La noche avanzaba tranquila, Yuki se había encerrado en su estudio desde hace ya 3 días, y Suichi se encontraba necesitado de su amante escritor, por lo que se encontraba en la puerta, con una bandeja de comida. El novelista casi se había privado completamente de alimentos, por lo que Shu hacia todo lo posible que ingiriera algo que no fuera cerveza, café o cigarros.
- Ne, Yuki, cariño, te traje la cena – dijo el menor tocando un poco la puerta y tomando el cerrojo, pero antes de que pudiera ingresar, Eiri le prohibió que entrara
- No molestes, no vez que estoy ocupado – el menor entristeció
- Pero amor, debes comer algo – insistió el menor desde afuera de la puerta
- QUE PARTE DE NO MOLESTES NO ENTIENDES – gritó desde el interior el rubio
- Yuki – murmuró el menor
- LARGATE – dijo el mayor
- Ok amor… te dejo aquí la comida – respondió el menor, dejó la bandeja en el suelo junto a la puerta, se dirigió a su habitación y tomando una chaqueta, salió del departamento
Shuichi caminaba cabizbajo sin rumbo fijo, durante las últimas semanas, no habían más que discusiones, las cuales se daban por cualquier cosa, todo lo que hacía el menor le molestaba al mayor, absolutamente todo; si se bañaba, le decía que se demoraba demasiado; si cocinaba, le decía que estaba demasiado salado, frío o caliente; si veía televisión para no molestarlo, le decía que era un perezoso que no sabía aprovechar el tiempo; etc. etc.
Shuichi estaba comenzando a desesperarse ante la situación, amaba demasiado a Yuki y por ello aguantaba todos los malos tratos por parte del mayor, *pero todo tiene un límite, ¿o no?* se dijo a sí mismo al darse cuenta de que había llegado al parque donde conoció a Yuki. *Yuki, que te está pasando?, acaso ya no me quieres?*, pensó mientras se arrimaba al barandal y dejaba que el viento refresque su cuerpo. Estuvo en ese lugar durante casi una hora.
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Mientras tanto en el departamento, Eiri había salido de su estudio para abrigarse un poco, al darse cuenta su pelusa rosa no estaba en el departamento, ya casi eran las 9 de la noche y el frio estaba empezando a ser más fuerte, se dirigió a la cocina a prepararse un café y mientras esperaba regresó a seguir escribiendo. Se percató que la bandeja de comida seguía junto a su puerta, la levantó y regreso a la cocina para colocar la cena en el microondas y volverla a calentar
- Por lo menos ese baka aprendió a cocinar algo que sea comestible – dijo el novelista
Tomo su preciado café y se sentó en el sillón a esperar su comida, se sentía realmente molesto, desde hace aproximadamente un mes y durante esos días se sentía nervioso, a pesar de que había superado el trauma con Kitazawa, sus sueños comenzaron a ser algo perturbadores, a pesar de que no los recordara muy bien, por ello optó por sentarse a escribir una nueva novela, en la que también tenía problemas de inspiración, reducir sus horas de sueño, y todo esto lo llevaban a un estado de frustración la que era desquitada con su pequeño novio.
Luego de unos 30 minutos la puerta del apartamento fue abierta. Shuichi llegó todo empapado, había llovido muy fuerte y pues no teniendo donde refugiarse, no tuvo más opción que correr a su casa, pero aun así no puedo evitar mojarse de esa manera
- Tadaima – dijo el menor mientras se quitaba los zapatos
- Ay! Suichi no entres, estas todo mojado, vas a mojar la casa – reclamó el novelista
- Pero amor… – dijo el menor
- Nada de peros, SALTE – respondió el mayor empujándolo fuera del departamento
- Pero Yuki, al menos… - no puedo decir más, el rubio cerró la puerta antes de que el menor pudiera hacer algo – YUKI, DEJAME ENTRAR, ME VOY A RESFRIAR.. YUKI… - el menor sollozaba, - no me hagas esto… que cruel… eres conmigo – Suichi no pudo soportar más y las lágrimas corrían por sus mejillas. El frio era insoportable, Suichi pensaba que si amenazaba al novelista lo dejaría entrar y así podría abrigarse – YUKI EIRI, SI NO ME DEJAS ENTRAR ENTONCES ME IREY NO VOLVERE – gritó el menor con lágrimas rogando que el novelista se negara a marcharse
- LARGATE ENTONCES, ME HACES UN FAVOR – respondió el mayor notándose la furia en sus ojos
- COMO PUEDES DECIR ESO…. – respondió el pelirosa gritando con frustración – VAMOS EIRI DEJAME ENTRAR Y HABLEMOSLO
- DIOS ERES MAS MOLESTO QUE UNA PLAGA, YA ESTOY HARTO DE TI, DE TUS GRITOS, DE TUS BERRINCHES, YA DEJAME EN PAZ – dijo sin pensar el mayor, el enojo era bastante notorio
- YA! YA NO MAS… YA BASTA… TE ODIO EIRI UESAGI, TE ODIO! – le gritó el menor mientras pateaba la puerta y se marchó a toda prisa con lágrimas gruesas en sus ojos.
