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Tuvo sospechas en un inicio. La preparatoria de South Park está, básicamente, en las afueras del pueblo. Está rodeada por una gran barda de ladrillos y generalmente algún vigilante pasa su tiempo en la entrada.
Estudiantes de Middle Park también acuden allí, llegando por autobús porque si bien no es una escuela privada, es, de acuerdo a los conocimientos de Kyle, la mejor opción para una preparatoria pública en Colorado. Pero lo primero que llamó su atención cuando revisó su sitio web fue su estructura. Hay tres edificios conectados entre sí, divididos en el centro por un gran campo abierto con mesas y sillas. Lo había atribuido a que quizá el número de estudiantes es considerablemente mayor al de la secundaria, y que tal vez cada edificio representa alguna especie de grado; tales como los de primer ingreso y último.
Lo segundo que notó, fueron los chalecos. En las fotos que promocionan el campus y los valores de la escuela, los chicos que posan con sonrisas falsas en las fotos visten chalecos de cuatro colores: Rojo, azul, verde y blanco. Si bien esto reforzó su teoría de la división acorde a grados, no pudo evitar esa sensación en el fondo de su mente que le advertía de que algo desencajaba. Al final decidió no darle importancia.
No es como si tuviese otra opción, sus padres estaban obsesionados con hacerlo ingresar allí. Y de cualquier forma, la siguiente preparatoria pública decente se encuentra en North Park.
Días después, con su ingreso confirmado y sus papeles aceptados, Kyle recibe un correo electrónico por parte de la preparatoria dictándole que debe, forzosamente, vestir con alguna prenda completamente gris. Kyle lo ve como una manera de reafirmar la autoridad y reglas por parte de los profesores, y obedece sin chistar.
Sin embargo, tan pronto llega a la parada del autobús, descubre a varios otros chicos usando exactamente el mismo color. Y cuando llega a su destino, veinte minutos después, no hay un solo estudiante utilizando otro color que no fuese diferentes tonos grisáceos.
Todos los chicos, conforme ingresaron, fueron dirigidos al edificio central. Y así es como ahora se encuentra en el consultorio del médico, en su primer día. Con una enfermera informándole que le tomarán una prueba de sangre mientras le informa que es el mismo procedimiento para todos los estudiantes.
La única explicación que recibe, antes de que el doctor le levante la manga de su camisa y la enfermera le limpie el brazo con un algodón, es que: "Es un proceso de rutina" y "Es obligatorio". Hay una línea de niños fuera de la habitación, todos de nuevo ingreso y con la misma confusión, pero acatando órdenes como ovejas perdidas guiadas por su pastor, entrando en grupos de tres en tres. Stan hace una mueca cuando la aguja lo penetra, y Kyle ve su rostro palidecer considerablemente, pero no vomita. Kenny solo maldice entre dientes y mira en otra dirección (hacia el escote de la enfermera) para distraerse. Había perdido de vista a Cartman cuando bajaron del autobús, y solo atisbó a Craig entre el montón de estudiantes haciendo una fila.
Y Kyle está más consternado por este nuevo procedimiento que por la pequeña jeringa en su brazo y el tuvo cilíndrico llenándose de tonos borgoña.
Los pesan, los miden, les toman medidas y hacen breves preguntas respecto a sus familias. Es todo clínico, es inusual. Lo hace sentirse extremadamente incómodo.
-¿Están buscando algo en particular?- pregunta Kyle en una ocasión, pero el médico, de lentes, cabello rubio peinado hacia atrás y una asombrosa barba de tres días, solo agita una palma al aire y le asegura que es todo parte de un proceso para su registro.
-¿Qué tiene que ver mi tipo de sangre con todo esto?-pregunta Stan acomodándose su suéter; su tono es hostil, mientras se presiona en el brazo en el que fue inyectado, aun pálido.
-Oh, es solo por si alguno tiene una enfermedad crónica que necesite tratamiento… ya se los explicarán después a detalle. ¡Que pasen los siguientes! –anuncia, y una de las enfermeras los guía hacia la puerta con presura.
Kyle atisba a Butters removiéndose nervioso en la fila, pero tan pronto da un paso en su dirección, otro hombre los dirige hacia los otros pasillos del edificio, encaminándolos hacia el gimnasio; en donde los hacen trotar y hacer ejercicios hasta que Kyle termina sudoroso y falto de aliento.
Es todo inesperado y confuso, y dos horas después se encuentra en el patio, sentado al aire libre junto a Kenny y una charola de la cafetería. Cartman se les une minutos más tarde, sin una gota de sudor o rastros de haber ingresado a las duchas, casi como si acabase de llegar.
