Un día de campo arruinado, planes, romance, salida, comida todo arruinado gracias a la lluvia, quién diría que en sus recorrido por Francia la lluvia le arruinaría los planes románticos.
Corrieron llevándose todo de su picnic para refugiarse en donde podían pero ni así fue sufriente para que el agua no los mojase, refugiándose en una casa modesta la cual llegaron escurriendo mojando el piso.
trataron de prender una fogata para calentarse con la poca madera que encontraron a su alrededor, mientras Camus buscaba ropa limpia para ponerse encontrando solo un camisón, unas sábanas y un pantalon.
El camisón fue para él y los pantalones para aioria que su pareja no le quitó la mira tras ver semejante abdomen; tendieron las sábanas en el piso para sentarse y que les diera un poco le calor, la luz bastó para reflejar que Camus no tenía mas allá de aquella traslucida prenda excitando al león.
Camus siente la mirada deseosa y los movimientos felinos de su masculino amante que se aproxima lento pero seguro para abordar sus labios...
Solo pasaron 5 minutos para que Aioria le quitara esa prenda estorbosa, hubiera sido menos pero el otro no se lo permitió, ambos cuerpos ya prendidos se enredaban sin dejar sus bocas, uno que otro suspiro escapa tras pautas pequeñas, los dedos morenos se enredan en los largos mientras que los blancos se enredan en los cortos para acerarse mas mientras se aman.
Movimientos lentos pero fuertes, voces cargadas de pasión, ojos cerrados mientras el cuerpo tiembla pidiendo mas, un vals que hace a la hora de que ambos forman uno. Las caderas no paran de moverse, el fuego de la chimenea a viva mas el placer, ambos tiene una temperatura al máximo, el delgado y fino cuerpo de Camus es azotado por la lujuria y el placer que pide que sea mas agresivo sin perder la afinidad. Un grito al unisono se escucha tras culminar con el ritual... momentos después silencio... Aioria tapa a su bello novio tras acurrucarse en su cuerpo para dormir, después de todo supo aprovechar su tiempo en un día de lluvia.
#5 Cinco 500 Palabras
Un leoncito… dos leoncitos.. tre leoncitos… cutro leoncitos…chinco leoncitos..
Contaba el niño de piel morena acanelada y ojos verdesos, se encontraba feliz porque hoy cumplía cinco años leóniñlos desde su punto de vista por ser aspirante a leo. Un niño que lo oyó por “casualidad” por no decir que desde que lo oyó contar llamó su atención ya que arrogante siempre presumía ser el mas sabio se enfadó por la ignorancia del otro y el mal pronunciamiento de los números primos y de un número compuesto.
-Tú, aspirante a caballero de leo- suena una vocesita igual de infantil que la del niño de ojos verdes pero cabía una diferencia su tono era frío, y su cara sin expresiones, cargaba un pesado libro que siempre leía .
-Sip , dime ….canus?- un ligero tic se le hizo a niño al oír mal su nombre, de verdad ese niño era peor que un ignorante, mira que decir mal su nombre!! Eso ya era imperdonable y ofensivo, no era posible que ese chiquillo tan fútil fuera aspirante a una armadura dorada.
Por su parte Aioria estaba muy contento, era su cumpleaños y siempre recibía un amoroso regalo de parte de su hermano y otro por parte de sus amigos Milo, Mu, Alde, otros de los pretendientes de su despistado hermano ósea de Saga y Shura para quedar bien con él. Sin embargo toda su felicidad fue tomada a mal por su futuro compañero de armas, nunca fue su intención ser irrespetuoso con el otro niño.
-En primer Lugar mi nombre es Camus no Canus como tú piensas, segundo lugar era un niño que es aspirante a una armadura no debería ser tan ignorante, pronunciaste mal los números a ecepción del uno y del dos, el cual me sorprende y son: tres que lleva una “s”, cuatro y lleva una “a” entre la “u” y la “t” , y el cinco que no “ch”; y para acabar de agregar no existen los años leónilos, esa palabra ni siquiera existe, en ves de perder el tiempo jugando estudia!!
El chico de piel clara se fue dando pasos furiosos que dejaron de serlo al escuchar los llantos del otro niño al cual le había arrebatado su día feliz y mas fue su sentimiento de culpa cuando Milo al recetarse todo lo alcanza para decirle.
-El que tú no seas feliz no quiere decir que vengas a arruinar la felicidad de otros, por eso no tienes amigos y nadie te quiere, tu saber no te sirve de nada, eres un amargado!!!- le grito en la cara para ir a consolar a su amigo que se lo llevó a lado de los otros.
El pequeño sabio fue que recapacita un poco tarde y que Milo tenía razón, Aioria podrá ser ignorante pero tiene amigos, y él, Camus tiene inteligencia pero carece de amigos, se echó a correr derramando lágrimas para que nadie lo viera pero hubo uno que sí lo notó sintiéndose mal por ese solitario niño
#6 Pequeño 314 palabras
-Ya nos vamos?
-No
-Qué esperas apúrate, el festival ya va empezar y lo mejor que puede ofrecer Francia!!- grita un joven de 21 años cual pequeño
Su pareja de espaldas a él frunce el ceño con tic en el ojo tras la desesperación de su hombre que para ese entonces era in mocoso. Pero no puede culparlo, ya que Francia ofrece el mejor festival de cine de animación en Annecy por seis días , era una de las atracciones de primavera que no se podían perder, una oportunidad para los profesionales o los apasionados de descubrir nuevas producciones, como aficionados.
Ok, no puede culparlo.
-Ya voy Aioria, aún faltan DOS horas para dé comienzo, puedes dejar tu hiperactividad unos momentos quiero paz.
-Pero Camusito, hay que llegar temprano, tomar lugar, admirar todo, por fis camusito ya vámonos- dice en tono suplicante e infantil, con ojos verdes mirándolo suplicante
Camus odiaba que le dijera “camusito” pero lo que mas coraje le da era que le mirara y hablara con una voz de un pequeño, era despreciablemente adorable a su vista, todo y cada una de sus demostraciones infantiles le daban a su persona una ternura que no le puede negar NADA.
- Ne me laisse pas tomber dans le charme, Athena [2]- dijo en forma de plegaria el de piel clara a sabiendas que es tarde.- Bien, nos vamos, pero vas a comprarme algo de comer en el camino ya que gracias a ti no voy a poder comer nada de lo que he preparado.
-SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII mi amor!! – el ánimo era empalagoso juntos con sus demostraciones de afecto a su persona, pero no puede negar que le saca una sonrisa boba.
Después de todo su bello león no dejará de ser un pequeño, así como en el fondo Camus tampoco lo dejará de ser.