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El erudito de las montañas por LapsisAngelus

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Notas del capitulo:

Hola chicas, antes de que lean el capítulo debo disculparme por no arreglar el formato del capítulo, está hecho para ser subido a FF.net y esta página tiene diferente interfaz, sé que se lee horrible, pero es eso o no alcanzar a subir, espero que con el tiempo se acostumbre.

Muchas gracias y nuevamente perdón

Capítulo I

 

A Loki le encantaba jugar a las escondidas. Uno: porque era un juego básico pero muy mental y estratégico. Se requería recolectar pistas, analizar personalidades y saber esconderse… especialmente eso último era lo más difícil… el hacerse uno con el ambiente, esquivar los movimientos de los enemigos y saber las debilidades de estos.

 

Dos: Porque Loki era un estratega temible y desarmado.

 

Nadie le daba el peso que las escondidas merecían. Ese juego no era como pelear con espada ni ninguna de esas cosas barbáricas como concursos de comida o escalar árboles (aunque el menor de los príncipes era muy ágil y parecía gato trepando de forma graciosa y elegante).

 

Además para Loki no había contendiente capaz de detenerlo y una cosa que sí le gustaba al dios de las travesuras era ganar.

 

Ese era el tercer motivo.

 

A Thor en cambio le aburría ese juego, especialmente cuando participaba con su hermano… es que el pequeño (ya tenía su altura pero no lo quería admitir) era como un ratón escurridizo que lo burlaba, se escapaba y desaparecía. Siempre le hacía prometer que no usaría magia, pero ese dios caótico jamás jugaba bajo las reglas.

 

Además de eso el muy pillo sabía mentir como nunca había visto a nadie hacerlo.

 

“Lo prometo” siempre declaraba con ojos brillantes, mejillas sonrojadas y con su sonrisa suave y femenina. Thor no podía dejar de creerle y luego se arrepentía de aceptar jugar cuando su sonrisa se transformaba en una mueca maliciosa.

 

Una vez (y en contra sus honorables ideales) fue a pedirle a Heimdall que le dijera el paradero del pequeño escurridizo y quedó estático al saber que los poderes de este le hacían imposible al guardián verlo y escucharlo desde que tenía ocho años.

 

Ni siquiera Odín podía lograr eso.

 

Finalmente Thor siempre perdía y aún así ver el rostro de satisfacción de su hermano era la mejor recompensa.

 

Ese día Loki lo había convencido para jugar… ya eran unos jovencitos, pero de vez en cuando se olvidaban de sus peleas provocadas por el exceso de testosterona adolescente y gustaban de hacer actividades juntos como niños.

 

De todos los juegos que ofrecía Loki, las escondidas era el menos intelectual y por ende el que realmente podía jugar su hermano… ambos sabían que era parte de la trampa del moreno, pero de todas formas siempre conseguía sus caprichos… es que el niño se había vuelto demasiado inteligente para el bien de los demás.

 

-Uno… dos… tres… cuatro… -Loki apoyaba su frente en su brazo mientras este descansaba sobre la muralla. Con los ojos cerrados contaba para darle tiempo a Thor de esconderse… podían hacerlo en todo el gran castillo, pero aún así siempre lo encontraba y ni siquiera debía hacer trampa para eso –diecinueve y veinte ¡Listo o no allá voy!

 

Pensó en el tiempo en el que había contado, hacia dónde había escuchado dirigirse los pasos y calculó un radio aproximado de acción… ¿Qué había en ese lugar de la casa?... Las habitaciones… oh claro…

 

-Rayos Thor… por qué me lo haces tan fácil…

 

Suspiró y con gesto tranquilo caminó hasta la pieza de su hermano, abrió la puerta y se paró frente al gran closet de oscura madera que albergaba el poco variado vestuario del rubio.

 

-Te encontré, sal de ahí…

 

Un silencio sepulcral se hizo en la habitación, a pesar de eso Loki no se movió y se quedó mirando el mueble con los brazos cruzados y con paciencia.

 

Poco a poco los cabellos rubios de Thor fueron apareciendo por una puerta medio abierta, se desenredó de las ropas e hizo un gesto de disconformidad al sentir sus músculos entumecidos… de cierta forma daba gracias que su hermano lo hubiera encontrado rápido… estaba muy grande como para esconderse en el clóset.

