“Cuando tú estás conmigo es cuando yo digo
Que valió la pena todo lo que yo he sufrido”
Comenzó a tambalearse de nuevo, la cabeza le daba vueltas y la vista se le nublaba. Se desplomó.
Al despertar lo encontró, a su costado acariciándole el cabello; su mirada lo penetraba completamente provocando los cosquilleos en su estómago de nuevo. Se acercó lentamente besándolo tiernamente, uno de los momentos que tanto amaba Yixing. Quería detener el tiempo y quedarse así por siempre. Lo abrazó fuertemente después de cortar el beso, lo rodeó por la cintura y el menor colocó sus brazos en el cuello de Wu fan.
“Hoy que tú estás conmigo
Yo no sé si esta pasado el tiempo o tú lo has detenido
Así quiero estar por siempre
Aprovecho que estas tu conmigo
Te doy gracias por cada momento de mi vivir”
Al día siguiente lo encontró dormido en el sofá con la televisión prendida, la jornada en el trabajo había sido dura y estaba muy agotado, pero al verlo tan vulnerable lo abrazó tomando su cintura haciéndose un pequeño espacio en el mueble. No despertaron hasta la cena, Yixing preparaba una pequeña merienda para recobrar energías ya que la siesta se las había llevado todas. Se sonrieron, lanzabas miradas pícaras y coqueteos tiernos, la lluvia se aproximaba. Los truenos asustaban a Yixing pero Wu Fan lo protegió de cualquier momento incómodo o peligroso para su pequeño. De nuevo se encontraban frente al televisor mirando una de sus series de anime favoritas “Inuyasha” discutían acerca de con quién se vería mejor el personaje principal, un chico mitad bestia con orejas de perro y larga cabellera plateada; Wu Fan se mantenía firme a su decisión de que dicho personaje ficticio se vería mejor con la sacerdotisa; Kikyo, sin embargo Yixing defendía al hermano mayor; Sesshomaru. No importa que tan hétero sea Inuyasha, Yixing soñaba con un perfecto final yaoi entre los hermanos de cabellos plata. Dejaron ese tema de lado dedicándose más a lo suyo, besos y abrazos… ambos disfrutaban mucho de ambas cosas…
Se conocieron en los años de universidad; fue accidente pues Wu Fan atropelló a Yixing con su auto deportivo negro, después de llevarlo al hospital Yixing no presentó cargos; comenzó a visitarlo frecuentemente pues desde aquel momento ya le gustaba. Se trataron por dos años, cuando dieron el siguiente paso la familia de Wu Fan se opuso, no querían a un chiquillo huérfano y solitario cerca de su hijo mayor. No importaba… se amaban y eso valía mucho más que una mina de oro, mucho más que los billetes de todos los presidentes juntos, nada podría separarlos. Se mudaron juntos y salieron adelante contando uno con el otro, Wu Fan nunca llevó nada de su herencia con él, pronto la familia iba aceptando al Yixing. Lo invitaban a salidas e incluso a cenar con ellos.
—Siempre te amaré — comentó cierta vez Wu Fan sonrojado, poniendo de la misma forma al menor. Esa vez… fue mágica, la primera vez de ambos; la primera vez uniendo sus cuerpos y la primera noche mágica de los dos. No le hizo daño, le hizo sentirse especial.
“No sé si es un sueño aun
O es una realidad
Pero cuando estoy contigo es cuando digo
Que este amor que siento es porque tú lo has merecido”
Llegó tarde, entró apurado esperando el correo de su jefe frente a la computadora; sintió las manos grandes de su novio tomando su cuello e inclinándolo un poco para atrás, besó su mejilla y después su frente
— Buenas noches — lo soltó y regresó a mirar la televisión
—Wu Fan… — tragó una gran cantidad de saliva —Te amo — el mayor sonrió dejando ver sus relucientes dientes. Volvió a acercarse y lo besó tiernamente, se separaron para tomar un bocado de aire y prosiguieron por varios minutos. Después de terminar su trabajo fueron juntos a la habitación.
Han pasado cuatro días… cada uno planeaba lo que le daría a su novio el día de su aniversario. Cinco años.
