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Monochrome por g00gle_16061996

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Notas del capitulo:

Holiiiis!!

Ha pasado bastante tiempo desde mi última actualización y además no he podido siquiera leer las actualizaciones que he visto ahora que hay. Como para redimirme un poco, este capitulo es un poco más largo que los anteriores. Siendo honesta, hace una semana que comenzaron oficialmente mis vacasiones de invierno pero no he actualizado antes porque he estado bastante deprimida por problemas de salud y sin animos siquiera para dibujar pero ahora estoy mejor.

Estoy comenzando a editar algunos capitulos, pero nada que cambie la trama sino correccion de errores de ortografía y de narración. Si creen que la narración es dificil de entender avisenme e intentaré corregirla.

Creo que eso es todo y disculpen por la demora.

Decimo quinto acto: Podredumbre.

 

Entre lineas_1_

 

-Ayuda…ayuda…por favor…

-tengo…frío

-por favor…alguien…

-ayuda…

Es un día muy frio y el viento invernal sopla con fuerza, poniendo de color rojo las mejillas de las pocas personas que caminan por las calles de cierta ciudad en la capital de un acaudalado país. “Esa persona” se encuentra recostada en el suelo, con la espalda apoyada en la pared de un local frente a la calle, su cuerpo tiembla incontrolablemente en un vano intento de conservar el vital calor corporal, el cual escapa mucho más rápido de lo que puede reponerse. Los dientes le castañean en ese mecanismo tan natural como lo es el respirar, pero en su caso sus dientes chocan tanto que está seguro de que alguno de ellos ya se habrá roto. Aquellas manos cubiertas de suciedad se aferran casi como las garras de un animal, abrazándose a sí mismo desesperadamente, como si esa patética acción fuese a evitar que la temperatura de ese desnutrido organismo siga descendiendo.

Es tan patético que hasta causa gracia.

Él ni siquiera parpadea cuando un hambre atroz retuerce su estomago, casi como si este estuviera devorándose a sí mismo a causa de la falta de alimento a la que ha sido expuesto durante tanto tiempo; “él” ya no tiene fuerzas para levantar la cabeza y rogar por un trozo de pan, aunque lo ha hecho durante un buen rato antes de que su voz se apagase completamente y aun así no consigue que siquiera lo miren.  Considera la opción de rebuscar entre la inmunda basura que se encuentra a escasos dos metros de su persona, pero cuando intenta levantarse sus extremidades no le responden. Mira los descalzos pies que ya han adquirido un color negruzco que no puede presagiar nada bueno y que nada tiene que ver con la suciedad que cubre su cuerpo, rostro y cabello. “No importa”, de todos modos no le duelen, a decir verdad, no siente ni los dedos y tampoco los pies. La inmaculada nieve sigue cayendo y se apila lentamente sobre el débil cuerpo y posiblemente en un tiempo logre sepultarlo. Pero él se encuentra muy débil y no hace el intento de quitarla.

El implacable viento se filtra a través de las roturas de su ropa, especialmente por un agujero bastante grande al costado de su torso. Con bastante esfuerzo lleva la mano hacia ese lugar y siente algo duro sobresaliendo allí, cualquiera se hubiera alarmado, pero él sabe que se trata de sus propias costillas marcándose y sobresaliendo de ese patéticamente flaco cuerpo, cuyo dueño tiene los minutos contados.

Un hedor insoportable está en el aire y por ello las personas cruzan apresuradamente por ese deplorable  lugar, cubierto de basura y perros callejeros. Es justamente uno de estos últimos la causa del horrible olor, está a un costado de la calle, a medio metro de la basura que suele atraer a gran cantidad de estos animales. Parece haber muerto hace unos dos días y el cuerpo hinchado y falto de pelo está en avanzada descomposición, la boca abierta del animal está llena de moscas y gusanos retorciéndose entre la sangre coagulada y la carne podrida de color negro. “Él” había visto a ese animal últimamente. Después de que una familia que no tenía nada fuera de lo común y hasta de buena posición económica lo abandonara en ese lugar hacia un tiempo.

El animal al ver a sus amos marchar había intentado seguir el vehículo, pero había sido un intento fútil y al final se quedó en ese mismo lugar, mirando en aquella dirección como si estuviera esperando que volviesen, pero, como es sabido, ellos jamás regresaron. Pero nadie más que ellos dos conocería esa pequeña historia y, como el can ahora solo es un cadáver pudriéndose en un rincón olvidado de la ciudad, el único testigo que queda era un miserable ser que, inevitablemente, compartiría el mismo destino.