Esto último dicho por el menor, causó una presión punzante en el pecho del rubio y con todo el dolor causado y la presión de esas semanas grito – YO TE ODIO MÁS! – siendo escuchado por el menor quien comenzó a llorar más fuerte apresurando el paso durante su huida.
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Suichi se dirigió a la casa de su amigo Hiro, golpeo la puerta y el guitarrista le abrió
- Dios Shu, que paso?, estas todo mojado, ven entra para que te calientes – dijo el mayor haciéndose a un lado para que su mejor amigo entrara
- Gracias…. Hiro – dijo en un susurro y se desvaneció en la puerta
- SUICHI – grito su amigo al ver que estaba inconsciente
Después de dos horas el pelirosa abrió sus ojos, se sentía destrozado, y enfermo. En ello Hiro iba entrando en la habitación
- Veo que has despertado, me asustaste cuando te desmayaste – le dijo el pelirojo
- Hiro…. Yo…. – hizo un pausa – mi relación con Yuki se ha terminado – dijo con dolor
- Qué?... que sucedió esta vez – pregunto el guitarrista, a lo que Suichi le conto todo desde el principio
Hiro no podía creer lo que Yuki le había hecho, ósea, se sabía que tenía presión por la novela y eso, pero no era justificación para tratar así a una persona,, y menos si esa persona era su novio.
- Debo irme de la casa, pero aun no quiero volver, Hiro puedo quedarme aquí? Hasta después del concierto? – pregunto Shu, el concierto sería dentro de 3 días
- Por supuesto amigo, pero… y después? – pregunto con miedo el mayor
- No te preocupes, le pediré a K, que busque un departamento cerca de NG, y luego del concierto iré a casa de Yuki, tomaré algunas cosas y saldré ese mismo día de su casa, luego enviare a un camión de mudanza a que saquen el resto. – hablaba decidido el menor
- Está bien… si necesitas ayuda puedo acompañarte ese día – dijo el mayor
- No, tengo que hacerlo yo mismo – respondió Suichi serio – Estoy cansado Hiro podemos dormir ya? – preguntó
- Si claro – ambos se cambiaron de ropa, y se acomodaron en la habitación
- Buenas noches Shu – dijo el mayor
- Buenas noches.
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Mientras tanto en el departamento de cierto rubio, el novelista se había vuelto loco descargando su frustración en los muebles y cuadros de la casa, la sala era un desorden y él se había dedicado a tomar cerveza como si no hubiera un mañana
- No, él no me odia – Yuki estaba delirando por el alcohol en su cerebro – él me ama, no me puede odiar, NO ME PUEDE ABANDONAR – dijo golpeando el piso
El miedo había empezado a atacarlo, no quería quedarse solo nuevamente, había algunas ocasiones en las que sacaba al chico de su casa pero por alguna razón tenía el presentimiento que esta iba a ser la última vez, que luego de esto, Shu se marcharía de su lado.
*Es mi culpa, si no fuera por mi pasado yo no sería así, no estaría solo, y fuera una mejor persona, el fantasma de Kitazawa ya no está, pero su sombra en mi cerebro aún existe* pensaban Yuki haciendo que la desesperación y miedo aumentaran en su ser
- Maldita sea – dijo Yuki y levantándose del suelo, se dirigió a su cama a tratar de descansar esperando que al otro día su amada pelusa rosa volviera.