Juntos llegaron a un campo solitario; el césped verde, la brisa suave, el cielo claro, las nubes más blancas que hayan visto, sin personas molestando, sin vehículos ruidosos, solo ellos dos. Juntos. Tuvieron un grandioso picnic con diversidad de bocadillos. La sorpresa de Wu Fa llegaría, de su saco sacó una pequeña cajita roja, la abrió lentamente y dejó ver el precioso anillo de diamantes dentro de esta, se arrodilló y le dio la cara a Yixing quien contenía las lágrimas de la emoción.
— ¿Quieres casarte conmigo? — ¡Por Dios! Había esperado esa propuesta por mucho tiempo, ¿Qué mejor respuesta afirmativa que un beso y un fuerte abrazo?
“Llorando de felicidad
A tu lado yo siento que estoy viviendo
Nada es como ayer
Abrázame que el tiempo pasa y el nunca perdona
Ha hecho estragos en mi gente como en mi persona”
—No quiero seguir más contigo, Yixing — aquel muchacho articuló las palabras con mucha facilidad, no mostraba arrepentimiento alguno; el mencionado giró a su alrededor esperando a que le diga que era una broma. Notó a los amigos de quien en ese entonces era su novio, estaba riendo… disfrutando la escena…
— ¿Hice algo mal? — en realidad le costaba mencionar alguna sílaba, con el nudo en la garganta esperó la respuesta
— Al contrario, gracias a ti gané mucho dinero — rió con esa astucia que lo caracterizaba, lo habían utilizado… se sentía una basura; no volvería a amar a nadie más; salió de aquel lugar después de maldecir todo lo que había vivido junto a quien fue su primer amor.
Las promesas… dijo que estaría siempre con él, que daría la vida por él; que se casarían y comprarían una casa… tenía tantos planes con él, la amargura y el odio se apoderaban de él a medida que aumentaba la velocidad en sus pasos, entonces lo conoció… Wu Fan.
Le prometió lo mismo, le gustaba pero era difícil volver a creer en alguien más… lo abrazó… con ese gesto hermosos y sencillo le demostró seguridad, que esta vez había encontrado a la persona indicada.
“Abrázame muy fuerte amor mantenme así a tu lado
Yo quiero agradecerte amor todo lo que me has dado
Quiero corresponderte de una forma u otra a diario
Amor yo nunca del dolor he sido partidario
Pero a mí me tocó sufrir cuando confié y creí
En alguien que juro que daba su vida por mi”
— Te amo, mucho… — volvió a repetir, era la milésima vez que se lo decía en lo que llevaba del día, quería estar seguro que no era un sueño. Que todo era real y que estaba completamente enamorado de él. Miraba su anillo una y otra vez, lo analizaba sin importarle los detalles… el hecho de que Wu Fan se lo haya dado lo hacía hermoso. Imaginó como sería su vida después de la boda… como en un cuento de hadas.
—No puedo creer que lo hayas besado — estaba molesto, los humos salían por sus orejas y no podía evitar sentir celos al escuchar que un compañero de su clase había besado a Yixing, sus labios habían tocado los de ese mequetrefe
—Te he dicho que no es cierto, me están acusando sin razón… — Wu Fan pasó su dedos por los labios delicados de Yixing, los estaba limpiando de solo pensar que habían los habían violado, que había tocado lo que él ya reclamaba como suyo.
Ese fue uno de los tantos problemas que una pareja sufre, era normal pero con perseverancia, comunicación y amor todo era posible. Eran perfectos juntos, estaban hechos el uno para el otro… almas gemelas.
“Abrázame que el tiempo es malo
Y muy cruel amigo
Abrázame que el tiempo es oro si tú estás conmigo
Abrázame muy fuerte muy fuerte más fuerte que nunca”
Sus días se basaban en verse seguidamente, era una rutina. No podían estar un solo día sin observarse de cerca, sus ojos se alumbraban cuando a la distancia se reconocían, sus brazos se habían acostumbrado a enredarse, sus manos a entrelazarse, sus cuellos a sus constantes mordidas y sus labios a ser besados solo por ellos.
A simple vista parecía que nada podría separarlos, que no eran vulnerables pero ellos también tenían sus altibajos; tres rupturas y cuatro regresadas, al principio era como un juego. Pero se turnó algo muy preciado y valioso, algo formal y hermoso, algo fuerte y eterno.
La segunda vez que lo hicieron, fue en un hotel dentro de una tina grande; lo suficiente para que ambos puedan moverse con facilidad, cada penetración era lenta y cuidadosa. Wu Fan sabía perfectamente cómo hacerlo.
