Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Despedida por JongZeloLove

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, bueno no quiero decir mucho de este one shot antes de que lo leáis, así que nada, aquí está.

Es un one Shot en respuesta a esta historia http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=119329&chapter=1 de LittlePinkBunny, más tarde podrían leerla para enterarse mejor de lo que habla JongUp ahí abajo.

JongUp era un chico joven, alegre, sonriente, guapo, musculado… ¿Quién no lo sabe? Todos conocen al chico que baila bien de B.A.P.

Como todos saben quién es JongUp, me centraré en relatar aquella historia fugaz que pasó por su vida… Y no, no lo haré yo.

Este es el escrito que dejó JongUp al enterarse de aquella confesión que rompería su vida en mil pedazos, este es el momento en el que la vida de aquel chico se destruyó.

Ahora nadie lo comprende, pero todo lo puede explicar él mismo en esa carta que le dejó a Him Chan, al que era su novio hasta el día 16-3-14.

 

Hola Kim Him Chan.

¿Te lo has estado pasando bien?

Seguramente sí, al parecer ese hombre al que yo llamaba hyung o líder, te hacía pasar muy buenos ratos.

Sé que la culpa es mía, sé que yo falté y aun así hasta debería entenderte… Supongo que nunca te di lo que necesitabas, también pienso que intenté dártelo, aunque fuera por poco tiempo.

Ahora lo pienso fríamente y creo que aunque hubiera estado allí, tú igual me hubieras engañado. Sí, ya te besaste con él hacía unos meses atrás y me lo confesaste, ya te perdoné por aquel beso aunque me entró bastante pánico… Fui un tonto pensando que no había pasado nada más. Quizá no pasara antes, pero pasó después.

Kim Him Chan, eres un desconocido para mí ahora. Nunca podré perdonar que te estuvieras acostando con ese maldito Bang Yong Gook durante dos meses a mis espaldas, nunca.

¿Sabes lo que me dolió leer aquello de… “le entregué mi cuerpo”? No, no te haces una idea de lo que me dolió leer aquello en esa estúpida carta que me dejaste confesando tu infidelidad.

Cuando hablamos por primera vez te conté lo mucho que odiaba esa clase de mentiras, tú me dijiste que pensabas igual que yo por lo que me alegré, al menos me comprendías.

Más tarde empezamos a salir… Siempre me gustaste Kim Him Chan, me gustabas por cómo eras, por cómo nos comprendíamos y por cómo nos llevábamos de bien. Todo era maravilloso, el hyung que siempre me gustó, aceptó a ser mi novio… y yo era feliz, suponía que tú también.

Cada vez que nos veíamos siempre nos alegrábamos, al menos yo me alegraba de verte porque siempre me hacía ilusión poder tener entre mis brazos a mi novio, porque sí, eras mío… y según tú, solo podrías ser mío y de nadie más.

Te vi llorar por mí, supe que llorabas cuando yo faltaba… Eso me apenaba terriblemente, tenía miedo de que me mandaras a la mierda por aquello… Cuando me enteré del beso con Yong Gook me aterré porque no quería que me dejaras por él, aunque luego lo pensé y creía que tal vez así serías realmente feliz… No sabía qué hacer, si tú eras feliz, yo también podía serlo… Aunque fuera Bang Yong Gook quien te hiciera sonreír por las mañanas y quien te diera aquellos mimos.

Pero no… tú me juraste mil veces que tú corazón solo podía estar ocupado por mí. Y era mentira.

Podrías haberme dejado antes, podrías haberme dicho que ya no querías estar conmigo, podrías haberme confesado que te gustaba ese maldito cuando te lo pregunte… pero no, tuviste que engañarme a pesar de que odiabas las infidelidades.

¿Cómo te sentirías si yo te lo hubiera hecho a ti?

No, no hubiera podido. Es cierto, no hubiera podido. Hubiera hablado contigo para decirte si me gustaba alguien más, pero nunca me hubiera besado con otro, ni mucho menos entregarle mi cuerpo como hiciste tú.

Por eso es que ahora no te conozco Kim Him Chan. Puedes ser ese hombre, ese hyung que tiene el físico de esa persona llamada Kim Him Chan… pero ya no eres la misma persona, no, no eres mi hyung, no eres mi novio, ni si quiera eres fiel a ti mismo… ¿Cómo podrías serme fiel a mí?

Debía haber sabido la verdad.

Sé que no soy el mejor novio del mundo, pero te puedo asegurar que tú sí que fuiste el único para mí, el único en mi corazón y el único a quien pude amar o entregarle todo mi cuerpo.

¿Sabes cuantos días quedaban para nuestro aniversario?

23.

Veintitrés.

Quedaba menos de un mes para que hiciéramos un año, juntos, como pareja por supuesto.

No sé si tú estabas esperándolo, yo sí… seguramente tú no porque debías estar muy preocupado de revolcarte con el otro… Oh claro, y ocultándolo a Zelo, porque Zelo es la pareja de Bang Yong Gook. Recuérdalo, ahora tú y yo no somos ni seremos nada, como bien has dicho, nunca podré perdonar algo así. Espero que cuando la pareja de tu amante se entere, lo deje también, porque os merecéis quedaros solos.

Posiblemente yo no viva para ver eso, pero no es que me guste verte sufrir, Kim Him Chan, de hecho es lo último que deseaba… Pero ahora me parecéis tan malas personas que os merecéis sufrir por lo mal que os habéis portado con Zelo y conmigo.

