— Estoy orgulloso —dijo sonriendo, esa sonrisa tranquila que le llegaba a los ojos. El carmesí invadió mis mejillas, el calor hizo que mordiera mi labio como si me estuviera riñendo. — Eres tan especial —continuó acariciando suavemente mi cabello, parecía un cachorro recibiendo elogios por haber hecho algo bien.
No supe que contestar, me quedé parado recibiendo sus muestras de afecto, era incomodo pero no podía correr a mi habitación como chica avergonzada sería aún más embarazoso ¿Seré capaz de volver a verlo a la cara? ¿Igual? Suspiré pero pareció no notarlo.
— ¿Qué pasa aquí? —escuché a mi espalda la gravedad de una voz aunque no tanto como la de Yongguk Hyung, me erguí rápidamente volteando a ver ¿Cómo fue que entraron sin escucharlos? — ¿Qué hizo Zelo para que lo mimes tanto Gukkie? —Himchan Hyung sonrió acercándose a nosotros.
— Nada en especial, le recordaba lo especial que es y lo rápido que aprende —Yongguk Hyung no dejaba esa sonrisa que lo único que hacía era ponerme en evidencia aunque Himchan Hyung no tenía ni idea.
— Es que tenemos un gran líder y maestro —Himchan Hyung habló como si no fuera de Yongguk Hyung del que se trataba, ahora ya no será fácil decirlo para mi después de esto. Siguieron contestándose el uno al otro y fue mi momento perfecto para huir de ahí.
Cuando pasaba por el pasillo de la puerta para ir hacía mi habitación JongUp Hyung me detuvo con su siempre vibrante sonrisa.
— Mira lo que compré —me dijo sacando de una bolsa el estuche de un videojuego al cual no puse atención, lo miré apenado a los ojos.
— Hyung estoy un poco cansado ¿Podríamos jugar mañana? —dije haciendo una leve reverencia para que me disculpara. Por un momento la sonrisa disminuyó pero después volvió a ensancharse en su rostro asintiendo. Sonreí aliviado por su comprensión y caminé sin interrupción, ahora sí, a mi cuarto.
Sus largos dedos rozaban mi cabello, acariciaban mi nuca y hacían presión hacía sus labios; suaves y deliciosos pedazos de carne deslizándose sobre los míos, abrazándolos. La calidez y humedad de su lengua chocando con la mía, sus roces constantes con mi nariz. Todos mis sentidos, mis poros, extrañas sensaciones se despertaban, era profundo pero delicado, suave, lento; creo que sonreí al pensar en ello. Todo era perfecto o lo que se pueda apegar más a la perfección, pero desperté.
— Junhong, Junhong despierta —mi consiente reaccionó al escuchar la voz de Daehyun Hyung— Si no te levantas ahora vendrá Himchan Hyung a levantarte —apreté mis ojos y los abrí soñoliento— Vamos, vamos tienes que ir a la escuela. Uppie ya se levantó —seguía hablándome bajito. Me levanté, mecánicamente agarré mi toalla y me fui al baño.
Me conecté completamente al sentir el agua correr sobre mí, mi temperatura subió de más cuando una escena de mi sueño regresó a mi mente, pero no era él sino yo besándolo con la misma intensidad. “Ahhh” grité frustrado y apresuré mi ducha, salí y amarré una toalla en mi cintura, tomé otra y la restregué en mi cabello saliendo del baño.
— Apresúrate Junhong, JongUp ya está desayunando —Himchan Hyung me gritó al salir, asentí y casi corrí a mi habitación, saqué el uniforme del armario y me vestí lo más rápido que pude, mi cabello era un caso perdido, tan lacio que no podía hacer algo por él, a menos que las noonas estilistas estuvieran aquí pero iba a la escuela no a un concierto.