Visitaban numerosos tipos de casa, los pies dolían y pedía ser descansados, pero la búsqueda tendría que terminar. Yixing quedó enamorado completamente de un recinto grande y con hermosos muebles, habitaciones cómodas y compartimientos acoplados. Antes de entregar el dinero la de Wu Fan mamá haló de su mano y lo llevó dentro del auto esperando fuera, llegaron al departamento….
Pronto Yixing se encontraba destrozando todo lo que veía a su paso, tiraba incontrolablemente de las cortinas, quiso hacerse daño cortándose con uno de los trozos de vidrio de aquella ventana que había roto hace minutos, pero fue detenido por un par de hombres vestidos de blanco, colocaban en su torso y brazos una camisa de fuerza. Yixing gritaba y lloraba por su libertad. Sin poder controlar las lágrimas se dejó caer…
Despertó en una habitación fría, con paredes blancas y las ventanas muy pequeñas al final de la altura de una columna. Volvió a encontrarse con él, sin poder moverse… luchaba continuamente por sentir sus brazos estirarse pero era en vano. Wu Fan lo abrazó calmándolo rápidamente, depositó un tierno beso en sus labios y volvió a abrazarlo pasando su nariz por todo el recorrido hasta su nuca.
—Es uno de los varios casos que se han presentado, son muy similares… — le comentaba el doctor a la suegra de Yixing —Es difícil dejar ir a alguien especial, pero le aseguraré que Yixing estará bien… — había quedado en trance después de escuchar la razón por la cual un joven de 25 años estaba en aquel lugar. Era lamentable que en tan corto tiempo un joven terminara en su estado.
Caminó hasta la habitación del paciente y haló de la puerta abriéndola lentamente, lo encontró dormido… le pareció entrañable verlo tan delicado y vulnerable a aquella situación, ahora era más difícil comprender todo lo que había pasado en la vida del muchacho. Su rostro estaba pálido con marcas secas dejadas por las lágrimas derrochadas, sus labios secos pero aun así apetecibles, cabellos delgados como hilos de oro
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—Wu Fan… ellos tuvieron un accidente de tráfico hace ya un tiempo, Yixing sobrevivió gracias a que Wu Fan donó el corazón que necesitaba — la señora lloraba lentamente durante el relato — ¿Por qué él no lo acepta?... Que Wu Fan está muerto — el doctor la tranquilizó…
***
Ha pasado tiempo… Yixing aún sigue frecuentando con Wu Fan. Ese día… mientras se cambiaba encontró la marca en su pecho que había dejado la operación, colocó sus dedos en esta y recordó…
Miró el cuerpo de Wu Fan protegiéndolo de aquellos vidrios que se desprendían del parabrisas, la cabellera rubia de su novio bañada en un color rojo, se observó a sí mismo en aquella camilla siendo besado por el alto, para después echarse en la camilla del costado, tomó su mano y la dejó caer a medida que los doctores lo alejaban jalando del lugar de reposo haciendo las ruedas rotar.
Tenía que dejarlo ir, pero resultaba tan difícil que él mismo quería convencerse a sí mismo que aquello nunca había pasado. Las lágrimas volvieron a caer repentinamente, volvió a mirarlo por el espejo; corrió hacia él encerrándose en un tierno y duradero abrazo, abrió los ojos y articulo…
Te amo
Sonaba entrecortado pero sincero, esta vez… lo dejaría ir… volvió al abrazó tornándolo más fuerte
“Tu cuando mires para el cielo
Por cada estrella que aparezca amor es un te quiero
Abrázame que el tiempo hiere y el cielo es testigo
Que el tiempo es cruel y a nadie quiere; por eso te digo
Abrázame muy fuerte amor mantenme así a tu lado”
El doctor entró a su habitación… Yixing le contó que había dejado de frecuentar a Wu Fan, que él se había ido a buscar la felicidad por ambos; que no lo volvería a ver pero que aun así lo mantenía en su corazón; ese amor nunca se iría, seguiría junto a él la esencia del primer gran amor. El hombre con la bata blanca, a quien sus colegas llamaban Suho; esbozó una sincera sonrisa, entrelazó los dedos del pequeño, tomó su mentón acercándose… Wu Fan apareció por última vez sintiendo el corazón lleno… Yixing sería feliz, Wu Fan se encargaría de eso… porque a pesar de eso, Wu Fan lo amaba.
Él lo besó… Suho lo besó
“Abrázame muy fuerte amor mantenme así a tu lado”