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Una nueva mañana se hacía presente, el novelista no pudo pegar el ojo durante toda la noche, se la había pasado pensando y pensando en Suichi, no quería hacer nada solo quería que su amante regresara a casa y poder arreglar las cosas, lo iba a recuperar.
Mientras tanto………….
Shu se quedaba en casa de Hiro, ese día no iba a ir a NG, Hiro daría su recado a todos justificando su falta y a informarles de la ruptura de la relación del vocalista, a lo que todos quedaron sorprendidos ya que pensaban que la pareja tenía una relación de color de rosa, por lo que estaban preocupados de las condiciones de Shu para el concierto. Pero Hiro les prometió que Shu estaba dispuesto a dar el concierto con toda su capacidad, su carrera también era importante.
Por otro lado, Shu estaba durmiendo tranquilamente cuando su celular comenzó a sonar, haciendo despertar. Era Eiri.
- Aló – dijo Shu con voz perezosa
- Soy yo baka – le dijo Eiri ocultando su desesperación
- Que quieres Eiri? – pregunto el menor tratando de no quebrarse
- Saber dónde estás? O estas durmiendo debajo de un puente – hablo con ironía
- No, no te preocupes… si estoy durmiendo en una cama – habló con acidez – estoy en la casa de Hiro
- Y cuando piensas volver? – pregunto el mayor aparentemente sin interés
- Dentro de 2 días, luego del concierto – respondió el menor, pero no le dijo el verdadero motivo de su regreso
- 2 días ah?... mi tranquilidad solo durara dos 2 días – respondió Yuki
- Si… tan solo dos días *y será el adiós*- lo último solo lo pensó para sí mismo – bueno ya sabes que es costumbre mía, en 2 días tengo el concierto así que te hago llegar la invitación para que asistas – Shu sabía que Eiri siempre iba a sus conciertos, así se estuviera muriendo Eiri siempre iba
- Esta vez no estés tan seguro de que vaya – dijo el rubio
- Está bien, de todas maneras la entrada está donde siempre, si te animas pues la puedes utilizar – habló Suichi – debo irme, adiós Eiri – y colgó sin esperar que el otro contestara
El rubio había quedado en shock, si definitivamente esto iba mal, su bola rosa nunca le había hablado con tanta frialdad, y aquello lo desesperó aún más.
Shu después de colgar la llamada, tuvo un arranque de inspiración y antes de que sus ideas se esfumaran tomo un lápiz y papel y comenzó a escribir una nueva letra. Aquella que cantaría el día del concierto para su amado, la canción del adiós…
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Los dos días pasaron volando, el grupo ya estaba listo para el concierto y la mañana del tercer día, todos estaban preparando vestuario, repertorio, pistas, partituras, etc. para la hora de la presentación. K y Sakano corrían hacia el lugar del concierto para verificar que la iluminación, sonido, equipo, micrófonos estuvieran en buenas condiciones. Pronto llegó el medio día y luego del almuerzo, el grupo se pasó repasando las canciones en el escenario, corrigiendo algunos errores y arreglándose para el concierto.
La noche llegó y la larga fila de fans ya estaban impacientes por ingresas. Los guardias dieron aviso de que abran la puerta y así toda la gente empezó a entrar.
Luego de unos minutos el concierto de Bad Luck daba inicio.
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Mientras tanto esa tarde el rubio se la había pasado pensando, el que Shu le dijera cuando volvería le daba mal augurio, y para evitar eso tenía que ir al concierto, pero su orgullo no le permitía, en ello recibió una llamada. Era Touma
- Eiri, estás listo para el concierto de hoy? – pregunto el rubio mayor
- No voy a ir – dijo indiferente
- Eiri, sabes que Shindou te espera entre el público – reprendió Touma
- Y? – dijo con sarcasmo
- Eiri debes ir, no sé qué es lo que Shindou hará después de esto, no estoy informado de todo, pero algo me hace pensar de que debes estar allí – dijo serio
- Voy a colgar – y antes de que le dijera algo Yuki cortó la llamada
Aquello estaba confirmado no solo él, sino también Touma tenía un mal presentimiento.
Antes de arrepentirse tomó una chaqueta, gafas oscuras, las llaves del auto y emprendió su camino a toda velocidad para llegar lo antes posible.
