Había sido una hermosa semana en la que no había visto a mi Némesis. Para mi fortuna aún no se cambiaba a mi casa y así como seguían las cosas pensé, de verdad, en mi estupidez, lo hice, que no lo haría… nuevamente un gravísimo error.
Pero lo que ocupaba mi mente por el momento y que realmente me molestaba, era el hecho de que su banda llevará mi nombre. Cualquiera podría resolver el problema, no se “Yue + el hijo del dueño de la disquera= BLUE”. No sería bonito que descubrieran que el tipo además de ser mi compañero fue mi jodido amor de secundaria.
-¡WOW!- Uno de mis compañeros exclamaba. -Mira ese maldito auto.- Demonios -Como que ese tipo se me hace conocido.- apuntó hacia donde estaba lo que describía. -¿Que no es el vocalista de esa banda que tiene tu nombre?- oficialmente mi hermosa semana acababa de terminar.
Estacionado frente a mí universidad estaba un Audi rojo y apoyado en el auto Yue, con su perfecta apariencia y sus lentes de sol que le daban ese aire de misterio o por lo menos esa sensación de “yo estoy muy por encima de ti”. El tipo no pasaba desapercibido y muestra de eso era que el mundo a nuestro alrededor estaba casi hipnotizado con su humanidad.
Esto ya no es para nada lindo.
- ¿Ya te vas?- escuché a mi espalda.
-Sí, estoy algo apurado, ¡nos vemos mañana! - Me puse a caminar en la dirección contraria hacia ese sujeto, cuando mi celular comenzó a sonar.
-Hola Blue.- Si, era él-¿Dónde vas?- preguntó.
-Ni idea, ¡Pero no me sigas!- Pude sentir como se reía.
-¡Vamos!, ¿No sería más fácil que tú vinieras y te subieras al auto, que ir por ti y subirte a la fuerza?
-Pensaré en tu propuesta. -Crucé a la calle de enfrente -te avisaré cuando tenga alguna resolución, no me llames yo lo haré- Caminé como alma que lleva el Diablo. Pero yo no era un digno rival para un maldito auto.
-Sube.- A mi lado estaba el Audi rojo con el tipo dentro.- Sé que dijimos que todo sería difícil. Pero…- Miró a ambos lados como si alguien nos estuviera oyendo, haciendo como si me contara un secreto. -Soy una persona algo conocida, si nos ven aquí cualquiera podría sacarnos una foto y tú, amor, aparecerás en una hermosa portada- sonrío - ¿te subes?, di que sí.
Lo miré y abrí la puerta del copiloto.
-Esto es extorsión, chantaje y secuestro ¿sabes cuantos años arriesgas en cárcel, maldito?- Me puse el cinturón de seguridad
-No exageres, ¡aun sigo persiguiéndote!-
-Que miedo.- Miré por la ventana. -¿Dónde vamos?
-A tu casa.- Señaló los asientos traseros donde habían algunas maletas. –Me quedo con ustedes.
-Ahora el tormento será precisamente en mi territorio.
-Si quiero llevar a cabo mi plan maquiavélico de tenerte en mis brazos gimiendo mi nombre, tengo que usar todos los recursos disponibles.- Sonrió.
-Que mal hablado.- Hice una pausa -¿Dominique te dijo donde encontrarme?
-Si, también me dijo que no te lo dijera.- Nos miramos -¡UPS se me escapó!.
-¿Sabes que Dominique tiene un novio?
-Sí, lo sé. También sé que tu madre se volvió a casar.
-No me digas que tienes a alguien siguiéndome.- Bromee.
-No lo necesito, tengo a tu padre de mi lado.- Dijo con satisfacción. -Puedo saber cosas como por ejemplo que me mentiste.- Me miró. - Tú no estás saliendo con nadie.
-Mira ya llegamos.- Se estacionó fuera de mi casa y corrí a mi habitación.
Fue algo infantil, lo acepto, pero me habían descubierto en algo que era absolutamente infantil, doble vergüenza el reconocerlo y el haber sido expuesto ¿Se entiende?