Algo parecido a una amarga risa sale de sus finos labios mientras ve a una bella mujer cruzar frente a él y mirarle con pena. ¡Como si haciendo eso fuera a aliviar su dolor! ¡Como si él no hubiese visto ya esa acción más veces que los días que componen su propia edad! ¡Hipócrita amabilidad que cubre las acciones de la mayoría de los que se llaman a sí mismas buenas personas!

La mujer lo mira sorprendida y después simplemente se acomoda el abrigo de piel y continúa caminando ¡Esa es la diferencia entre alguien ingenuo y alguien amable! Aquella mujer es lo bastante ingenua para sentir lástima por él, pero no es amable así que no hará nada por remediar su situación. Probablemente irá a casa y tal vez, al ver una noticia sobre un asesinato  o sobre la situación de aquellos abandonados a su suerte en los países más pobres del mundo exclamará “¡Cuanta maldad hay en este mundo!” en esa hipócrita escena de demagogia barata que todos hemos presenciado alguna vez ¿No?

Porque es fácil actuar como buenas personas cuando estamos frente a los demás, pero es cuando estamos solos cuando surge nuestra verdadera y egoísta naturaleza. ¡Los humanos son seres horribles! No existe algo así como la bondad de la que todos esos charlatanes intentan convencernos ¿Qué el amor de Dios? ¿Qué la bondad del alma humana? Esas son simples ilusiones para calmar a las masas y darles la “esperanza” de que el mundo, e incluso ellos mismos, no esta tan podrido como lo está realmente.

¡QUE PATÉTICO! ¡QUE MENTIRA MÁS SUCIA Y MÁS OBVIA!

 El hedor del cuerpo en descomposición aun cubre el ambiente y seguramente lo hará por varios días más, pero él ya no lo siente y junto con el olfato el resto de sus sentidos comienzan a fallar. Ya no escucha a las personas caminar  frente a él, es como si estas se hubieran ido a un lejano lugar, como si la luz del mundo fuera extinguiéndose poco a poco. Ya no hay nada a su alrededor, solamente una impenetrable oscuridad tan densa como el alquitrán. 

Parte_1_

La habitación estaba extrañamente limpia y estaba envuelta en olor a alcohol desinfectante. En el centro de la misma se encuentra algo que se ve como una especie de esfera de metal de la que sobresalen un montón de tubos, botones y luces de diferentes colores. Por su apariencia podría ser fácilmente confundida con una bomba o cualquier otra clase de arma tan tecnológicamente avanzada como peligrosa. Esta afirmación no es completamente incorrecta pero no es la indiscutible verdad, además, algo esencial distingue aquello que se encuentra aprisionado en el interior de este edificio de paredes blancas. Es absolutamente difícil de conseguir.

En la misma habitación se encuentran tres personas:

Uno es un hombre joven de piel morena y cabello negro cubierto por un gorro de lana. Vestido con un elegante traje aunque arreglado de manera bastante informal. Se encuentra controlando algunos datos en una pantalla a un lado del objeto similar a un explosivo. La otra es una hermosa mujer con un vestido negro ajustado y un abanico en la mano quien se encuentra sentada en una mesa a unos dos metros del moreno, mientras peina distraídamente su largo cabello negro, para luego atarlo en un alto moño. Al terminar mira con aburrimiento a Noah quien sigue con su trabajo de controlar los datos en la pantalla.

-¿Cuánto más seguirás con eso?-pregunta en tono aburrido y sonríe ante el gruñido que recibe como respuesta de parte del hechicero.

-Parece que no hay ninguna anormalidad-afirma en tono aliviado para luego tronar su cuello y soltar un suspiro-Ese mocoso estuvo a punto de arruinarlo todo-masculla mientras frunce el entrecejo en señal de molestia.

-Pero al menos ahora Death the Kid no será un problema-la voz del último de los tres ocupantes de la habitación se deja oír. Es un chico de estatura pequeña y complexión delgada con cabello negro y ojos dorados. Retrocede unos pasos ante la mirada que le dirige el moreno.

-Tienes razón, aunque me gustaría haber agregado el pequeño shinigami a mi colección-tras esa afirmación por parte del hechicero, el de ojos dorados suelta un suspiro de alivio.

-Pero ahora los de Death city tienen a esa cosa-recuerda Aracne a sus compañeros.

-¿Debería ir por él?-pregunta Gopher mirando primero a Aracne y después a Noah.

