Otro día más… ¿Por qué me habré levantado realmente? A… Cierto, la escuela. Podría haber faltado hoy ¿No? Al menos un día, sólo un día de descanso de todos ellos
A ti te odio, a ti te odio el doble, y… ¿Tú quién eres? Desearía dormir y no despertar nunca más, no me refiero a morir si no a un largo sueño, un largo sueño donde me encuentro con mis libros sin nadie que me moleste, sin las chicas y sus boberías cursis y sin los chicos y sus idioteces de ‘‘macho’’ ¿Qué acaso soy el único que no es así? ¿Qué todos están hechos con la misma materia? ¿O es que todos son criados para desarrollarse y actuar de la misma manera? Con todos esos estereotipos y lo que está ‘‘bien’’. Me enferman, todos ustedes, son todos exactamente iguales…
Yong JunHyung era un extraño chico, ya tenía diecisiete años y en todo lo largo de su vida nunca había hablado con alguien de su clase, era catalogado como el ‘’extraño’’ del salón, siempre tenía las notas más altas y casi todos estaban seguros de nunca haber oído su voz, es más, cada vez que le preguntaban algo si la respuesta no era posible de responder con señas sólo los observaba, tratando de responder con la mirada y tras un rato solo los ignoraba, ¿Por qué era así? ¿No se sentía sólo? Pues no al parecer, de hecho, mientras más distante se hallara de las personas le parecía que sería mejor.
Ya habían comenzado las clases, ya era el penúltimo año que tendría que soportar ese infierno de gente que detestaba. Su primera clase fue regular, los profesores se presentaron, sus compañeros se saludaron y él se encontraba, en todo momento, en la sala de clases, en el último asiento de la primera fila observando y repudiando todos aquellos seres humanos que para él eran una copia de sus ancestros. La última campana, la cual indicaba la salida, sonó a las 3:30, JunHyung tomó sus cosas, su mochila, sus lentes, cambió sus zapatos y salió del recinto como si tuviera que correr a otro lugar, pero bien… Todos sabemos que no tenía nada más que hacer que quedarse toda la tarde y seguramente noche en su computadora jugando y chateando con los únicos que podrían llamarse ‘’amigos’’ para él, personas que odiaban tanto aquella sociedad capitalista tanto como él.
Una vez en su casa lanzó sus cosas, otra vez, se hallaba solo pues ambos padres trabajaban y llegaban más allá de las nueve dándole chipe libre para que hiciera lo que quisiera, ¿Qué podría hacer un chico de diecisiete años solo en su casa? ¿Llamar a sus amigos? ¿Ligar con chicas? ¿Ver pornografía? ¿Comer todo lo que se encontrara en su camino?...
▬Joker92: Primer día de escuela, me siento mareado de caminar entre tanta mierda.
▬ masteryo: ¡Jajajaja! ¿Ya comenzaste las clases?
▬Joker92: Así es… ¿Qué hay de ti? La mayoría entraba hoy a clases.
▬ masteryo: Yo debí haber ido hoy pero me quedé en casa jugando starcraft.
▬Joker92:¡No inventes! Jajajaja, ¡Que envidia!
Jun sonreía cada vez que hablaba con ‘‘Masteryo’’ Parecía ser el único que le entendía, era tan extraño, de todo el tiempo que hablaban nunca se habían visto, a pesar de vivir en el mismo lugar, además, aquel ‘‘masteryo’’ parecía ser alguien tan opuesto al antisocial muchacho, decía tener tantos amigos y ser tan alegre ¿Por qué no conocerse? Quizás así aquel chiquillo de pronunciados labios, mejillas regordetas y delgadas pero largas piernas podría aprender a desenvolverse en el mundo que le tocó vivir.
Segundo día de clases, todo parecía ser igual al día anterior, JunHyung estaba bastante seguro de que los días siguientes serían bastante iguales también. No pasaban de las ocho cuando el profesor ingresó al salón con unos papeles en la mano, cosa que el alto chiquillo ignoró ‘‘¿Qué me importa?’’ ‘‘¿Cuándo acabará esto?’’ Cosas así debieron haber pasado por la mente del muchacho que, una vez más, estaba sentado de una manera aislada al final de la clase.