 

-Hiciste trampa –acusó con el orgullo herido –miraste mientras contabas.

 

-No necesito hacer trampa para encontrarte… eres demasiado obvio hermano… ¿acaso pensaste que no notaría la ropa arrumbada en tu cama?

 

Thor tuvo que reconocer que no fue una idea brillante, pero jamás hubiera cabido con tantas cosas ahí.

 

-Eres muy mal estratega… -los cabellos negros se movieron lentamente cuando esa cabeza negó en señal de desaprobación –y no necesité verte para sentir tus pesados pasos resonar por los pasillos…

 

El rubio gruñó por lo bajo y se resignó a perder tan rápidamente, luego se ubicó contra la muralla para contar… era su turno… esperaba poder encontrarlo antes de tres horas…. O por lo menos esperaba poder encontrarlo…

 

Loki corrió con su ligereza característica y fue a esconderse en la biblioteca… ¿Obvio? Claro… debía darle algún tipo de ventaja al torpe de su hermano… aunque no se la dejaría fácil… 

 

Escaló uno de los tantos libreros hasta llegar a lo más alto de este, con un hechizo limpió la superficie sucia en polvo y se acostó sobre ella procurando no ser visible desde abajo… le daría la opción de no usar magia y permitir que lo encontrara de forma que las reglas decían… pero sólo por media hora… luego de eso comenzaría a embromarlo porque… el juego no era tan entretenido sin sus chistes entremedio.

 

Había estado diez minutos tirado sobre el mueble cuando escuchó pasos. Se asomó con cautela  y con una sonrisa observó como su hermano entraba… bien… no era tan idiota el pobre… aunque estaba seguro que no podría encontrarlo jamás en dónde estaba… era obvio que no se imaginaría que alguien escalaría una alta repisa llena de libros para esconderte.

 

Aunque debería intuirlo… a él se le daba bien escalar.

 

Los pasos de Thor resonaron prepotentes por todo el pasillo y el moreno negó suavemente… ¿No se supone que era como un cazador buscando a su presa? Era obvio que no debía dar a conocer que estaba ahí. Si él hubiera sido un venado ya habría huido con todo el ruido que el rubio estaba montando. Se volteó quedando acostado boca arriba… jugar con él iba siendo más y más aburrido… cada vez un reto más liviano ¿Pero con quién más iba a jugar? A diferencia de Thor él no tenía amigos y los amigos de su hermano en definitiva no eran suyos… se caían mal mutuamente. Él los encontraba un grupo de cabezas huecas que pensaban con los músculos de sus brazos y ellos lo despreciaban por no ser un guerrero bárbaro estúpido. Las pocas veces que jugaron juntos él había terminado golpeado y sucio, quizá para ellos esas cosas estaban bien, pero no para un hechicero ¿Acaso era tan malo irse por el lado de la inteligencia en vez de la fuerza bruta? Además no le gustaba como le miraban… con esa autocomplacencia idiota y la sonrisa de burlas en los labios… no entendía por qué… sólo podía suponer que eran idiotas porque enfrentarse a un mago jamás era buena idea. Deberían agradecer que sus venganzas sólo se limitaran a bromas.

 

Quizá podría comenzar a jugar con sus clones mágicos. Definitivamente eran seres más inteligentes que con los que usualmente se rodeaba (no es que se juntara con el resto de los asgardianos a voluntad, claro).

 

-Loki sale ya, sé que estás aquí –las palabras de Thor resonaron por la biblioteca y el moreno negó entretenido, intentando no reírse para evitar delatarse.

 

Escuchó la puerta cerrarse y luego nada… supo que estaba solo. Se sintió frustrado cuando vio que nuevamente pasaría toda una tarde sin ser encontrado… eso se volvía peor cada día. Se asomó para verificar y comprendió que serían otras horas de juego desperdiciadas.

 

Bajó del mueble con la intención de ir a molestar a su hermano con un poco de magia, pero lo que nunca esperó que unos brazos fuertes lo envolvieran por la espalda, siendo pegado a un cuerpo trabajado.

 

Sorprendido lanzó un pequeño gritito y miró de reojo a su captor… ¿en serio? ¿Su hermano lo había engañado? Balbuceó palabras sorprendidas, pero luego se le iluminaron los ojos y rió con alegría… su hermano lo había hecho… años y años de enseñanzas para que él por fin ocupara sus métodos en ese juego.