-No, deben haber reforzado la seguridad desde tu última visita-observa el hombre que hasta hace unos momentos se encontraba analizando la situación-Si esto sigue así tendré que ir yo-suelta con cansancio.

-¡Yo quiero ayudar, Noah-sama!-pide el adolecente, pero solo recibe una mirada de advertencia por parte del moreno. Traga grueso, aun recuerda el castigo que recibió al haber ido sin permiso a buscar a la puta rubia del Shibusen.

-No será necesario-al ver las miradas interrogantes de sus compañeros, la mujer continúa-Sin esto-señala la esfera de metal-Aquella cosa es un peligro para sí y para los demás, solo debemos esperar a que se maten entre ellos-afirma con una sonrisa.

Entre líneas_2_

-Macmilian ve al sector norte junto con Albarn y Tsubaki-ordena la voz de Mizutani-san segundo al mando después de Sid.

 -¡Sí!-contestan al unísono ambas chicas.

Aunque Soul ha sido dado de alta hace dos días y se encuentra ansioso por ser de ayuda para la misión, es necesario que descanse un poco antes de entrar al campo de batalla. Tres días atrás  se enteraron de la noticia de la desaparición de Death the Kid y su posterior ubicación en sospechosas y, sobretodo, confusas circunstancias. Después de aquel evento Black Star ha estado inestable, por lo que Spirit decidió escaquear al ninja de sus tareas, cosa que no hizo precisamente feliz a este último, pero la Death scythe había sido firme en su decisión y el peliazul no había tenido más opción que acatarla, aunque eso no significaba que lo hiciese con gusto.

-Espero que esté bien…-susurra Tsubaki más para sí misma que para su compañera.

-No te preocupes, Black Star solamente está enfurruñado, nada más….-intenta animar Maka a su amiga-Pronto Kid, Soul y Black Star estarán como siempre-comenta con una ligera sonrisa.

La frase queda en el aire unos segundos, pero el silencio que le sigue es interrumpido por una pregunta que resalta un hecho del que nadie se había percatado hasta el momento.

-¿Eh, donde se encuentra Erick-san?

Parte_2_

La sotana se mueve ligeramente a causa de la brisa que sopla en la mañana y mueve también los cortos mechones rubios sacándole una débil sonrisa. Tira de la cuerda y así la cubeta llena de agua emerge del viejo pozo a un costado de la iglesia Shibusen, Justin descarga el agua en otra cubeta de madera y suelta la que pertenece al pozo para después encaminarse nuevamente al interior de la mencionada edificación.

La joven guillotina demoniaca camina pensativamente a causa de los eventos sucedidos hace tres días pero que afortunadamente no tuvieron un desenlace fatal. El joven shinigami se encuentra estable y probablemente despertará pronto aunque no podrá pelear en un buen tiempo.

//Flash back//

-¡Jefe Sid!-escucharon a lo lejos la voz del soldado novato.

-¿Erick?-pregunta quien responde al nombre de Sid-¿Qué haces aquí? ¿Sucedió algo?

-Es…que…-trata de hablar entre jadeos el ojiazul-…encontramos a Kid-san y lo están llevando a que lo atiendan…-logra completar.

-¿Está herido? ¿Saben que es lo que ha sucedido?-pregunta en tono frustrado a causa de la falta de información.

-No lo sé…-dice apenado el joven.

-Probablemente ha sido otro ataque como el que intentaron anteriormente-afirma Justin sintiendo un poco de pena por el novato-Los partidarios de la religión nahat ya demostraron su desagrado por Kid-san, no sería raro que hubieran intentado atacarlo nuevamente una vez que estuviera solo ¿No?

-Fuimos informados de aquel incidente, es por ello que fuimos enviados, pero…-la voz del capitán suena frustrada e impotente.

-¿Por qué nos hacen daño? Kid-san y nosotros hemos venido a ayudarlos-pregunta Erick.

-…-Justin no contesta a aquella pregunta sin saber muy bien el por qué. Quizás sea el hecho de que él mismo se ha hecho esa pregunta desde que ocurriese el primero de los incidentes o que el tono e intención inocente con la que el joven soldado ha realizado ese cuestionamiento le recuerda a sí mismo y a la esperanza que ha perdido en esta miserable aldea y las personas que en ella habitan. Simplemente arruga el entrecejo y centra su vista en el suelo cubierto de lodo y agua con aire pensativo. Pero un grito lo despierta nuevamente.