Desayuné en compañía de JongUp Hyung, me contaba sobre el juego que había comprado y todas las maravillas que me había perdido por no jugar con él, estar así me hizo olvidar un poco, me hacía reír la mayor parte del tiempo, con él me sentía aun como un niño en muchos aspectos, pero cuando se trataba de la música, del baile o algo relacionado con B.A.P era una persona bastante madura, así es Uppie Hyung.
Los dos perdimos la concentración de nuestra agradable conversación matutina cuando un eufórico Himchan Hyung nos gritó para salir hacia la escuela. Corrimos tomando nuestros bolsos y nos pusimos los zapatos.
— Nos vemos en el ensayo, no lleguen tarde —la sangre cayó hasta mis pies cuando escuché su voz
— Nos vemos Hyung —contestó JongUp Hyung, me terminé de poner los zapatos y estaba a punto de salir, no quería verlo.
— Parece que alguien no me escuchó —volvió a mencionar y entonces no lo pude evitar, seguía siendo mi líder después de todo.
— Nos ve-vemos Hyung —respondí mirándolo a los ojos, hice reverencia y me fui.
En la escuela no dejaba de pensar ¿Por qué sentía tanta pena ahora? Un día antes aun lo podía ver libremente a los ojos, aun después de eso podía sostener su mirada ¿Y ahora? Tal vez mi mente había procesado todo, agregando ese delirante sueño. Ese sueño ¿Por qué había soñado en eso? Ni siquiera era una recreación, era un momento distinto, en un lugar diferente.
No había sido un mal día pero mis pensamientos, las dudas que me había formado acaban conmigo, salí del plantel arrastrando la mochila como si hubiera kilos y kilos en ella, abrí la puerta de la vagoneta y la lancé adentro para después subir, esperamos un poco hasta que JongUp Hyung subió y manager Kang arrancó.
— ¿Cómo les fue? —preguntó manager Hyung alegre
— Bien —contestó al segundo Uppie Hyung
— ¿Y tú Junhonggie?
— Bien —parecía que mentía pero no. Vi su expresión por el retrovisor, sabía que no me había creído pero no volvió a preguntar.
Llegamos al edificio de TS y nos cambiamos de ropa para integrarnos al ensayo con los demás, entramos al salón de práctica, estaban a mitad de “Hurricane” así que esperamos a que terminaran para poder saludarlos y comenzar a ensayar.
Así fueron mis días a partir de eso, parte de lo cotidiano que era la escuela y B.A.P pero ahora con esa horrible incomodidad de estar en presencia de Yongguk Hyung y poder apenas dirigirle la palabra. Sabía que él lo notaba y yo intentaba no recordar nada pero era imposible, él tampoco me hablaba como antes o puede que mi actitud lo evitaba.
Sabía que para él no era nada, lo que había pasado no era nada, pero cada que lo recordaba más que el shock que sentí al principio era revivir cierta electricidad en mi cuerpo, algo extraño que no me llevaba a ninguna conclusión.
Sólo hablaba lo estrictamente necesario, o sea lo relacionado con B.A.P y él tomando su posición como líder y productor no me dejaba tampoco de otra. Cada que hablamos por suerte estábamos todos, evitaba siempre estar a solas con él ¿Cobardía? Puede que haya caído en eso pero por ahora, mi mejor escape era alejarme.
No sé cuánto tiempo pasó, varias semanas fueron; comencé a acostumbrarme a eso, sabía que para todos era extraño, él también comenzó a cambiar, aunque no era muy seguido se malhumoraba con facilidad y lo comprendía, que alguien te deje de hablar de buenas a primeras no es grato para nadie y sobre todo debe ser muy desestabilizador. La mayor parte del tiempo corregía mi baile, no estaba contento con nada, hubo momentos en que quise gritarle pero era mi líder, lo hacía por mi bien.
— ¿Estas bien? —Youngjae Hyung se acercó a mí, habíamos acabado el ensayo de hoy pero no quería ir a casa.