 

-¡Lo hiciste! –se dio vuelta y lo abrazó también, felicitándolo -¡Por fin me atrapaste luego de tantos siglos!

 

Thor también sonrió brillante… estaba eufórico, jamás pensó que su pequeño truco daría resultado.

 

-Dime… cómo supiste.

 

-Bueno… pensé que en este lugar te sentirías cómodo de estar mientras esperabas que llegara… por último si me demoraba mucho habían libros para entretenerte. También tuve suerte… si no hubieras estado exactamente en este lugar, sino en algún otro lado de la biblioteca quizá no te habría pillado, aunque me sorprendió ver que saltabas desde arriba… jamás pensé que era posible escalar estos muebles –Thor era un buen guerrero… una estrella brillaba sobre sus hombros y el contar con suerte era una de las cosas que lo demostraban.

 

-Claro… porque estas pensando como tú… si pensaras como yo sabrías que depende de la persona que se esconda y sus habilidades… yo soy más ágil que tú.

 

-Aún así te pillé.

 

-Acepto mi derrota… fue por confiarme que ocurrió y aún te falta mucho para alcanzar mi nivel en este juego, pero me ganaste limpiamente.

 

-¿Entonces puedo pedir una recompensa por vencer esta vez?

 

-¿Qué? ¡Ey, no, no hablamos nada de “recompensas”!

 

-Vamos hermano, nunca gano… me la merezco aunque sea esta vez.

 

-No… -bufó.

 

-Vamos…

 

-¡No!

 

-Por favor…

 

-¡No!

 

-¡Vamos, Loki!

 

-Agh, que insistente eres… bien… sólo esta vez… ¿Y qué vas a querer? –el rubio pensó un poco y luego se le ilumina el rostro.

 

-Durmamos juntos hoy.

 

-¡¿Qué?! No, claro que no, estamos muy grandes para eso.

 

-Vamos… sólo hoy… igual que en los viejos tiempos.

 

-En los viejos tiempos no roncabas.

 

-Yo no ronco.

 

-Oh sí, claro que sí, casi tan alto como padre.

 

Thor hizo un mohín de desagrado y luego miró a su hermano como esperando que se retractara de sus palabras

 

-¿En serio? –murmuró al final y luego de un segundo de silencio ambos estallaron en risas.

 

Sabía que se arrepentiría, pero termino accediendo a la petición de Thor.

 

El resto del día fue tranquilo… el rubio no quiso seguir jugando por el miedo de que al ganar su hermano le pidiera anular  su recompensa y Loki pensó que era mejor idea perfeccionar sus hechizos que quitarle al otro su tarde de gloria.

 

Cuando llegó la noche el moreno apareció por la habitación ajena, enfundado en ropa holgada y liviana y sonrió suave a su hermano quien se estaba vistiendo también con pijama.

 

-Creí que no vendrías…

 

-No tenía motivos para no hacerlo… además aprovecharé de hacerte un rato la vida imposible para que no se te vuelva a ocurrir esta tontería…

 

Oh sí… el mayor estaba seguro de que así sería porque obligar a Loki era motivo de suicidio, pero valía la pena la situación, especialmente porque por fin lo tendría para él sin peleas ni disgustos.

 

Salió por algo para comer (él siempre tenía hambre) y cuando regresó miró como su hermanito se divertía saltando en la cama… está bien… eso no era tan malo… realmente no le molestaba dormir con las sábanas revueltas, los años de campamento le habían enseñado a hacerlo en cualquier lugar relativamente blando.

 

El problema es que de pronto ya no era Loki saltando en su cama… se sumó Loki escondiéndose en el cuarto, un Loki revisando sus cajones, un Loki picándole el costado y otro saltando junto al primero.

 

-Está bien hermano… créeme que tengo bastante paciencia… no me fastidia esto.

 

El menor chasqueó la lengua y de un salto se bajó de la cama y aterrizó frente a él. Así no era divertido molestar a Thor. Hizo desaparecer a sus clones mágicos y pensó un segundo, luego una idea brillante y caótica se le pasó por la mente.

 

-¡Bien!... entonces me obligas a mostrarte mi último truco –canturreó de forma molesta mientras el rubio estaba dudoso de si quería averiguar.