- Sentaos y callaos muchachos, tengo noticias que darle – Dijo el profesor exigiendo el orden en la sala a lo que JunHyung sólo alzó la vista rogando que fuera algo relevante para tal esfuerzo – Hoy tenemos un nuevo compañero, en su antigua escuela era bastante popular, siempre fue el alumno estrella, por favor, recibidlo bien y cuidáos de él como uno más de la clase – Terminó de decir con una gran sonrisa dejando entrar a un pequeño chiquillo, quizás demasiado pequeño ¿Qué era esto? ¡Aquel chico parecía no tener más de catorce-quince años!
- ¡Buenos días! Mi nombre es Yang YoSeob ¡Por favor cuidáos de mi! –Mencionó animado y realizó una venía sacudiendo su diestra de una amistosa manera
- YoSeob-ssi, podéis sentarte ahí, a un lado de JunHyung-ssi –Jun alzó una de sus cejas – Seguro os llevaréis bien con él, siempre tiene buenas calificaciones, ¡Pero cuidado! No quiero competencias si habrán malos perdedores –Rió aquel hombre quien debía pasar de los cuarenta años
A primera vista JunHyung pensó sólo que era un chico más de la clase, le pareció tierno a simple vista pero estaba seguro que pronto lo odiaría como a los demás.
YoSeob por su parte siempre positivo y animado sólo obedeció sin tener pensamientos más allá de cómo lucía el compañero que se sentaría a su lado por el resto del año
- ¡Annyeong! –El más bajo saludó al serio chiquillo sacudiendo de una adorable manera una de sus manos a lo que el otro sólo respondió con una seria expresión y una cordial venía –Ah, vamos, ¿Qué no tienes mi edad? Mira así –Tomó de una confiada manera la mano ajena y movió esta de lado a lado – ¡Annyeong! – Jun quedó perplejo ‘‘¿Qué carajos está haciendo?’’ Pensó, mas no hizo nada, sólo se zafó observando de inmediato hacia el pizarrón bastante nervioso – ¿Qué no hablas? No seas mal educado – Seob abultó sus labios de manera infantil buscando provocar alguna sonrisa en el adverso más este actuaba como si no le escuchara o quizás peor, como si no existiera.
¿Qué mierda le ocurre? ¿Tomó mi mano así nada más? Qué carajo, debe estar loco. No. Debe estar desesperado por buscarse un amigo ¿No era popular en su otra escuela? Sí, eso debe ser, está desesperado por agradarme y tener un amigo, tan típico de los simples humanos, buscando una compañía por miedo a morir solos…
Pensaba quien parecía ser el mayor de ambos por casi un año mientras abría su cuaderno de notas y apuntes en el cuál no tenía más que dibujos y grafitis
- ¿Joker92? –El menor observó aquello y tras pensarlo sonrió ampliamente tocándole el hombro varias veces -¿¡Eres Joker92!? –Jun sólo le miró esperando que el otro continuara preguntando -¿Eres Joker92 de starcraft? –YoSeob hablaba cada vez más emocionado, su mano comenzaba a moverse animada mente casi azotando el hombro del más alto quién había abierto sus ojos a más no poder, al oírle esperando que todo fueran coincidencias pero fue el final de sus esperanzas cuando el menor comentó: -¡Yo soy Masteryo! Ya sabes, Yo de Yo-Seob. Masterseob ya existía –Rió por lo bajo-
¿¡Q-qué!? ¿¡Qué ocurre!? ¿Es una broma? Debe ser una puta broma, ya sé, Masteryo me envió esto, esto es todo falso y una broma…
- S-sí realmente eres Masteryo dime… ¿Qué día nací yo? –Se dignó a hablar bajo y con torpeza
- Hmm, déjame ver si recuerdo... ¡Ah, el diecinueve de diciembre!
- ¿Mi bebida favorita?
- Coca-cola.
- ¿Dé que color son mis calzoncillos favoritos?
- Son de ironman así que supongo que rojos.
- ¿Cuál es mi record de matanzas en LOL?
- 132, Te troleaste como loco a esa Jinx –Rió
JunHyung no lo podría creer, realmente era él… Uno de sus amigos cibernéticos, quien él consideraba su mejor amigo y quien admiraba se encontraba a su lado, de todas las coincidencias posibles esta había sido elegida, ‘‘Masteryo’’ O más bien YoSeob ahora sería su compañero de clases por todo un año.
¿Un amigo de clases?
¿Un colega?
Su… ¿Mejor amigo? Quién sabe, el día les esperaba, habían tantas cosas que deseaba preguntarle y recién tocaban el primer timbre de recreo.