— Si Hyung —sonreí cansado
— No lo hace por molestar, creo que también ha estado muy frustrado —Como todos en el grupo, Bang Yongguk era para todos nosotros no sólo un gran amigo sino también un extraordinario mentor.
— Lo sé, sabía que habría momentos así de todos modos, no estoy enojado con él. Yo soy el del problema, si se enoja así es porque he tenido muchos errores y me siento mal por eso. Lo siento Hyung —le dije agachando mi cabeza hacía él.
— No, todos pasamos por esto, no te disculpes —me tomo del hombro y dio un apretón, sabía que quería hacerme sentir bien. — Vamos a casa, tienes que descansar. Tú y JongUp más que nosotros deben descansar bien porque van a la escuela —me sonrió y ayudo a levantar para irnos a casa.
Cuando llegamos a casa, JongUp Hyung me convenció para jugar un rato y Himchan Hyung que se tomaba el papel de “Omma” tan seriamente nos puso un tiempo limitado para después irnos a la cama.
— Junhong —escuché la voz de Yongguk hyung hablarme de repente, solté el control y lo miré.
— ¡Ah… gané! —gritó Uppie Hyung.
— Mañana a primera hora, te quiero ver en el estudio. —Con su mirada extrañamente seria, se fue dejándome un enorme signo de interrogación en la cabeza.
— Creo que ha estado muy frustrado últimamente ¿No? —dijo JongUp Hyung bajito sólo para mí. — Da lo mejor Junhong, como hasta ahora, como siempre. —me dijo y después volvió a sonreír como siempre.
Al día siguiente como bien me dijo Hyung, estaba en el estudio, lo supe porque al llegar al pasillo hacía ahí escuché el sonido del teclado. Me quedé un momento afuera escuchando como tocaba, se escuchaba tan inquieto. Toqué y después pasé despacio, hice una reverencia saludando y esperé que comenzara hablar.
— ¿Sabes por qué estás aquí? —Me preguntó, levanté el rostro y moví la cabeza en negativa— ¿Por qué ya no hablas conmigo? —No contesté a eso, los nervios comenzaban a surgir.
— Lo siento, por causar tantos retrasos por mis equivocaciones —dije sin saber que más decir.
— ¿Por fin lo has hecho? —Me preguntó pero no entendí— ¿Tu primer beso, alguna suertuda chica ya ha tocado tus labios?
— Ya he tenido mi primer beso —confirmé y su semblante cambió
— ¿Y cómo fue?
— Nuevo —fue mi corta respuesta
— ¿No sentiste como si tu cuerpo se estremeciera? —siguió con sus preguntas.
— Aún lo siento —no pude evitar morderme el labio, era cierto.
— Entonces, serví de algo. ¿Por qué te has alejado? —su tono era tan extraño que no pude evitar buscar sus ojos. ¿Qué podía contestar? — Sigo siendo tu Hyung aun después de lo que pasó, lo soy. Pero dejaste de acercarte a mí
— Para ti lo que pasó no fue nada, para mí fue… no sé qué fue pero no estoy tranquilo —las palabras fluyeron de mí. — Es incómodo, acercarme a ti, hablarte como si nada. Es como si algo subiera desde mi pecho hacía mi garganta que me abruma y no me deja ni hablar ni pensar coherentemente.
— ¿Y crees que yo soy de piedra? Parece que en serio eres un niño Junhong —dijo ahora no controlando su molestia.
— Si, tal vez lo sigo siendo, por eso para ti fue tan sencillo. Para ti no fue nada, lo dijiste desde un principio y lo entiendo pero no puedo controlar mis emociones. Puede ser porque aun soy un “niño” —enfaticé lo último igual de molesto que él
— ¿Pero por qué te pones así? ¿No dijiste haber besado ya a alguien? Creo que no sólo para mí fue nada. Y para haber sido tan “insignificante” martiriza demasiado ¿Sabes que no he podido dormir bien? Y cuando lo hago… esas cosas…—hablaba más para él mismo que para mí, movía sus manos alrededor de su cabeza como si evitara recordar o no supiera explicar algo. ¿Fue con alguien de tu clase? ¿Cómo se llama ella?
