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Walk of shame por vickytoya

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Notas del fanfic:

Walk of Shame, ¿la han escuchado? Es una canción de P!nk xP

Notas del capitulo:

Hola, les traigo este one-shot MyungJong.

Para empezarlo me basé en la canción de Walk of shame de P!nk (como lo mencioné con anterioridad), pero lo demás ya es de mi cosecha, así que no esperen encontrarle tanto sentido con la canción(?)

A leer ^^

Walk of shame

Lleva la corbata desarreglada y los primeros tres botones de la camisa se encuentran sueltos; se agarra de la pared que contiene los botones del elevador mientras lo espera. Su condición es tan mala que reza para que nadie lo vea en el camino a su departamento e intenta olvidarlo tarareando una canción. La última canción que escuchó en el club nocturno que solía frecuentar con sus amigos.

Sin embargo, ésta vez el destino no le sonríe, porque justo cuando las puertas del elevador se abren puede divisar a su vecino dentro de la caja metálica, éste le dirige una mirada de entendimiento sin abandonar el puesto que tiene, llevando su dígito hacia el botón que impide el cierre de las puertas.

Lo odia. Odia que eso pase, sobre todo cuando se trata de su vecino.

Suspira pesadamente y el hombre le regala una sonrisa maliciosa; los hoyuelos se le marcan mientras que al menor le recorre un súbito escalofrío al sentirse a merced de la mirada del otro.

— ¿Mala noche? — Pregunta con un tonillo que tenía con toda la intención de molestar.

—Todo lo contrario, diría yo—suelta una risita y el otro bufa sin contemplación.

El mayor alza una ceja, y su buen humor se esfuma en un instante, pues odia cuando ese tipo de respuesta es guiada a través de sus labios.

—Eso explicaría muchas cosas—gruñe, volviendo a recorrerlo con la vista.

Esta vez el menor no se deja amedrentar por la felina mirada, por lo que lo ve con atención antes de hacer el comentario burlón—, ¿no vas a salir? —El mayor asiente saliendo del ascensor, viendo al otro entrar, ocupando su lugar.

—Ten cuidado, no vayas a contraer una ETS.

Se está vengando, el menor lo sabe pero no es impedimento para que se sienta indignado. Presiona el botón que evita que las puertas se cierren y pone un pie fuera.

—Estoy limpio, ¿entiendes? Tampoco es como si fuera acostándome con el primer tipo que se me pusiera en frente—. El chico con cabello color cereza está gritando—. Además, ni siquiera eres tan guapo como para que se me antoje acostarme contigo, así que no debes preocuparte por tu salud sexual, seguramente sigues siendo virgen.

Son cerca de las siete de la mañana, están a sábado, se encuentran en el pasillo principal del complejo de apartamentos donde residen y Sungjong está gritando a los cuatro vientos que no se acuesta con cualquiera.

Myungsoo es el primero en tomar consciencia de lo que está pasando y se acerca al menor para taparle la boca. Está indignado, pero tampoco es como si le agradara la idea de que todos se enteraran de las proezas sexuales de su vecino.

Suelta una ligera risa antes de acercarse a su oído—, está bien Sungjong, ya lo he entendido, además no era como si te tuviera en esa categoría… Solo bromeaba—se encoge de hombros y vuelve a separarse, siguiendo su camino en silencio.

El menor se ha quedado estático en cuanto el otro se le ha acercado, así que lo ve alejarse sin moverse un centímetro del lugar donde está, pasan unos minutos para que pueda reaccionar y volver a presionar el botón que llama al ascensor. Esta vez si sube a la cabina que le deja en el departamento.

Entra en éste y nada más quitarse los zapatos corre hacia su habitación, dejándose caer en la cama con pesadez, no sabe si siente todo ese cansancio porque ha pasado la noche bailando o porque al encontrarse con su vecino y haberle gritarle ese sinfín de boberías se le han ido las fuerzas como si hubiera escalado el monte Everest.

—Já, como si realmente no te deseara—murmura viendo el techo, las formas circulares se le antojan tristes cuando lo piensa detenidamente.

Primero ríe, luego las lágrimas empiezan a resbalarle por las mejillas, pero no deja de reír.

Es hasta la semana siguiente cuando vuelven a verse, el saludo cortés se presenta en los labios, ojos y venías.

Buenas tardes.

Hola.

Nada más, de repente el silencio los ha apresado después de decir sus cordiales y necesarios saludos al viento.

—Lo siento—murmura Sungjong bajando la mirada, su voz lleva los decibeles necesarios para que su voz sea escuchada, ni uno más ni uno menos.

El mayor le sonríe y se acerca a él, poniéndole la mano sobre el hombro—está bien Sungjong, entiendo que puse el dedo en un tema delicado, lo siento—le sonríe con esa sonrisa que derrite al menor, que le hace querer besarle los hoyuelos, robarlos… Guardarlos para que nadie más pueda verlos.

Pero no son nada y eso le impide siquiera acercarse más de lo necesario.

—Está bien Myungsoo hyung—asiente con destreza, alejándose lentamente del agarre sobre su hombro.

— ¿Tanto me odias? —La pregunta sale de los labios del mayor, llamando la atención del otro, el cual se dedica a negar repetidas veces con la cabeza-, ¿entonces?

— ¿Qué?

— ¿Por qué te alejas? Ni siquiera voy a morderte o algo por el estilo—calla unos instantes—a menos que tú quieras—agrega en voz baja, al tiempo en que sus hombros se alzan.

—Yo… Eh… Lo siento.