-¿Soy el único aquí que encuentra esto extraño?- pregunta Kyle finalmente, cuando sus compañeros parecen más interesados en la comida de sus charolas que en hablar de lo evidente.- Nos acaban de examinar. Quiero decir, nos tomaron muestras de sangre, medidas, resistencia… ¿qué sigue después, un examen de próstata?
Kenny se atraganta entre risas con su refresco y Cartman solo rueda los ojos.
-Apuesto a que eso te fascinaría, judío.
-Es en serio, culón. Se supone que estamos en preparatoria, no tratando de entrar al maldito ejército.
-¿No hacen algo así en las escuela privadas?- cuestiona Kenny.
-No en ninguna de la que yo haya escuchado.
-¿Realmente importa? Igual pasaré todas sus jodidas pruebas.- Cartman se encoge de hombros.- ¿O temes que descubran algo de ti, Kyle? De hecho, tal vez sea eso lo que buscan. Separar a las personas con futuros prometedores… de sucios judíos ambiciosos y traidores.
-¿No te aburren los mismos insultos antisemitas? Han sido años, culo gordo, madura un poco.
Cartman se encoje de hombros, y Kyle quiere estrellar su rostro contra la mesa.
¿No se supone que Cartman es el más paranoico de los cuatro?
Hace dos semanas Kyle había tomado prestado el auto de su madre para viajar a Middle Park con los chicos a un bar en donde, de acuerdo a Clyde y Craig, te dejan comprar bebidas alcohólicas sin identificación: Tienes que sobornar al guardia, pero hay un trato con el bartender, así que con la propina adecuada te tratan como aun veinteañero por una noche.
Todos habían estado emocionados, pero Cartman se había quedado callado a mitad del viaje. Y mierda si eso no es señal de alarma por sí solo, pero fue ignorado a favor del alcohol que les esperaba. Kyle no había estado muy emocionado al principio, pero entre Stan y Kenny, sus risas y promesas de diversión, eventualmente había cedido. Kyle no es ningún aguafiestas, y ha roto leyes mayores por menos que un buen rato de locuras de juventud.
Es justo cuando Stan está platicando maneras de evitar una resaca espantosa, que Kyle ve a Cartman saltar de su asiento trasero, como una mancha borrosa de color rojizo, lanzandose contra sus manos sobre el volante. Cartman lo forzó a girar súbitamente hacia el lado izquierdo, apenas evadiendo a un vago y un buzón de correos; con Stan codeándolo desde el asiento del copiloto y las manos de Kyle siendo manipuladas por las de Cartman, y entre gritos de confusión y maldiciones les explicó rápidamente, moviendo el volante como un hombre poseído, que han estado siendo seguidos por al menos, una hora. Kenny había asomado su cabeza en algún punto, pero comenzaron los disparos y luego… Humm, Kyle no recuerda qué fue de Kenny… (¿Lo habían herido? ¿Se había caído por la ventana?... huh… )Solo recuerda que, por alguna razón, Kenny ya no estaba allí… tal vez debería preguntarle qué pasó con él aquella anoche…
De hecho, en retrospectiva, Kyle nunca averiguó por qué los estaban siguiendo. Peor aún, nunca llegaron al bar.
Kyle simplemente había dejado que Cartman tomará el volante para escapar de las personas que les disparaban, después había estacionado al auto para tomar un respiro y en ese momento descubrió que el carro estaba agujereado por todos lados. El auto había sido una pérdida total, los cristales rotos, ralladuras por todos lados, una llanta reventada… hasta este día Kyle camina en un terreno inestable con su madre gracias a ello.
Pero… ¿Cuál es su punto? ... ¡Ah, sí!
El punto es que Cartman es un total paranoide (Y Kyle acepta, en su fuero interno, que la mayor parte del tiempo el hijo de puta tiene la razón, es como un sexto sentido. 'Piensa mal y acertarás' y toda esa mierda) pero ahora no parece sospechar una mierda de esta preparatoria. ¿Y no es eso solo otra razón más para odiarlo? ¡Es inútil incluso en situaciones obvias! Es como si sus instintos solo funcionaran cuando Kyle quiere pasar un buen rato, pero cuando está preocupado, cuando él de verdad cree que algo anda mal… entonces Cartman decide que le importa un carajo.
Es su primer día, y con Kenny robando comida de su charola y Stan perdido en algún rincón oscuro con Wendy, le da lo mismo tirar la charola de Cartman al piso, de un manotazo, y luego largarse con las manos en los bolsillos cuando Cartman le grita pidiendo explicaciones y lanzando insultos.
Es lo más cercano a una rutina.
__________________________________SS________________________________________Termina desperdiciando el resto del día. Sin maestros. Solo… alumnos, en un salón, sin clases.
Y cuando se queja con las personas que cree que podrán apoyarlo, su madre y padre le aseguran que es natural. Que les hicieron básicamente los mismos exámenes cuando ellos cursaron a la preparatoria, y que no debería preocuparse.