-¡Patty!-grita una de las chicas que también formaban parte de su grupo pero que no han participado en la conversación-¿Qué haces?-pregunta la mayor de las hermanas a la pequeña que ha salido corriendo ignorando la fuerte lluvia y la densa obscuridad.

-¡Debemos ir con Kid!-responde la pequeña con una sonrisa-Él comenzará a llorar si tiene que tener otras armas que no sean simétricas-responde simple como si simplemente hubiesen estado jugando a las escondidas todo este tiempo.

Todos se quedan en blanco unos momentos intentando comprender el actuar de la pequeña y después simplemente sonríen. La inocente sinceridad con la que ella ha respondido casi hace que la lluvia parezca menos fría e incluso menos deprimente.

 -Está bien-contesta con una sonrisa resignada pero feliz y sigue a su hermana.

-Vamos-ordena Sid y se encaminan a la iglesia.

Justin no sabe exactamente que es, pero hay algo en estas personas que hace que su esperanza se renueve tan solo un poco. Tal vez…solo tal vez…este mundo no está tan podrido como suele parecer.

//fin de flash back//

 

Una sonrisa surge en sus labios al recordar esa extraña sensación que invadió su pecho en aquel momento y no puede evitar reír ante aquellos infantiles pensamientos –Que iluso eres Justin…-se burla de si mismo ante eso.

Sus pasos resuenan en los silenciosos pasillos, que a pesar de no estar desiertos tardarán mucho tiempo en volver a ser igual de bulliciosos y alegres como antes de la llegada de Noah y sus soldados. Pero en los últimos tres días hay algo que no ha dejado de molestarlo, una sensación de incomodidad, como si de repente el Shibusen hubiera sido cubierto por una capa de pesadumbre y hasta pareciese que hay momentos en los que el aire se hace tan pesado que se hace difícil respirar.

No sabe si los demás lo han notado, pero él se ha dado cuenta, lo ve en la atmosfera pesada que los rodea, en el comportamiento errático que han adquirido algunas de sus compañeras y la peste que por momentos parece invadir el ambiente. Inclusive los habitantes de la aldea se han vuelto más ariscos que de costumbre.

Mientras el joven sacerdote cavila sobre la situación no presta atención a su camino y por ende no ve a la persona que camina en dirección contraria a la suya o, al menos hasta que sucede lo inevitable.

-¿Eh?-ese sonido estúpido sale de los labios del rubio al encontrarse repentinamente en el suelo, mira hacia delante y ve una mano extendida hacia él ofreciéndole ayuda para levantarse-Gracias…

-No hay problema-dice el desconocido y Justin echa un vistazo a su interlocutor: tiene ojos negros, piel blanca, cabello negro prolijamente peinado hacia atrás y está vestido con un elegante esmoquin negro. El menor cree que no puede haber persona que cuadre menos con la imagen que proyecta la aldea, así que él debe pertenecer a los enviados de Death city que llegaron hace poco-yo también venia distraído, le estaba comentando a Enrique lo complicados que son estos pasillos…-señala a un mono blanco que se encuentra en el suelo junto a ellos.

-Está perdido-más que una pregunta es una afirmación, pero el hombre ya se encuentra teniendo lo que parece una animada conversación con el animal ya que ambos emiten unos raros sonidos parecidos a “guau guau”, Justin suelta una risilla ante los exagerados ademanes por parte del hombre y este detiene su conversación y mira al rubio con una ligera sonrisa-Puedo guiarlo si es lo que necesita-ofrece.

-¡Oh! Qué joven más amable-antes de que el sacerdote se diera cuenta, el extraño hombre lo atrapa en un animado abrazo y restriega su cara por los dorados cabellos-Mi nombre es Tezca Tlipoca-se presenta sin soltar al rubio.

-Soy Justin Law-se presenta el pequeño algo avergonzado por la actitud del pelinegro-¿A dónde se dirigía?-pregunta a Tezca quien se encuentra murmurando algo parecido a “mi amigo Justin, mi amigo Justin”.

-Tengo un nuevo amigo, cuando Giriko lo escuche…-comenta ignorando la pregunta del rubio.

-¿Es amigo de Giriko-san?-pregunta el rubio, algo extrañado de que esa motosierra malhablada tuviera un amigo tan…excéntrico como lo era el tal Tezca.

 -¡Por supuesto! Él no podría vivir sin mí-afirma convencido-¡Auch!-suelta finalmente al rubio y se lleva las manos a la cabeza.

-Deja de decir idioteces payaso-dice Giriko con el puño levantado y una vena marcándose en su frente-Te he estado buscando ¿Dónde cojones has estado?