En cuanto las puertas se abren el menor intenta huir, pero el otro lo sujeta por el brazo con más fuerza de la necesaria, quiere aclarar el asunto antes de que sea demasiado tarde y ambos terminen odiándose solo porque no les quede otra opción. Justo como lo ha agarrado antes camina con él, aunque se puede decir que el menor está siendo prácticamente arrastrado hacia el departamento de Myungsoo.

—No soy virgen.

Nada más entrar es lo primero que sale de la boca del pelinegro, por lo cual el menor estalla en carcajadas. El mayor se da cuenta de algo entonces.

Nunca lo había escuchado reírse.

Siempre se saludaban con comentarios lascivos o sarcásticos, incluso las pocas risas escuchadas habían sido así. Parpadea un par de veces antes de reír también, siguiendo por la melodiosa carcajada del menor, encajando perfectamente.

—Hyung, ¿realmente eso fue lo que más le dolió? —Pregunta cuando la risa le da un momento de tregua, pero nada más terminar de decirlo vuelve a inundarlo, causando un ambiente relajado y suave.

El mayor niega, poniéndose serio, infundiéndole a seriedad también a Sungjong—. No, lo que más me dolió es que no estoy en tu lista de personas con las que quieres acostarte.

—Auch—murmura el menor bajando la mirada—… Sobre eso…

—No, está bien, lo entiendo—sonríe en aceptación.

—No… Es que eso no es cierto, solamente lo dije porque usted llegó a pensar que realmente me acostaba con uno diferente cada noche y eso no es cierto. La verdad es que salgo a tomar con mis amigos, sí me gusta emborracharme hasta casi perder consciencia; trabajo como loco de lunes a viernes como para no darme mis gustos los fines de semana, y sí, hay ocasiones en las que tengo sexo… Muy buen sexo—lo último lo dice con la cabeza baja y en un murmullo.

— ¿Y?

—Y, pues nada.

— ¿No te parezco atractivo?

—Ah, cierto. Peleábamos por eso—suelta una ligera risita—sí, me parece muy atractivo, es tan atractivo y me conoce tanto que a veces deseo que la persona que me está tomando entre sus brazos, decidido a hacerme suyo sea usted.

Le lanza la verdad como si no se tratara de nada importante.

—Bueno hyung, lo veré luego… Mis amigos me están esperando—le dedica una sonrisa antes de salir del departamento del muchacho, soltando un hondo suspiro cuando está dentro de la paz significativa del propio.

Bueno, lo había dicho.

Se baña y arregla con rapidez. Lleva un vestido rosa muy mono que le llega a mitad del muslo, se ha acomodado una peluca castaña en un afán de cubrir el rosa de su cabello y se ha maquillado un tanto.

Sus amigos le reciben con ovaciones y uno de ellos lo toma por la cintura—. Amo cuando te vistes de chica, ¿con quién peleaste ahora? Para ir a agradecerle—. Murmura Dongwoo en su oído.

—Mi vecino—niega con la cabeza empezando a caminar, haciendo resonar los tacones al compás.

—Con razón te ves tan guapa—le guiña el ojo.

—Hoy no oppa—coquetea el muchacho, a sabiendas que a Dongwoo le gusta follárselo cuando lleva el vestido encima.

El otro ríe—, claro que no, ¿te reservas para Myungsoo?

El menor niega—, no creo que siquiera sepa que es un antro.

—O tal vez lo sé— la voz sedosa viaja a través de la noche, inundando los oídos del menor, el cual hace una mueca antes de girarse a verlo.

—Hola—saluda altivo.

Una risa sarcástica abandona el pecho del otro, empezando a caminar a paso rápido hasta tener entre sus brazos la pequeña cintura del muchacho vestido de chica—. Hola—habla en su oído antes de voltear a ver al grupo con que el menor salía de fiesta—bien—suspira—cualquiera que haya tocado a este chico, tiene prohibido hacerlo a partir de ahora.

Sungjong se queda de piedra al escuchar eso y cuando despierta empieza a pelear—, ¿qué? ¿Por qué?, ¿quién te crees que eres para decirles eso? ¿Acaso eres mi dueño? No, ¿verdad? Así que yo voy a decidir a quién dejo que me toque y a quién no, se acabó—la voz sale exaltada y chillona, él es un alma libre hasta que otro demuestre lo contrario.

— ¿Has dicho todo ya? —El menor asiente—bueno, es hora de decirte que sí, efectivamente soy tu dueño Lee Sung Jong, a partir de ahora seré la única persona que tenga derecho a besarte, tocarte y todo lo demás contigo. Porque quiero que seas me novio, quiero que me pertenezcas y quiero pertenecerte.

—Vaya, pensé que el idiota nunca se daría cuenta—murmura Hoya encogiéndose de hombros.

—No quiero que me pertenezcas y no quiero pertenecerte tampoco. Quiero mi libertad…

— ¿Entonces no me quieres?

—Te amo.

—Pero…

El menor alza los brazos—esto es lo que soy, no pienso cambiarlo, así que tú sabes si lo tomas o lo dejas.

Sunggyu se acerca a Myungsoo—él no va a fallarte—murmura solo para que él pueda escucharle—Sungjong puede ser muchas cosas, pero cuando está establecido prefiere quedarse en casa a leer que salir de rumba, ¿vas a aceptar lo que es o lo vas a dejar ir?

—Solo si prometes que vas a amarme.

El menor sonríe y asiente levemente—, ¿qué si voy a amarte? —El otro asiente levemente—ya lo hago, bobo.

—Entonces… Nadie lo toca—murmura Myungsoo y los otros suspiran con cansancio, viendo con atención como los ojos de Sungjong ruedan ante la amenaza del otro.

 

Notas finales:

¿Les ha gustado? Si les gustó pueden dejarme un lindo review y si no pues también xP

Hasta la próxima.

Victoria.


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