Kyle les creería, de no ser porque sus padres ya le han mentido con anterioridad. Y las miradas furtivas que se lanzan Sharon y Gerald entre cucharadas en la cena, y por las conversaciones a murmullos que escucha en el pasillo antes de dormir solo reafirman su desconfianza.
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El profesor Dominic, un hombre despeinado y con ojeras tan marcadas que le trae a Kyle a la mente la imagen de un mapache ebrio, los recibe a él y a otro grupo de estudiantes en el gimnasio al día siguiente. Sentándolos en las gradas y en el suelo, llamándolos por apellidos y entregando misteriosos sobres amarillos con un contenido que todos desconocen. Todo es manejado con increíble seriedad, pese al tono desinteresado del profesor, y la tensión se contagia a los estudiantes casi de inmediato, y las bromas y pláticas se detienen paulatinamente.
La confusión continúa evidente en el rostro de todos, y cuando Stan lo mira, levantando una ceja, Kyle le asegura que, probablemente, se trate de su horario escolar.
Una vez que todos tienen sus sobres en sus manos, se les indica que los abran.
-Estos son los resultados de sus pruebas. Definirán las clases que deberán tomar en noveno grado, y a partir del décimo ustedes podrán seleccionar las que mejor les parezca, si bien algunas son obligatorios acorde a su estatus, por ejemplo, las clases de 'Educación y crianza' para los Omegas y 'Liderazgo y finanzas' para los Alfa. ¿Alguna duda?
Reina el silencio por varios segundos. Entonces Stan levanta la mano.
-Sí, ah, ¿Qué demonios es esto? –dice levantando sus hojas, su voz resonando entre las paredes del gimnasio.
-Esos son sus estatus.- Le responde con simpleza, luego vuelve la vista al grupo- Entraron antes que los chicos de grados mayores por una razón, y esa es "La semana de selección e inducción". Al final de esta semana se habrán formado los grupos acorde a sus resultados, se les entregarán horarios especiales creados en base a ellos y recibirán el chaleco correspondiente. Para eso tomaron sus medidas.-agrega.
-Aun no entiendo un carajo.- responde Stan, frunciendo el entrecejo. Kyle percibe la tensión en el ambiente. Nadie jamás mencionó nada acerca de estatus cuando entraban a preparatoria. Sea lo que sea, no puede ser nada bueno.
-Mira, solo estoy aquí para darles instrucciones, ¿de acuerdo? Las explicaciones las tendrán de alguna otra desafortunada persona. Solo traten de no meterse en problemas.
Dice con un tono de finalidad, y demás alumnos comienzan a levantar sus manos, otros conversando entre sí. Kyle sostiene cinco hojas de resultados específicos que no puede comprender, hablando de su tipo de sangre, genética, aptitudes, entre muchos otros datos, y finalmente, con un sello en tinta roja se encuentra el símbolo 'Alfa' bajo su foto.
-¿Qué dice la tuya?- le pregunta a Stan, quien le extiende su hoja y, en un sello con tinta verde, bajo su foto, se lee el signo de 'Beta'.
-El de Wendy también dice Alfa, se supone son, ¿Qué? ¿Calificaciones?
-¿Qué mierda está pasando?- Kyle no tiene idea, pero tiene un terrible presentimiento. No sería la primera vez que los secretos del pueblo encuentran la manera de joderlo completamente.
Cuando las preguntas y conversaciones que incrementan en alarma no se detienen, Dominic les informa que, actualmente Barbrady y sus chicos están rodeando el área con dardos tranquilizantes, y si creen que no van a disparar, será mejor que recapaciten. Es como una situación de rehenes, y Kyle no entiende una mierda. ¿Por qué carajo alguien haría algo estúpido? ¿Para qué cojones se necesita a Barbrady?
De pronto se siente sofocado y toda esta situación le recuerda a una prisión.
-Es solo de rutina, a veces suceden ciertos incidentes. Por ejemplo, el año pasado. Un Omega enloqueció y huyó del campus usando una máscara de caballo y... fue bastante extraño, pero no queremos que se repita. –les informa con displicencia.- ¡Oh, ya era hora!- dice mientras varios adultos pasan por la puerta: Son maestros, dos hombres y una mujer. Kyle reconoce a uno de los hombres como su profesor de Deportes, en primaria; pero no identifica a las otras dos personas.
Se rumorean un poco entre ellos, antes de que su antiguo profesor de Educación física comience a dar instrucción.
-Buenos días muchachos, los que se identifiquen como Alfas de acuerdo a su reporte, pasen conmigo, hagan una fila. Sin desorden.- agrega a prisa.- Los betas pasarán con mi compañero John- dice señalando a un hombre con una corbata con círculos y una camisa azul claro, pantalones kaki y horribles zapatos negros. Es tan promedio, que cuando Kyle se encamina hacia su fila tiene que echarle un vistazo de nuevo porque ya ha olvidado su rostro.