-He hecho un nuevo amigo-jala al sacerdote y lo abraza nuevamente-El si valora mi amistad-afirma con actitud infantil y el rubio no sabe cómo reaccionar, así que no hace nada pero se remueve inquieto ante la mirada cargada de molestia cortesía del moreno.

-Pero Justin, deberías ir a cambiarte, tu ropa está mojada-Tezca suelta al rubio y lo mira de arriba a abajo.

Justin lo mira confundido, luego a sí mismo y por último al cubo vacio ahora tumbado en el suelo. Su cara se pone roja de vergüenza al darse cuenta de que se ha derramado el agua encima y ni siquiera se ha dado cuenta hasta ahora-…y-yo creo q-que…s-si eso…pero primero lo llevaré a su destino Tezca-san…-dice el rubio pero es interrumpido por el moreno.

-No importa-afirma Giriko con una voz dura, poco usual en él-Yo iré con él así que vete…-afirma dándole la espalda al rubio y comenzando a alejarse.

-¿Qué?-pregunta el rubio extrañado por la actitud del castaño, le da alcance y lo sujeta de un brazo para detenerlo-¿Cuál es tu problema?-pregunta con el seño ligeramente fruncido.

  -¡Que eres una molestia! Vete…-contesta mientras aparta al rubio de un manotazo.

-¡Tu eres el que está actuando de una manera molesta!

-¡¿EH?!

-Creo que me llaman por ahí…-dice Tezca sin saber el motivo de aquella discusión de la que inocentemente ha sido el causante. Se escabulle disimuladamente.

Parte_3_

La habitación se encuentra sumida en penumbras, el sepulcral silencio en el que está envuelta solamente es roto por una agitada respiración. Es como la de un animal agonizante cuyos pulmones luchan desesperadamente por inhalar más oxigeno en un último y desgarrador intento por permanecer en el mundo terrenal. Aunque pudiera parecer aliviador el saber que la persona que emite este incesante y perturbador sonido no se encuentra en su lecho de muerte, es más, se encuentra en perfecto estado físico, si ignoramos el peculiar tornillo que sobresale de su cabeza y el sin fin de cicatrices que adornan su piel, por lo demás es una persona completamente normal.

Es que el reloj que marca, tal vez demasiado aceleradamente, el tiempo que queda para de tener que devolver el don de la vida que le fue regalada no es visible para cualquiera. Aquella herida profunda y lacerante se encuentra en su cordura y en su alma. Y lo peor de todo es que él lo sabe, es consciente de ese hecho a cada segundo que puede alargar esa miserable existencia, que representa un riesgo y un posible verdugo para todo aquello que Stein ha apreciado en su vida.

-¿Por qué te resistes? déjate consumir por ella, te prometo que el dolor desaparecerá…-susurra la embriagadora voz de la mujer serpiente. Sabe que no debe escuchar esas palabras cargadas de veneno, pero es como si fueran una poderosa droga que aturde sus sentidos-Eso es… ¿No es una maravillosa sensación?-aquella voz es adictiva y parece invadir hasta lo más hondo de su mente, tensando peligrosamente aquel fino hilo, que ata el último rastro de cordura que en ella queda.

¿Por qué está sucediendo esto?

¿Cómo es que he quedado atrapado entre los muros de mi propia locura?

…Por favor…ayuda…

…que alguien…por favor…

…me salve…

…sálvame…

…sálvame…

¡SÁLVAME!

-¿Señor Stein?-una voz femenina hace que regrese a la realidad-¿Se encuentra usted bien?-los azules ojos de Nygus miran preocupados al hombre al que ha estado llamando durante algunos minutos.

-¿Eh? ¡Ah! No se preocupe, creo que solamente estoy cansado…-ríe el peligris y con la mano izquierda gira tres veces el tornillo en su cabeza.

-Si necesita descansar puedo ocuparme de los pacientes-ofrece la morena-No creo que causen problemas.

Stein dirige su vista hacia la cama en la que duerme el joven shinigami desde hace tres días. La situación del joven shinigami es menos grave de lo que parecía en un principio pero sin importar el estado de sus heridas, este no da señales de despertar y necesitan que lo haga para saber qué es lo que sucedió en ese lugar.

-“Pero no es él con quien debemos tener más precauciones”-sus ojos se posan en la figura que ocupa la otra cama en la habitación. El joven peliblanco que encontraron tampoco da señales de despertar y la situación en la aldea ha empeorado considerablemente. El peligris se muerde el labio intentando tranquilizarse, pero la atmosfera en la habitación le hace difícil concentrarse. El aire se siente pesado y asfixiante. Necesita salir de ese lugar, necesita alejarse rápidamente.