El concierto apenas había empezado y Yuki se encontraba en un lugar muy apartado del cantante, esta vez realmente quería evitar que el pelirosa lo viera, aunque él quería mentirse y no quería aceptar que extrañaba demasiado a su bola rosa.
De un momento a otro el ambiente cambio un poco y se podía distinguir que el final del concierto estaba cerca.
El pelirosa se acercó al micrófono, tomándolo entre sus manos y respirando profundamente dijo – muchas gracias a todos ustedes por estar aquí – hizo una pausa, se lo notaba triste, pero no quería que eso afectara su cantar – la última canción de esta noche, está dirigida a la persona más importante en mi vida, y pues… donde quiera que esté, espero que la escuche – finalizó con ojos melancólicos.
Shu tomó el micrófono entre sus manos y cerró los ojos, Hiro y Suguru empezaron a tocar una balada lenta y muy romántica.
Shuichi pensando en la persona a la que estaba dedicada dicha canción empezó a cantar con todo el amor y cariño que le tenía a su amado Eiri.
Si me ves hallarás en mis ojos el amor
eres tú la mitad que a mi vida completó
Lo que soy te daré sin miedo a algún error
creo en ti y dejaré en tus manos mi ilusión.
Quiero estar dentro de tu corazón,
Poder lograr que me ames como yo.
I only wanna be the man
to give you everything I can
every day and every night
love you for all my life.
I don't wanna change the world
as long as you're my girl
it's more than enough,
just to be the man you love.
Unas traviesas lagrimas se deslizaban en su mejilla, realmente estaba cantando con todo lo que su voz y corazón le daba, todo por llegar al corazón de esa persona para demostrarle que aún lo amaba y que quería seguir con él.
Quiero ser el lugar donde puedas refugiar
el temor y calmar en mis brazos tu ansiedad
Desde hoy voy a ser todo para ti
Hasta ayer te soñé y ahora estás aquí
Quiero oir tus secretos, lo que sueñes descubrir,
quiero amarte así.
I only wanna be the man
to give you everything I can
every day and every night
love you for all my life.
I don't wanna change the world
as long as you're my girl
it's more than enough,
just to be the man you love.
Todo el publico estaba completamente impresionado por la letra de la cancion, y el nivel de sentimientos que Shu transmitia, y las lagrimas del cantante no estaban solas, algunas de sus fans también estaban llorando, aquella canción expresaba tanto, que nadie quería nisiquiera transmitir un sonido, para poder escuchar y sentir el corazón de su ídolo.
I only wanna be the man
to give you everything I can
every day and every night
love you for all my life.
I don't wanna change the world
as long as you're my girl
it's more than enough,
just to be the man you love.
Just to be the man you love
La canción terminó en un hilillo de voz por parte del pelirosa, y ningún tipo de ruido se escuchó en todo el escenario, luego de unos momentos, y un Shu más calmado después de cantar, por fin el público empezó a aplaudir, y a darle sus ánimos al cantante. El pelirosa estaba tan impresionado con sus fans que nuevamente las lágrimas comenzaron a correr mientras escuchaban todo tipo de ánimos:” ESFUERZATE SUICHI”, “TODO VA A SALIR BIEN SHU-CHAN”, “ESTAREMOS APOYANDOTE”….
- mu-muchas…. Gracias… - dijo el cantante – no saben lo importante que es para mí, que ustedes me den sus apoyos de esta manera… de verdad muchísimas gracias – concluía el menor con pequeños sollozos y con una sonrisa cálida hacia su público.
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Cuando el concierto fue concluido, la banda estaba saliendo por una puerta secreta que los dejaban directamente en el auto, donde K los llevaría a cada uno hasta su casa. El concierto había sido un éxito y gracias a todo el ranking de la banda subiría más.
Pero eso le tenía sin mucho cuidado al pelirosa, quien estaba mirando fijamente por la ventana, y Hiro pudo darse cuenta.
- Shu, ¿estás bien? – pregunto el guitarrista
- No lo vi Hiro…. No vi a Yuki – respondió bajando la mirada
- Shu… este… bueno…. Tu viste que es concierto estuvo repleto de gente… tal vez por eso no lo viste – dijo el pelirojo tratante de animar a su amigo
- NO HIRO! – exclamó el menor – haciendo que todos guardaran silencio, realmente el menor estaba afectado, de hecho nadie de la banda, ni K, ni Sakano, ni el mismo Touma, había podido identificar al rubio. – Yuki…. Él, no vino al concierto… - susurró el menor
- Shindou-san – murmuró Suguru
Y así el resto del viaje nadie dijo nada más. Estaban felices por el concierto y el éxito del mismo, pero si el vocalista no estaba del todo contento, pues, el grupo también se ponía triste.