Los Omegas son ordenados frente a la profesora: una mujer regordeta, de busto exuberante, sonrisa amistosa y un rostro inesperadamente precioso. Casi todos en esa fila son mujeres, con la excepción de otro chico desconocido y de Kenny.
En su propia fila, Kyle atisba a Token, Wendy y Butters. En la fila de Stan, la fila más larga que ocupa casi toda la mitad del gimnasio, se encuentra también Clyde, los chicos góticos y uno de los que solían ser vampiros (y por solían, Kyle se refiere a que ahora lo niegan fervientemente, y se refieren a ello como si hubiese sido una etapa gay o algo). No ve a Cartman, Craigm u otro de los chicos con los que creció, por ningún lado pero asume que tal vez estén al final de alguna de las líneas.
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Son conducidos fuera del gimnasio acorde a las letras, y Kyle pierde de vista a Stan y Kenny. Lo conducen a uno de los edificios que vio en el sitio web, es de dos plantas, con grandes ventanas en sus pasillos y aulas.
Una vez allí, se dividen en salones, el profesor leyendo una lista dicta por apellido cada aula.
-Se les asignará un horario a partir de mañana, recibirán sus chalecos en unos momentos, no olviden que deben vestirlo todo el tiempo. Si quieren chamarras para los tiempos más fríos deberán comprarlas, su cuota de ingreso no las cubre. ¿Qué más…? Veamos… ¡Ah, claro! Casi lo olvido, deben portar sus credenciales con ustedes todos los días. Sin ellas no tienen acceso, tuvimos un incidente con un Alfa mezclándose entre las filas y hubo una confusión con un Gamma… bueno, no importa. Solo lleven con ustedes las credenciales.
Kyle levanta la mano, incapaz de contener sus dudas por más tiempo, pero el profesor le dice que habrá tiempo para preguntas y los insta a entrar y buscar asientos.
Como esperaba, los asientos al final de la fila son tomados rápidamente, y Kyle termina en la segunda fila, en el medio del salón. Casi abalanzándose sobre el asiento, Butters evita a otro chico tomarlo antes que él.
-¡Oops, disculpa!-grita aunque el muchacho lo ignora completamente.- ¡Hola, Kyle!- lo saluda agitando su mano, como si no estuviese a unos metros de él.
-Hola, Butters.- Saluda Kyle distraído y sin mucho entusiasmo. Había esperado encontrarse con Wendy en el mismo salón, pero ese no es el caso.
-¡No puedo creer que estemos en bachillerato! Se siente como si solo ayer hubiésemos estado en primaria, con Mister Mckey y el Señor Garrison, ¿recuerdas la marioneta que solía llevar?
Butters continúa hablando y haciendo comparaciones del antes y el después, pero Kyle ni siquiera pretende estar interesado.
Minutos más tarde entra Dominic, frunciendo el entrecejo y murmurando entre dientes. Se sienta en el escritorio, maletín reposando a un costado y cruza las manos sobre la mesa durante un largo rato.
-¿No es el maestro de hace un rato?- le pregunta Butters en un susurro.- Se ve bastante mal, ¿crees que estará enfermo?
Si por enfermo Butters se refiere a que debe estar experimentando una terrible resaca, entonces la respuesta es sí. Dominic luce como Craig, Clyde y Token la mañana después de su graduación de secundaria, después de visitar ese bar en Middle Park.
-¡Hagan silencio, chicos!- Dice, aunque no hay nada más que leves murmuros- ¡Silencio por favor! Ssshhh…-sshh...- deja su mano levantada al aire unos momentos, sus ojos cerrados, saboreando el breve silencio y confusión del grupo. Luego suelta un largo suspiro.- Por azares del destino, y con esto me refiero a una confabulación en mi contra en la mesa directiva, es mi deber ser su desafortunado maestro y guía en la inducción a sus estatus. No será fácil. Hubiese preferido otro trabajo; y quién sabe, tal vez esta sea la noche en que finalmente tome el frasco de pastillas junto a mi mesa de noche y no nos volvamos a ver nunca. Pero, mientras tanto, están atascados conmigo… y yo con ustedes.- pausa larga, y luego sentencia- Dios se apiade de nuestras almas.
Luego saca un plumón, pasa al pizarrón, e inicia su clase: Una introducción a la jerarquía social/biológica en la sociedad moderna.
__________________________________SS________________________________________Kyle no da crédito a lo que escucha. Pronto, se da cuenta que el pueblo entero de South Park será el culpable de todos sus problemas de confianza en un futuro; de sus traumas también.