No era que esperaba no verlo nunca más. ¡Por Dios no soy tan iluso! Pero, sin ser adivino, podría saber que no sería bueno cuando llegase ese día. Porque no es bueno ver al tipo que rompió en pedazos tu corazón. No es bueno verlo en tu casa y definitivamente no es bueno que esté hablando con tu padre. Y lo peor era que hoy precisamente se cumplía.
Ahí lo supe.
No, en realidad miento, no fue ahí precisamente que entendí que debí correr, huir, arrancar, esconderme y todo con lo que la palabra cobarde se pudiese asociar. Porque, muy a mi pesar, soy un cobarde. Un niñito que si le apagan la luz de noche se cubre con las sábanas hasta la cabeza como si eso fuera alguna medida de protección contra los monstruos que intentarán atacarme.
Y siguiendo con el sentido figurado. Ese tipo eran los monstruos y yo no tenía las sábanas a mano para hacerlo desaparecer.
“Blue, comencé a salir con una chica de la clase de al lado”
Exactamente esa fue la frase que hizo que mi yo, completamente normal, como si la normalidad efectivamente existiera, muriera.
Sabía que era lo razonable que El saliera con alguien, una chica en este caso. Lo raro fue lo que sentí al hacerme consciente de eso. Pero al fin de cuentas era su amigo, y un amigo no quiere besar a su otro amigo. Así que hice lo todos hacían y lo felicite. Porque nadie esperaría que fuera corriendo a decirle "no te quedes con ella y quédate conmigo".
Esa también fue la última vez que tuvimos una conversación decente. No es que nunca más hubiéramos hablado solo lo esquive todo lo que quedaba de secundaria.
Supongo, y solo por ahora pude descifrarlo, Él fue algo así como mi primer amor. Un primer amor desastroso y totalmente unilateral. Dios suena tan cursi, rosa y escalofriante.
Tan escalofriante como en lo que después de 4 años me había convertido. El pequeño Blue Miller ahora era un tipo cínico, irritante, egocéntrico y lo mejor de todo era esa leve fobia al compromiso.
Hermoso, simplemente hermoso.
"Vamos Blue salgamos de aquí, no tenemos que verlo".
De verdad pensé que podría escabullirme de vuelta a la calle, si es que ese maldito celular no hubiera sonado.
-¡Blue! ven quiero que conozcas a alguien.
Todas las posibilidades de un escape satisfactorio se iban por el desagüe.
-Dominique.
-Blue te presento a Yue, acabamos de firmar con su banda.
Detengámonos un breve instante. Soy hijo de Dominique Miller un perfecto inglés dueño de un gran consorcio disquero que viajó hace 23 años a Japón a expandir su negocio. Todo iba excelente hasta que conoció a mi madre, un chica japonesa. En cuanto se vieron, se gustaron tanto que al año nací yo. Pero las cosas entre ellos no funcionaron. Así que ella actualmente está casada con otro sujeto y yo vivo con Dominique. Un último detalle Dominique es bisexual, su novio es precisamente su socio. Makoto.
-Supongo que son populares ¿cómo se llama tu banda?- Quise pasar desapercibido jugando en papel del idiota ignorante. Porque, muy a mi pesar, cualquiera que viviera en Japón habría escuchado de Blue, la banda de este idiota. Y que hermosamente había bautizado con mi nombre.
-Igual que tú.- Hizo una pequeña pero dramática pausa –Blue.- Terminó recalcándolo.
Puede pasar la funeraria y recoger lo que quedará de mí, después de esto.
-Vaya que casualidad.- Dije enseguida, el chico solo sonrió.
Si cuando íbamos en secundaria era guapo, popular y todo eso que haces que termines comparando a cada hombre sobre la tierra con ese ser enviado casi desde el olimpo. Ahora era mucho peor, o sea peor para mí. El tipo había crecido lo suficiente como para sacarme por lo menos una cabeza de diferencia, su pelo seguía con ese negro profundo solo estaba más largo y el corte era diferente. Delgado pero tonificado. Lo único que conservaba intacto eran sus ojos una sola mirada y te hacían derretir ahí mismo. Pero tenía todas mis esperanzas de no caer.
-Blue, Yue se quedará una temporada con nosotros. Ya sabes tenemos que arreglar el debut y todas esas cosas que nos hacen trabajar.
