"Permiteme tocar tu tersa y suave piel, para asi...sumergime en la pasion y el extasis"
-Ejem...- Aclaro su garganta Vicent para poder romper el enorme pedazo de hielo que se hacia entre todos. -Ciel, hijo, ya que estamos reunidos todos...Victoria y yo queremos hablarte de algo-
-"Oh no..."- Penso el menor, sabia que algo estaba mal como para que su padre dijera eso. -Y que es?- Pregunto con tranquilidad, ocultando su nerviosismo para si mismo.
-Bueno...hace unos dias, mientras tu estabas en el colegio...tu padre...me pidio matrimonio!- Alzo la voz con alegria mostrando aquel anillo tan lujuso que posaba en uno de los delgados dedos de la mano izquierda de esa mujer.
-Que?!!- No podia ser posible que su padre le hubiera pedido matrimonio al demonio de su vida, esa boda no se podia realizar ni en mil años.
-Por favor padre, dime que es una vil broma, por que lo es, verdad?! Dime!- Grito con desespero el menor mientras que de golpe se levantaba de su asiento.
-Ciel, tranquilizate, no es para que te alarmes- Trato de tranquilizar Victoria al chico, no le gustaba nada como reaccionaba.
-Victoria tiene razon hijo, solamente me casare con la persona que amo, eso todo- Le dedico una pequeña sonrisa tratando de que comprendiera su situacion.
-Tsk...en verdad...no puedo creer que hayas caido en los encantos de esta vil mujer. Padre...me has decepcionado por completo- Replico con frialdad en sus palabras el joven Ciel. No podia creer que esto acabaria asi, en verdad nunca lo imagino; lleno de rabia y decepcion sale a paso veloz del lujuso Penthouse, ¿A donde iria? No sabia con exactitud, solo queria alejarse por un momento de lo que era su triste realidad.
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No muy lejos de ese hogar, que daba el aspecto de que vivia una hermosa familia feliz de la alta sociedad, un joven hombre que no aparentaba de mas de 25 años de edad, de piel palida, brillantes ojos de un aparante tenue color carmesi y un sedoso cabello azabache, trataba de pedir un taxi que lo llevara rapidamente al lugar de su destino que tenia en mente.
-Tsk...maldicion...taxi!!- Gritaba con desespero el azabache, hacia los taxis que pasaban con velocidad en frente de el.
-Perfecto...llegare tarde a mi entrevista de trabajo- Resignado, suspira y decide mejor caminar por las extensas calles de Londres, dirigiendose hacia el lugar de su compromiso. Mientras que su caminata aun continuaba, su mente se llenaba de todas las preguntas que podrian formularle en su entrevista y al mismo tiempo se llenaba de las posibles respuestas que podia dar, y gracias a que se encontraba distraido, tropieza con alguien haciendo que el maletin que traia en manos, cayera abriendose por completo y dejando que todos los papeles se esparcieran por todo el suelo.
-Lo lamento, estaba distraido- Se disculpo el azabache mientras que se agachaba a rejuntar todo el papeleo.
-No, yo soy quien deberia disculparse, no vi por donde caminaba- Respondio aquella persona mientras que ayudaba al azabache a rejuntar. En el momento en que este sujeto se propuso ayudar, el oji-carmesi, roza las delicadas y palidas manos del contrario, haciendo que un escalofrio recorriera por todo su ser; levanta su vista hacia tan atenta persona y se percata que simplemente era un niño de hermosa mirada color zafiro y facciones bastante delicadas.
-Lamento mi imprudencia pero, cual es su nombre?- Pregunto el azabache despues de haber terminado de acomodar los ridiculos papeles y decicarle una pequeña sonrisa, incorporandose.
-Uh? Mi nombre? Oh! bueno...mi nombre es Ciel Phantomhive- Con una sonrisa algo afligida le responde al mayor igualmente incorporandose.- Lamento lo de hace unos momentos señor....am...-
-Michaelis, Sebastian Michaelis... el gusto es mio Joven Ciel-
-Bueno, disculpeme por haber tropezado con usted, no era mi intencion escuciar su malentin y mucho menos el contenido de este- Suspira con cancancio el menor.
-No es necesario que se disculpe nuevamente- Rie con cierta carisma el azabache.- No era nada importante, solo algunos papeles de poco interes, es todo-
-Confiare en su palabra Sr. Michaelis- Por alguna extraña razon, esta persona hizo que al joven menor, se le escapara una sonrisa bastante sincera y calida.
-Digame Sebastian por favor, no es necesaria tanta formalidad, ¿Me permite tutearle, Joven Ciel?-
-"Tanta confianza ya existe entre nosotros? Bueno...no cuesta nada permiterle que me hable de "tu"..."- Habla desde sus adentros el oji-azul.- Me parece buena idea...Sebastian...-
-Perfecto- Menciona con una amplia sonrisa a ojos cerrados el mayor; mira su reloj y bota un suspiro- Debo irme, llegare tarde al lugar de mi destino si no me apresuro...espero que nos volvamos a encontrar Ciel, esta extraña conversacion no ha acabado aqui, bien?.- Le guiña un ojo al menor mientras que le extendia su mano para realizar una despedida formal.
