del menor, Kyungsoo dio un pequeño salto en cuanto sintió el intruso en su entrada. Dolía y ardía. Pero el sentimiento se mezclaba con lo delicioso que sentía estar próximo en su orgasmo.
Joonmyun pronto supo que el chico estaba apretado, demasiado, algo hizo que su pecho se hinchara de felicidad, la arrugada y suave entrada lo apretaba y succionaba deliciosamente, y no pudo evitar soltar un gemido, al imaginarse ser así de apretado, pero en su miembro, su doloroso miembro.
Joonmyun mordió levemente las venas saltadas en el pene del menor, sintiendo pronto la descarga de caliente y espesa semilla deslizarse en su lengua y boca, tragando lo que pudo. Levantó su vista, encontrándose con un Kyungsoo extasiado, rojo de la cara, con la frente perlada en sudor y respirando con dificultad.
Sonrió hacia Kyungsoo, quien los miraba con los ojos expectantes, como esperando a un segundo movimiento. Joonmyun introdujo un nuevo digito a la entrada del menor. Kyungsoo apretó los labios e hizo puños con las sabanas, pero no se quejó.
Ardían como mil demonios, pero se aguantó. Por primera vez en su vida quería probar aquello, se sentía listo para hacerlo, qué diablos importaba si era con un desconocido, del cual solo sabía su nombre. A Yifan lo conocía de hace un año, y lo engañó sin tentarse el corazón.
Joonmyun movía sus dedos lentamente, adentro y afuera, en forma de tijeras, intentando ser lo más amable posible, había sido el pasivo una vez, y eso dolió. Y no quería que Kyungsoo tuviera el mismo concepto de aquello.
Beso las mejillas del menor, la barbilla, deteniéndose en el sensible cuello de este, empezando a recibir pequeños suspiros como respuesta, introdujo un tercer digito y Kyungsoo solo atinó a apretarle los hombros. Y Joonmyun no se quejó, lo dejó hacerlo para que el menor no sintiera tanto dolor.
Ha-hazlo ya – tartamudeó Kyungsoo. Joonmyun asintió y con sumo cuidado deslizó sus dedos fuera. Buscó entre la mesa de noche de la cama de Kyungsoo y recordó algo, se estiró hacia el cajón de la pequeña mesa, encontrándose con su propósito.
Tomó el pequeño tubo de lubricante, colocando un poco sobre la entrada del menor y un poco más en su miembro, respiró profundo y preguntó al menor si estaba listo.
“si lo estoy”
Kyungsoo se aferró aún más a los hombros del mayor, sintiendo como algo, al doble del tamaño de los dedos se adentraba en él. Sentía ardor, quemaba, dolor y solo quería que aquello pasara, buscó los labios contrarios como primera iniciativa en aquella mañana.
Joonmyun correspondió al beso, apretando los muslos del menor, para poder impulsarse hacia adelante y adentrarse un poco más en aquellas suaves y apretadas paredes, la calidez lo rodeaba, y sentía que si seguía así se correría, sin necesidad de moverse más.
Pero él no quería eso, se empujó un poco más, quedando completamente dentro e inmóvil. Los ojos de ser aguaron, sus labios se apretaron fuertemente, pero no se quejó otra vez.
Mu-muévete – susurró
Joonmyun asintió y se movió primero atrás y luego hacia adelante, una y otra y otra vez. Rodando las caderas, tocando el punto que hizo a Kyungsoo gemir en innumerables veces, su nombre, pidiendo más. Ambos llegaron al final, Kyungsoo por segunda vez en la mañana, y Joonmyun su primera.
Llenando de su blanca semilla las paredes del menor, gimiendo sin limitación. Dejando pequeños besos en las clavículas del menor, mientras se seguía empujando lentamente en el menor. Ambos gimiendo y negándose a dejar de moverse.
Temiendo que el finalizar el contacto acabe con todo entre ellos. Pero al final. Joonmyun termino saliendo del menor, rodando sobre la cama y atrayendo el cuerpo del pequeño sobre el suyo. Le besó la frente y le vio parpadear hasta quedarse dormido.
Suspiró en cuanto escuchó la acompasada respiración del menor y se sintió repentinamente con una mezcla de tristeza y felicidad. Con un tinte de amargura.
Agradeciendo a Dios que el amor de su vida, seguía siendo suyo, que el cuerpo de Kyungsoo jamás lo olvidó, que jamás estuvo con nadie. Solamente odiaba la idea que el cerebro del pequeño no podía recordarlo.
Pero agradeciendo al sin vergüenza de si cuñado. Porque fue gracias a él, que volvió a encontrar al menor, y esta vez no lo dejará irse de sus brazos.
Besó la frente del chico nuevamente, apretándolo entre sus brazos, sintiéndolo tan suyo, queriendo borrar aquel año que estuvieron separados, queriendo remediar aquel accidente donde el menor perdió a sus padres y con ellos la memoria.
Quería que el menor lo haya recordado así como recordó a su hermana, pero no fue así. Así que decidió que lo mejor era irse y no hacerle daño al menor, confundiéndolo más. Pero aquel año casi lo acaba.
Así que de una u otra manera, iba a entrar en la vida de Kyungsoo. Aunque sea como un descocido.
Porque lo ama, y el menor inconscientemente lo ama también. Y eso debe bastar no?
Si claro eso es suficiente.
Se dejó llevar por el mundo de los sueños, esperando que su despertar más tarde no le muestre que esto es un sueño… pero aprieta más el cuerpo del menor al suyo, solo por si acaso.