Eso, definitivamente, no me lo esperaba.
-¿Y cuándo me lo ibas a decir?
-¿No te lo estoy diciendo?- Miró su reloj y antes que pudiera reclamarle algo comenzó a levantarse -Me tengo que ir, Makoto me espera.- Se dirigió a Yue -Estás en tu casa y no le hagas caso a Blue.- Salió rápidamente.
Yo lo miré irse. Padre idiota si me hubiera ido con mi madre esto no estaría pasando.
-No fue coincidencia.- Escuche a mi espalda.
-¿Perdón?
-Conozco a un chico que se llama Blue.- Por primera vez lo mire a la cara un largo rato y, por Dios ¿cuantas veces ya lo he dicho?, ¡quise arrancar!
-No entiendo.
-Él creyó que nunca me daría cuenta de que me amaba, grave error. Pero quería comprobarlo, así que hubo una chica de la clase de al lado que se me declaró, la use para saber si lo que pensaba era verdad y ¿sabes qué? ... lo era.- Me miró directa y prolongadamente a los ojos y prosiguió -Blue me amaba, pero en cuanto le dije que iba a salir con aquella chica, me evito, por más que insistiera no dejaba de ignorarme y nos graduamos.
Me estaba contando algo que ya sabía de memoria y que recordaba cada vez que me hacían escuchar su estúpida música.
-¿Y porque me lo cuentas a mí? No tengo nada que ver en tu historia.- No era la mejor manera de salir del apuro, pero confiaba que me dejaría en paz un momento y podría poner en orden toda la tormenta en mi cabeza.
-Fácil, vine por ti Blue.- Dejo caer la bomba.
-Obviamente me confundes.- Nunca me ganaría el premio al mejor mentiroso. Apestaba.
-No te dejaré seguir jugando a los desconocidos.- Se paró y estaba acercándose a mí. Un paso que avanzaba yo retrocedía otro.
-Detente.- Articulé, maldición, esto no tendría que ser así.
-Admite que eres tú.- Paso que daba yo retrocedía otro.
-¿Que ganarías con eso?- La pared ya estaba cerca y era consiente que no atravesaba paredes.
-Admite que eres tú y pararé.- Me ignoró y ya estando muy cerca de mi cara.
-Demonios, está bien, pero ya ¡DETENTE!- Paró solo a escasos de centímetros de mí.
-¿Ahora te sentarás y hablarás conmigo?- Acercó su mano y acarició mi mejilla.
-Como si tuviera otra maldita opción.- se alejó, se sentó y yo hice lo mismo.
Luego de un prolongado silencio, el tipo fue el primero en atacar.
-Bueno Blue ¿sales con alguien?
Me decepcione cuando me di cuenta que la primera pregunta no sería tan dramática como me la imaginé.
-Si.- Mentí.
-Entonces toma.- Me lanzó su celular y yo lo agarre en el aire.
-¿Para qué es esto?
-Para llamar.- Y ahí vamos otra vez.
-Esto me trae recuerdos.- Dije por lo bajo - Bueno su excelencia de lo obvio, perdón por ser tan idiota pero me podrías decir ¿para qué me lo pasas?
-Llámalo y termina con quién seas que salgas.- Dijo serio.
-Ya y según tú, ¿porque tendría que hacerlo?- Se lo pase de vuelta.
-Azulito, puedes hacerlo fácil o difícil de cualquier forma terminarás conmigo.
-¡WOW! ¿Qué esperas que corra como un cachorrito solo porque un tipo que aparece de la nada me lo dice?- Mi voz salía realmente indignada.
-Correcto, solo que modificaría el "tipo que aparece de la nada" por “el amor de tu vida”.- Podía ver su cara divertida en combinación con una falsa dignidad.
-Definitivamente, no te seguiré el juego.- Me comencé a levantar.
-¿Eso quiere decir que será por las malas?- Escuché mientras me iba.
-Lo nuestro siempre ha sido difícil, ¿Qué diferencia haría?- Lanzó una carcajada.
-Te extrañé Blue.- Gritó por las escaleras.
-Yo no.- Le devolví el gritó.
-No mientas, te crecerá la nariz.- Alcancé a escuchar antes de encerrarme en mi habitación.
*** CONTINUARÁ***