-Debo ir a atender algunos asuntos-se disculpa Nygus y hace una reverencia-¿Necesita algo más?-interroga posando esos grandes y brillantes ojos en su persona.

-No, nada por ahora-responde y la voz le tiembla un poco al final de la frase, pero parece que ella no lo ha notado-Gracias.

-Está bien-sonríe ella y sale de la habitación.

Instantes después de que la habitación quedase en silencio, Stein siente que no puede soportarlo más y corre dando zancadas hacia el baño. Las fuertes arcadas continúan hasta que está seguro de que su estomago está completamente vacío-¿Qué es esto?-pregunta mirando su pálido reflejo en el espejo. Se seca con violencia las lagrimillas que han quedado atrapadas en sus ojos e intenta regularizar su respiración.

Regresa a la improvisada habitación de hospital-¿Cuánto tiempo más podré soportar?-apoya la espalda en la pared y se desliza hasta quedar sentado en el suelo-…Spirit…-ese nombre sale de sus labios-¿Qué es lo que estoy haciendo?

El sufrimiento es demasiado grande y sabe que si sigue cargando con ese peso en sus hombros terminará siendo aplastado por él-Solo un poco más de tiempo…-ruega mirando en la pared contraria una imagen de aquel peculiar dios a quien esta iglesia está consagrada.

Lentamente los dorados ojos van cerrándose, solo para después abrirse abruptamente y de color rojizo.

 

Parte_4_

Un estruendoso ruido invade el bosque espantando a varios  pájaros y otras pequeñas criaturas. Los arboles derivados dan cuenta de la magnitud de la ira del chico estrella. Él moreno sabe perfectamente que lo que está haciendo hace tiempo dejó de ser un entrenamiento y ahora mismo solo se encuentra intentando apaciguar la ira que invade su cuerpo, quemándolo desde adentro como si fuese veneno.

-¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición!

Un gruñido sale de su garganta en una mezcla de enojo, impotencia y reclamo. Es que Death the Kid aun no ha despertado y el único posible causante de esta situación se encuentra durmiendo tranquilamente en una habitación protegida por Death the city ¡No se dan cuenta de que están cometiendo un grave error! ¡¿Acaso él era el único que no estaba ciego?!

  -¡Idiotas!-un “crack” en su mano derecha hace que se dé cuenta de que se ha sobrepasado. El chico chasquea la lengua y sacude la mano cubierta de la propia sangre.

Se desliza hasta quedar sentado en el suelo, del cual gran parte está cubierto de árboles derribados y aprieta fuertemente los dientes intentando en vano tranquilizarse. Es consciente de que no está pensando con claridad y de que cualquier decisión que tome en estos momentos puede conllevar un riesgo potencial, pero es como si aquella voz de sentido común que evita que cometamos estupideces estuviese apagada o sofocada por una fuerza mucho más poderosa.

No lo soporta más, irá ahora mismo a Shibusen y despertará a esa pelusa idiota, aunque deba hacerlo a golpes-Haré que pague por lo que le hizo a Kid-piensa intentando convencerse a sí mismo de que este actuar y este enojo que invade su alma, no es contra sí por no haber sido capaz de proteger al pequeño shinigami ni tampoco a Soul anteriormente. El chico estrella hará que le confirme que es inocente de aquellas culpas que lo atormentan.

Porque siempre es bonito oír que somos inocentes y así huir de nuestras culpas.

Parte_5_

-¿Han logrado sacarle algo a ese muchacho?-pregunta Sid.

Se sienta con la espalda recta en una desgastada silla de madera que pareciera tener más años que el mismo y está en un estado aun peor. Lleva a sus labios la taza de té caliente y luego lentamente la regresa a la mesa redonda, también de madera que lo separa del hombre frente a él.

-No ha despertado aun y Stein ha dicho que es un milagro que pueda dormir con el cuerpo en ese estado-el pelirrojo imita la acción de su colega y también se lleva la taza a los labios, para después hacer una ligera mueca de desagrado y agregarle dos cucharadas más de azúcar-Es como si hubiera una extraña enfermedad consumiendo y pudriendo su cuerpo y órganos, es casi seguro que no tendrá una vida larga-un ligero aire de tristeza invade sus ojos al recordar que ese joven desconocido no luce mucho mayor que Maka y el imaginar a su pequeña hija con un futuro tan desalentador como el que le esperaba a ese chico, hace que su té sepa amargo nuevamente.