 

Aún así no habló y el moreno recitó un pequeño conjuro y apareció una nube de humo mágico alrededor de él, cuando se dispersó ya no había un adolescente parado en medio de la habitación, sino una hermosa chica de piel lechosa, pelo negro e increíbles ojos verdes que miraba al primogénito de forma coqueta y autosuficiente…

 

Thor pensó que se le pararía el corazón al verla…

 

Luego pensó que podría pararse más que el corazón…

 

Finalmente descartó esa última idea… ya que si no se equivocaba ese de ahí seguía siendo su hermano.

 

-¿L-Loki? –tanteó el terreno. La muchacha era increíblemente atractiva y sus ojos de adolescente no pudieron evitar caer en sus pechos que se transparentaban por la fina tela del pijama del menor.

 

Su cerebro comenzó a gritarle con todas las alarmas activadas… se sentía repulsivo ¡Era Loki! Nadie más podía tener esos ojos verdes… pero jamás había visto una mujer tan hermosa.

 

-Oh… ¡Thor! –se cubrió sonrojada -¡Deja de mirarme! ¡Sigo siendo tu hermano! –pero su voz suave y levemente aguda indicaban todo lo contrario.

 

El mayor suspiró de forma pesada y se obligó a sentarse en la cama mientras intentaba recordar cosas realmente desagradables.

 

De reojo de vez en cuando observaba como Loki posaba frente al espejo y sonreía a gusto, conforme con su apariencia física.

 

-¿A que es increíble? ¿Crees que el tonto de tu amigo Fandral caiga en este juego? Con lo enamorado que es… ¿Cómo es que no lo ha intentado con Lady Sif? Oh… claro… debe ser difícil que tu novia sea más masculina que tú… Sif… Sif… Sif… apuesto que se pondría muy celosa al verme pasear frente a ustedes ¿No?

 

Se rió mentalmente ante lo atónito que tenía a Thor y como este intentaba ignorarlo sin tener reales resultados ¿Es que en serio se veía tan sensual que ni el torpe y noble de su hermano mayor podía dejar de mirarlo con ojos turbios? Le incomodó un poco sus pensamientos… no quería que él lo viera así, pero por otra parte siempre disfrutaba de la atención del rubio… ¿Es que podría conseguirla aún más siendo chica?

 

Ese pensamiento lo molestó… él no era mujer, eso sólo era magia, su hermano debía quererlo como fuera.

 

Suspiró nervioso… ¿Estaba celoso de él mismo?... eso estaba mal… eso no era sano, tampoco era sana la mirada que de vez en cuando se arrancaba de los ojos azules y se detenía en su cuerpo voluptuoso (muy voluptuoso para alguien que recién entraba a la adolescencia).

 

-Ya para… en serio Thor… soy tu hermano Loki… H-E-R-M-A-N-O…

 

Se sentó al lado de él y le tomó con suavidad la mano. Le sonrió y ambos se rieron a carcajadas.

 

-Es tu culpa por tener esos trucos tan obscenos.

 

-Está bien… lo siento… nunca más me transformaré frente a ti.

 

-Es que me cuesta identificarte como mi hermano…

 

-Tranquilo… también me siento como si no fuera yo… -recitó otro hechizo y su cuerpo volvió a la normalidad.

 

-Te prohíbo que intentes algo con Fandral… él…  va bastante más adelantado en temas amorosos que nosotros y no quiero que te haga nada…

 

-No es como si no me pudiera defender.

 

-Promételo…

 

-Está bien hermano –bufó –lo prometo… pero prométeme que me dejarás pasearme así frente a tus amigos…

 

-… bien… -gruñó no muy convencido.

 

Esa noche, con Loki entre sus brazos, Thor no pudo dormir… sentía demasiado calor en todo su cuerpo como para lograrlo y su hermano no hacía más que acurrucarse contra él como cuando eran niños.

 

El problema es que ya no eran niños…

 

De seguro si alguien le preguntaba a Heimdall este diría como se arrepentía de haberle pedido eso al moreno…

 

O quizá no… quizá (y sólo quizá) este diría que aunque de forma tortuosa, realmente estaba disfrutando de su recompensa.

 

.

 

.

 

.