Yo soy malo, pero tú eres peor.

Nunca más volverás a saber nada más de mí porque no quiero volver a saber nada más de ti.

Adiós Kim Him Chan, adiós para siempre.

 

Moon Jong Eob.”

 

Y así terminó aquella carta que escribió. Estaba muy dolido, entre lágrimas la dejó sobre la encimera de la cocina porque sabía que Him Chan la vería sin necesidad de buscarla mucho.

Nadie hubiera sido capaz de parar el llanto y la pena del bailarín excepto el mismo.

No creía que fuera a ser capaz de volver a mostrar aquella inocente sonrisa a nadie más.

Seguramente después de lo que había planeado hacer todo el mundo lo consideraría un cobarde, desaparecer sin más. Cobarde y egoísta.

¿Pero que más le daba a él?

No tenía a nadie, a nadie. Solo tuvo a Kim Him Chan y a nadie más. Ni amigos, ni nada.

  • Y fue por esa sencilla razón, por la razón de que sin el comandante no le quedaba absolutamente nada en la vida ni nada por lo que vivir; por esa razón estuvo pensando cual sería la mejor forma de terminar con el sufrimiento y las lágrimas. Nunca pensó que él mismo sería tan cobarde de asustarse por lo que había decidido hacer, pero por desgracia, no había vuelta atrás.

¿Ahorcarse? ¿Cortarse? ¿Saltar desde un puente? ¿Tratar de ser atropellado? ¿Apuñalarse a sí mismo? ¿Asfixiarse? ¿Ahogarse? ¿Pegarse un tiro? ¿Contratar a un asesino? ¿Tirarse por el precipicio y caer contra un acantilado lleno de puntiagudas rocas? ¿Tal vez con veneno? ¿Sobredosis? ¿Tirarse desde un paracaídas y no abrirlo?

Todo sonaba doloroso, aunque era cierto que algunas cosas sonaban mucho menos indoloras que otras. Además, lo que quería era terminar con su sufrimiento lo más pronto posible así que muchas de ellas se descartaban solo por eso.

No supo cómo llenarse de coraje para llevar algo así acabo, pero optó por la decisión más rápida que se le ocurrió o al menos la que menos sufriera. Además incluso podrían tratarlo de accidente y no de suicidio cuando los demás lo descubrieran.

Estaba un poco lejos de llegar a aquel lugar, pero cogió un taxi dejando atrás aquella casa, aquella carta y aquel corazón roto en mil pedazos para que Kim Him Chan supiera ahora la verdad de sus sentimientos.

Pudieron ser tres horas de camino, tres horas en las que el sufrimiento seguía apoderado de él y cada vez estaba mucho más convencido de querer terminar con su vida.

Le dio pena por el taxista, él no tenía la culpa de aquello, pero no llevaba dinero encima. Cuando estuvo cerca del lugar al que quiso ir, le dijo que le esperase media hora y enseguida volvería. Era una mentira, pero no había otra manera de escapar de aquel taxi sin pagar.

Se fue lejos, caminó 15 minutos para que el hombre que conducía no pudiera ver realmente lo que pasaba y se acercó a aquel acantilado. El mar sonaba, hacía viento. Pues claro, en corea aún era invierno y hasta estaba comenzando a llover.

El día era oscuro, gris, nublado, lluvioso, frío, hacía viento y estaba allí solo. Solo era como el comandante lo había dejado. Solo y desolado como aquel lugar en el que no pasaban ni si quiera las plantas rodadoras, era un lugar vacío rodeado de arena, barro y piedras. Rodeado de árboles en la lejanía que impedía que alguien pudiera ver lo que estaba a punto de ocurrir.

Paso a paso, uno tras otro. Eran pasos pequeños, JongUp se acercaba hasta el borde mientras recordaba los momentos felices que tuvo con aquella persona que amó, la única que amó y la única que iba a poder amar porque no, ya no tenía corazón. Estaba roto y nadie podría arreglarlo.

Se quedó parado, observando el mar que tenía bajo sus pies. Veía cómo el mar golpeaba las paredes rocosas del acantilado, un acantilado bastante alto que tendría por lo menos 300 metros de caída. Desde allí, la vista era realmente horrible, vertiginosa y escalofriante.

No tenía frío, no llevaba abrigo, cualquiera se podría haber congelado pero él no sentía nada. Cerró los ojos exhalando su último suspiro y cuando abrió los ojos, pegó un salto gritando, desahogando toda aquella rabia que sentía. Rabia, amor, pena, tristeza, impotencia, felicidad, miedo, melancolía… todo lo que una vez sintió salió expulsado por su boca. Pero no tuvo valor para continuar con sus ojos abiertos.

Y los cerró, y antes de llegar a tocar el agua su cuerpo ya no respiraba, su corazón ya no palpitaba.

Había muerto sin llegar hasta el final.

Había muerto, pero ahora… ya no sufría.

Notas finales:

Bueno, posiblemente muchas personas me odian ahora pero... debía hacerlo.

Es la primera y última vez que mato a un personaje, no tengo pensado matar a nadie más porque sufro más que vosotros que me leéis.

Espero RWs aunque sean de odio, por favor leed el one shot de "Confesión" por "LittlePinkBunny".

Gracias a todos por leer.

Un saludo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).