-¿Entonces no crees que él haya causado ese desastre?-una mueca de desagrado tuerce la boca de Sid al recordar la horrible escena. Solo un verdadero monstruo debe haber sido capaz de causar tal abominación.

-No es un arma demoniaca y no hemos hallado entre sus pertenencias nada que hubiera sido capaz de despedazar de esa forma a ocho personas-el pelirrojo rebusca entre su ropa y saca una pequeña fotografía-¿Reconoces esto?-pregunta tendiéndosela.

El de los tatuajes toma la pequeña fotografía y una expresión de extrañeza se deja ver en su faz-Es un sub-fusil FARA ¿Acaso te interesan las armas extranjeras?

-No, es el único objeto que ese niño traía consigo. Se encontraba oculta en su ropa.

El pelirrojo deja el té, ahora frio, en la mesa. Luego rebusca con una de sus manos dentro de su saco, saca un cigarrillo se lo lleva a los labios y acto seguido lo enciende. Sid, quien ha observado a su acompañante durante un buen rato abre la boca.

-¿Están seguros de que no es un arma demoniaca? Si no lo es entonces ¿Cómo realizó esa carnicería?

El hombre de los tatuajes parece estar completamente seguro de la culpabilidad del desconocido y Spirit no puede culparlo pues el mismo no sabe que pensar. –“Alguien lo suficientemente fuerte como para lastimar a Kid”-Los asesinatos que ocurrieron en aquella habitación debieron haber sido efectuados con un arma corto punsante bastante grande y también está el factor del ruido. ¿Cómo es posible que en un pueblo tan pequeño pudiera haberse asesinado y destazado a ocho personas sin que nadie hubiera escuchado absolutamente nada? Aunque tampoco es como si pudiesen confiar plenamente en los testimonios de las personas que eran mayoría en este lugar y las cuales parecían aborrecer todo aquello que se saliera de la rutina en la que estaban sumidas sus vidas.

-Entonces el culpable es alguien más-sentenció Sid y acto seguido se levanta de la vieja silla-Entonces iré por Erick, ya ha terminado su turno de patrullar-dice Sid, seguidamente toma su capa, su arma y se dirige a la puerta.

-¿Lo enviaste solo?-inquiere Spirit Albarn al hombre de piel morena y tatuajes en los brazos.

-Es un soldado, no deberías sobreprotegerlo-contesta Sid-Él es quien decidió salir del cuerpo médico e integrarse al campo de batalla; aunque ni siquiera puede matar un gusano sin ponerse a lagrimear-masculla frustrado.

-Él es ese tipo de persona, es demasiado inocente para este trabajo-el pelirrojo forma una sonrisa conciliadora-Deberías hablar con él.

-Es por eso que lo traje, si planea continuar en esta causa debe endurecerse, no puedo estar cuidándolo todo el tiempo y de este modo no vivirá mucho-un oscuro porvenir se forma en la mente del Capitán.

-Debes tenerle más fe, los chicos a veces te sorprenden.

-Pero en un mundo como este la inocencia se paga caro, casi tanto como la confianza.

El ruido de una puerta abriéndose violentamente hace que ambos hombres peguen un respingo. El pelirrojo no tiene tiempo siquiera para voltear hacia el intruso, cuando un fuerte golpe aturde sus sentidos y su visión se vuelve borrosa. Escucha los gritos de Sid, pero no puede entender que es lo que lo ha golpeado a la velocidad de un tren. Estas sensaciones desaparecen abruptamente, para ser reemplazadas por un dolor punzante en el pecho al distinguir un rostro tan conocido para él como lo es el suyo propio.

-Stein…-un quedo susurro escapa de sus labios pero el hombre que lo aprisiona contra la pared con una mano en su cuello y una pierna separando las suyas es el mismo con quien ha pasado tantas noches de compañía.

-Hola senpai…-saluda el peligris con una sonrisa perturbadora y los ojos enfocados en el rostro adolorido de la Death scythe, realmente se ve lindo así…pero no es suficiente.

-¡Aaaaahhhh!-algo parecido a una descarga eléctrica recorre el cuerpo del ojiazul-“Esta es tu especialidad”-la habilidad de causar un considerable dolor y dejar fuera de juego a cualquier oponente, sin causarle realmente un daño físico. Simplemente perturbando las vibraciones del alma del oponente utilizando la propia. Era una versión resumida de en qué consistía aquella dolorosa técnica que le había valido una buena reputación al científico.