— En realidad es “él” —a pesar de que estaba más que nervioso, esto estaba aliviándome.
— Y dime algo —se acercó casi a zancadas a mí, haciendo que diera pasos hacia atrás hasta topar con la pared, puso un brazo a lado de mi cabeza. — ¿Sentiste lo mismo que conmigo? —agaché la cabeza y tragué saliva. — ¿Por qué no contestas?
— ¿Por qué me preguntas esto Hyung? ¿A ti que puede importante? Si lo haces por ser mi Hyung, sólo confórmate con saber que ya lo he hecho.
— No puedo Junhong, sólo quiero saber su nombre —me dijo casi suplicante, no estaba seguro de ver a Bang Yongguk líder de B.A.P frente a mí, o a mi Hyung maestro de infinidad de cosas, únicamente era un hombre con un sentimiento de desesperación aguardando mi respuesta, y mientras más esperaba menos era su control. — ¿No vas a contestar?
— Bang Yongguk —fue lo que salió de mis labios. Levanté mi vista a él pero como era su costumbre no me veía precisamente.
— ¿Qué? —me preguntó aun en su mundo
— La persona a la que le di mi primer beso, ese es su nombre —dije temblando, no sabía qué me iba a decir ahora pero era mejor decirlo de una vez, después de lo que pasó esa fue mi conclusión, había dado mi primer beso a mi Hyung más especial, por eso todas esas confusiones y emociones me estaban agobiando. Ya no podía simplemente ocultarlo y sí él quería hablar de esto, bien, aquí estaba.
— Pero dijiste… No sabes cuán especial eres para mí —me acarició el cabello como antes, como ese día.
— No soy un niño Hyung —quité su mano de encima de mi cabeza y lo miré un poco enfurecido, este sentimiento también era nuevo, nunca me había enojado con él.
— Lo sé, lo sentí y lo extraño —se acercó a mi rostro y como si pudiera retroceder más me pegué a la pared. — Zelo…—su aliento golpeaba mi piel, cerré los ojos, pero tenía miedo— Eres muy especial —seguía repitiendo lo mismo; ya lo sabía, me lo ha dicho muchas veces. Sentí un cosquilleo leve en mis labios, después fue más un roce. Apreté mis ojos; quería resistirme, estaba pensando en ello pero no podía. Sus dedos rozaron mi cabello entrelazándose por mi nuca, haciendo presión hacía mí. Nuestros labios chocando, acariciándose suavemente; nuestras lenguas volvían a estar juntas y yo correspondía pero ya no tímidamente.
Se alejó y mantuve mis ojos cerrados, no quería ver su expresión, no quería que me dijera que sólo se había dejado llevar.
— Te extrañé —escuché cálidamente de su grave voz lo cual hizo que abriera los ojos. — Lamento haberte hablado tan mal estos últimos días, pero no sabía cómo canalizar esta frustración, no has hecho nada malo, has sido tan bueno como siempre y avanzado tanto como todos
— Acabo de tener un Deja Vu —recordé aquel beso en mi sueño, el lugar en que había sido, la manera, ahora lo estaba viviendo, sonreí extrañado. — ¿Ahora qué pasará?
— No lo sé, deja que el tiempo lo diga. Después de lo que pasó me di cuenta que quiero más de ti, no sólo ser tu Hyung. No te voy a presionar pero por ahora no me niegues esto, tus labios, ni tu compañía. — su mirada era intensa y mi piel estaba eriza. Sonreí dándome cuenta, yo tampoco quería de él a un Hyung, no solamente eso. Me acerqué pasando mis brazos por su cuello y atacando su boca ahora más intensamente, puede que después de esto, él, mi maestro de besos podría enseñarme más adelante algo más.
FIN.