Mientras corría, como un vil ladrón escapando de la policía, caí en la cuenta de que esto sería difícil, horrible y espeluznante.
¡Blue debiste arrancar cuando aun no sabias porque debías hacerlo!
-Blue, abre.- Miré como la manilla se retorcía, pero como antes le había puesto llave, sabía que esta no se abriría.
-Tengo tarea.
-No me interesa, abre.- Repitió.
-¿Que nunca tuviste que estudiar?
-Blue abre, no quiero tener que decirlo otra vez.
-¡Uy que miedo!- Me levanté y quité la llave. -Por favor no me mates.
Me miró y entró a la habitación. Me quedé un instante en el pasado pensando en lo feliz que hubiera sido si este sujeto me hubiera dicho el “Blue, vine por ti” hace algún tiempo. Pero bueno nunca pasó y yo no me cortaba las venas por ello.
-¿Que es tan urgente como para perturbar MI tiempo de estudio?- Inicié la conversación.
-Entiendo que me hayas mentido, no estoy molesto por eso, por lo que sí quiero ahora gritarte es porque me hiciste pensar que otro tipo te tenía.
No comprendía exactamente lo que estaba pasando, traté de poner toda mi concentración en esto. Pero este sujeto me supera.
-¡TIEMPO!- Grité. -¿O sea que te puedo mentir pero no hacerte creer que tengo novio? -Suspiré. -Que contradictorio eres amigo- le dije mientras me sentaba.
-Sabía que no te haría feliz el que yo estuviera aquí. –Hacia lo mismo pero en mi cama.- Te vuelvo a repetir que me hayas mentido en esa oportunidad no me molesta, claro que espero que no vuelva a ocurrir.- Dijo muy confiado, cosa que realmente me fastidió.
-Primero: aun no estoy contento con tenerte aquí, pero ya lo estas y no puedo hacer nada.- Nunca me había interpuesto en el trabajo de Dominique y este no sería el inicio de eso, ni menos por el señorito “que irresistible soy”. -Segundo: no eres mi maldito dueño, si hago algo que no te guste, es problema tuyo no mío y Tercero: agradecería que no te metas en mis asuntos así evitaremos muchas cosas.
Volvió a sonreír. ¿He dicho lo malditamente perfecta que es su sonrisa? Si continuo así me transformare en una niñita enamorada y no soy nada de eso.
-Digas lo que digas, bonito, no te dejare en paz.- hizo una pausa- ¿no sería mejor darse por vencido?
Quería decirle, pero con las palabras más soeces que pudiese encontrar en mi cabeza, lo mucho que me irritaba la maldita situación.
-Claro que no, ¿Qué esperabas?- Lo miré. -¿Que porque volvías a aparecer ante mí, me iba a derretir?-Baje la cabeza- Ya no soy el Blue que conociste y supongo que tampoco tengo ante mí al Yue que conocí. Entonces ¿para qué hacer esto?
Se levantó, se acercó hacia donde estaba y me beso. ¡ME BESO! Podía sentir su lengua sobre la mía y como sin tocarme me iba deshaciendo poco a poco y con eso se llevaba todas las ganas por alejarlo. Profundizaba aún más lo que hacía. Me hacía ver como un principiante dejándolo hacer lo que quisiera, y yo no era para nada un principiante. De pronto se detuvo alejándose solo unos insinuantes centímetros.
-¿Para qué hacer esto?- Pasó su dedo, suavemente, sobre mis labios - Que pregunta más estúpida- sonrió.
Vi como se iba de la habitación.
-No eres para nada lindo.- Alcancé a decir antes de que se fuera. El se paró pero nunca volteo a verme.
-No necesito serlo.- Hizo una pequeña pausa.-Con que la princesa lo sea me conformo.
Tomo el pomo de la puerta lo giró y salió.
Al momento me di cuenta del nuevo problema que tenía entre mis piernas. Corrí al baño, estábamos en pleno invierno pero era más terco que eso, llene la tina con agua helada y me metí. ¡NO ME TOCARÍA PENSANDO EN ESE MALDITO!
*** CONTINUARÁ ***