-Eso es, te vez mucho mejor aullando de dolor.

-¡Detente!-Sid intenta apartar al enloquecido hombre, pero solamente recibe una patada en el estomago y se estrella con la pared opuesta-Déjalo…-se levanta respirando dificultosamente a causa del fuerte golpe, pero nada hará que deje morir a uno de sus compañeros frente a él.  El pelirrojo intenta apartar esa mano como garra que presiona su cuello y comienza a quitarle el aire.

-Es inútil Spirit-el más alto se inclina un poco y pronuncia al oído las siguientes palabras-Eres un arma demoniaca, jamás podrás vencer a un técnico con tan patética fuerza-el pelirrojo se mantiene inmóvil-Siempre pensé que el rojo era perfecto para ti…

-¡Basta!-la voz de Spirit sale más difícilmente de lo que a este le hubiese gustado, en un acto de desesperación hace aparecer una cuchilla en su brazo, pero el peligris rápidamente lo inmoviliza con el otro brazo y una nueva descarga lo aturde nuevamente-Detente por favor…-su voz se quiebra pero no por miedo a morir, ni por el dolor, sino de tristeza por no poder hacer nada para ayudar al hombre frente a él.

¿Sería capaz algún día, de sacar a ese hombre de la prisión mental, en la que se encuentra encerrado?

-“Estás a punto de morir asesinado por él ¿Y aun así te preocupa?, realmente eres un idiota Spirit”-se ríe internamente del reclamo que le hace su propio sentido común-“Claro que lo soy, porque todos nos volvemos idiotas por quienes amamos”

Esta vez nadie podrá salvarlo y morirá en manos de quien ama.

Pero.

En ese instante.

El agarre en su cuello se debilita.

Entre líneas_3_

Un arma de asalto apunta directamente a la cabeza de un joven sentado en una cama de la Iglesia Shibusen. El peligroso fusil se encuentra en manos de otro joven de cabello negro y apariencia delicada, que no combina nada bien con un arma tan grande, a pesar de estar acostumbrado a utilizar armas de fuego. Aunque el arma es ligeramente pesada, el temblor en las manos del joven shinigami nada tiene que ver con el arma misma, sino con el hecho de que aun se encuentra en recuperación, por una herida provocada por  la misma “cosa” que en le mira con somnolencia y una falsa y cínica inocencia.

-¿Qué diablos es lo que eres?-el ojidorado pronuncia aquellas palabras como si las masticara-No eres un shinigami, ni siquiera eres un Kishin y mucho menos un ser humano-la voz le tiembla por la ira, su respiración es dificultosa por el esfuerzo que requiere para que su cuerpo no colapse nuevamente.  Aprieta los dientes y presiona con más fuerza el peligroso objeto contra la cabeza de quien considera el culpable de la horrible situación en la que se encuentran sumidos y que ha cobrado ya demasiadas vidas-¿Qué es lo que intentas conseguir? ¿Cuál es el motivo detrás de todo esto?

Ni siquiera sabe si el sub-fusil que está utilizando para amenazar a esa cosa que inútilmente intenta hacerse pasar por un ser humano y mucho menos le importa la horriblemente asimétrica vestimenta que él mismo lleva puesta en estos momentos, lo único de lo que está seguro es de que cometería un grave error si deja que escape.

El joven peliblanco enfoca su vista en el joven de cabello asimétrico y lo observa como si no entendiera realmente el motivo de su enojo. Esa acción hace que Kid sienta como la bilis le sube por la garganta y su mano tiembla nuevamente por las ansias de disparar-¿Acaso esto es divertido para ti?-Kid escupe aquellas palabras.

En ese momento una fina sonrisa infantil se forma en los labios del chico de ojos rojos-Todo lo que me saque de mi aburrimiento es divertido-responde con rostro angelical.

_

_

_

 "No te pierdas, que nadie va a tomar tu mano en el camino.

La respuesta de dios fue cruel."

To aru majutsu no index.

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

Estoy más animada porque he sobrevivido a los primeros examenes en la universidad y ahora tendré un poco más de tiempo para actualizar y relajarme. He pensado en dejarme crecer el cabello aunque este corte es muy comodo (Tengo el corte de Near de death note) pero creo que me salí del tema.

Si les gustó, un review diciendolo siempre es agradecido.

Creo que mañana leeré los nuevos capitulos de los fanfics que me gustan y tal vez pronto traiga algunos dibujos.

Como siempre. Besos y Bye bye~


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