-Bien...hasta luego, Sebastian.- Sujeta con un poco de fuerza la mano de azabache, realizando una despedida; un leve rubor se hace aparecer en las palidas mejillas de este chico de mirada azulina mientras que el mayor se retiraba caminando a un paso un poco veloz -Sebastian....Sebastian Michaelis...- Sin darse cuenta, una sonrisa se planta en su rostro. -Eh...eh? Pe...pero por que estoy pensando en el aun?! Solo es otra peronsa mas en esta pesadilla de mundo...- Se replica a el mismo, trartando de borrar esos absursos pensamientos -Que tonteria, vamos Ciel! No eres una chica como para sonreir, pensar y ruborizarte de esta manera!-
Despues de tratar de relajar esa "ridicula" emocion que Sebastian habia provocado en Ciel, continua su larga caminata; habia olvidado por completo solo por unos pequeños momentos, lo que habia ocurrido en aquel hogar (O asi es lo que apenas podia llamarse). Tenia que pensar en un buen plan para hacer que su padre cancelara el compromiso que realizo con esa horrible mujer, no iba a permitir que su vida se volviera por completo un infierno en el que no podria salir nunca mas; pero para eso aun tenia un poco de tiempo, no iba a estar todo el dia alterado por una estupidez, asi que solo se propuso a continuar con su recorrido.
Al dia siguiente, el menor se levanto a la hora habitual que se levantaba para alistarse e ir al colegio, se dio un tranquilizante baño, se coloco el elegante uniforme que lo identificaba como alumno del prestigiado Instituto Holmewood House, salio de su habatacion y se preparo el mismo un ligero desayuno que consistia en solamente cereal y un pan dulce. Esa era su rutina diaria, ya que Victoria nunca se preocupada en levantarse temprano para prepararle un desayuno o ayudarle a alistarse; eso lo hubiera hecho Rachel su madre biologica. Ya casi no recorbada como era su bella sonrisa, su delicada voz y esos azulados ojos que por fortuna heredo de ella, pero, lo que al menos le alegraba, era que, cada mes, lo llamaba siempre a la misma hora, nunca se retrasaba en llamarle y gracias a eso, Ciel, podia mantener un poco de cordura y felicidad. Termino su desayuno, cepillo sus dientes y preparo su maleta, para asi, salir de su hogar y dirigirse al lugar de su destino de cada mañana de su vida.
-Espero que al menos algo bueno suceda el dia de hoy...-Susurro con cierta incomodidad en su voz el menor. Aunque el colegio lo distraia un poco, a veces llegaban momentos en que todo se volvia estupido y tonto, estar rodeado de gente que solamente pensaba en si mismos, era agotador, Ciel nunca entendio porque su padre se esmero en que recibiera su eduacion en ese lugar, el se podia haber conformado con una escuela publica y ya, pero bueno, no tenia la madurez y el entendimiento suficiente como para haber ido en contra de la palabra de su padre. Su recorrido no fue nada extravagante como lo esperaba, las mismas calles, direcciones, mismo autos que iban casi a una velocidad peligrosa ya que sus conductores llegaban tarde a su trabajo, etc. Pero lo que no se iba a esperar Ciel, era que su dia si iba a ser muy diferente, iba a ser el comienzo de una nueva aventura...una nueva oportunidad de vivir como se corresponde.
-Cieeeeeeeel!!- Grito estusiasmado un chico rubio de hermosas facciones y una mirada azul como cielo, al momento de ver que el menor entraba al colegio.
-Alois...- Bota un suspiro el oji-azul con algo de desagrado, le molestaba que gritara el rubio con tanta alegria.
-Te extrañer mucho mi querido amigo! Como estuviste ayer? Te volvio a pegar esa perra?- Pregunto el rubio con una enorme sonrisa.
-Tsk...no preguntes eso aqui afuera idiota...entremos ya a clase de una vez.- Ordeno con algo de frialdad el oji-azul.
-Mmm...creo que tengo razon!- Afirmo Alois mientras seguia al chico.
Ya estando en el salon de clases, los dos menores comenzaron a conversar tranquilamente, bueno...Alois siempre con su alegria y Ciel con su amargura y frialdad, pero bueno, de todos modos estos dos chicos eran muy amigos aunque el oji-azul no lo confesara.
-Chicos, favor de acomodarse en sus asientos.- Ordeno la directora que apenas iba entrando al salon de clases.- Les tengo una pequeña sorpresa, hoy, un nuevo profesor estara aqui con ustedes.- Todos los alumnos, al igual que Ciel y Alois, comenzaron a preguntarse quien seria aquel nuevo profesor. -"¿Estara guapo?"- -"Yo digo que es un viejo de primera...y un pervertido".- Se escuchaban varias veces este tipo de comentarios en leves susurros.
-Hey! Chicos! Silencio por favor, ayer fue entrevistado para el puesto y al parecer tiene muchas habilidades y cualidades este joven hombre, asi que, tratenlo bien y presten mucha atencion a sus clases, si?.- Pregunto la Directora con una sonrisa.
-Esta bien!- Estuvieron de acuerdo todos al mismo tiempo, les gustaba un poco la idea de tener un nuevo profesor.
-Oh! Miren! Ya llego!- Alzo la voz la mujer con algo de estusiamo al ver como un joven hombre entraba al salon de clases y rapidamente acomodaba su malentin y su saco en el ecritorio.
-Lamento la demora Directora...bueno chicos, yo soy Sebastian Michaelis, pero para ustedes solo soy Profesor Michaelis.- Comento con una coqueta y carismatica sonrisa el azabache. -"Esperen...¿Que hace aqui el?"- Grito para si mismo el oji-azul, asombrado de que ese hombre, justamente ese hombre fuera su nuevo profesor.
-"Esto...no puede estar pasando..."-Dijo para si mismo nuevamente bocabierto el menor mientras observaba a aquel hombre.
-"Uh? Vaya....nunca pense que fuera tan pronto".- Penso el azabache al ver al oji-azul asombrado.-"Comencemos una nueva partida Ciel...eres bastante interesante..."-