— ¿Algo al azar? ¿En serio haremos esto para ver quién será nuestra pareja?—Exclamó algo enfadado un pelirrubio de nombre Mihael.
—Sí, Mello. Es la única forma. Nuestra vida no es muy interesante sin pareja. —Respondió tranquilamente un chico de cabello negro alborotado.
—Mientras no me salga con ese imbécil de BB, todo está bien. —Suspiró Mello. Miró a su rival, Beyond, y este lo miraba con una expresión neutral. Pronto se dio la vuelta y se cruzó de brazos, enfadado. — ¡Si me sale con ese idiota…Deberás admitir que fue a propósito, L!
—Tssk, entendido. No hay problema. Seguro que no te sale.
—Aunque con Matt harías buena pareja… —Comentó algo risueño un castaño, Light Yagami.
— ¡Y con tu “amigo” Near también harías buenas migas, megalómano! —Lo intentó insultar el pelirrubio, mientras que el agredido ni se inmutó con la señalización.
— ¡Todos sabemos que eres más narcisista y psicópata que yo! —Contraatacó el supuesto megalómano.
— ¡Parad de una vez, maldita sea! —Gritaron al unísono Near y Matt, mientras corrían a detenerlos porque ya casi se mataban a golpes. Ambos pararon y se dieron vuelta para no verse.
— Bueno, esto es sencillo: Tres de nosotros, Mello, Light y yo, sacaremos un papel con los nombres de los otros tres. El que le salga a uno es su pareja por dos meses y si quieren continuar con la relación…continúenla. —Anunció L. —Vas tú primero, Light.
Yagami Light se acercó a la papeleta. Tres pequeños papeles forrados estaban allí. Cerró los ojos y empezó a darle vuelta a todos los papeles. Tomó una y la respiración se le volvió agitada. Lo tomó fuertemente y abrió el sobre: el nombre de Nate River estaba escrito en letras impresas y muy bonitas.
— ¿Ne-Near? —Dijo algo confundido, no se lo esperaba.
— ¡Parece que Mello tiene razón, eh! —Exclamó el pelirrubio con un grito casi triunfal.
— Cállate, idiota. —Musitó el peliblanco que se dirigía hacia su nueva pareja.
—Ahora voy yo, me parece. —Supuso el pelinegro con un prolongado suspiro. Tomó rápidamente una papeleta y pensó por un momento que saldría Beyond, pero borró el pensamiento y abrió el sobre. —…Ma-Matt…
—Supongo que está bien. —Susurró el elegido aleatoriamente.
—Eso significa que…
— ¡NO, NO Y NO! —Negó rotundamente el joven de ojos azulados, Mihael Keehl. — ¡No estaré dos meses en la misma casa que ese imbécil! —Siguió. — ¡Es un completo idiota!
Repentinamente Beyond se acercó con movimientos felinos, sigilosos, y besó al pelirrubio en la mejilla. La cara de éste se hizo un tomate ardiendo y apartó de un golpazo a su rival, que se estrelló con la muralla de la edificación. Saltaron unos cacharros de hierro rotos y mucho polvo que hizo toser mucho al atacado.
— ¡Apártate de mi camino, retrasado! —Gritó exaltado el chico mientras caminaba lentamente hacia la salida. Cuando estuvo al frente de la puerta, susurró: — Adiós, Elle. Adiós, Matt. Adiós, Near.
— ¿Y yo? —Murmuraron casi al mismo tiempo Beyond y Light, ya que el joven no se había despedido de ellos.
—Ustedes pueden esperar. —Salió y dio un portazo, haciendo resonar la salida.
—Hum, al final los rivales si se atraían. ¿Habrán sabido que lo teníamos todo planeado? —Comentó Elle, casi triunfal. —Lo habéis hecho muy bien, chicos. Ellos aún no sabían que de verdad las parejas que salieron en verdad estaban atraídas.
—Tú… ¿Con Matt? Es medio raro, la verdad. —Respondió Light.
— ¿Qué? ¿Me imaginabas con Near?
—Pues te pegaba más, la verdad.
— ¿Me estás diciendo que no soy su pareja ideal? —Gruñó el de lentes, algo enojado.
—Sigo aquí, fanfarrones. —Musitó BB, y todos se sorprendieron de súbito.
—Si le dices algo a Mello te juro que te entrego a la policía por supuesto tráfico de drogas.
—Calla la boca si no quieres arruinar esto, enamorado. —Exclamó contento el pelirrojo Mail.
—Me tendré que conformar. Supongo que tengo…”suerte” —Mencionó el chico de ojos rojizos, sonriendo y haciendo comillas cuando dijo la última palabra.
— ¡Buena suerte, Beyond! —Se despidieron Matt y Elle.
—Sigo pensando que Near o BB le quedaban mejor a L, pero…—Susurró el castaño, algo sonriente.
—Cállate. —Contraatacó el aludido.
El silencio perduró un largo rato mientras todos se iban despidiendo con sus parejas unidas por las manos. Near era el más callado de todos, solo musitó unas pocas palabras en toda la noche.
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(Narrado por Mello)
El sonrojo de hace un par de horas permanecía en mi piel. ¡Ese estúpido de ojos rojizos me había sorprendido bastante! Aún sentía sus labios adheridos a mi suave tez en la mejilla. Me tocaba la zona donde se había posado una y otra vez, nervioso. Estaba al frente del mar que podía visualizar en la lejanía. Hacía una brisa calmada que revolvía un poco las olas. El olor a océano resbalaba por mi sentido del olfato. Mis pies descalzos se embarraban en la seca y sucia arena.
El silencio permaneció por fulgurantes minutos. No podía pensar en nada en específico. Solo el recuerdo permanecía en mi cabeza. Un rato después recuerdo vagas cosas de lo que sucedió: el sonido de un disparo. Una voz llamándome.
— ¿Mello?
El olor nauseabundo de la sangre. Solo siento la muerte acechándome, como una cobra. A punto de morderme.
— ¿MELLO?
Tengo miedo. Mucho. Pero no sé cómo contrarrestarlo. Pronto escucho a la voz sollozando, todo se vuelve oscuro y negro… ¿He muerto? ¿Moriré? ¿Me dispararon…?
— ¡Mello! ¡Mello!
Y, más importante… ¿Quién me disparó?