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Suichi se bajó del auto, se despidió de todos y entró al edificio. Caminaba nerviosamente hasta la puerta del departamento, exactamente no sabía qué y cómo decirle al rubio que ese era el final.
Cuando llego a la puerta, tomó sus llaves y respirando hondo entro al departamento.
- Tadaima – dijo casi inaudible
Dejo sus cosas en el sillón más cercano y allí fue que se percató que el rubio estaba en la sala parando en un rincón
- Ah… Eiri… ya volví – dijo Shu sonriendo fingidamente
- Shu… yo…
- Eiri debemos hablar – interrumpió antes de perder toda la determinación – Me iré hoy mismo – soltó sin más
- Qué? – se inmutó el novelista
- Si mira… desde hace algún tiempo que ya lo he pensado, yo te molesto demasiado, por lo que decidí irme, y ahora que ya han pasado los dos días desde nuestra última llamada, hoy me iré. Por eso regrese, tomaré mis cosas y me iré – respondió Shu con la mirada en el suelo
- La relación… pero… - trato de hablar el rubio, siendo nuevamente interrumpido por el menor
- Si, ya pensé en eso, también se terminará hoy mismo – respondió el menor, dando media vuelta y con las intenciones de ir hacia la habitación
- *qué? Como que se irá… no quiero, no quiero que me abandone, no … quiero – se decía a sí mismo el rubio, soltando unas pequeñas lagrimas
- Espera – corrió detrás de su novio – el concierto
- No es necesario que te disculpes por no haber ido,… la verdad Yuki, yo esperaba que tu estuvieras en ese concierto y así hubiera seguido luchando por estar a tu lado – dijo el menor acallando sus sollozos
- Quiero estar dentro de tu corazón, Poder lograr que me ames como yo. – cantó el rubio. Suichi se inmutó, esos dos versos, eran los de su canción
- Pero cómo? – dijo el menor completamente sorprendido viéndolo de frente
- Yo… fui a tu concierto, sé que esa canción es para mí, tu persona especial – dijo el rubio tomando de las manos a su pelusa
- Pero no te vi – respondió
- Lo sé, pero si fui, mira aquí tengo la otra mitad de la entrada – saco de su bolsillo el boleto del concierto – pero me puse en un lugar donde no quería que me vieras
- Por qué? – pregunto el menor
- Porque no quería aceptar que… te amo… y me sentía avergonzado, pero si estuve ahí… la canción que cantaste al final, era nueva, crees que me la sabría si no hubiera ido? – dijo el rubio – no quiero perderte Shuichi, no quiero que me abandones, no quiero estar solo de nuevo, por favor quédate, no te vayas- rompió el llanto el mayor, abrazando a su amante y derrumbándose en los brazos del mismo
Shu no podía creerlo, su amado Eiri, le había dicho que lo amaba y que había estado en el concierto, aquello le llenaba de felicidad completa.
- Eiri, yo..
- Te amo mi amor, no te vayas – dijo el mayo tomando el rostro del menor y plantándole un tierno beso – sé que soy un maldito y que no merezco estar a tu lado, pero no me dejes, no termines conmigo – rogó Yuki
- Yo … yo también te amo Eiri – sonrió el menor y le plantó un beso en los labios del novelista
- Te quedarás mi amor? – dijo el mayor con esperanza
- Para siempre – respondió Shu siendo abrazado con fuerza – pero esta será la última oportunidad
- Si mi amor, y te prometo que de ahora en adelante todo será diferente – respondió el rubio con lágrimas de felicidad
- Ya no llores Yuki, ven vamos a comer algo que muero de hambre- dicho esto tomó de la mano al rubio y ambos fueron a preparar algo de cenar.
Un nuevo comienzo se daba en la pareja, Shu y Yuki ahora iban a ser felices, y aunque sabían que las discusiones no terminarían, eso les daba más fortaleza para poder superar todos los obstáculos que el destino les traería.
FIN
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