 

Loki sentía como mientras pasaban los días su hermano Thor se iba alejando más y más de él, todo desde ese día que jugaron al escondite. No entendía por qué… y le dolía… su pecho se apretaba cada vez que lo veía sonriendo con ese grupo de idiotas y se encerraba enojado en la biblioteca, aprendiendo conjuros cada vez más poderosos. No era que no hubiera intentado buscarlo… el problema es que el rubio siempre inventaba escusas para esquivarlo, se la pasaba con amigos y realmente le molestaba la sensación desoladora que lo invadía.

 

Y al dios de la travesura no se le daba bien soportar el dolor. Tampoco le gustaba sentirse ignorado.

 

Decidió que debía vengarse.

 

Fue en una celebración luego de una campaña especialmente exitosa, que los adolescente regresaban con otro grupo de soldados, recibiendo los aplausos y vítores de su pueblo con el pecho hinchado en orgullo, aunque para Loki eso no era más que arrogancia…

 

El banquete se llevó a cabo en el castillo y realmente nadie se sorprendió que el menor de los príncipes no apareciera… los reyes sabían lo reacio que era su hijo a ese tipo de congregaciones de gente. Tampoco deseaban obligarlo… cuando lo hacían cosas horribles solían suceder… el chico era especialista en bromas muy pesadas y luego del fatídico cumpleaños del mayor no quisieron importunarlo... por el bien de la corte.

 

Sif, Fandral, Volstagg y Hogun comían junto a Thor parte de ese banquete contundente y conmemorativo. Los cinco reían y festejaban, incluso les habían dejado beber cerveza e hidromiel considerando que si ya eran lo suficientemente grandes como para pelear, también podían celebrar como adultos.

 

Nadie tomó atención a la nueva chica de la servidumbre, por lo menos no las mujeres, llevaba un rostro gentil y sus humildes prendas delineaban caprichosamente el cuerpo bonito que se contorneaba en el salón consiguiendo que los hombres sí la detectaran y dieran miradas furtivas.

 

-¿Desean vino los señores? –largos bucles negros caían por sobre sus hombros apenas cubiertos y cuando los chicos levantaron la vista para responder se les secó la garganta.

 

Especialmente a Thor que habría reconocido esos ojos verdes aunque antes no hubiera visto la transformación de su hermano.

 

Intentó hablar, decir algo, pero fue Fandral mucho más rápido y coherente.

 

-Sería un honor que una doncella como usted nos sirviera…

 

Observó como Volstagg había dejado un faisán a la mitad y no podía alejar la mirada de esa figura, Hogun, sonrojado desvió los ojos, aunque de vez en cuando estos volvían a delinearla de forma reticente y casi dolorosa (a Thor se le antojó verse a él mismo observando avergonzado a su hermano la primera vez), incluso Sif estaba sonrojada por la visión de la hermosa chica.

 

El rubio sintió que algo andaba mal… y que esa tetra no sería graciosa como las que usualmente el menor jugaba.

 

Pasada la noche Thor se olvidó de su hermano y terminó celebrando junto a sus amigos… no lo había visto de nuevo y la cerveza se estaba encargando de hacerlo disfrutar el festín, el ruido y la alegre música.

 

No fue hasta que notó la ausencia de Fandral que sintió que algo no iba bien.

 

Se paró de la mesa consternado  y buscó con la mirada a su mejor amigo y con horror descubrió como se escabullía por entre los invitados de la mano de la doncella de cabello moreno. El coraje comenzó a invadir su cuerpo y salió de ahí corriendo, botando la silla y empujando personas, todo con el fin de encontrar a los dos fugitivos que escapaban de las ebrias miradas de los asistentes.

 

Siguió el camino que los había visto tomar… rayos, un pasillo lleno de enormes columnas que producían grandes sombras… se demoraría mucho en encontrarlos… pero tenía que hacerlo… no podía dejar que su mejor amigo le pusiera una mano encima a Loki.

 

Corrió con angustiosa prisa, observando con atención cada rincón hasta que un gemido ahogado de una chica llegó hasta sus oídos. Se volteó y desesperado vio como una cabellera negra era encerrada contra la pared y las manos inquietas de Fandral recorrían el cuerpo cincelado de la doncella que él creía de la servidumbre.

 

Sintió que la sangre le hervía y ni siquiera pensó en voltearlo de un hombro y lanzar un combo al distraído chico, este se tuvo que afirmar en la muralla de frío mármol para no caer y miró al príncipe con ojos desorbitados por el desconcierto y la rabia.

 

-¡Qué rayos te pasa!

 

-¡Déjala en paz! –gruñó, amenazador como un león.

 

-¡Ella me eligió a mí, ahora vete!

 

-¡Idiota! –se lanzó al ataque, pero esta vez Fandral estaba esperándolo y comenzaron a pelear a puño limpio entre las exclamaciones asustadas de la “doncella”.

 

Cuando Sif, Voltagg y Hogun los encontraron, Thor estaba arriba del otro chico, golpeándolo en el rostro.

 

Entre los tres tuvieron que tirarlo para que se separara de su mejor amigo, y aún con ojos encendidos por la furia miró a Loki quien se retorció de miedo e intentó escapar, pero el rubio fue más rápido y lo agarró echándoselo al hombro y comenzando a marchar con él a su habitación.

 

-¡Suéltame, bruto! –intentaba removerse entre el agarre, pero su hermano no lo dejaría ir ahora que estaba tan enojado.

 

Sif miró la escena de manera incrédula (nadie trataría así a un miembro de la familia real) y poco a poco se llevó una mano a su pecho sintiendo que algo ahí se quebraba. Era algo de lo que nunca se había dado cuenta antes…

 

-¡Idiota! –le gritó Loki, aún transformado en mujer, mientras era tirado a la cama de Thor sin ningún miramiento.

 

-¡Me prometiste que no te meterías con Fandral!

 

-¡Pues mentí! –gritó, con voz dolida -¡No tengo por qué mantener la promesa a un idiota como tú que me deja solo!

 

-¡¿Y por eso vas y te besuqueas en un rincón con mi mejor amigo?!

 

-¿Molesto?... –sonrió de medio lado –hay que decir que el chico si sabe cómo usar la lengua y las manos… incluso diría que me gustó…

 

Los ojos azules relampaguearon con tal enojo que el moreno se quedó callado, asustado, iba intentar escapar cuando sintió que su cuerpo era arrinconado entre el colchón y los músculos de Thor.

 

-No vuelvas a repetir eso… -murmuró con voz cargada de veneno.

 

-Lo disfrute… hermano… -a pesar de lo asustado que estaba su voz era burlona… el mayor lo había retado y él ni siquiera pudo pensar en que hacía mal antes de contestarle, simplemente como un acto condicionado.

 

Ni siquiera esperó lo siguiente que ocurriría.

 

Los labios del rubio apresaron los suyos con violencia y una lengua caliente y ruda le invadió su boca sin pedir permiso, sin dulzura, en un gesto cargado de deseo acumulado.

 

Cuando se separaron los ojos verdes de Loki estaban abiertos de manera exagerada y atónita. Cuando por fin reaccionó intentó alejarlo, escapar, pero Thor aún estaba demasiado enojado como dejarlo ir… quería marcarlo… quería señalarlo como suyo.

 

Con un movimiento de manos su cuerpo regresó a ser el de un muchachito de trece años que miraba con rabia y vergüenza a su hermano.

 

-¡Mírame Thor! ¡Sigo siendo yo, sigo siendo Loki! ¡Ahora suéltame y déjame ir a mi habitación! –siguió removiéndose bajo un peso más grande que el suyo mientras la mirada azulada del mayor se fue suavizando poco a poco hasta poder enfocar al ser que estaba bajo de él.

 

Era un chico… era su hermano… era Loki…

 

… y aún tenía unas ganas locas de besarlo, incluso más que antes…

 

Tomó el rostro entre sus grandes manos y le besó con dulzura la frente, los párpados, la nariz y las mejillas, finalmente, terminó rozándole los labios, lamiendo suavemente el inferior para pedir permiso de invadir en ellos.

 

Loki lo miró sonrojado, se había quedado quieto y lo dejaba hacer… poco a poco abrió la boca y mientras la lengua de Thor la invadió sin ceremonia pero sin prisa, comenzó a cerrar los ojos. Pasó los brazos alrededor del cuello y comenzó a corresponder el beso primerizo de ambos… torpe y caliente, con mucha saliva y dientes, pero increíblemente satisfactorio.

 

Especialmente porque él nunca jugaba con las reglas y ese beso estaba absolutamente prohibido…

 

Notas finales:

¡Hola! Debo agradecer a las personas que postearon

Muchas gracias por leer y esperar.


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